POV JACOB

Renesmee le había dado a Seth el café que traía para ella y ella y yo compartíamos el mío. Estaba sentada en medio de mis piernas y tenía su cabeza recostad en mi pecho, jugaba al Candy Crush en mi celular. Mis manos rodeaban su cintura y por extraño que pareciera, la posición en la que estábamos no hacía que me excitara, quizás se debía a que Seth me hablaba siempre.

-han sido ya tres meses sin accidentes y eso está genial- Seth se mostraba muy positivo –aunque también están los arrancones de autos, ilegales obviamente, nunca podemos agarrar a nadie, queremos atrapar a los organizadores principalmente, en especial a una chica, la llaman La Reina Roja…- Renesmee se estremeció entre mis brazos

-¿Qué ocurre mi amor?- alcancé a ver que Seth fruncía un poco el ceño

-¿tienes algo que ver con ella?- le cuestionó Seth, Renesmee alzó el rostro y sonrió

-no… yo solo perdí- rodé los ojos

-¿Qué juegas?- Seth se divertía con las expresiones de mi muñeca

-Candy Crush… es adictivo- respondió ella

-sí, había días en que no dormía por estar jugando… ¿puedo hacerles una pregunta personal?-

-¿Qué tan personal?- preguntó Renesmee iniciando el juego nuevamente

-muy personal- y ya me imaginaba a donde iba

-claro-

-¿Jacob?- quiso tomar mi opinión en cuenta

-adelante-

-es mi imaginación, ¿o ustedes son algo más que un tío y su sobrina?- Renesmee rio y su risa me hizo estremecerme

-no soy su sobrina. Jacob es hermano de Bella, la esposa de papá, el prácticamente creció en mi casa y nos queremos mucho-

-nuestras muestras de cariño son ya normales entre nosotros- aclaré

-Hm… ok, aunque ahorita que llegaron noté cierta pertenencia entre ustedes-

-mi muñeca es solo mía- dije antes de encogerme de hombros

-Jacob es muy celoso, posesivo… pero si él dice que yo soy solo suya, también yo  puedo pedir que él sea solo mio ¿no Seth? ¿No crees que es más justo que si él no permite que nadie me vea, también yo pueda pedir que no mire a otras chicas?-

-es muy distinto Renesmee, yo soy hombre- me justifique

-esa no es razón… ¿Seth?-

-no me metan en esto…- pidió este alzando las manos

-Seth- exigió Renesmee, sonreí cuando vi que Seth se estremecía, Renesmee era realmente intimidante

-los hombres no podemos evitarlo. Imagina pasar por el centro comercial sin entrar a ver todo- Renesmee se puso de pie y temí que fuera a golpear a Seth

-voy al baño, tengo vejiga pequeña- dijo sonriendo. Reí de Seth cuando mi muñeca salió, el fingió quitarse el sudor de la frente y luego sonrió

-me dio miedo…es algo…-

-intimidante- complete su frase

-¿estás viviendo con los Cullen?-

-sí, solo hasta que consiga un departamento-

-¿no estás a gusto ahí?- suspiré y tomé valor para contarle todo, algo me decía que podía confiar en él.

-imagínate a esa mujer provocándote desde el amanecer, imagina que duerme contigo por algún trauma que tiene y que al despertar la tocas porque no sabes con quien estás, que ella lo permite y cuando te calientas te hace volver a la realidad, imagina que a ella no le interesa si estás duro, que solo se divierte al ver tu estado… frustrante ¿no?-

-mucho-

-la última vez que la vi, yo tenía 17 y ella 8, la veía como mi muñeca, de hecho su estatura no aumento mucho. Ahora que regrese, yo lo único en lo que puedo pensar es en hacerla mía- revolví mi cabello

-no es tu sobrina…--

-es menor de edad… y la veo como mi sobrina, o al menos lo hacía hace nueve años- fije mi vista en la libreta y la tomé -¿Embry Call está aquí?-

-sí. ¿Quieres que lo llame?-

-por favor, ¿tienes algo que hacer por la tarde? Quizás podamos ir a beber una cerveza-

-claro, paso por ti a la casa de los Cullen- se puso de pie y se giró, Renesmee entro en la oficina, algo le dijo despacio a Seth y este se tensó. Cuando salió Renesmee avanzó hacia mí y se sentó de nuevo en mis piernas, acarició el cuello de mi camisa-

-¿era mi imaginación o le coqueteaste a Seth?- pregunté celoso, casi estaba seguro de que lo había hecho. Ella siguió jugando con mi camisa

-¿ahorita me llevas al cine? Mis amigas salieron del pueblo y…

-Renesmee…-

-¿Qué?- dijo frustrada, retire el cabello de su cuello y escote

-¿Qué le has dicho a Seth?-

-nada-

-se ha tensado-

-yo no tengo la culpa- dijo haciendo un puchero, sonreí y acaricie su labio inferior con mi dedo, acercó su rostro al mio, mucho, demasiado, podía saborear su aliento -¿si te lo digo me llevas al cine?- sus labios rozaban los míos cuando hablaba > ¿qué tan difícil es pegar tus labios a los de ella?< preguntó mi lado irracional >no es que sea difícil, sino que está mal y después de que lo haga estará castigándose mentalmente< le respondió mi consciencia. Pero vamos, no le haría caso a mi consciencia esta vez, después me castigaría pero al menos me quitaría la tentación de besarla. Me acomodé mejor en la silla y la tomé por la barbilla

Toc, Toc, Toc…

¡MIERDA! ¡¿Acaso Embry no podía esperar dos minutos?! ¡¿Acaso yo le había dicho a Seth que corriera a buscar a Embry?!

Renesmee suspiro frustrada y tomó una hoja y un marcador

-¡adelante!- alce la voz, Embry entró y cerró tras él

-¿me llamó coronel?-

-¡ay por favor!- me quejé –en la primaria me llamabas de otra forma- el sonrió y se acercó, me puse de pie y Renesmee se vio en la necesidad de hacerlo también

-no pensé que me recordaras hermano- nos abrazamos y le di tres palmadas en la espalda

-¿se conocen?- preguntó Renesmee

-sip. Embry, ¿recuerdas a Renesmee? Es mi sobrina- ella sonrió y se puso sobre el pecho derecho un papel que decía “mi muñeca” lo pegó con cinta adhesiva, Embry rio.

-¿todos te podemos decir “mi muñeca”?- pregunto Embry mirándola fijamente. No me gusto su forma de mirarla, ni la manera de ella de sonreírle, estaba celoso nuevamente.

-no, solo Jacob- aclaró ella, sonreí satisfecho

-siéntate Embry. Am… mi amor, por qué no vas y me traes…- ¿Qué podía pedirle? Café ya no

-solo dime que me vaya. Re a buscar a Seth para que me dé un tour por la estación- se acercó a mí y dejo un beso en mi mejilla

-no te quiero cerca de Seth- advertí

-tranquilo, seguro cuento con alguien más-

-Renesmee…-

-ok, ok- dejó mi celular en el bolsillo de mi pantalón y salió. Tomé asiento frente a Embry y él me sonrió

-¿conoces departamentos libres?-

-¡¿tan pronto piensas llevártela a la cama?!- reí con ganas

-no seas estúpido, lo que quiero es alejarme de ella antes de que termine haciendo lo que tú crees que quiero hacer-

-y que admites que quieres hacer-

-sí, desde que amaneció quiero hacerlo- admití

-pues hazlo- lo miré fijamente, Embry no me estaba ayudando mucho

-es mi sobrina-

-no lo es ¿recuerdas aquella prima mía que vino a visitarme para navidad un año?-

-Mariana-

-Marie Anne- me corrigió, me daba igual –bueno, pues una vez la besé y no pasó nada. Ella era mi prima Jacob, Renesmee no es nada tuya-

-es mi muñeca-

-sí, y con las muñecas se juega-

-a mi mis papás me enseñaron que los niños no juegan con las muñecas- Embry rió

-nada va a pasar-

-no quiero quitarle su… virtud. Bella y Edward jamás me lo perdonarían- rodó los ojos y resopló, ¿Qué pasaba? –aunque no lo creas, a mi me educaron así, no puedo andar desvirgando niñas a diestra y siniestra- soltó una gran carcajada y me quedé en shock momentáneamente

-¿en serio crees que ella aún es virgen?-

-tiene 17 años-

-eso no le impide abrir las piernas- me puse de pie molesto, ¿Cómo se le ocurría siquiera pensar eso? –no te exaltes, lo digo porque yo he visto su comportamiento, lleva una… fama, en la escuela, lo más probable es que ya no sea virgen, ella es…-

-se perfectamente como es- la puerta de la oficina se abrió y Renesmee entro sonriendo, Embry me dijo “piénsalo”, con la mirada

-¿me llevas al cine?- preguntó mi muñeca sentándose en mis piernas y acariciando el cuello de mi camisa

-quedé de ir con Seth por unas cervezas, ¿vienes Embry?-

-claro-

-pero yo quiero ir al cine- se quejo Renesmee

-y yo quiero ir por unas cervezas, y para mí siempre voy a estar yo primero- se puso de pie algo molesta

-llévame a casa, ya buscaré a alguien que me lleve-

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Espero que les guste tanto como a mi y sigan leyendo, tambien espero sus comentarios y votos... lo mejor está mas adelante, asi que por favor no dejen de leer

#Leona