POV Renesmee
Como era de suponerse falte a mi cita con el psicologo.
Bella me ayudo a darme un baño y despues a ponerme mi pijama. Jacob me habia durado las heridas y ahora estaba llena de parches en donde papa habia logrado cortarme.
Nunca lo habia visto tan violento. Esperaba que con Bella no fuera asi.
Una vez en la cama, cerre los ojos, Jacob estaba acostado a mi lado y mama habia ido a traerme algo para cenar. Segu Jake llevaba horas inconsciente.
Mi celular timbro. Aun un poco adolorida me estire para responder.
-hola-
-Renesmee, ¿por que no me respondias?- cuestiono Jaref, comence a sollozar. No me arrepentia de lo que habia estado a punto de pasar, solo me cuestionaba si estaba bien -hey, ¿que pasa?-
-lo lamento. Te veo despues ¿si?-
-Reina ¿que tienes?-
-estoy bien. Yo te marco- corte la llamada y volvi a cerrar los ojos. Me dolia la cabeza, no sabia si por tanto llorar o por el super golpe que me habia dado al caer.
La puerta de mi habitacion se abrio y dejo entrar un poco de luz. Alguien se sento en la cama y acaricio mi cabello
-mamita, te traje sopa de pollo, Bella la preparo, esta deliciosa- dijo la voz de mi padre. Quise decirle que se metiera la sopa por donde le cupiera, pero no queria enfurecerlo mas. Ademas tenia hambre.
Me sente y tome el cuenco que papa me ofrecia. Jacob el traidor salio de la habitacion y me dejo sola con el.
-mi amor, yo queria...-
-no quiero que toques a Bella- dije despues de probar la sopa -no se si a mi madre la golpeabas y por eso se fue. Pero si quieres golpear a Bella, o si me entero de que la has golpeado...-
-yo no he golpeado a Bella, tampoco golpeaba a Ana... Renesmee...-
-soy la primera entonces- segui comiendo manteniendo la emocion de mi voz
-la primera y la ultima mi amor, no volvera a ocurrir. Jacob no lo permitira y yo tampoco. Me ha reñido, ¿sabes?-
-quiero dormir- dije poniendo el cuenco con sopa sobre la mesita de noche. Le di la espalda y me acomode con mucho dolor.
-habia una vez, en un bosque muy lejano, una pequeña princesa dedicada a cuidar de sus amigos los animales, era una princesa hermosa, su cabello rubio brillaba como el sol y sus ojos grises se parecian a la luna de octubre, la cual es la mas hermosa...- comenzo a contarme el cuento que me narraba cuando era pequeña
-vete por favor- pedi mientras las lagrimas caian hasta perderse en mi cabello
-ok mamita. Te amo, y no sabes lo mal que me siento por haberte hecho daño. Me cortare las manos si vuelvo a hacerlo- un poco drastico mi padre.
A pesar de morirme de sueño, no pude dormir. Sentia un calor sofocante en mi cuerpo, quizas tuviera fiebre.
Al amanecer me puse de pie y fui a darme un baño, me quite con cuidado todo el monton de parches y maquille un golpe en la mejilla.
Esta vez no me puse mi uniforme tradicional. Me puse el pantalon negro y una blusa blanca, mi saco negro, botas de piso negras y una mascada... Negra por supuesto. Parecia ir de luto.
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