Love Me (+18)

Autor: Lily_cullen
Género: + 18
Fecha Creación: 07/08/2015
Fecha Actualización: 25/10/2015
Finalizado: SI
Votos: 2
Comentarios: 45
Visitas: 83007
Capítulos: 47

 

Edward Cullen: modelo profesional con un status muy alto y maravillosamente guapo.

Isabella Swan: asistente personal de Tanya Denali de Status Model Management. Y como no enamorada de Edward Cullen.

Edward Cullen tiene una vida muy complicada tanto por sus constantes viajes de trabajo como por su vida personal. Por eso y por otros motivos no está dispuesto a complicarse más la vida empezando una relación con nadie. No está dispuesto a estar en una relación ni a comprometerse. Pero cuando se encuentra con Isabella Swan instantáneamente siente una atracción hacia ella, pero con el tiempo se convierte en algo más. ¿Se dará la oportunidad de amar y de ser amado?  

Isabella Swan ama y odia su trabajo, lo ama porque siempre se puede recrear la vista con los exquisitos especímenes con los que trabaja. Y lo odia porque le toco una jefa de lo más irritante, difícil, y aparte criticona. Pero aparte de eso, cuando conoce a Edward Cullen se siente inevitablemente atraída por él, pero ella sabe que no es conveniente sentirse atraída por un modelo y mucho menos enamorarse, y menos especialmente de él, pero la atracción entre ambos es simplemente inevitable.

 

 

Lo persoajes le pertenecen a Stephanie Meyer, esta historia esta adaptada en el libro Working it de kendall Ryan, yo solo lo adapte con los prsonajes de Edward & Bella 

Espero les guste :)

           

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Capítulo 21: No Te Quiero Perder

 

Hola chicas aquí les traigo los tres capítulos!! Espero lo disfruten!!

 

 

 

 

 

A la mañana siguiente me sentí aliviada al ver que Emmett había podido escapar en algún momento. Me sentí mal por él, cuándo Edward lo echó anoche, aunque no creo que pueda mirarlo a la cara después de lo que pasó. Yo tengo al hombre que amo, cálido y sólido a mi lado.

Edward perezosamente parpadeó abriendo los ojos y su boca se torció con una sonrisa.

— Buenos días —Traté de no pensar en cómo me veía recién levantada en este momento.

— Buenos días, hermosa. ¿Cómo te sientes? —Me estiré y examiné mi cuerpo, haciendo  un balance de cómo me sentía. Me sentí bien. Mejor que bien, en realidad.

— Estoy bien.

— ¿No tienes dolor ni nada? —me preguntó con una expresión de preocupación en su cara.

Negué con la cabeza. —Sinceramente, no sabía que él tenía un piercing. —Edward frunció el ceño.

Sonreí. —Estoy bien, Edward.

Y bien, era el código para alucinante, pero Edward no tenía por qué saber eso.

— ¿Alguna vez has considerado. . .? —Miré hacia abajo a las sábanas, donde su pene estaba semi-erecto.

— Joder. NO. No estoy loco, cariño. 

Se llevó una mano protectora sobre sus partes mientras yo me reía acurrucándome en sus brazos. Edward me envolvió con fuerza entre sus brazos y besó la parte superior de mi cabeza.

La verdad era que no necesitaba que se perforara o pusiera otros adornos sobre su cuerpo, yo lo amaba tal como era. Whoahh espera, me gusta, me gustaba esa palabra, no la palabra con A que acaba de pasar por mi cabeza, eso sería muy peligroso y estúpido de mi parte. Nuestra sesión mañanera de caricias fue interrumpida por un golpe en la puerta. Nos miramos a los ojos en confusión, preguntándome si estaba esperando a alguien.

Edward se levantó de la cama y fue hacia la puerta a mirar por la mirilla. 

— Joder, es Tanya —Un escalofrío subió por mi espalda. Y mi cabeza se preguntó, ¿qué estaba haciendo aquí?

— Entra en el cuarto de baño —me ordenó Edward tirando las mantas que cubrían a mis pies, instándome a salir de la cama, del lugar cálido y seguro que acabábamos de compartir. Sin quejarme, le permití que me guiara hacia el cuarto de baño, metiendo mi ropa y los zapatos junto a mí  y que colgara la correa de mi bolso sobre mi hombro antes de cerrar la puerta. Yo estaba demasiado aturdida para moverme, aturdida como para pensar. En cambio, agarré mi bolso en mis brazos y me quedé mirando la parte trasera de la puerta antes de que la cerrara en mi cara. Un momento más tarde, comencé a oír voces que llenaban la habitación de Edward. Estando desnuda, me agaché para coger del frío mármol el vestido y los zapatos.

— Cama sucia. . . alguien ha estado ocupado esta noche —bromeó Tanya.

— Estaba durmiendo, Tanya. ¿Necesitabas algo?

— Traté de llamarte anoche. No viniste a verme nunca más. —El puchero en su tono de voz era claro, dando a entender que lo echaba de menos.

— Te lo dije. Es hora de que sigamos adelante.

Contuve la respiración, esperando su respuesta, pero ella estaba tranquila. El suave murmullo de voces continuó, esforzándome por distinguir sus palabras, pegué la oreja a la puerta, tratando de escuchar algo de lo que decían. Me lo imaginé abrazándola, susurrándole palabras dulce. Él sabía que probablemente yo estaría intentando escucharlo todo. Mis rodillas se sentían inestables y mi estómago se revolvió con la idea de él tocándola. Él no quiso compartirme anoche con Emmett,  y ahora había sido empujada literalmente al cuarto de baño cuando Tanya ha llamado a su puerta.

¡Mierda! ¡Pero quien se creía que era! Que me acostara con él y con Emmett anoche, no le daba el derecho de tratarme como si en realidad fuera una punta, aunque si somos racionales, si ella se entera de lo que pasaba entre Edward y yo. Probablemente me podría costar el puesto.

Pero lo prefería mil veces a que me ocultará como una vil zorra.      

Un momento después, oí la puerta de entrada de la habitación cerrarse y segundos después, Edward abrió la puerta del baño, con una expresión en su cara de total preocupación. 

Salí del baño y metí mis pies en los zapatos que todavía tenía en mis manos. Me puse una enorme camiseta y mis tacones Louboutin. Después di un vistazo a mi arrugado vestido de seda Vera Wang que tenía entre mis manos.

— Siento que hayas tenido que escuchar eso.

— No lo sientas, después de todo, yo no soy nadie para que me tenga que importar ¿cierto?

Tragué, intentando quitar el nudo enorme instalado en mi garganta. —Edward, ¿has estado follando con ella? 

Mi voz salió sorprendentemente tranquila, teniendo en cuenta que cada terminación nerviosa de mi cuerpo se encontraba disparada, me sentía enferma, mareada, humillada, con el corazón roto, y con unos pocos instintos homicidas. Sabía que Tanya había estado una vez con él y Emmett.

Él me miro con cara de preocupación. Sus ojos me transmitían que tenía miedo, ¿pero miedo de que? ¿De decirme la verdad, o de algo más? ¿Sinceramente yo podría manejar siquiera una cosa así? ¿Que él hubiera estado con ella más de una vez?    

— Mira. . . ella y yo tenemos una historia —dijo cuidadosamente—. Te diré lo que quieras saber, pero ahora no es el momento adecuado. Tengo que estar listo, y conozco a Tanya, ella probablemente estará buscándote en tu habitación.

Él apretó mis hombros con suavidad, y yo solo pude cerrar los ojos y asentir con la cabeza.

— Esto no se va a quedar así Edward —le informe.

Él solo asintió.  

 

 

* * * *

 

No podía concentrarme en nada que no fuera la conversación inminente que Edward y yo teníamos que tener. Me duché, me vestí y me fui a través de los movimientos en el trabajo, pero mi mente estaba en otra parte, pensando en la hermosa noche que habíamos compartido, la forma en que Edward me hizo sentir y la devastación de saber que muy posiblemente había estado con Tanya todo este tiempo.

Afortunadamente, Tanya no parecía sospechar que me había escondido en el baño de Edward por la mañana, mientras, ella seguía hablando acerca de no verlo nunca más. Yo apenas podía mirarla, pero ella no parecía darse cuenta o preocuparse de la manera fría en la que me estaba comportando.

Finalmente, regresé al hotel y me desplomé sobre la cama. Mi teléfono sonó, avisándome de la entrada de un mensaje de texto.

Edward: ¿Has vuelto?

Yo: Sí

Edward: ¿Puedo invitarte a cenar?

Consideré su petición. Sabía que debía tener hambre. Apenas había comido en todo el día. Pero la comida era la última cosa en mi mente. Por no hablar de que, si íbamos a tener una discusión cargada de emociones, preferiría no hacerlo en público.

Yo: Prefiero hablar.

Edward: Ok, bajo a tu habitación en unos minutos.

Yo: Nos vemos entonces.

Los nervios comenzaron a volar en mi estómago, mientras me paseaba por la sala de la habitación mientras lo esperaba. ¿Podría ser este el final para nosotros? A pesar de que estaba esperando a Edward, el sonido al golpear mi puerta me sobresalto.

Edward se veía agotado. Los círculos oscuros bajo sus ojos y la postura derrotada me indicaban que se había pasado todo el día preocupado, al igual que yo. Quería abrazarlo, desplomarme contra su pecho, enterrar mi cara en su olor, y olvidarme de todo lo demás. Olvidar que Tanya había invadido nuestra burbuja esta mañana, y que él consciente o inconsciente lo había arruinado también, olvidar que él groseramente me había empujado hacia el baño. Y lo más importante, olvidar que él siempre mantuvo una distancia conmigo insistiendo en que era simplemente física cuando yo podía sentir que era algo mucho más grande.

— ¿Puedo pasar?

Me di cuenta de que estaba de pie, bloqueando la puerta. Me hice a un lado y le hice un gesto hacia adelante. Edward se sentó a mi lado en la cama y respiró profundo.

— Tengo algunas preguntas. —Dije firme y segura, aunque por dentro me estuviera muriendo.

Él asintió con la cabeza solemnemente mirando sus manos.  —Te  diré lo que quieras saber.

A pesar de que mi voz sonó firme, me sentía tan nerviosa que mi estómago se hizo un nudo. Me hubiera gustado poder vivir en una feliz ignorancia, pero tenía que saber. Enderece mis hombros y lo miré a los ojos. 

— ¿Son Tanya y tú amantes? —Pregunte directo. Un silencio ensordecedor se abrió entre nosotros.

Edward no se inmutó, no dio ninguna pista de distancia física cuando le hice la pregunta, nada que me demostrara que se sentía incómodo. 

— Sí, lo hemos sido. —Él miró mis ojos, para comprobar cuál era mi reacción.

De repente me sentí mal, mis peores temores se confirmaban. Luché contra el impulso de acurrucarme en posición fetal, y le devolví la mirada. Tragué una bocanada de aire. Tenía que saber.   

— Cuando. . . con que frecuencia. . .

Edward se movió en la cama, la primera señal de que estaba incómodo. 

— Pasamos mucho tiempo juntos. . . de vez en cuando se puso físico.

— Tú y Emmett. . . juntos. . . ¿la  compartieron?

Él asintió con la cabeza. —Sí, eso fue sólo una vez, ya te lo dije. 

Inconscientemente me deslicé lejos de él. — ¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo esto? —Toda la seguridad que había mostrado un momento antes, se fue, mi voz era tan suave que apenas logre oírme yo misma.

— Tanya fue mi primera, así que. . . desde que tenía dieciocho años.

¡Que! ¡Mierda! Él tenía veintitrés años ahora, así que, había estado cinco años de mierda acostándose con ella, cinco años durmiendo con ella, por no hablar de que uno nunca olvida a su primera vez. ¿Y él espera que yo esté bien con eso?  

Ella era la amiga de su madre, la cual había tomado su virginidad. Me sentí físicamente enferma. Estaban ligados para siempre a través de su relación de trabajo y, obviamente, su relación íntima.

Siempre había tenido la sospecha de que ella estaba enamorada de él, y ahora entendía por qué.

Su relación era mucho más profunda y más complicada de lo que jamás imaginé. No fue una conexión entre dos personas borrachas después de una fiesta de la Fashion Week con Emmett, como yo había supuesto en un principio. Era mucho más. Mucho más fuerte que yo.

Edward se acercó a mí  y tomó mi mano. Rápidamente se la arrebaté. Él puso mis manos en mi regazo.

— Fue sólo sexo, Bella. No significaba nada.

Quería golpear algo. Si él honestamente creía que el sexo no significa nada en especial cuando él había estado acostándose con esa persona durante cinco años, es que era un idiota.

— ¿En serio esperas que con solo decir “Fue solo sexo, no significó nada” me sienta bien?

— Bella. . .

— No me gusta que ella conozca cada detalle íntimo de ti. . . cosas que pensé que eran solo nuestras. . . ella te ha sentido dentro de ella. . . muchas veces más de lo que yo he podido tener. 

Él bajó la cabeza. —Lo  siento, debería habértelo dicho antes. No he estado con ella en meses. Desde antes de que tú y yo estuviéramos juntos.

Me sentí tan ingenua, tan inexperta, era demasiado para procesar en estos momentos. Él nunca había dicho que estábamos juntos en  exclusiva. . . y aun así, nunca me había imaginado algo como esto. Me sentí herida, traicionada, mi corazón se rompió en mil pedazos. Mi pobre corazón latía de manera desigual en mi pecho.

— ¿Cómo te atreves a meterme en esto? seducirme. . . decir que era sólo sexo. . . sabiendo todo el tiempo que Tanya es mi jefa, con la que tengo una relación difícil. ¿Alguna vez siquiera has pensado en mi carrera? Lo que Tanya me hará cuando se entere de que no te acuestas con ella porque tienes un nuevo juguete. . .

Él no respondió, pero sus ojos se abrieron, dándome a entender que no había considerado ese punto.

Estaba sentada en el borde de mi cama, mi rodilla rebotaba violentamente,  cuando varias cosas hicieron clic en su sitio a la vez.

De repente, todo tuvo sentido. El hecho de que sólo se había acostado con tres chicas antes que yo, era una consecuencia de su relación continúa con Tanya. No le hacía falta ir en busca de una chica. Tanya viajaba dondequiera que él iba, era una bloqueadora de pollas, por lo que no podía salir con otras chicas pero a él le daba igual ya que obtenía su ración de sexo. Dios, yo la odiaba.

— Edward. . . lo siento. . . no puedo hacer esto.

Tenía su rostro entre las manos, cuando levanto su cara, sus ojos estaban ardiendo con fuego. —Me he pasado todo el día tratando de averiguar cómo decirte esto. . . Yo no quiero a nadie más, Bella. Y después de lo que paso anoche con Emmett, no quiero volver a ver que nadie te toque de nuevo. Quiero que seas mía. Quiero una verdadera relación, sólo tú y yo. Y ahora, aparentemente, jodí todo, antes incluso de que empezáramos.

No discutí, sólo enrede mis manos en mi regazo, sin saber lo que sentía por su pequeña declaración. ¿Estaba simplemente diciendo todo eso porque estaba loco por Tanya?

— ¿Quieres que me vaya? —Su voz era suave y baja.

Asentí con la cabeza, incapaz de mirarlo a los ojos. —Sí, esto es más de lo que puedo soportar. . . tengo que pensar sobre esto. 

Él soltó el aliento despacio. —Lo siento, de verdad lo siento, Bella. Te dije que mi pasado estaba jodido. Yo sabía que iba a arruinar las cosas de alguna manera. Pero te juro, yo nunca dormí con ella una vez que tú y yo empezamos a vernos.

— Por favor. No quiero perderte.

Es lo último que escuche antes de que el sonido de la puerta detrás de él se cerrara. Me acurruqué como una bola en el centro de la cama, envolviendo mis brazos alrededor de mí misma. Me sentía enferma, humillada, completamente desorientada.

Me dejé caer, sollozando en silencio en una almohada hasta que esta estuvo completamente empapada y yo tenía dolor de cabeza. Algún tiempo después, me levanté de la cama, en busca de un analgésico. Cuando vi mi reflejo en el espejo del baño, me estremecí ante la chica que me miraba desde el espejo. Mis ojos estaban hinchados e inflamados; mi pelo estaba enredado y húmedo alrededor de mi cara debido a la avalancha de lágrimas. 

Me tragué dos analgésicos con un vaso de agua del grifo y eché agua fría en mis mejillas. Agarré mi celular y me metí de nuevo en la cama. Era una estupidez, teniendo en cuenta que lo había echado, pero aun así, el dolor en mi pecho se intensificó al ver que no tenía ningún mensaje nuevo.

Marqué el número de Rose, demasiado aturdida para incluso calcular qué hora era en Nueva York.

Contestó al tercer timbrazo. —Bella.

— Hola —dije con voz ronca. Joder mi voz sonaba como la de un hombre. Impresionante.

— ¿Belly, qué pasa? —En cierto modo me sentí aliviada de que ella supiera que algo no estaba bien. No pensé que sería capaz de fingir, o hacer una pequeña charla educada en estos momentos. Respiré hondo y puse la colcha hasta mi pecho—. ¿Sabes que odio a la perra de mi jefa no? 

— Tanya, ¿verdad?

— Sí. Bueno, me acabo de enterar de que Edward ha estado durmiendo con ella de manera intermitente durante cinco años. 

— Cristo.

— Sí. —Comencé a hundirme luchando por controlar la nueva oleada de lágrimas, ya que hablar de todo lo que paso en voz alta había abierto el grifo de mis lágrimas otra vez.

— ¿Así que, ha estado viéndose con las dos?, pendejo de mierda.

— No. Él dijo que no ha estado con ella desde que comenzamos él y yo. . .  o lo que fuera que tuvimos.

— ¿Le crees? —me preguntó ella, alzando la voz con  incertidumbre.

Me tragué el nudo en la garganta. —Sí, creo que sí, no creo que él me mienta al respecto. Me ha dicho todo lo que yo le pedí. Y él ha estado conmigo casi todas las noches, así que. . . 

— Ohh, ok. . . —me contestó Rose, como si estuviera reflexionando sobre algo—. Ustedes fueron sólo ocasionales. . . sin condiciones. . . ¿no?  

— Supongo —confirmé.

— Hmm, ¿y dijo que la relación con ella ha terminado. . . ahora que ustedes se están viendo? 

— Sí. 

— Lo siento, Belly. Eres mi chica y yo te guardo la espalda, no importa qué, así que si me dices que tenemos que castrarlo, lo haremos. Lo pondremos en el maldito calendario y se hace. Pero nena, la verdad. . . sabías como era en torno a las relaciones y las chicas, y lo que sucedió entre ellos fue mucho antes de que Edward y tú se conocieran, y se detuvo en cuanto ustedes dos comenzaron a verse.

Solté un suspiro de frustración. — ¿Crees que estoy exagerando? —Rápidamente me acordé de la fecha y me di cuenta que era posible que el SPM estuviera alzando su fea cabeza un par de días antes.

— Bueno. . . es posible, todo esto se siente mucho más grande de lo que es ya que odias a Tanya. Pero todo lo que te ha contado es tan grande si te pones a pensarlo.

Me acordé de la mirada solemne de Edward cuando él me dijo que quería hacer de esto que teníamos entre nosotros algo verdadero.

— En realidad, hoy me dijo que él quería una relación real conmigo. Solo nosotros. Nadie más. 

Rose se quedó en silencio durante unos segundos. —Wow.

Yo no sabía cómo interpretar su silencio asombrado. — ¿Qué? 

— Esto es lo que querías desde el principio. Siempre has dicho que él es un gran tipo y que te estás enamorando de él. Y él ahora quiere una relación, pero a causa de que se acostó con alguien antes de que ustedes se conocieran. ¿Lo vas a utilizar en su contra?

Esto sonaba estúpido cuando ella lo puso de esta manera. Pero no cavaría a través de esto, no era tan fácil. El hecho de que hubiera estado durmiendo con Tanya durante cinco malditos años era un gran problema. Ella era mi jefa. Su jefa, también, en un sentido. Todo esto estaba mal. 

No era algo que sólo podía pasar por alto y reírme. Tendría que ver a Tanya todos los días, sabiendo que habían estado juntos. Me estremecí ante la idea. Al darme cuenta de que Rose aún estaba en la línea, le di las gracias por el consejo y le dije adiós, diciéndole que necesitaba tiempo para procesar las cosas.

Me arrastré hasta el baño y abrí el grifo para llenar la bañera. Escapar de todo a través de un baño caliente de burbujas de vapor y apagar mi cerebro era lo único que quería esta noche.

 

 

 

 

Edward

 

 

No quería que Bella pensara que había traído a colación la idea de una relación monógama entre nosotros para olvidar mi pasado con Tanya. Ese no era el caso. En absoluto. Debí haberle dicho lo de Tanya antes, o no contestar la puerta esa mañana. Era una cosa de mierda lo que había hecho, empujar a Bella en el baño y cerrar la puerta. Como si eso borrara el problema. O como si fuera una. . . ¿oh mierda, que había hecho?

Sabía que Tanya y yo teníamos un jodido pasado. Pero honestamente, nunca me molestó. Ella era una mujer atractiva y ninguno de nosotros estaba buscando una relación. Vivíamos en las mismas ciudades donde no conocíamos a nadie más, y ambos nos encontrábamos normalmente solteros. El sexo no era más que una liberación conveniente y puramente física. Pero entendía por qué Bella odiaba que Tanya hubiera experimentado los placeres de mi cuerpo. Consideraba a Emmett un buen amigo, pero odiaba jodidamente que hubiera visto los magníficos y exuberantes pechos de Bella, que hubiera probado lo dulce que era, y escuchado los suaves gemidos que hacia cuando se venía. Esa experiencia me había abierto los ojos. Nunca la compartiría de nuevo. Ella era mía, y egoístamente la quería toda para mí.

Nunca había querido tener una relación, pero esto me golpeó como una bofetada en la cabeza. Quería todo eso y más con Bella. Mi bella sureña dulce. La idea de llamarme a mí mismo su novio puso una pequeña sonrisa en mi rostro. Y ahora, antes de que hubiéramos siquiera empezado, ya lo había jodido. Casi me hizo repensar lo que estaba haciendo. Casi. Pero sabía que lucharía por ella. Sólo que no tenía ni idea de cómo hacerlo. Mis mensajes de texto de los últimos días no habían sido suficiente, no era lo suficientemente valiente como para presentarme en su puerta y arriesgarme a ser rechazado. La extrañaba. Y una vez más, era incapaz de dormir.

Decidí llamar a Emmett. Él me conocía y había llegado a conocer un poco a Bella, también, demasiado, en mi opinión. Pero tal vez tendría algún consejo. Él se encontraba en Londres haciendo un pequeño desfile de modas, y no tenía idea de cómo podría ser su horario. Había optado por no hacer el desfile. Tenía el lujo de ser un poco más selectivo con los trabajos que tomaba. Le envié un mensaje de texto, sin saber si él tenía tiempo para hablar.

Yo: Hola. . . necesito ayuda con Bella. Llámame.

Emmett: Estoy dentro ;)

Yo: No, no para eso, tarado. Llámame.

Después de varios minutos mi teléfono sonó. 

— Hola, Eddie. —me saludó.

— Emmett, cuantas veces te he dicho que no me gusta que me digas “Eddie”

— Lo que tú digas Eddie.

Resople.     

— Estaba pensado en ustedes. Bueno, no en ti. Sino en Bella. Mmm. . . —Hizo un sonido de zumbido bajo en su garganta.

— Bueno, deja de pensar en ella, idiota. Eso nunca volverá a pasar. Y no me vuelvas a decir Eddie.

— Guau, te estás poniendo un poco posesivo, ¿cierto? Eso es nuevo para ti.  

— Sí, no es broma. Todo esto es nuevo para mí. Creo que me estoy enamorando, Emm.

— Guau. El gran Eddie está creciendo. ¿Eh? ¿Ahora aparte de modelo, te vas a dedicar a regalar flores y corazones? Me impresionas Eddie. —podía escuchar la sonrisa en su voz.   

Idiota.

— Esto es serio Emmett.

— Vale, de acuerdo, ¿Qué ha pasado?    

— Bueno, ella no quiere hablar conmigo en este momento.

Emmett se rió entre dientes. 

— ¿Qué hiciste? Déjame adivinar. . . ¿Quiere que te hagas un APA ahora y no lo harás? 

— Esto no es sobre tu polla o su estúpida joyería, amigo. Y no, nunca voy a perforar mi pene. —Me levanté de la cama y comencé a caminar por la habitación como león enjaulado y pasándome varias veces la mano por mí cabello, de repente preocupado. Le expliqué la relación tensa de Bella con Tanya y el dolor en sus ojos cuando le dije sobre nuestro pasado. Emmett permaneció callado, escuchando toda la historia. Solté un fuerte suspiro—. Tengo que recuperarla. ¿Qué hago?

— Tienes que demostrarle lo que ella significa para ti. Hacerle entender lo especial que es para ti. Hacerle olvidar todo lo referente a Tanya.

Eso tenía sentido. 

— Entonces, ¿cómo hago eso?

— Tienes que pensar en las cosas que le gustan. . . si le gusta la poesía, escríbele un poema. . . o si su comida favorita es el sushi, encuentra el mejor restaurante japonés y llévala allí. Mierdas como esas.

Está bien… eso suena bastante bien.

— Gracias, Emm.

— ¿Qué harías sin mi Eddie?

Rodé los ojos y le colgué.

Ahora sólo necesitaba pensar en qué hacer para demostrarle cómo me sentía.

Cristo, no era bueno con los sentimientos. Esto debería ser interesante. . .

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Ja! Por fin, no es cierto? Por fin Edward ha aceptado que se está enamorando de Bella, o que ya está enamorado de Bella, larga espera no es cierto? Oh bien, ya veremos qué pasa a partir de aquí. :D 

Ya veremos cómo Ed se esfuerza para recuperar a Bella =D

 

 

 

 

Capítulo 20: Eres Mía Capítulo 22: Te Amo

 


 


 
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