"La esposa virgen" (+18)

Autor: nylevecullen
Género: Drama
Fecha Creación: 04/09/2010
Fecha Actualización: 22/01/2013
Finalizado: SI
Votos: 29
Comentarios: 85
Visitas: 100409
Capítulos: 19

 

TERMINADA Laughing

Edward Masen Cullen un hombre con una apariencia tan fuerte que enamora, pero con una mirada sombria y tan gelida como el hielo este hombre sediento de venganza la cual cree que nunca podra completar ya que el hombre el cual daba vida ha esta se encuentra muerto pero encontrar la forma en el ultimo pariente que tiene vivo una muchacha de 18 años que se encuentra en un convento, sera que para Isabella Swan tener parenteco sanguino con un hombre con que no tuvo ningun afecto aparte del odio sera su setencia para pagar por algo que ni siquiera conoce pero ella esta decidad a no doblegarse ante nada  nisiquiera a encontrar el amor donde menos se lo imagina

 

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Capítulo 1: una vida vacia

Disclaimer: Los personajes de Twilight pertenecen a Meyer y la trama es de Deborah simmons


 

Con una mirada sombría Edward Masen Cullen  contemplaba su jarro de cerveza mientras se apoyaba en la pared. No estaba embriagado. Nunca bebía demás. Eso le embotaría los sentidos que por cierto los había afilados como una navaja. Como prueba de ello, levantó la cabeza al oír un ruido en la entrada del salón. Mantenía su mirada alerta  a la menor señal de peligro. Pero  solo se  trataba de su  hermana  Alice con su bebe en brazos.

James no pasaría por allí otra vez.

A pesar de la férrea  disciplina , la idea le  invadió la mente como un fantasma negro. Por un momento, Nicholas se  debatió. Su enemigo estaba muerto. Su vecino pereció en este mismo salón, a manos de r el marido de Alice mientras Nicholas estaba en  Tierra Santa ,. Este hecho lo privo de ejercer su venganza.

Edward miraba las pesadas  sillas en el  frente del salón, donde la escena había  ocurrido. Pero los ladrillos que habían sido bañados  con la  sangre de James se fueron para siempre. Edward jamás lo vería agonizar y, así, no sentiría el placer de la venganza tan arraigado en su alma.

Desde entonces, y en ese  último año, le intentaba ejecutar otras muertes, trabajando como soldado a sueldo. Todavía, el exterminio de extraños significaba tan poco ...  tan poco  como las magras  monedas recibidas a cambio. Nicholas poseía fortuna y una próspera propiedad. Construido por su padre, Volterran era un castillo moderno que provocaba la envidía  de sus pares. Pero este  hecho no le provocaba satisfacción. Por eso, estaba allí, en el lugar de su amarga decepción, en busca del aliento que llenara el  vacío de su vida ,

Edward s apretó los dedos acreedor del jarro. En verdad, no encontraba estímulo en nada,  todo había perdido  significado para él. Su hermana  había cambiado mucho en los cinco años que él había pasado en Tierra Santa. El no  la reconocía pero. Nicholas también  resentía el hecho   de que su cuñado lo había  privado de lo que mas  deseaba: acabar con la vida de James.

Edward! Que vas  a hacer esta tarde? – Alicele  preguntó con una sonrisa

Su bella hermana de cabellos rubios, no sabia  que hacer con el, pero  eso no le sorprendía ya que el no supiera  que hacer consigo mismo.

- Nada - respondió Edward  con mirada indiferente. Alicese sentó en el  banco y se dirigió a su hijita:

- Ves Charlotte, este es  tu tío Edward

Al oír la voz tierna y amorosa, el mismo no podía creerlo . La Alice que él conocía era una joven altiva,  eficiente,  incapaz de demostraciones afectivas. Ahora, en vez de dejar la niña a los cuidados de las nanas  la cargaba  para todos lados la mayor parte del tiempo. Una actitud difícil  de entender.

Un movimiento en la entrada  le  llamo la atención.  Se dio vuelta y  Edward vio a  Jasper entrar al salón. Un Hombre de estatura aventajada, el marido de Alice seria capaz de intimidar  a las personas, pero raramente lo hacia. Ella parecía deslumbrada como aquel que vuelve a ver el mundo después  de una crisis de ceguera temporaria.

 

- Edward! - exclamo Alice sin esconder su alegría. - Venga, Charlotte, es papá – y le sacudía  la manito a su hija   para saludar al caballero imponente.

Tal vez algo durante el parto había dañado  la mente de su hermana  , penso Edward en su   primer día de a estadía allí.

– Fijense con que encanto recibe a su papito   -- dijo Alice.

Para el horror de Edward ella dejo a su  sobrina en sus brazos. Era pequeña, gorda y sin ningún  cabello. Olía a una  una mezcla  de leche y jabon. El estrangularía a su hermana   en caso que  la bebe le ensuciase su túnica.

Con un jarro de cerveza en una de sus  manos y el bebe en el otro brazo, Edward dirijio una mirada impotente  a su hermana . Por ahi, ella se apiadaba.

Atonito, la vio  estirarse en los brazos de su marido. Edward jamás se acostumbraría a aquel comportamiento. Una escena intima : la pareja se besaba tan apasionadamente como si hubiesen estado a solas en su habitación. Tal vez la crisis de ceguera también había  perturbado la mente de su cuñado, reflexionó Edward.

La beba  percibió de repente  donde estaba y se puso a llorar a los gritos. Edward  se estremeció  de imaginarse  a sí mismo  cuando debiera dejar  el castillo de Phoenix. Se Sentía emocionado  al lado de ese trío. En comparación a la de ellos, su vida parecía vacía y sin propósito.

– Agárrala vos - dijo él, alcanzando la beba a su madre

- Vamos Charlotte Vos debes tener sueño - Alice murmuro.

Admirado y extrañado, Edward no entendía como su hermana hablaba con   aquella cosita como si la beba pudiera   comprenderla. El estómago se le contrajo como si precisara comer  algo. Pero como todo el resto, la comida no le despertaba  interés.

- Edward! - Jasper exclamo con una  afectividad irritante.

Cómo el Caballero  osaba encararlo con aquella franqueza? Cómo se atrevía a darle consejos cuando este castillo daba lástima comparado con el de  Volterran?

Phoenix era bello  y sus habitantes no poseían riquezas. Pero ellos parecían tener un tesoro  a su alcance de acuerdo a como Edward  los veía. Eso lo dejaba pero frustrado todavía. El dolor de estómago aumento  pero  él  mantuvo a expresión impasible  ante la mirada escrutadora  de Jasper.

– Vine a avisarte, hermano, que llega un mensajero del rey - dijo su cuñado.

Mirando hacia la entrada Edward vio un hombre con el  emblema de Aro Cómo no lo había notado? Claro, distraído con la beba  y con sus demostraciones amorosas. Apoyo el jarro sobre la mesa se dirigió al  extraño.

Finalmente. Había pasado   un año desde que James invadiera las  propiedades vecinas  de Volterran y, hasta ahora, el destino de las tierras del desgraciado continuaba sin solución

En la opinión  de Jasper, Aro decidiría en favor de Edward, pasando la propiedad a Volterran como indemnización. Edward, entretanto, no confiaba en reyes ni príncipes, debido à las experiencias adquiridas durante  la aventura llamada “Guerra Santa”. El no se sorprendería si Aro confiscase la propiedad de James para la corona.

No había importancia como se  hiciera. James no tenía descendencia, por lo tanto, de una forma o de otra, las tierras dejarían para siempre su línea hereditaria. Eso constituía una pequeña satisfacción para Edward,  era la única venganza que le restaba.

- El señor  Edward Masen Cullen  ,  barón de Volterran? - el mensajero del rey indago.

- Si - confirmo Edward

– Le Traigo un mensaje de su soberano

 Edward le hizo  un gesto para que se sentase en el  banco a lo largo de la  mesa. En ese instante, percibió la mirada  ansiosa de Alice Ella y su  marido no escondían sus ganas de oír las novedades. Eso lo sorprendió.

- Puedo ofreceré una bebida? - preguntó Alice al mensajero.

- Acepto,  señora. Pero el mensaje es corto. No prefiere oír primero? - indago mirando a Edward y a los otros dos.

Irritado,  queriendo terminar con la cuestión, Edward dirigió una mirada  interrogativa a su cuñado. Este le  respondió con otra de advertencia. Con un brazo en los hombros de su esposa, Jasper  sentia que le debía algo a Alice por su trabajo en Volterran. Tenso, Edward tuvo la sensación  que - a pesar de las demostraciones de amistad de Jasper - los dos era capaces de llegar a enfrentarse.

Edward, entretanto, cedió. Al final, el asunto no había mucha importancia para él. No haría mal que ellos oyesen la noticia.

- Esta es mi hermana  y su marido  el barón de Whitlock.

- Mi mensaje es referente a la posesión de l a propiedad adyacente a Volterran y perteneciente al fallecido barón de James.

Edward centro su  atención en el mensajero. Este procedió  a leer el decreto real, en el cual Edward demostraba su  voluntad  de solidificar las lealtades de sus súbditos a través de lazos matrimoniales, siempre que fuese posible. Está bien, penso Edward que  Termine de una vez  con la lectura!

- Como se descubrió la existencia de una sobrina de James, ella es  su heredera, y nuestra voluntad es que el señor se case con Isabella Swan, reuniendo las dos propiedades y  siendo el señor de ambas.

El hombre continuaba leyendo, pero  Edwards no prestó pero atención. James sabía una parienta viva. La información reavivó su rabia adormecida, llenando el vacío de su  alma con  un renovado propósito.

 


 

 

hola aqui les dejo mi nuevo fic saludos bye

 

 

Capítulo 2: criada en un covento?

 
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