Bella Newton???

Autor: Huellas
Género: Drama
Fecha Creación: 25/08/2010
Fecha Actualización: 02/01/2011
Finalizado: SI
Votos: 32
Comentarios: 151
Visitas: 136991
Capítulos: 33

-No me dejes, Bella. No, no, no. Bella, no me dejes. ¡Isabela Cullen no me puedes dejar! -grité desaforadamente. Todo comienza cuando Edward pierde a Bella en manos de un lobo... pero y si encontraran a Bella siglos después? Y si ella no fuera Bella... y si los lobos y los vampiros no son las unicas figuras mitologicas?? 

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Capítulo 31: Tomando decisiones.

-¿A dónde va? –murmuró Emmett.

Nadie supo responder. Me volteé hacia Nessie le tomé la mano apretándola suavemente, y volteé hacia mi familia, todos miramos a Carlisle, quien seguía viendo la línea que desaparecía conforme pasaban los segundos por la que se había ido Bella y Peter.

Kate se removió intentando soltarse de Rosalie, entonces fue cuando recordamos la presencia de los brujos. Solté a Ness terriblemente enojado, y busqué con la mirada a Kevin, lo encontré mirándome furioso sin que parecía creer lo que había pasado, que ella se hubiera ido.

-¿Estás contento, brujo? ¡Se fue! –grité dando un paso hacia delante, acercándome a él.

-Papá –pidió Ness, pero no la escuché.

-¡Se ha ido y quién sabe si volverá o no!

-Tú no quieres que ella vuelva –su voz era cargada de odio. Jasper y Nahuel apretaron más fuerte –, tú solo quieres a Swan, a ti no te interesa Bella.

-Tú no me conoces –refuté dando otro paso.

- ¿Para qué quiere conocer a un estúpido vampiro egoísta que no ve más allá de sus colmillos? –refutó Kate. Volteé hacia ella intempestivamente, con una mirada cargada de furia, de la que no era poseedor. Ya no sabía lo que hacía o decía, tendría que aprender a controlarme más.

-No tenemos colmillos –gruñó mi hija a la bruja. Ahora estaba enojada, podría soportar y ahorrarse las palabras, menos que insultaran a su familia, menos a su padre.

Kate bufó y forcejeó otro poco con Rosalie, se levantó del suelo, ayudada por mi hermana de mala gana. Geraldine la ayudó por el otro brazo.

Volteamos a ver a Carlisle, bueno tal vez ese no es el verbo bien conjugado, voltearon. Mi mirada se enfocó en el brujo que había estado a punto de quitarme a mi esposa.

-¿Qué hacemos, Carlisle? –inquirió Emmett, mirándolo por encima del hombro con dificultad.

-Si ustedes –empezó Carlisle caminando hacia el frente y mirando alternadamente a Kate y Kevin –no se controlan tendré que tomar medidas extremas, somos civilizados pero ustedes no nos dejan otro camino. En cambio, si cooperan y prometen, me dan su palabra que no harán nada para dañarnos, los dejaremos ir.

-¿Nos dejaran ir? –Kevin alzó una ceja mirándome a mí, aunque le hablaba a Carlisle –No somos sus prisioneros.

Para disgusto de él y mi gusto, Emmett rió sarcásticamente. Escuché a Gera y Rosalie removerse un poco.

-¿Nos lo prometerán? –le alcé una ceja a Kevin, quien gruñó y asintió.

-No haremos nada –dijo entre dientes.

Emmett y Jasper, Geraldine y Rosalie miraron a Carlisle interrogante. Mi hija tomó mi mano, pegándose a mi espalda mientras se estremecía ligeramente. Entonces me di cuenta que Kevin la miraba.

Quise esconderla dentro de mi piel para que nadie la tocase ni la viese, ocultarla bajo mi cuerpo para que no sintiera el temor que estaba sintiendo. Mis labios se retrajeron instintivamente, exponiendo mi dentadura ante el vampiro y un profundo grujido salió de mi pecho.

Carlisle asintió lentamente.

Los cuatro aflojaron el agarre poco a poco, hasta que los vampiros estuvieron sueltos completamente. Mis manos se enroscaron a mi espalda protegiendo a mi hija, mientras Alice, Jacob y Esme se movían hacia nosotros, con la misma idea que yo.

-No se quedará así –susurró Kevin antes de caminar hasta Kate y salir corriendo juntos hasta el auto. Se subieron y condujeron de vuelta, perdiéndose en el pavimento cuando fuimos incapaces de verlos.

Me volteé angustiado por mi hija y le tomé el rostro entre las manos.

-¿Estás bien, Ness?

-Sí, papá. Estoy bien –murmuró abrazándome y suspirando fuertemente.

-¿Qué haremos ahora? –preguntó suavemente Jacob.

-Regresemos a casa –no lo ordenó, pero aun así, todos seguimos a paso lento a Carlisle. Nadie tenía ánimos para correr.

 

 

Bella POV.

<< ¿Realmente confías en él?>> agonizó Swan cuando estiré mi mano, soltando a Emmett.

<<Necesito hacerlo>> confesé. Tomé la mano que Peter me ofrecía y él me haló para que corriera con él. Las lágrimas empezaban a nublarme la vista conforme Peter me halaba junto con él por la espesura del bosque.

-¿Estás bien? –murmuró Peter en cuanto llegamos a la carretera. Asentí sabiendo que él me estaba viendo, incapaz de hablar –No estoy seguro a dónde debemos ir. Supongo que no deseas ir a tu casa, y la mía no es una opción –se sonrió para él mismo, tratando de sacar la broma de esta situación. No hablé, mi boca temblaba.

-Vamos por aquí, tomemos un taxi  y vamos a algún hotel. ¿Te parece bien? –asentí siguiéndolo mientras él caminaba por el lado de la carretera.

<< ¿Estás bien, Newton?>> inquirió Swan dentro de mi cabeza, realmente estaba preocupada por mí.

<<Aja>> murmuré mentalmente. Las manos me temblaban y mi garganta estaba cerrada, ¿estaba bien realmente? Estaba estable, estaba sana físicamente hablando.

Cuando subimos al auto que Peter detuvo, mis piernas flaquearon al sentarme, mis manos empezaron a temblar más de lo que lo hacían. De pronto sentí que estaba a salvo, en terreno neutro. Y los sollozos rompieron el nudo, abriéndose paso en mi garganta, encontrando su camino hacia mis labios.

-¿Bella?

-Yo pensé que él había entendido, que habían entendido mi decisión. ¿Por qué hicieron eso? Yo estaba lista… yo me había preparado –empecé a murmurar victima de los nervios que estaba destrozándome.

-Tranquilízate, Bella. Ya estás a salvo, ni Edward ni Kevin van a encontrarte a menos que tú quieras, ¿correcto? Créeme, llegaremos a un hotel, pasaremos la noche allí –decía abrazándome por los hombros.

-Gracias, Peter. Muchas gracias, sé que estoy poniéndote en contra de tu novia –aspiré profundamente –Kate, Kate ¿Por qué me hiciste esto? Yo confiaba en ella, Peter. ¿Por qué lo hizo?

-Ya, shh, ya. Relájate que eso no te hace bien, ya estás sola, ahora podrás pensar con claridad.

Algo en el tono de voz de Peter me hacía pensar que él estaba pensando en algo realmente gratificante, era demasiado tranquilo, como si supiera que todo iba a terminar bien, que todo iba a salir perfectamente. Por eso me tranquilicé, y cuando llegué al hotel, ya mis manos no temblaban.

Nos tocó dormir en una sola habitación, no había más disponibles. Por supuesto, Peter se acostó en el sofá con unas sábanas y yo en la cama personal. Ninguno de los dos conciliaba el sueño y lo sentía moverse nervioso en el sofá.

-¿Qué pasa? –pregunté girando sobre mí misma para mirarlo aun acostada. Él me miró sorprendido y luego se sonrió para él mismo.

-Pensé que estabas dormida –comentó mientras se sentaba y cruzaba sus brazos sobre su pecho.

-¿Ocurre algo? –apoyé la cabeza en mi mano y me levanté con mi codo.

-Debería dejar que durmieras primero, pensarás mejor en la mañana –aseguró sonriendo tenuemente. Fruncí el ceño.

-Tienes algo que decirme, ¿cierto? –asintió sin que la sonrisa se borrara de su rostro. Me senté en la cama y posé mis pies sobre el suelo frío, apoyándome en la cama. Lista para saltar hacia él sino me decía –Entonces, suéltalo ya. Me tienes asustada.

Él negó mirando hacia otro lado un poco serio.

-¿De verdad quiere…?

-Sí –mi réplica cortó su pregunta. Él suspiró y me miró a los ojos.

-He encontrado una manera para que hagas lo que quieres hacer, sin que mueras –estoy segura que mi piel se colocó más pálida de lo normal.

<< ¿De qué rayos está hablando este hombre?>> estalló Swan en mi cabeza que no había querido hablar solo para no trastornarme, sabía que tenía que pensar yo sola, que sus sentimientos y pensamientos debían intervenir lo menos posible.

<<No lo sé>>

-¿Estás bien? –Peter se apoyó en sus rodillas para moverse hacia delante y se levantó del sofá. Se sentó a mi lado, sentándose de frente a mí. Me giré lentamente y lo miré, incitándolo a continuar.

-Bueno, estuve investigando por ahí. No quería perderte, eres una gran amiga, y pues Kate sufriría mucho. Ni hablar de Kevin, tú misma lo has visto –me estremecí ligeramente al ver la agonía en sus ojos cuando me fui con Peter por el bosque.

Me abracé a mí misma en un intento de borrar el recuerdo.

-He encontrado un hechizo, con el cual podemos hacer que Swan tenga su cuerpo, sin que tú desaparezcas de este mundo –dijo lo último sonriendo de lado a lado, antes de borrar su pequeña sonrisa y ponerse realmente serio –Pero tú tienes que decidirlo, yo no sé si quieres hacerlo…

 

Edward POV.

Teníamos que ir al instituto hoy, pero ni siquiera Alice tenía ánimos para asistir. Carlisle y Esme fueron a regañadientes a sus trabajos, solo porque los jefes llamaron después de una hora a preguntarles por su tardanza. No les quedó de otra.

Las chicas estaban en el cuarto de Alice, pintándose las uñas y haciéndose cosas en el cabello, solo para distraerse. Emmett y Jasper peleaban en el televisor, jugando algo de moda, mientras Nahuel y Jacob jugaban ajedrez, a nadie le gustaba jugar conmigo.

Yo estaba sentado leyendo un libro, al lado de los jugadores, esperando mi turno para jugar cuanto Emmett rompiera los controles de la rabia.

El estomago de Jacob no se hizo esperar a las diez de la mañana.

-¡Nessie! –gritó por encima de su hombro y yo me lo quedé mirando, enarcando una ceja.

-¿La vas a llamar para que te traiga comida? –pregunté irónicamente.

-Oh, vamos, Edward. Es mi mujer –replicó riendo volviendo la juego con Nahuel. Dos minutos después, mi hija bajaba las escaleras con un vestido de flores, taconcitos bajos y peinada, sin maquillaje. Se veía hermosa, tanto que me recordó a su madre.

-Dime, Jake –le dijo amorosamente.

-Mi amor, tengo hambre… -se volteó y se la quedó mirando extasiado, desde otro punto de vista que el mío.

-¿Qué? –mi hija se sonrojo y tomó las puntas de su vestido, halándolo hacia abajo.

-Te ves hermosa –le alagó, carraspeando.

-¡Gracias! –gritó Alice desde arriba, siguiendo la risa de Gera y Rosalie.

-Bueno, ¿te hago algo de comer? ¿O mi abuela dejó algo? –preguntaba mientras llegaba hasta la cocina.

-No sé, bebé –le respondió Jacob, volviendo al juego.

Me levanté y seguí a mi hija hasta la cocina sin que ella se diera cuenta, para encontrarla mirando el mesón, preparando alguna comida a la cual no le presté atención. Se desenvolvía en la cocina con fluidez, encontrando sin necesidad de buscar nada, como si supiera donde estaba cada integrante que necesitaba.

Se parecía tanto a su madre.

-Hola, papá –dijo mientras sacaba algo de la nevera.

-Hola, Ness –respondí entrando, sentándome al desayunador -¿Qué haces?

-Huevos revueltos con café y leche, una porción grande –bromeó mientras echaba algo a la estufa.

-Jacob come mucho, ¿no crees que es malo? –intenté sostener la conversación.

-No, él es grande, necesita mucha comida –se rió. Se volteó y me sonrió genuinamente. Estaba bien, estaba relajada. La sesión de uñas y cabello realmente la había ayudado.

-¡Edward, ya! –gritó Jasper riendo, se escuchó el gruñido de Emmett, y escuché el viento removerse cuando mi hermano buscó el control de repuesto.

-No es mi culpa que sean tan débiles –reclamó. Besé la frente de mi hija mientras ella sonreía, y me encaminé a la sala.

Cuando me disponía a terminar de ganarle a Nahuel, y Jacob se terminaba el segundo desayuno, Alice quedó en blanco.

Una visión.

Volteé hacia ella rápidamente, estaba sentada entre Jasper y Nessie, y vi lo que ella veía. Era en el prado, en mi prado. Estaba Bella, con Peter y otra mujer, pero la mujer estaba en el suelo, parecía… parecía muerta. Peter se ponía enfrente de Bella y estiraba sus manos hacia ella, Bella cerraba los ojos fuertemente y un segundo después, se desplomaba en el suelo. La visión terminaba.

-¿Cuándo? –exigí levantándome en la siguiente fracción de segundo.

-¿Qué cosa? –asaltó Nessie y Jasper a la vez. Jacob y Nahuel también voltearon hacia Alice, quien me miraba fijamente, con los ojos abiertos.

-En unos minutos –su voz era helada. Me le acerqué impaciente.

-¿Eso qué significa, Alice? Busca –le pedí.

Geraldine, Emmett y Rosalie bajaron las escaleras en dos segundos.

-No lo sé, ella… ella va a hacer que Bells vuelva –la casa se quedó en silencio, ni siquiera Jacob o Nessie respiraban. Un segundo después, los arboles corrían a mis lados, o era yo el que iba demasiado rápido, necesitaba verla.

-¡Edward! –gritó Alice siguiéndome.

-¡Papá, vuelve! –pedía Nessie, desde la casa. Alice me detuvo.

-¿No vas a dejarla sola en esto? Si ella no te ha avisado es porque no quiere que sepas, tienes que dejarla sola –me empujaba hacia atrás conforme ella caminaba hacia adelante.

-Alice, si algo le pasa… yo no quiero…

-A Bells no le va a pasar nada –intentó tranquilizarme. Negué fuertemente.

-A Bella Newton, Alice. No quiero que le pase nada a Bella Newton.

**

Les tengo una noticia, no sé si mala o buena... pero el próximo capitulo será bastante largo... porque el siguiente capítulo, es el último O: :D

Capítulo 30: Complicaciones II Capítulo 32: Happy ever after.

 
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