Edward Pov.

Bella es una chica única e increíble, me ha hecho sentir vivo y al mismo tiempo su manera de ser me ha abierto un poco a la idea de no tener que estar dependiendo de solo sexo, mucho menos a tener un buen trasero o un par de buenas tetas para una noche de placer, o porque no tener un par de buenos “huevos” para disfrutarlos en mi cama y hacer mío a cuanto se me ponga frente a mi y se deje. Ella me ha hecho ver más a allá de lo físico y estar sintiendo otra vez.

Me alegra ser su novio, pero hace tanto que no me comprometía así con alguien, me es tan complicado, esa parte de mi aun no la superaba, sin embargo ella no se merece que la haga sufrir pero yo tampoco me merezco sentirme así: corto de libertad, con un par de alas que están pesadas puesto que ya alguien me ha  “dominado” como muchos me han dicho.

Es justo y necesario que hable con ella, pedirle que quitemos este título de novios y sentir un poco esta libertad que en mi boca y cuerpo anteriormente dominaban siempre y cuando a ella no le faltara al respeto o eso quiero evitar yo, aun cuando la tentación sea fuerte tratare de mantenerme y si llego a caer no será por mi boca que ella se entere.

En algunas ocasiones llego a asistir a mi casa junto a su madre para ayudar con las remodelaciones a Esme, pero realmente mi intención al ayudarla no solo era esa, sino también tratar de platicar con ella y plantear algunas posibilidades de acuerdo a su manera de actuar.

Llevaba algunos días planeando como decirle que necesitaba dejar de lado esto de la formalidad, solo entre ella y yo, los demás podían seguir sabiendo la realidad “somos novios” para responder a sus preguntas curiosas… aun a pesar de que yo mismo le dije a Bella que no quería que nadie se enterará de lo nuestro en un principio y pensando que ella podría disgustarse, me di cuenta que ella era realmente fiel a sus pensamientos y no quiere mas que la comodidad entre ambos, es aquí donde mi pensamiento se arraiga: ella no se enfadara, al menos no me dejara; eso me repetía una y otra vez, tratando de convencerme  a mi mismo para no sentirme culpable, no mas de lo que ya me siento.

Llego el miércoles, casi una semana después del 14 de febrero, fecha en la que ella y yo somos “novios”, incluso repetir la palabra me ha costado algo de trabajo; me acerque a ella, quien estaba sola en la universidad, sentada en una de las mesas de la cafetería mientras en sus manos estaba un libro: “Crimen y Castigo” de  Fedor Dostoiewski, reconocí aquel libro por la portada ya que, en algún momento una de las licenciadas del segundo semestre nos pidió comenzar a hacer reportes sobre algunos libros para fomentar nuestra habilidad de lectura para un futuro, entre estos libros se encontraba el que ella leía, nadie podía avanzar más de la mitad de aquel libro en una semana: no por falta de lectura ni de comprensión, sino porque su historia es algo compleja convirtiéndola en poco entendible, pero ella ya llevaba la mitad del libro.

Me acerque por su lado derecho sorprendiéndola y besándola en la comisura de sus labios, ella se asusto porque no me había visto y porque su atención estaba centrada en su lectura.

-          Hola Bella, necesitamos hablar. Le dije de golpe, de inmediato me arrepentí, sentí como su mirada de manera asustada dejaba su vista y como es q ella buscaba mi mirada, como si quisiera saber a través de mis ojos lo que le diría.

-          Hola, ¿Cómo estas? – su voz sonaba cuidadosa, algo asustada puesto que la tomé por sorpresa dos veces.

-          Bien, solo quería saludarte – le conteste rápidamente tratando de ocultar el hecho de que deseaba hablar con ella

-          Y dime ¿Qué pasa? ¿de que quieres hablar? – demonios ella recordó, aun asustada, que deseo hablar con ella.

-          Ven acompáñame – le dije mientras tomaba su libro y lo dejaba en la mesa, mientras que al tiempo pedía que Jasper se lo cuidara.

Caminamos en silencio, no sabia a donde llevarla asi que continuamos caminando una cuadra mas y dimos media vuelta, ella incrédula no dejaba de mirarme.

-          Vamos Edward ¿Qué pasa? Me estas preocupando

Me dijo ella mientras yo ignoraba su comentario, entramos a la tienda que esta atrás de la escuela, tome un jugo, puesto que me imaginaba que con el susto y lo que le diría le caería de peso todo.

Pague el jugo y al salir ella me miraba aun sorprendida pero al mismo tiempo ella trato de dejarme atrás, la tome del brazo y la gire:

-          Necesitamos tiempo, esto de ser novios, es casi nuevo para mi, hace tanto tiempo que no me comprometía con nadie y de verdad no quiero fallarte. – sentí como ella misma detenía ahora su peso de manera brusca en si misma. Mi declaración la había puesto en orbita nuevamente.

-          Yo…Edward, es que, yo…- comenzó a  decir entre titubeos, abrí  el jugo y se lo di, mire como sus manos estaban ahora frías, esto era culpa mía, por soltarlo todo asi de golpe.

-          No, no es porque no te quiera – le dije mientras intentaba reparar mi error – en verdad es que hace tiempo no estaba con alguien asi, siendo pareja – ella no parpadeaba – anda toma un poco te hará bien – le dije mientras pasaba uno de mis brazos por su espalda para sostenerla aunque no fuera necesario.

-          Esta bien, sabes quiero que seamos felices y si tu no estas listo para esto, esta bien, afrontémoslo juntos – abrí los ojos como platos pero trate de disimular, aquella respuesta no es la que me esperaba, pues esperaba algo mas: reclamos, enojos, insultos…algo, pero ella una vez me demostraba como es que es ella tiene un gran corazón y es distinta a mis demás parejas, a todas en su totalidad, que es mucho mejor, lo mejor de mi vida.

-          ¿Segura que deseas continuar conmigo, a pesar de quitarle el titulo de “novios”? – pregunte aun estando sorprendido

-          Estoy segura de esto.

-          Entonces hagámoslo – le conteste mientras estaba sorprendido y ella poco a poco recuperaba el calor en sus manos y su expresión mejoraba.

Regresamos a la escuela, mire que entrara a clases, seguido de esto yo subí a mi salón, entre y me senté, mire a Rosalie y le pedí hablar con ella, necesitaba hablar con alguien puesto que no sabia ahora que hacer…

-          Rose, ya sabes de que quiero hablar.

-          Si lo se, pero si no la quieres no juegues con ella.

-          Si la quiero, pero estoy confundido.

-          Confundido ¿Por qué?

-          Porque ella es lo mejor que he conocido pero también esta “lo otro” y además quiero o he pensado en ya sabes, “salir del closet” – dije en voz baja, no por vergüenza sino por miedo, miedo a perderla.

-          Pues entonces decide que es lo que deseas.

Terminamos asi la conversación, la clase de teoría general del proceso iba a comenzar, durante la clase estuve callado y no puse atención, al escuchar su risa me levante de mi sitio y vi como se dirigía al baño. Definitivamente ella era lo que buscaba hace tiempo y que ahora podía perder por una decisión mal tomada.

Una disculpa chicas, he tenido poco tiempo con esto de la universidad pero aqui les dejo un nuevo capitulo, espero que les guste y tambien espero no abandonarlas tanto. Saludos desde San Luis Potosí, México.