Solo podía pensar en lo feliz que estaba y lo humana que me sentía, y eso que ahora soy vampiro.

Estaba estirada en la cama viendo el techo mientras esperaba a Edward que había ido a hacer algo que no le entendí, no tenia cabeza para otra cosa que no fuese lo que había sucedido la noche anterior.

-hola amor-dijo Edward.

Al instante me sobresalte debido a que estaba entando en otra cosa.

-lo lamento ¿te he asustado?

-algo-dije riéndome. Edward se posicionó junto a mi lado, paso su brazo derecho por detrás de mi nuca y me agarro mi mano con la otra que le quedaba libre.

-¿Qué piensas?

-no lo sé, mis emociones nos muy raras ahora- Mi cabeza iba a explotar, ¿me estoy volviendo loca? Quería correr, reír, saltar, odiar y amar, todo al mismo tiempo. Es algo insoportable. Era verdad lo que había dicho Edward, el amor es locura, la envidia odio, y el deseo necesidad. Me levante y comencé a ver el amanecer atreves del ventanal gigante que había en la habitación, Edward me siguió y me miro con preocupación.

-esto va a pasar muy pronto, solo se paciente

-tengo miedo de mi misma, de hacerte daño o algo peor-dije aterrorizada

-eso es lo que siento cuando estoy a tu lado

-¡pero tú tienes más experiencia, yo apenas soy una neófita salvaje e incontrolable!-alce la voz

-tranquila, debes calmarte-dijo rodeándome con sus brazos.

Estaba insoportable, no sabía que sucedía, iba a explotar y ahora no sabía si al explotar iba a llorar como antes o iba a utilizar mi fuerza bruta. Mi bipolaridad iba muy lejos y me comenzaba a asustar. Edward me había sentado en su regazo y me tenía abrazada.

-tranquila, es parte del proceso. Todo va a salir bien, no te dejare nunca-dijo acariciando mi brazo.

Tenía mucho, pero mucho miedo de hacerle daño.

-vete, no te quiero hacer daño-dije sollozando

-no me vas a hacer daño. Vamos a salir de esto juntos

¿Por qué ahora tenía este trastorno de bipolaridad?, ¿será normal? Estaba en un infierno, perdida y desorientada, lo único que me salvaba era el amor irracional que le tenía a Edward.

-esto va a pasar, te lo prometo-dijo Edward besando mi mejilla

-¿Qué sentiste tú?-dije algo más calmada.

-me consumía el odio por la vida, la tristeza por la muerte de mis padres, la rabia por mí mismo.

“me sentía solo, desorientado e inútil.”

“Esto me sucedió cuando me separe del lado de Carlisle y comencé una vida solo, cosa que no me gusto. Por eso no me voy a ir, porque no quiero que sientas lo mismo que yo”

Pobre. ¿Cómo había soportado esto solo? Tenía muchos más problemas que yo, eso era imposible -nunca te irás, ¿verdad?

-lo mire con los ojos llorosos.

-siempre estaré para ti mi cielo-acaricio mi mejilla- eres la única mujer que e amado con tanta intensidad.

-te amo- pronuncie con seguridad.

-nada nos separara-me beso la mejilla.

No lo se…. “nada nos separara” nunca dijo “nadie”. Charlie podría ser el culpable de nuestra separación. ¡porque tengo un padre tan loco! Solo quiero una eternidad tranquila. Lo quiero fuera de mi vida.

Me levante de las piernas de Edward y me cruce de piernas delante de la ventana.

-¿sucede algo amor?-dijo mientras se sentaba a mi lado.

-las personas… ellas son las culpables. No todas…..solo una-dije mirando el horizonte.

-¿ah?-exclamo con voz extraña.

Sé que estoy loca, pero bueno….. Es lo que hay.

Todas mis Bellas interiores me pueden decir que solo intento de culpar a alguien, pero es verdad. Él es el culpable.

-Charlie-dije casi sin aliento.

Mire a Edward y pude identificar su cara de confusión.

-¿Qué tiene que ver? Explícame-exclamo.

-no, nada- pensé que lo entendería.

Me levante y fui a dar una vuelta para aclarar la mente.

Charlie ahora está con los Vulturis, ¿Cómo paso eso? Explíquenme. Tal vez Charlie nunca fue entretenido o algo parecido. Pero la pregunta persistía, ¿Qué don tenia? ¿tan especial lo era? Comencé a analizar a Charlie, se supone que los dones se ven débilmente cuando eres humano.

-sinceridad: no, eso no puede ser un don.

-fuerza: tal vez, pero no necesitan fuerza los Vulturis.

-valentía: todos los vampiros son valientes.

-protección: puede ser…

-controlador: mmm… no sé si sea un don.

No se me ocurría nada más. Hasta que volví a la lista.

-sinceridad, fuerza, valentía, protección, controlador-dije en voz baja- controlador…control mental!!!!! Eso.. Control!

Charlie siempre fue muy controlador, siempre cambiaba las cosas. ¿Cómo fue que no me di cuenta? Los Vulturis no tienen a nadie como él…..

Y de repente un sonido interrumpió mis pensamientos. Venia de mi lado izquierdo a sí que voltee para ver.

-buena deducción- comento Charlie, el cual estaba justo a mi lado.

-me sorprendí de mi misma-admití.

Charlie me miro fijamente.

Sentí una punzada en el mi cerebro, era como si penetraran millones de agujas a través de él. Comencé a dar pasos involuntariamente.

-control mental….soy bueno ¿o no?-comento riendo.

Intente hablar pero no salían las palabras de mi boca, no pensaba con claridad. Charlie comenzó a reír y movía la boca son rapidez. ¿Qué decía? ¿Por qué no lo escuchaba?

Hasta que pude ver que justo a su lado estaba Edward.

La idea de gritar o hablarle no fue rechazada, pero la mente de Charlie si la rechazo.

Me comencé a acercar a Edward nuevamente sin voluntad propia, poco a poco iba recuperando la audición.

-déjala ya Charlie- suplicaba Edward.

-déjala tu primero-dijo mi padre.

Yo seguía avanzando hacia Edward sin saber lo que sucedía.

-sabes….. En este preciso momento puedo ordenarle a mi hija que te arranque la cabeza.

Que!! no aras eso Bella.

Quería acabar con todo esto. Porque mi padre es así, no lo comprendo.

-Charlie, si le ordenas eso ella pasara el resto de su eternidad en la miseria misma- dijo Edward

-Bella! Arráncale la cabeza a tu noviecito-ordeno Charlie.

Comencé a avanzar cada vez más rápido.

Bella, que mierda haces, ya detente!!!!

Por más que intentaba detenerme no lo lograba. Cuando llegue justo enfrente de Edward, puse ambas manos en su cabeza y presione con fuerza.

Bella!!! Despierta, no lo agás. Es el amor de tu vida, es tu todo. Vamos, se fuerte, desobedece a tu padre. Piensa en lo mucho que amas a tu Edward.

Cerré fuertemente los ojos y luego los abrí. Vi con más claridad la cara de Edward, ya no sentía dolor en mi cabeza. Me sentía libre.

-Edward- suspire callendo a sus brazos.

Edward me abrazo algo confundido y suspiro.

-qué diablos as echo!!!!- grito Charlie.

-solo pensé en lo mucho que amo a Edward-explique algo cansada.

-casi haces algo malo mi vida-dijo Edward aliviado.

-esto no se quedara así…

Entonces Charlie desapareció entre los arboles sin dejar rastro alguno.