Eduardo salió dando un portazo al sentir su ojos húmedos, recorrió las calles del pequeño pueblo. Al llegar a la hacienda hablo con el dueño y le dijo que solo se quedaría un mes mas y después partirá al norte a probar suerte. Este le ofreció un trabajo con su hijo mayor que vivía en Texas. Al cabo del tiempo Eduardo empaco sus maletas y paso la frontera con el único propósito de hacerse de dinero.

Capitulo 4.



Isabela lloro mucho, pero se repetía una y otra ves que era lo mejor. Termino la escuela y al no poder conseguir una beca para sus estudios decidió hacerle caso a las propuestas de matrimonio que le hacia Michael el dueño de la tienda Newton. Al menos con el tendría algo de lo que siempre añoro. Se sabia que este tenia mucho dinero y era bien conocido por ser un hombre amplio y muy trabajador. A días de su boda Isabela aun recodaba las caricias, los besos y esas sensaciones tan maravillosas que sintió.

En ocasiones se maldecía por tener que dar su virginidad a un hombre 10 anos mayor cuando pudo haber disfrutado del placer en los brazos del chico guapo- como la llamaba inconsciente mente-. Pero recapacitaba, diciendo que era lo mejor, ya que no quería quedar en embarazo y pasar por lo que paso su madre.

Eduardo trabajaba día y noche, pero no era suficiente, Se dio cuenta que era muy bueno en las cartas y de esa forma multiplico su dinero mas rápido.

En si la suerte en la mayoría de las veces estaba de su lado a que todo en lo que invertía su dinero le daba muy buenas ganancias. Ya había pasado un ano, y quería volver, tal ves buscarla y pedirle venir con el. Pero el dinero con el que contaba no era suficiente.

Pidiendo una ayuda al destino aposto un poco aquí, compro otras cosas allí y jugo el resto a las cartas. Si todo salía bien y lograba aumentar su pequeña fortuna tomaría el primer vuelo en busca de su corazón.

Al llegar al pequeño pueblo, sus ojos se llenaron de lagrimas. Agradeció a dios el que sus tres apuestas aumentaran considerablemente su fortuna. Compro un ramo de flores y se dirigió al pequeño departamento donde un ano atrás dejaba su corazón abandonado, es increíble que con una sola mirada se pierda la razón y en un simple adiós se habré un hueco en tu corazón.

Muchas veces Eduardo se pregunto si no seria una simple ilusión, pero muchas mujeres pasaron frente a el e incluso unas pocas probaron sus besos, pero nada se comparaba con lo que ella le hizo sentir.

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