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¿POR QUÉ MI VIDA NO FUE MÁS FÁCIL?

Bella PVO

Me encuentro desesperada, ya no sé qué hacer ¿Cómo es posible qué en tan poco tiempo mi vida haya dado un giro de trescientos sesenta grados? A mis 17 años, debería estar a punto de terminar el instituto, saliendo con mis amigos, de compras, a reuniones, preparándome para el baile de graduación, para mi primer beso, haciendo solicitud para ingresar a alguna universidad; en cambio me encuentro en un callejón sin salida. No tengo dinero ni trabajo. He ido a todos los lugares donde probablemente podría trabajar, pero aunque necesiten contratar a una persona, al darse cuenta que soy yo, me dicen que el puesto ya ha sido ocupado o qué no cumplo con los requisitos y en el último de los casos me insultan diciéndome que no contratan gente deshonesta o ratera, que eso se trae en los genes y lo que más me duele es que insultan a mi padre, el cual ya no se puede defender ya que se quitó la vida al no encontrar otra salida a sus problemas económicos.

Yo sé que Charlie no hizo nada de lo qué lo acusan, debe haber un error. Él era la persona más buena del mundo, que siempre le tendía la mano a quién lo necesitara y cuando pidió ayuda por un problema con la compañía de la cual era socio junto con el alcalde Newton y el señor Black; tanto ellos como los demás socios minoritarios, le dieron la espalda y lo acusaron de estafador, defraudador y no sé qué tantas cosas más. También las personas del pueblo, que decían apreciarlo, lo señalaron y repudiaron, y lo mismo pasó con conmigo; mi madre era un caso aparte.

Nos quitaron todo, embargaron las acciones que mi padre tenía en Sport Company International SN&B, que distribuye equipo a todo el mundo, ellos surten calzado, accesorios, uniformes deportivos, zapatillas, pelotas para todos los deportes, calcetas uniformes y equipo. La calidad de los mismos compite con las mejores del mundo, ellos siempre están a la vanguardia.

También se llevaron los autos, congelaron las cuentas y estábamos a punto de perder la casa donde vivíamos mi madre y yo. Sin dinero me vi en la necesidad de buscar un empleo y el único que pude conseguir fue en la biblioteca, para el cual me hizo el "favor" el alcalde de contratarme, según él porque era muy noble, pero a mí no me inspiraba confianza; me veía de una forma desagradable, siempre buscaba la manera de acudir al local cuando no había nadie, y accidentalmente chocaba conmigo. Pero necesitaba trabajar para poder pagar por lo menos los gastos más indispensables de la casa, de mi madre y los míos, aunque con Renée nunca se sabía, si cuando vivía mi padre se la pasaba de viaje, ahora que él no estaba, sin los lujos y el dinero que siempre malgastaba, desaparecía por días, a veces por semanas. Cuando llegaba a aparecer, era para pedirme poco dinero que tenía o para llevarse alguna cosa de la casa, ya había vendido todo lo de valor, la casa a pesar de ser enorme, estaba prácticamente vacía, ella se lo había llevado casi todo, solo dejó lo más indispensable o que no tenía el suficiente valor para que pudiera venderlo, mis cosas de mi recámara que no le servían de nada y una fotografía que tenía mi padre en su despacho donde estaba conmigo en un viaje que hicimos a la playa y qué era su favorita, tenía una marco muy caro, pero lo había escondido de Renée para que no lo vendiera.

Me encontraba en un pequeño parque que había cerca del pequeño centro comercial del pueblo, mis lágrimas caían sin que yo pudiera hacer nada para detenerlas, no me importaba que la gente me viera, a nadie le importaba, ni siquiera a mi madre, tenía dos semanas que se había ido y no sabía nada de ella. A mi mente venía el momento en el que me quedé sin trabajo.

Flashback

Estaba a punto de cerrar la biblioteca, la otra chica que trabajaba conmigo tenía un horario más flexible que el mío, yo siempre tenía que quedarme a cerrar después de registrar los pedidos y entregas de libros, así como acomodar los ejemplares que no se llevaban y los nuevos que llegaban, ella se podía dar el lujo de escoger lo que quería hacer que por lo regular era coquetear con quien se le pusiera enfrente. Sue había sido mi compañera en el instituto pero ahora apenas me hablaba lo indispensable, siempre llegaba más tarde de la hora en qué tenía que entrar y se iba por lo menos una hora antes por lo regular con alguno de los clientes y ese era el momento que el señor Newton aprovechaba para ir a "checar" la biblioteca, sabía perfectamente que mi compañera ya se había marchado. Ese día llegó como casi todos días, preguntándome sobre cualquier cosa sin importancia de la bodega, me pidió que lo acompañara para indicarme como quería que se exhibieran los nuevos ejemplares que habían llegado el día anterior. Estaba de espaldas buscando la lista para revisar que estuviera todo lo que habíamos pedido cuando lo sentí a mis espaldas, demasiado cerca de mí, podía sentir su cuerpo presionando el mío; traté de moverme hacía otro lugar para no quedar atrapada entre él y el escritorio, pero puso sus manos en mis caderas y acercó su boca a mi oído, sentí nauseas, no sabía qué hacer; a pesar de que otras veces se me había insinuado, hacía comentarios sugerentes o haciéndome invitaciones a tomar una copa; jamás había llegado tan lejos, yo siempre me negaba y salía despavorida a hacer cualquier cosa con tal de que no me insistiera. Estaba aterrada.

—Me vuelves loco muñeca, se amable conmigo y te aseguro que te la pasarás muy bien, además de que yo te puedo ayudar. —Habló en mi oído. Era un hombre regordete, calvo y que por un tiempo respeté y admiré. No podía moverme, me sujetaba fuertemente, sentía su erección en mi trasero, intentó subir sus manos y tocar mis senos. Por más que luchaba por soltarme, no podía; era mucho más fuerte que yo. Me sentía pérdida, lloraba y gritaba pero él no me soltaba, besaba mi cuello, su aliento asqueroso llenaba mis fosas nasales. Estaba a punto de ser violada y solo pensaba en morir, me desconecté del mundo; ya no luchaba solo me quedé quieta sin hacer nada—. Tienes un culo precioso y esas tetas las voy a chupar y morder hasta saciarme de ti, coopera y te aseguro que lo disfrutarás, suplicarás por más, rogarás que te folle una y otra vez hasta quedarte sin voz de tanto que te haré gritar. He soñado con esto por años y hoy por fin podré disfrutar de tu hermoso cuerpo. —Yo escuchaba su voz como en trance, sabía que estaba pérdida.

Comenzó a desabrochar mi blusa e intentó meter la mano en mi sostén, como yo me resistía me jaló y la rasgó, justo en ese momento se escuchó en ruido en el local, alguien había entrado. Inmediatamente se apartó de mí furioso, se acomodó su ropa intentando tapar su erección y salió rápidamente de la bodega, antes de hacerlo me amenazó: —Más te vale que no digas nada o te juro que te vas a arrepentir, regreso en un momento me desharé de la persona que se atrevió interrumpirnos. —Y sin decir más salió apresurado del lugar, como pude arreglé un poco mi aspecto, tomé mi abrigo y lo puse encima de mi ropa rota. Aprovechando que estaba ocupado, salí lo más rápido que pude de ahí, alcancé a ver que estaba con un hombre alto, muy joven y elegante; voltearon a verme, sentí la mirada de ambos con odio hacia mí, pero no me importó, lo único que quería era salir y nunca volver. Afuera había un auto y unos hombres fuera de él. Corrí todo lo que pude hacia mi casa, solo quería llegar y no salir nunca. Mis lágrimas escapaban de mis ojos sin poder contenerlas, agradecía al cielo haberme salvado de ese hombre al que alguna vez respeté y admiré. A solo dos cuadras de llegar a mi casa, escuché que se acercaba un auto y alguien bajaba de él. Era el mismo que había llegado a la biblioteca, por lo poco que pude verlo era joven, alto y muy elegante, pero su gesto era frío, no demostraba emociones, no sabía qué hacer. — ¿Necesitas ayuda? —dijo al llegar a mí.

—No, gracias. —como pude contesté.

—Creo que ya lo hice aún sin proponérmelo, —subió a su auto y se alejó. Alcance a escuchar—: Nos estaremos viendo.

Temblando, en estado de shock llegué a mi casa, entré y cerré todo con llave, coloqué un mueble en la puerta, no quería que el señor Newton viniera a terminar lo que empezó en la biblioteca, él sabía que casi siempre estaba sola. Fui a mi cuarto e hice lo mismo, me encerré en el baño, abrí la regadera y me metí bajo la ducha, tallaba con rabia mi cuerpo, sobre todo donde aún sentía sus labios asquerosos que habían dejado su saliva, vomité todo lo que había en mi estómago, estuve por horas bajo en agua, tirada en el piso llorando de impotencia, me sentía perdida, sola, desamparada. Ahora que iba a hacer, no podía volver al trabajo; desearía que estuviera aquí mi padre, solo con él me sentía segura. No sé en qué momento salí del baño o como llegué a mi cama, solo sé que me desperté e media noche gritando de terror, reviviendo el momento en que él me tenía acorralada. Como siempre, estaba sola, mi madre tenía una semana que no venía a casa, ya no me extrañaba. Traté de comer algo pero no encontré nada, solo unas galletas rancias, mi estómago pedía alimento pero a la vez no lo aceptaba, seguía con nauseas, no podía olvidar la sensación húmeda sobre mi cuello, me hacía estremecerme. Eran las cinco de la mañana pero ya no podía dormir, me puse a hacer algo de limpieza en la casa mientras pasaba el tiempo. Ya casi había amanecido cuando escuché que alguien intentaba abrir la puerta de la entrada, me quedé aterrada, él venía por mí…

Gracias a todas las que leen y dejan su comentario, espero lo sigan leyendo y me dejen su opinión, gracias ;)