Pude escuchar como mis amigas murmuraban algo entre ellas, que seguro era halagando a mi marido.
-procura comportarte como es debido o te prometo que lo lamentaras.
Sentí un escalofrío recorriendo mi espalda…
Recorrimos el jardín hasta llegar a donde había una enorme tarta de dos pisos…
A pocos metros nos detuvimos…
-padre, madre… os presento a Scarlett …mi esposa.-anuncio William a un hombre mayor con el pelo canoso y a una mujer alta y extremadamente delgada y de pelo negro como el carbón, unas tenues arrugas recorrían su rostro serio.
Una tenue sonrisa cubrió los labios de la mujer.
-¡ohhh William es preciosa…!-exclamo emocionada aquella mujer.
Y dicho aquello se abalanzo sobre mi y me abrazo con fuerza.
Yo abrí los ojos de par en par jamás había visto a una mujer tan efusiva…
-¡bienvenida a la familia!-dijo deshaciendo el abrazo y mostrarme otra sonrisa.
Su marido me miro de arriba abajo como…como si me estuviera analizando meticulosamente.
- un placer conocerte Scarlett…ya era hora que William sentara de una vez la cabeza.
Fingí mostrar una sonrisa, no estaba para alegrías en aquellos momentos.
Pasaron varios minutos…hasta que madre se acerco a nosotros…y nos advirtió que era la hora de partir la tarta el ultimo acto de la ceremonia.
Nos acercamos a la gran tarta y note como me temblaban los pies…después de eso se acabo, se acabo mi vida tal y como la había conocido.
Le entregaron una larga espada de filo cortante a William, él me cogío suavemente de la cintura y me atrajo hacia el sentí un impulso de coger la espada e hincársela en el tras…¿Scarlett no te das cuenta? se acabo…ya no puedes hacer nada-dijo una parte dentro de mi.
Inspire profundamente y coloque mi delgaducha mano sobre la suya…y juntos partimos la enorme tarta, y así empezó mi sentencia de muerte.
|