Mi cuerpo sin el suyo

Autor: MirosM
Género: + 18
Fecha Creación: 26/04/2014
Fecha Actualización: 03/10/2014
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 6
Visitas: 12967
Capítulos: 12

Bella, Edward y Nessie vivviran cosas buenas, malas y muy malas. Pero eso si, nunca solos. Pues su familia y sus nuevos amigos y alidados estaran alistados para cualquier cosa que en el futuro se presente.

Pasiones, tristezas, alegrias, enojos e ira, seran algunas de las cosas que tendran que superar y disfrutar para poder estar juntos Edward y Bella. Asi como todos los demás

 

 

Los días se me hacían eternos al no poder rozar mi piel con la suya. Hacía cuatro días que se había marchado para mantener su dieta estable, pero aun no me acostumbraba a tener que separarme de el por temporadas. Trataba de soportarlo lo más que podía, pero no podía vivir sin mi dosis de cada día, tarde y noche, aún no había podido dominar mi abstinencia a él.

 

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Capítulo 12: Él, yo y todo lo demás

Capitulo 12: Él, yo y todo lo demás
BellaPV.
 
Volver a ver a mi pequeña hija, que ahora era todo una mujer, era lo que le había hecho falta a mi vida en Forks. Pero ahora que la veía feliz y enamorada a causa de mi mejor amigo Jacob, podría entender que quizá ella escogería estar un tiempo más alejada de nosotros. Sinceramente, ella era el segundo núcleo de mi existencia así que aceptaría cualquier cosa que ella eligiera para ser feliz.
 
Las hermanas amazonas habían hablado con Edward, diciéndole que nos dejarían la casa para ir a visitar a Nahuel y a su tía, se habían hecho muy amigos de ellos desde lo de los Vulturi; así que tendríamos un tiempo familiar. 
-Bella, corazón, ¿quieres ir a cazar? -me propuso Edward. Lo mire a los ojos y pude ver que comenzaba a tener hambre, pero más que de sangre, era por deseo. Le sonreí  y le extendí mi mano, afirmándole su propuesta. Jacob y Rennesme estaban haciendo algo de comer para ellos y como nueva pareja que era, supuse que querrían algo de espacio. A ninguna hija le gustaría tener a sus padres vampiro con oídos super sensibles y a un padre lector de mentes cerca.
 
Salimos y comenzamos a correr por entre los árboles, yo opté por las ramas y copas de éstos. Era tan hermoso poder apreciar la naturaleza cuando los rayos de sol pegaban directamente en los arboles. Me detuve en una rama gruesa para sentarme y poder concentrarme en el aroma de algún animal.
 
-Te vez tan hermosamente sexi con tacones y encima de una rama, con los ojos cerrados -me susurro Edward en el oído. Mi piel no se podía erizar, pero conocía la excitación que el creaba en mí con el sonido de su voz ronca y sensual hablándome de cerca.
Volteé y lo bese delicadamente en sus labios, una dulce provocación que yo sabía que él entendería y me respondería como solo nosotros sabíamos. Me tomo en sus brazos y bajamos al suelo, pegándome al tronco del árbol y tomando mis manos por encima de mi cabeza comenzó a devorar mis labios y mi cuello. Sentí sus dientes perforar un poco mi piel para que pudiera sentir el sabor de mi sangre, gruñí de placer para después colocarlo a el contra el árbol, y besarlo desde la comisura de su boca hasta el principio de su pantalón, levanté mi rostro con una sonrisa y él me dijo: 
 
-Me encantas Isabella, eres perfecta -desabroche su pantalón y lo bajé junto con su boxer. Su excitación era grande y me tentaba a besarlo y lamerlo pero no lo haría, solo quería volver loco a Edward hasta que el ya no pudiera más. Y eso fue lo que hice, pase mis labios por todo su miembro, la punta de mi lengua lo recorrió por completo y cuando estaba por introducirlo a mi boca, Edward me levantó.
 
- Oh Isabella, necesito sentirte -me bajo el pantalón junto con mi ropa interior y se introdujo dentro de mi, comenzando un ritmo de estocadas tan salvajes y rudas que no tarde en llegar al orgasmo, Edward me siguió torturando con pasión y yo aun sentía como me contraía de placer, hasta que escuche el gruñido más feroz y sexi salir de la boca de mi marido, diciéndome que ya había llegado. Me volteé y mirando sus ojos negros completamente, lo bese.
 
-Cásate nuevamente conmigo, Bella -sonreí y asentí.
 
-Una y mil veces me casaría con usted, Sr. Cullen.
Capítulo 11: Mamá! Papá!

 
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