CAPITULO 23
La abuela de Jared era la mejor cocinera de todo el país. Había preparado ensalada de pollo y pastel de carne. Disfrute mucho del ambiente familiar de los Howe, ahora entendía el extraño humor de mi chico... Mi chico.
Nos sentamos en la sala para reposar la comida antes de dormir, Jared me tenia abrazada mientras platicaba con su papa acerca de no se que empresa transportadora.
-en serio papa, aunque sean automóviles, no voy a entrar a la empresa familiar
-vamos Jared, a ti te gusta conducir
-no un tracto- camión papa, esas cosas no corren a mas de 80 kilómetros por hora-
-esa es una velocidad segura. ¿tu que piensas Carlie?-
-eh...- ¿como decirle a mi nuevo suegro que yo, al igual que Jared, prefería mas velocidad?
-venga, amor, Dile a mi padre que piensas de la velocidad, la adrenalina...- Jared sonreía, sabia que no podía decirle a su padre que amaba la velocidad. Apreté su muslo y le enterré las uñas, el sonrió aun mas
-dime que no Jared Abraham Howe, Dile que no has metido a Carlie en esas cosas ilegales- su padre parecía molesto/asustado, Sonreí con pena. No se suponía que el se enterara de esto
-ahí la conocí papa, es la mejor corredora de todo Washington-
-lo era, señor Howe, he decidido dejar de correr. Ahora que tenemos el dinero suficiente para ampliar la casa y poner el negocio que queremos, ya no es necesario que corra-
-me alegro mucho cielo. Es hora de dormir para los ancianos, así que yo me retiró
-descansa papa- murmuro Jared sin borrar su sonrisa
-yo también me voy. Mañana saldremos a ver el ganado en la hacienda, así que los quiero despiertos a las ocho- la abuela se puso de pie y nos dio un dulce beso
Una vez que se marcharon, Mike se giro a ver a Jared y se inclino un poco para hablar en susurros.
-hermano, ¿me prestarias dinero? Quiero llevar a Jessica a bailar- Jared suspiro y se puso de pie para darle dinero a Mike
-con cuidado mocoso, no bebas si vas a manejar-
-no. Gracias Jared... ¿quieren venir?-
-por si no te has dado cuenta, Carlie tiene lastimado su pie
-oh, lo siento
-ve a divertirte Mike, portante bien, no bebas mucho, y llega antes del amanecer- le aconseje, el puso sus ojos en blanco y sonrió
-si mama, lo prometo- salio de la casa dejándonos solos en la sala.
Jared me llevo en brazos hasta las recamara, fue a ponerse su pijama y yo aproveche para ponerme el baby doll azul que habían traído. No se veía muy sexy con la estúpida férula, pero era algo.
Alborote mi cabello y espere en la cama a que Jared regresara. Sonreí cuando se quedó en la puerta del baño con sus ojos muy abiertos.
Lentamente me acerque a el y cruce mis manos por su cuello, lo escuche tragar grueso y sonrei
-¿te gusta?- pregunte mirando sus labios. Jared me tomo por la cintura y pego mi cuerpo al suyo
-más de lo que debería- admitió recorriendo la tela trasparente -¿por que me haces esto?- frunci el ceño, a que se refería
-pense que querías hacer el amor conmigo- sonrio y mordió mis labios
-si, solo que... No pensé que hoy. ¿quieres hacerlo?- asenti como un niña pequeña a la que le ofrecen un dulce -bien, si te lastimo me dices ¿ok?-
Entre besos y caricias nos fuimos a la cama, Jared trataba de no tocar mi pie y se lo agradecía ya que un grito por eso rompería el encanto.
¿podia hacer esto? ¿podia entregarme a Jared aun cuando mi corazón le pertenecía a Jacob? Creía que si. Si Jacob pudo hacerlo, también yo podía.
-enreda tus piernas en mi Carlie- pidió Jared, lo obedecí y el sonrió mordiendo mis labios -si te lastimo...-
-voy a estar bien Jared, yo... Ya estuve con Jake- sonrió ampliamente y beso mi frente mientras se acomodaba
-ya lo se, pero no lo digo por eso- frunci el ceño y enterré mis uñas en sus hombros mientras el iba entrando.
-mierda- me queje. Sentía que Jared abría los huesos de mis caderas, había dolor, mucho mas que cuando le entregue mi virginidad a Jake
-por esto lo decia, eres muy pequeña aquí abajo, yo soy... Un poco grande- parecía apenado. Nunca había escuchado a ningún hombre apenado por la grandeza de su miembro
-me acostumbrare- dije soltando el aire lenta mente -gracias al cielo tu no me quitaste mi virginidad, te hubiera matado- sonrió y movio sus caderas un poco, Jadee y el acaricio mis muslos
-Carlie, te estoy lastimando Nena, mejor no- intento salir de mi cuerpo, pero lo detuve con mis piernas
-no, ya estamos en esto Jared, no me vas a dejar así, yo quiero que me hagas el amor ya. Muevete, ya no me duele- mentí
-¿segura?-
-si-se movió un poco mas y mordi mis labios para evitar un nuevo jadeo
-muerdeme a mi- dijo acercando su boca a la mía.
Una vez que mi cuerpo se acostumbro al suyo comencé a disfrutarlo plenamente, no había nada en mi mente que no fuera Jared, sus ojos oscuros, el sudor en su frente, sus labios inflamados y ese sonido delicioso del chocar de nuestros cuerpos.
Me corrí dos veces hasta que Jared encontró su propia liberación, la cual fue dentro de mi cuerpo, aunque no le tome mucha importancia, para mi cumpleaños nos iríamos a Seattle y si estaba embarazada ya no seria ese un problema.
Desperté cuando sentí besos en mi cara, abrí los ojos perezosamente y me encontré a Jared en bóxer sentado a mi lado. Me senté para besarlo y el me entrego una rosa.
-¿como amaneciste?- pregunto acomodando un mechón de mi cabello tras mi oreja
-bien-
-vamos a darnos un baño para ir a desayunar- asenti y me llevo al baño.
Estuvimos en la tina por un buen rato, me hizo el amor nuevamente y me hizo reconocer que estaba adolorida. Me sentía como cuando tome clases de equitación.
Al llegar al comedor, la abuela estaba sirviendo omelette y tostadas a todos, Mike se veía soñoliento pero feliz, supuse que así me vería yo.
La hacienda donde estaba el ganado era enorme. Jared me explico que exportaban la carne a diversos puntos en Estados Unidos y Canadá, era la empresa de sus abuelos maternos, la cual habían heredado el y Mike cuando estos fallecieron. La empresa transportista de su papa se encargaba de distribuir y comprar cabezas de ganado, así se beneficiaban ambas empresas.
-¿y cuando nos casemos, podre ayudarte aquí?- fruncio el ceño mientras sonreía
-¿quieres vivir aquí? Pensé que nos iríamos a Seattle, pero si quieres vivir aquí por mi no hay problema
-tienes que explicarme muchas cosas- dije recordando algunos detalles que no me habían pasado por alto la noche anterior
-¿que cosas?- cuestiono abrazandome y colocando sus manos en mi trasero
-¿por que me dijiste que te habían echado de casa? Se nota que tu familia te ama, ¿por que corres si tienes una empresa nacional? ¿que fue lo que te motivo a irte a seattle? ¿por que...?- saco su celular de su bolsillo, el cual estaba en vibrador, miro la pantalla y fruncio el ceño, ignorando mi ultima pregunta
-es Black-
-¿desde cuando Jacob tiene tu numero?- esa era la primer cuestión que tenía que responderme.
|