Estaba en frente de mí. Me miraba escrutando cada rincón de mi mente. Yo, ya resignada, esperaba una gran ola de preguntas. Viendo que ninguna pregunta salía de su boca, me di vuelta y dejé mi bolso y mi abrigo en el sofá. Cuando me volví hacia ella me preguntó:

_ ¿Sales con Edward?

_ Hola _le dije

_ Hola _ puso sus ojos en blanco_ ¿Sales con el sí o no?

No podía negarlo, ya me había visto.

_ Si, salgo con él

_ ¿Cuándo pensabas decírmelo?_ preguntó levantando su tono de voz

_ No iba a decírtelo _me fulminó con la mirada_ Después de todo, ¿Tu no estabas enojada conmigo?

_ Lo estoy_ dijo cortante_ Sigo enojada contigo

_ Bueno, creo que eso es todo_ le contesté mientras tomaba mis cosas y me dirigía a la escalera.

_ ¿Qué eso es todo? Pues, piensas mal. Yo no terminé de hablar todavía

_ Bien_ tiré mi bolso de nuevo en el sillón y me crucé de brazos_ ¿Qué quieres saber? ¿Desde cuando salimos? ¿A dónde me llevó? Luego de cómo me trataste todos estos días, ¿Crees que tienes derecho a preguntarme algo?

_ ¿Y por qué no piensas en lo que tu hiciste Bella?

_ ¿Lo qué yo hice?

_ Si, tú me trataste tan mal como yo a ti                           

_ No puedo creer lo que estás diciendo Mary. Tú fuiste la que se encaprichó con Edward desde que lo vio ¡Toda tu vida recibiste lo que querías! ¿No crees que deba ser mi turno ahora?

Se quedó callada

_ Acepta que perdiste una vez. No siempre te saldrás con la tuya_ le grité. Estaba muy enojada_ ¡¿Por qué haces esto?!

_ ¡Porque tú siempre consigues lo que yo quiero!

Dudé

_ La verdad, no lo creo. Siempre te dieron con todos los gustos. ¡Déjame ser feliz una sola vez! ¡No me arruines esto! ¡Lo amo!

_ ¿Quieres que te deje ser feliz? _la miré _Bien, te dejaré serlo.

Levantó las llaves del auto de la mesa y salió pegando un portazo. ¿A dónde iría? La preocupación me invadió por un instante. Escuche el motor de nuestro auto afuera. Salí de la casa y ella estaba saliendo a la calle.

_ ¡Mary! _grité_ ¿A dónde vas?

Ella no respondió.

_ ¡Mary!_ repetí

Me ignoró completamente. Me di vuelta y me dirigí a la puerta. Estaba muy preocupada. Llamaría a mi madre desde mi celular. De repente escuché un horrible ruido. En mi interior sabía de donde provenía, pero no quería aceptarlo. Me volví y contemplé una escena que me dejó petrificada. Mary había chocado algo y el auto se había estrellado contra un árbol.

Había un bulto en la calle, pero no era mi hermana. Corrí con todas mis fuerzas hacia el auto. Me tranquilicé un poco cuando vi a mi hermana saliendo del auto.

_ ¿Estás bien?_ pregunté casi sin aire

_ Si_ dijo agarrándose la cabeza_ ¡Que tonta que soy!

Ella comenzó a llorar de la nada y me abrazó. Lo único que se me cruzó por la mente fue “todo cambiará”. Inmediatamente me acordé de lo que mi hermana había atropellado. Me volví hacia el bulto y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.

Un muchacho esbelto y morocho estaba acostado en el suelo. Mary se acercó asustada. Esperábamos una mínima señal de vida que nos salvara a los tres. El chico se movió. Las dos dimos un suspiro de alivio y él se sentó en la calle.

_ ¿Estás bien?_ preguntamos a dúo

_ Eso creo…

_ Ven, te ayudaremos_ dije

Lo ayudamos a pararse y entre las dos lo llevamos al auto. Subimos y volvimos a casa. Por suerte, el auto solo estaba abollado. No había sufrido ningún daño severo. Mary estaciono el auto en frente de la puerta. Mi madre estaba llegando.

_ ¿Qué paso? _pregunto histérica

_ Mary salió en el auto y se desvió; chocó contra un árbol y también arrollo  a…_ Dudé_ ¿Cómo te llamas?_ le pregunté al muchacho

_ Jacob Black_ dijo

_ ¡Dios mío! Mary llévalo adentro por favor, haz que se siente_ dijo más preocupada que nunca

Mi hermana obedeció. La ayudé y lo sentamos en el sofá. Mi madre entró con su maletín y estuvo un largo rato revisándolo.

_ No tiene nada, le di una aspirina para su dolor de cabeza. Tuvieron mucha suerte_ nos dijo seria_ espero que vayan y se disculpen

Asentimos y nos acercamos a él.

_ Jacob, queremos pedirte disculpas_ comencé a hablar

_ No se preocupen, no fue su culpa_ dijo sonriendo_ no me pasó nada

_ Si es nuestra culpa. Bueno, en realidad es mía_ Mary agachó la cabeza

Él la miró afligido.

_ En serio, no se preocupen. Está todo bien_ sonrió

_ ¿Dónde vives?_ pregunté

_ Aquí a tres casas de distancia. Me acabo de mudar con mis tíos_ contestó

Jacob miraba a Mary de una forma muy similar a como me miraba Edward. Era muy obvio que le gustaba, al menos para mí. No sabía si mi hermana se había dado cuenta. Estuvimos hablando un largo rato. La pasamos muy bien, nuestro nuevo vecino era muy agradable. Mi madre lo invitó a cenar y el accedió.

A medida que el tiempo pasaba, más me convencía de que él estaba enamorado de mi hermana. Se notaba en sus ojos y en cómo le hablaba. Él era “dulce” con ella. Lo único que esperaba era, que Mary le diera una oportunidad. Este podría ser el camino perfecto para llegar a nuestra reconciliación y para terminar con su obsesión con mi novio.

Las horas pasaron rapidísimo y se hizo tarde. De repente sonó el teléfono. Era Edward. Hablamos casi una hora. Le conté todo lo que había pasado. Al principio se preocupó igual o más que mi madre, pero luego se calmó al escuchar que todos estábamos bien. Alice se encontraba con él. Cada cinco segundos le preguntaba qué había pasado.

Cuando terminé de hablar con mi novio, Jacob ya no estaba y Mary se había acostado. Me despedí de mi madre y subí las escaleras. Me cambié y me acosté en mi cama a pensar en lo que había vivido.

Un millón de dudas recorrían mi mente. ¿Qué pasaría con Mary? ¿Nos reconciliaríamos? ¿Ese abrazo había significado algo, o solo estaba asustada? ¿Le daría una oportunidad a Jacob? ¿Él estaba enamorado de ella realmente? Decidí dormirme, pues me frustraba no tener respuesta a ninguna de mis preguntas. Me di vuelta y me puse a pensar en Edward, solo eso me distraía.