EL AMOR PUEDE ESPERAR

Autor: GabriellaCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 28/08/2015
Fecha Actualización: 21/09/2015
Finalizado: NO
Votos: 0
Comentarios: 0
Visitas: 6093
Capítulos: 11

Eran fríos, distantes... muy realistas como para caer nuevamente en las redes del amor, o quizas, demasiado cursis para arriesgarse a arruinarlo todo, al menos lo que habian construido con tanta dificultad...

Ella habia creido encontrar al amor de su vida... Él creyo haber encontrado a la chica de sus sueños... no supieron en que momento se acercaron tanto, pero no iban a admitir lo que sentian el uno por el otro, a menos que uno de los dos dejara su orgullo... algo casi imposible para un Cullen y una Swan.

"Como le haces para no perderte en la profundidad de su mirada, como puedes no poner una sonrisa tonta cuando sonríe, como evitas que se acelere tu corazón si esta cerca, como le dices hola sin que tus pupilas se dilaten... Como puedes hacer para fingir que dentro de ti no sucede nada…"

 

La historia es mia pero nombres de los personajes le pertenecen a Stephany Meyer.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 8: CAMPAMENTO

 

Lunes por la mañana y yo sin ganas de levantarme, estas vacaciones de verano me estaban matando, entre la depresión y el aburrimiento, tomar clases de tejido sonaba muy divertido. Lo único rescatable era el campamento que se aproximaba, esperaba distraerme, aunque lo veía difícil, no me sentía tan a gusto con mis compañeros, el único que siempre me hablaba era Jake, de ahí le seguía Jane, pero nuestra amistad sin Victoria ya no era la misma, ella era como el chicle que nos unía a todos.

El teléfono sonó, sin mucho ánimo llegue a la sala y me tumbe en el sillón para responder.

  • Hola? – solté en un bostezo sin darme cuenta.

  • Floja!! Sigues durmiendo? Son las 11:00 de la mañana. – Victoria, parecía que la había llamado con el pensamiento.

  • No, seguiría haciéndolo si no hubieses llamado así que espero que platiques mucho o que sea tan interesante lo que tienes que decirme como para tan grande sacrificio.

  • Jajaja boba, es que te desapareces y no sé nada de ti, parece que me has olvidado. – como le hacía para estar siempre tan alegre.

  • No es eso, es que he andado ocupada y algo… deprimida, ya sabes mis crisis existenciales y no quiero contagiarte.

  • Entiendo… - sonó un poco preocupada – pero mira, precisamente por eso te hablo, mi primo Alec cumple años dentro de 15 días y la familia le está organizando un fiesta, a lo mejor él te invite ahora que vayan al campamento, yo te aviso para que sepas que no puedes negarte. – aunque tratara de ser amenazante su alegría no la dejaba.

  • O sea que me estas amenazando? – no pude evitar sonreír – Vicky yo que voy a hacer en una fiesta familiar.

  • Ay Bella por favor, eres como de la familia, además como soy su prima favorita me dejo invitar a todos mis amigos.

  • Mmm… y eso significa que??... quienes irán – sabía que James estaría ahí, pero no sabía si estaba preparada para verlo de nuevo, quería que al menos hubieran algunos conocidos míos para nivelar el terreno.

  • Pues casi todos los chicos… Jane, Edward, Emmet, Ángela, Jake, Mike, Jessica, Rosalie pero ella no me ha confirmado, sabias que anda con Emmet, jamás lo imagine son tan diferentes jajaja – bueno al menos eran más conocidos de lo que esperaba y Jake estaría ahí – bueno ellos, te son suficientes o invito a alguien más?

  • Deja de estar de sarcástica eehh… con esos son suficientes para no sentirme como bicho raro, está bien iré, que hay que llevar.

  • Nada, solo regalo y te pones bien guapa, a lo mejor te presente a alguno de mis primos.

  • Ya, está bien hare lo que digas pero no me presentes a nadie no estoy como para eso ahorita. – aun no terminaba de superar lo de su hermano como para meterme en otro lio con alguien más de su familia.

  • Ok, ok no digo más, espero verte ahí o voy a sacarte de tu casa así como estés y diviértete en el campamento, POR FAVOOOR!! – eso lo dijo como tres octavas más altas de lo que mi oído podía soportar, así de loca era ella.

 

El resto de la semana paso volando, limpie mi casa, saque cosas que no me servían, prepare mis maletas, estaba decidida a no dejarme vencer por la depresión, ya habían pasado casi dos meses desde lo de James y era suficiente, era mucho lo que había esperado.

Todo el camino a la mansión escolar de Forks, Jake y yo nos la pasamos platicando, más bien él preguntaba y yo respondía.

 

  • Te invito Victoria al cumpleaños de Alec?

  • Si!! no pude negarme, ya sabes cómo es, no acepta un no por respuesta.

  • Y cómo te sientes, ya sabes… respecto a James – aun era un tema delicado.

  • Supongo que bien, he decidido que tengo que olvidarlo, ya le di mucho tiempo para que se diera cuenta de las cosas, pero sigue con la chica esa, al parecer no lo trata tan bien que digamos pero es su vida y yo tengo que hacer la mía.

  • Estás segura de eso? – por qué Jake tenía que ser tan perspicaz, sabía que estaba tratando de ser fuerte.

  • Mira Jake, a ti no puedo mentirte, aun me duele mucho pero… tengo que ser fuerte, si supere lo de mi mamá, los chismes, mi mini etapa de alcoholismo y otras cosas, porque no he de superar a un mocoso que no sabe lo que quiere.

  • Eso sí, pero no quiero que solo estés intentando hacerte la fuerte, eso podría lastimarte más, tienes que sanar esa herida no taparla, ok.

  • Ok Jake, no te preocupes, yo soy “juerte” – dije intentando sacar un conejo inexistente en mi brazo.

  • Bueno y cuáles son los planes, que harás para superarlo. – dijo tratando de no reírse de mi gesto.

  • Por lo pronto, disfrutar del campamento, divertirme en el cumpleaños de Alec, comenzar a salir nuevamente con mis amigos…

  • Sí, pero nada de borracheras ok – sabia que le preocupaba que volviera a caer en eso pero yo no quería saber nada del alcohol ahora.

  • Si Jake, nada de borracheras… pues sí, aplicarme más en la escuela y no se tal vez… conocer a alguien más – por qué no, si James había hecho su vida, yo podía hacer la mía y conocer más chicos.

  • Ahh!! Pero ahora si no tienes escapatoria, me dirás todo desde el principio.

  • Si Jake, es más tu me ayudaras a hacer el “casting” jajajaja – ya lo imaginaba entrevistando chicos, con esa cara de seriedad que lo caracterizaba y a los chicos huyendo de su mirada.

  • Desde luego, es más dame las características de tu chico ideal. – hizo ademan de anotar en una hoja.

  • ALTO, muy alto, me gusta sentirme como niña chiquita cuando me abrazan, piel clara, ojos… tienen que ser muy expresivos, no importa el color pero que con solo una mirada me diga todo lo que necesito saber… de sonrisa alegre, no que parezca una hiena riéndose pero que tenga facilidad para sonreír… cabello divertido, que me deje jugar con su cabello… que sea atento, caballeroso, amable, sencillo, honesto… MUY honesto, que me hable siempre con la verdad, que tenga amor por su madre… - Jake me miro con un signo de interrogación arriba de su cabeza - oye no me mires así, eso es importante, dicen que así como traten a su madre así trataran a la esposa… responsable, inteligente, trabajador, protector… y, creo que ya! – creo que estaba emocionada solo de describirlo, no sabía si existía, pero ya quería conocerlo.

  • Wow! Bella, no pides nada, con razón no lo encuentras – Jake estaba a las carcajadas, los demás voltearon a verme y yo me sentí dolida.

  • Por qué te burlas de mi, tú me dijiste que lo describiera, ya sé que parece irreal pero… “hay que tener sueños grandes para nunca perderlos de vista”.

  • No Bella, no me burlo, pero si eres algo extrema, pones muy difícil mi trabajo… será difícil encontrar alguien así, aunque… - su sonrisa pícara y su mirada traviesa volaban de la lista imaginaria a mí – pareciera que me estas describiendo.

  • Jajajaja estás loco – le dije empujándolo – ay Jake no eres tú!! Se parece a ti pero en un tono de piel más claro.

  • Ah!! Racista!! Me estás diciendo negro?? – se llevo una mano al pecho a modo de indignación.

  • No!!! Estoy diciendo que lo quiero en un tono más claro para poder diferenciarlos, que tal que me confundo y luego Leah intenta asesinarme.

  • Bueno así pues si… ni modo, tendré que ponerme las pilas, no vaya a ser que llegues a la ancianidad y no te lo encuentre.

 

Llegamos a Forks, esta vez nos habían dividido por grados, así que tendríamos que compartir habitación con los chicos, formamos pequeños grupos, en mi habitación estarían Jane, Ángela, Jake, Emmet y para mi gran suerte, el fastidioso de Edward, no es que me cayera mal solo que era algo payaso, no era de mis personas favoritas. La habitación era amplia, tenía tres camas individuales de un lado y tres del otro, cada quien tomó la suya quedando una de cada lada al final del pasillo, corrí a tomar la que estaba lejos de la ventana pero alguien aventó sus cosas a la cama antes de que yo llegara, cuando volteé a ver quién era, mi frustración hizo acto de presencia.

  • Ash! Edward, pásate a la otra cama, yo gane ésta!! – por qué siempre tenía que ser tan chocante.

  • Lo siento, pero mis cosas encima de la cama dicen lo contrario – odio su tonito de suficiencia.

  • No! Tus cosas en la cama indican que eres poco caballeroso porque las aventaste, ni siquiera estabas cerca de llegar.

  • Pues ni modo, te toca el lado de la ventana – se tumbo en la cama y paso su brazo debajo de la cabeza.

  • Edward, por favor – invocaba la poca paciencia que tenia para no alterarme – pásate de aquel lado, yo soy muy friolenta.

  • Yo también y no traje más cobijas, tú si traes, así que quédate ahí -  la rabia comenzaba a llenar mis ojos de lágrimas.

  • Ya dejen de pelear, Edward por si no te has dado cuenta aquel es el lado de las chicas, no hagas que comencemos a dudar sobre tus gustos – dijo Emmet riéndose de Edward.

  • Pues a estas alturas yo ya no lo dudo, se comporta como una niña berrinchuda y caprichosa – lo mire con resentimiento y burla.

  • Emmet, puedes pasarte a la cama de la ventana por favor, a ti te gusta ver el paisaje – dijo mientras tomaba sus cosas.

  • Espera Edward, tu toma esta cama yo duermo en la de en medio, si? – Jake puso sus cosas en la cama y a Edward no le quedo más remedio que tomar la de la entrada.

  • Tanto alboroto por una cama – comento Ángela un poco confusa.

  • Tu amiga que se pone de inmadura a pelear por una cama – le respondió Edward molesto.

  • Disculpa? Seré una inmadura si así me quieres decir, pero al menos yo no iba a ocupar una cama para dar a conocer mis preferencias sexuales – bien por mí, quería jugar a molestar, podíamos jugar los dos, quien se ríe se lleva.

  • Uuhh!! Creo que Swan ha vuelto a la vida – Emmet y sus comentarios tan apropiados, Edward me miraba con enojado como esperando a que agachara la mirada, pero ya no, no volvería a permitir que me hicieran menos. 

Me toco hacer equipo con Edward en una de las actividades, no fue tan incomodo como pensé, luego de nuestra discusión pensé que no me hablaría mas en todo el campamento, por el contrario fue divertido y amable, yo era pésima para las actividades físicas y el un poco desesperado.

  • Edward espera yo no soy tan hábil – iba tropezando y resbalando cada tres pasos.

  • Vamos Bella, Jake va a ganarnos, apúrate, pareces un cervatillo recién nacido.

    Sería mas fácil si alguien me ayudara - le recrimine, se detuvo y giro a darme la mano - oye que haremos para el cartel, podemos dibujar flores

  • Flores? Que cursi... ese lo harás tú, mira que torpe eres para los deportes

  • Ah no! Yo estoy haciendo algo que es difícil para mi, lo justo es que tú hagas algo que sea difícil para ti, y quiero flores en el cartel, unas que representen este lugar, podrían ser como las del prado.

  • Como digas pero apúrate que no nos dará tiempo ni de dibujar las hojas.

  • Ya voy, que desesperado.

  • Y tú que torpe.

  • Ya, no empecemos.

No sabía ni en qué lugar íbamos, creo que ya ni importaba eso, estábamos pasándola bien, los dibujos de Edward eran "abstractos" según su propia descripción

  • Edward, esas flores parecen rosetas de maíz - me estaba divirtiendo en grande al molestarlo.

  • Es arte abstracto, lo que pasa es que tú no sabes reconocer el talento.

  • Abstracto??... oh ya veo!! Como todos los artistas eres un ególatra y estás haciendo pequeñas versiones de ti vistas desde aire - si que parecía él, su cabello estaba todo alborotado como siempre.

  • Basta Bella, no te burles, te dije que no era bueno para esto. Hazlo tu mejor.

  • No, ya me callo, pero termínalo que nos van a ganar.

  • Bella, por si no te das cuenta, somos los únicos en el salón, los demás ya terminaron - Gire la vista por todo el salón y efectivamente solo quedábamos nosotros.

  • Oups! Creo que ya perdimos.

Él me miraba como diciendo "tonta Bella" y yo no pude más que sonreír avergonzada, como había pasado el tiempo sin darme cuenta?? Entregamos nuestro cartel a los encargados y alcanzamos a los demás en el comedor.

  • Vaya, parece que ya se hicieron amiguis, tardaron mucho - Emmet nos miraba burlón.

  • Bella que parece potrillo mal correteado cuando camina.

  • No es cierto Edward, hubiéramos tardado menos si no hubieses hecho tus copias baratas de brócolis vistos desde el aire.

  • Ja! Veo que ya se llevan mejor – dijo Jake con todo el sarcasmo que tenía.

  • No queda de otra cuando te toca hacer equipo con “Miss Berrinchitos”.

  • Claro Mr. Shrek usted sabe de eso, verdad.

  • No puede ser, ni llevándose bien pueden dejar de pelear - Jane parecía estresada con nuestra pequeña pelea.

Continuamos charlando sobre las actividades, era agradable pasar tiempo con ellos, había olvidado como divertirme, todo este tiempo me había enfocado en agradarle a James y estar solo para él. Comenzaba a darme cuenta de lo egoísta que él era.

Para dormir, las chicas y yo decidimos juntar las camas, teníamos buen espacio y además así juntas pasábamos menos frio, los chicos no terminaban de acomodarse y con sus bromas no dejaban dormir, la única que parecía muy cansada era Jane, que se convirtió en el conejillo de indias gracias a sus ronquidos.

  • Jane parece tráiler haciendo sus cambios de velocidades.

  • Emmet deja de burlarte, Jane está cansada – Ángela intento defenderla

  • Si, se nota, mientras no comience a roncar por otro lado - Jake le siguió el juego a Emmet.

  • Ya cállense par de mensos y dejen dormir - les dije para que se callaran o no iba a contener más la risa.

  • Claro Swan, tu porque estas hecha bolita con tanta cobija - comento Edward como reprochando - si tuviéramos una amiga que nos dejara juntar otra cama y nos prestara de sus cobijas... - los tres me miraron con ojos de perro atropellado.

  • Ni lo sueñen, aquí no caben - pero que pensaban??

  • Ay ándale, si cabemos, juntamos otra cama y nos acomodamos bien, por fis - juntaron sus manos como si fueran ángeles

  • Ok, pero solo unas cuantas cobijas - aun no terminaba de decirles cuando ya estaban pasando la cama de nuestro lado - y pónganse buzos porque Ángela suele jalar cobijas mientras duerme

  • No te preocupes Bells... dormimos de cucharita - dijo Emmet abrazando a Jake y a Edward a cada lado.

  • Dormirás tu y Edward, esas paverías no van conmigo, Bells, yo duermo junto a ti.

  • Edward, eres afortunado, me tendrás toda la noche - le dijo Emmet a Edward alzando sus cejas.

  • Jake! Pégate lo mas que puedas a Bella, que Emmet se vaya a la orilla - dijo Edward subiéndose rápido a la cama y envolviéndose de pies a cabeza con unos cobertores.

  • Mejor, más cama para mí - a Emmet no le quedo más que irse a la orilla de la cama, molesto pero satisfecho por tener buen espacio para él.

La noche siguiente tampoco podía pasar sin pena ni gloria, los chicos nuevamente hicieron de las suyas, estuvieron contando historias de terror y aparecidos en la mansión, más que tener miedo, yo me moría de risa, el que menos pareciera que tendría miedo era el más miedoso de todos, Emmet casi se arrodillaba a pedir que dejáramos de hablar de esas cosas, que ya era hora de dormir, tan grandote y tan chillón, al menor ruido ponía cara de espanto y se tapaba la cara. La cosa no paró ahí, eran entre 2:30 y 3 a.m. estaba todo en silencio, solo se podía escuchar el sonido de los grillos, la tenue luz de la luna entraba por la ventana, ya la mayoría estaban dormidos, el único inquieto era Emmet, parecía pollo en rostizador dando vueltas, de poco en poco se iba pegando mas a nosotros, estaba a punto de pedirle que se quedara quieto, a ese paso íbamos a quedar uno encima del otro, cuando se escucho un golpe seco dentro de la habitación.

  • Qué fue eso?? - preguntó Edward un poco sobresaltado

  • Parece que algo se cayó – respondió Jake adormilado.

  • Mmm… aayy… - se escuchó como un quejido.

  • Ay mamá!! Les dije que dejaran de contar esas cosas, ahí anda la llorona – Emmet estaba muerto de miedo.

  • Shh, Emmet cállate, que llorona ni que nada, hay que ir a ver qué es – dije para que se levantaran.

  • Vayas… yo no iré, párense ustedes – era más su miedo que su curiosidad, eso sí que era sorprendente.

  • Duérmanse ya mañana preguntamos que fue – dijo Edward acomodándose nuevamente.

  • Cobardes!, tendré que ir yo – encendí la lamparita de mi celular.

  • Bella, a dónde vas – Jake pareció preocupado.

  • Pues voy a ver qué sucede – ya me sentía molesta, ninguno se levantaba.

  • Aay ayúdenme!!! – ese lamento hasta me enchino la piel.

  • Bella, quédate aquí – Jake intento detenerme.

  • Si, Bella, no vayas!! – Edward estaba preocupado??

  • Ay Bella, si se te mete algo quédate allá, dile a los espíritus que no me conoces – ya los tres se encontraban sentados en la cama, yo con algo de temor me baje y comencé a alumbrar por toda la habitación y a rodear las camas que permanecían juntas pero nada, no alcanzaba a ver nada.

  • Uummm… ven… ayúdame!! – un escalofrío recorrió mi espalda, alguien detrás de mi me llamaba, lentamente fui girando sobre mis talones, de repente sentí una mano fría posándose en mi tobillo, estaba a punto de gritar cuando por inercia alumbre hacia el suelo y vi un bulto ahí tirado.

  • JANE!!! – era Jane tumbada en el suelo – pero que haces ahí.

  • Jane?? – preguntaron al unísono y levantándose de la cama los tres monigotes miedosos que tenia por amigos.

  • Me caí de la cama – intente ayudarla pero me pesaba demasiado, Jake y Edward la levantaron con cuidado.

  • Jajajaja… Jane, se te acabó la cama, nos hubieses dicho y te poníamos otra – Emmet no aguantaba la risa.

  • Ey! Que pasa, porque tanto ruido – Ángela apenas despertaba.

  • Que aquí a nuestra querida Jane se le acabo la cama – Jane miro a Emmet con resentimiento.

  • No se me acabo la cama idiota!!... tú estabas a las vueltas por el estúpido miedo y nos fuiste empujando a todos – oups, creo que Jane ahora si estaba enojada. Emmet no pudo más que cerrar la boca e irse a la orilla que le tocaba.

  • Pero te lastimaste, estas bien?? – le pregunto Edward intentando revisarla.

  • Si estoy bien Eddy, gracias – le respondió mientras se sobaba un poco las muñecas – pero ya no quiero dormir en la orilla.

  • Yo duermo en la orilla, Emmet me patea mucho – se ofreció él – solo recórranse un poco.

Nos acomodamos nuevamente para dormir, parecía que el susto nos había agotado, nadie dijo nada más, hasta el otro día en el desayuno.

  • Bella!! Quiero contarte algo – Jane parecía emocionada.

  • Dime, que pasa? – le sonreí, a veces parecía muy niña.

  • Shh… no quiero que los demás escuchen, es que… no sé como tomarlo. – había duda en sus ojos.

  • Pues cuéntame y te doy mi punto de vista – la curiosidad me mató.

  • Mira, ves que anoche yo no quería dormir ya en la orilla, Edward en seguida se ofreció, lo que a mí me sorprendió porque él no suele ser muy acomedido para hacer cosas por los demás – estaba muy inquieta.

  • Bueno creo que todos sabemos lo gruñón que es, pero igual se paso porque Emmet lo pateaba.

  • Si, si, ya sé que eso dijo, pero espera – tonalidades rosas comenzaban a aparecer en sus blancas mejillas – hoy que desperté, sentía un peso en mi cintura y cuando abrí los ojos… Edward estaba con su cara muy pegada a mí y era su brazo el que estaba en mi cintura – a Jane le brillaban los ojos.

  • Y te dijo algo, te miró, te sonrió… será que le gustas – una punzada me llego al estomago… esta hambre que no me dejaba pero el chisme estaba interesante.

  • Umm no!... él estaba dormido, cuando me comencé a mover se acomodo nuevamente de su lado pero no despertó.

  • Ay Jane, a lo mejor… - iba a decirle que tal vez solo sentía que era una almohada o algo así cuando…

  • Buenos días Jane, cómo amaneciste – Edward me interrumpió sobándole la cabeza a Jane.

  • Eh… bien, estoy bien, gracias – las mejillas de Jane parecían explotar.

  • No te avergüences, el mastodonte de Emmet tuvo la culpa – Edward pareció malinterpretar el sonrojo de Jane, lo que era bueno para ella a menos que… realmente le gustara, no, eso es casi imposible, ella sabe que entre Edward y Victoria hay ciertos sentimientos, pero y si todo este tiempo lo que sucedía es que Jane estaba celosa de Victoria porque Edward si le gustaba, aaayy!! Ya!! Bella deja de hacer conjeturas, me dije a mi misma. Me gire a platicar con Jake y Ángela.

  • Irán a la fiesta de Alec – les pregunte por sacar algún tema de conversación

  • A lo mejor, es que aun no me dicen mis papás si me darán permiso, pero lo más seguro es que sí – Ángela me causaba tanta ternura, creo que de todos era la única que pedía realmente permiso.

  • Yo, no lo sé, ya sabes que no soy mucho de fiestas – no, Jake no me podía hacer esto, no podía abandonarme de esta forma.

  • No Jake, tú tienes que ir, por favor, no me abandones – le suplique.

  • Bella, sabes que por acompañarte voy a donde me pidas, pero, no me gustan mucho las fiestas. – eso era cierto, Jake podía hacer muchas cosas por mí, pero convivir con la gente no se le daba mucho.

  • Yo sé Jake, no te preocupes, me las arreglaré yo sola – hice un leve puchero.

  • Sin chantajes Isabella, te conozco las mañas – ppff, a este pequeño hombrecito no podía mentirle para nada, eso no era tan bueno a veces.

  • No es chantaje, de verdad… bueno solo un poco, pero si no quieres ir está bien, total, Ángela estará ahí, no estaré tan sola.

Jake negó con una sonrisa, es cierto, era una chantajista de lo peor, pero no me gustaba separarme de él, sentía que una parte de mí hacía falta cuando eso sucedía, eso era lo que le molestaba a James, yo podía pasar mucho tiempo sin él, pero no sin Jake.

El regreso a casa fue tranquilo, pero conviví más con los chicos que lo que hacía últimamente. Extrañaba a James conviviendo también con ellos, pero ni siquiera ellos se sentían a gusto ya con él, pasó de ser el consentido de todos a el que menos querían, me sentía un poco culpable de eso por haber sido parte de su cambio, sentía que si se había vuelto tan frio, grosero y hasta violento había sido a causa mía y de mis celos, pero por otro lado, yo no era responsable de cómo trataba a los demás.

Capítulo 7: LA TORMENTA Capítulo 9: FIESTA

 
14439648 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios