Sed de Sangre

Autor: Garita3113
Género: Romance
Fecha Creación: 19/05/2013
Fecha Actualización: 26/01/2015
Finalizado: NO
Votos: 4
Comentarios: 28
Visitas: 9715
Capítulos: 9

 

 

Esta es la historia de Ann una medio vampira que desde el primer momento se ve en el problema de poder morir por el veneno que un vampiro le trasmitio al intentar transformarla sin exito. Todo mejora porque para apoyarla a lo largo de su, quiza inmortal existencia ecuentra amigos y quiza hasta un compañero de viaje. 

A su vez tambien se entremezcla la historia de Mai una joven vampira que sufrio mucho en vida y sigue sufriendo hasta que conoce a Ann, a la familia Cullen y al chico que lleva buscando toda su vida.

¿Podran llegar a ser realmente felices las dos en un mundo donde habita la maldad y las criaturas que quieren hacerles daño? ¿Podran tener un final feliz?

 

 

Esperamos que os guste! Smile 

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Capítulo 4: ¿Que tienes tú de especial? (Ann)

(dia al que se hace referencia en el capitulo 2)

El verano casi habia acabado, mañana comenzaria el instituto, habian pasado dos meses desde que mi vida dio un giro de 360º para enseñarme la parte más oscura de este planeta, para mostrarme que el mundo que había estado viendo durante diecinueve años estaba cubierto por un velo que me impedia ver el mundo en su totalidad, ahora todo era más claro, más nítido, más brillante, era de una realidad abrumadora.
No había vuelto a hablar con Edward. Era como si estuviese enfadado conmigo, me evitaba, cuando nos encontrábamos en los pasillos de su casa, notaba como me miraba, pero al devolverle la mirada me rehuia. Muchas veces cuando iba a su casa nisiquiera estaba alli y Alice o Carlisle, incluso Esme en un par de ocasiones me recibian con palabras amables y me miraban apenados cuando preguntaba por Edward. Ese era el momento en el que Rosalie me miraba con superioridad, como si se alegrara de mi situación, no acababa de comprender porque me miraba asi, parecía que me odiaba, más incluso, me despreciaba pero no tenía la menor idea de porque.
Esta mañana he decidido madrugar para acorralar a Edward y preguntarle porque me lleva evitando todo este tiempo. No podía ir hasta su casa en mi viejo coche, asique he decido dejarla en el limite del bosque y seguir a pie por el camino que conduce a su casa. Al llegar me he quedado en silencio, pasaba algo raro, normalmente siempre podía oir algun ruido en el interior de la casa, pero hoy no se oia nada. Me he acercado y he llamado a la puerta.
No he podido evitar sorprenderme al ver a Rosalie abrirme la puerta, está me ha mirado de arriba abajo y como siempre lo ha hecho con todo el desprecio que puede poner en su cara.
-Ah, eres tú... -Me ha dicho y seguido me ha cerrado la puerta y me he quedado en silencio imaginando distintas formas en las que podría torturarla y matarla.
De repente Emmett me ha abierto la puerta mientras hablaba para el interior de la casa.
-Desde luego a veces sabes como ser muy borde.- Rosalie le ha contestado con un bufido, mientras Emmett me ha hecho gestos para que pasase. Me he quedado en silencio intentando ordenar mis ideas.
-Yo... - he respirado hondo, ya no me parecía tan buena idea como lo había sido en mi casa, he mirado al rededor- ¿y los demas?
-Se han ido de caza.
-¿Y estais solos?- Si era asi no quería molestar, Rosalie ya me odiaba lo suficiente.
-Bueno nosotros y... -Rosalie ha aparecido y le a mirado a Emmett con cara de enfado.
He mirado a Emmett interrogandole con la mirada. Rosalie se ha hacercado a la entrada de nuevo.
-¿En serio?- He preguntado al ver que Emmett no me contestaba. Rosalie me ha cojido del brazo y me a arrastrado hasta la puerta mientras me decia:
-Si te ha dicho que estamos solos es que lo estamos y ahora vete que eres una molestia.
Le he mirado preguntandome otra vez que era lo que tenía en mi contra para tratarme asi, ella ha entrado en la casa y me a vuelto a cerrar la puerta en la casa. Me he quedado en silencio, enfadada y sin saber que hacer al ver que mi plan se había desmoronado. De pronto he oido como hablaban, o mejor dicho discutian. Y como Rosalie golpeaba a Emmett:
-Desde luego ya te vale, no podemos decirle que Edward esta aquí.
-¿Cuando va ha dejar de esquivarla y hablar con ella? Se nota a la legua que ella le ha cambiado y para eso no hace falta leer la mente de nadie.- Me he quedado en silencio para escuchar mejor.- A ver si lo hacen de una vez y nos dejan tranquilos a los demas.- Otro golpe, he supuesto que a Rosalie no le ha gustado el ultimo comentario de Emmett
- ¡Auch! A veces no tienes sentido del humor. ¿Y si... nos divertimos tu y yo?
En ese momento se han alejado de la puerta. Me he quedado sola, cavilando sobre lo que había escuchado, ¿Edward pensaba en mi? sonreí para mis adentros. Pero ¿porque no quería verme? Si él no venía ha hablar conmigo iria yo ha hablar con él.
De pronto una musica me ha sacado de mis cavilaciones. He mirado en silencio la casa intentando encontrar el origen de la musica. No se porque pero sabía que el que estaba tocando era él, no se porque pero algo dentro de mi me decia que era el. En ese momento he descubierto que la musica provenia de una de las ventanas del piso superior. Sabía que no podía entrar por la puerta ya que Rosalie no lo permitiría. Entonces he decidido que lo mejor es que escale por un arbol que da a esa ventana. Al llegar al alfeizar de la ventana lo he visto, el estaba recostado sobre un sofa de cuero negro con una guitarra entre las manos, tenía los ojos cerrados y por lo tanto no se percato de mi presencía. La ventana estaba abierta asi que entre en el interior intentando no hacer ruido. Le he mirado, seguia con los ojos cerrados. Me he acercado y me he quedado observandolo en silencio. Parecía que estaba tranquilo, sonreia como un niño.
De pronto el abrió los ojos y dejo de tocar la guitarra. Su sonrisa ha desaparecido y a dado paso a una expresion de enfado.
-¿Que haces aqui?- Me he quedado en silencio sin saber bien que decir.
-¿Porque llevas todo este tiempo esquivandome?- Le he prenguntado sin hacer caso a su pregunta. Él a apartado los ojos de mi y a mirado a su alrededor.
-No te evito- Le he mirado con suspicacia.
-¿Ya y tampoco puedes mirarme a la cara?- He dado unos pasos en su direccion.-¿Tanto me odias?- El me a mirado mas enfadado de lo que estaba antes.
-No tienes ni idea de lo que estas hablando.- Me he acercado mas, he acercado la mano a su cara para obligarle a mirarme.
-Pues explícamelo.
Me ha mirado con tristeza, con un dedo me a tocado la mejilla y me a enseñado una gota que descansaba sobre la yema de su dedo. Estaba llorando y ni siquiera me había dado cuenta.
Ha dejado la guitarra en el sofa, y se ha levantado. Me ha cojido suabemente del brazo y me ha hacercado a la ventana.
-Acompañame.
Hemos saltado por la ventana y nos hemos adentrado corriendo en el bosque, corria detras de él en silencio. El camino me resultaba familiar pero no recordaba porque, de pronto, Edward se detuvo en un prado. Mire a mi alrededor y unas imagenes empezaron a arrollar mi mente, recorde a James, Victoria y Laurent persiguiendome, como James me mordio, a los enormes lobos, a Kay. Empece a notar como el miedo invadia todo mi ser.
-¿Estas bien?
Edward estaba agachado a mi lado cuando abri los ojos, ni siquiera me percate de cuando los habia cerrado ni como habia acabado en el suelo. Le mire, él parecia preocupado. Me mordi el labio inconscientemente y aparte la mirada.
-Estoy bien- Él mobio su mano poniendola debajo de mi barbilla y me obligo suabemente a mirarle a los ojos.
-Se te da muy mal mentir ¿sabes?, ¿porque no me cuentas lo que te pasa?- Trate de apartar la mirada de nuevo de sus ojos, pero el no me dejo.
-Es solo... - me mordi nuevamene el labio inferior - que fue aqui donde James me mordio.- Él me miro sorprendido.
-¿Fue aqui?- pregunto sin dar credito a mis palabras. Yo asenti lebemente.
-Lo siento, no lo sabia.
-No tenias porque saberlo - conteste, en realidad a nadie le habia dicho donde me habia sucedido.
-Pero quiero saberlo, quiero saber todo sobre ti.
-Si lo que dices es cierto, ¿por que me esquivas?- Le mire a los ojos poniendome seria.
-Te lo contare en otro lugar mas agradable- Me ayudo a levantarme del suelo y repentinamente salio corriendo mientras yo le seguia.
Nos detuvimos al de unos minutos, en una pequeña campa en la que la unica sombra para los dias soleados era un gran roble en la mitad de esta.
Mire a Edward a los ojos, mientras un millon de preguntas golpeaban mi cabeza y mi garganta queriendo salir. Edward se decidio ha hablar:
-Yo tengo un poder - le mire perpleja - puedo leer la mente de los que estan a mi alrededor.
Note como me sonrojaba al pensar que podia saber lo que yo pensaba, me quede mirando al suelo nuevamente avergonzada, él sonrio.
-¿Tanto te averguenzas de tus propios pensamientos? ¿Que has estado pensando? - note como me sonrojaba aun mas.
-¿Para que me lo preguntas si ya lo sabes?
De pronto comenzo a reirse a carcajadas, y eso me enfurecio, no me gustaba que la gente se riera de mi y menos que fuera él el que se reia de mi.
- Te equivocas.
-¿Que?- no entendia nada.
-No puedo leer tu mente.
-¿Y por que no me lo has dicho antes?
-Queria ver tu reaccion, te ves bien cuando te sonrojas - note como me ruborizaba mas, y me mordi el labio, el sonrio.
Le mire fijamente en silencio y me fije en lo distancia que nos separaba, parecia haberse alejado algunos metros desde que llegamos, me entristecio pensar que no soportaba estar cerca de mi, esos metros se sentian como cuchillas que atenazaban mi pecho y no me dejaban respirar, trate de acercarme y él se quedo mirandome en silencio.
Recorte la distancia tanto que estaba a solo unos centimetros de el, parpadee, y de pronto el habia desaparecido. Lo busque con la mirada, pero fue en vano. De pronto una voz retumbo rompiendo el silencio del bosque.
-¡¿Porque tu?! ¡¿Que tienes tu de especial?! - Era la voz de Edward, de pronto note su aliento gelido en mi nuca y no pude evitar estremecerme.
-¿Que?- pregunte confundida.
Se puso delante de mi con tanta rapidez que no pude evitar asustarme y retroceder un par de pasos.
-¿Porque me llama tanto tu sangre? No eres como los demas, no soy capaz de leer tu mente, ni siquiera una idea, pareces existir para aumentar mi frustracion y luego esta tu sangre, con ese embriagador aroma.
-¿Por eso no puedes estar cerca de mi?
-Si fueras lista te alejarías.
-Pues entonces no quiero serlo.
-Ya no tengo fuerzas para alejarte de mi- ahora estábamos a escasos centímetros de nuevo, el apartó el pelo de mi rostro y un escalofrío recorrio mi cuerpo.
-No quiero que lo hagas.
Vi como se hacercaba y cerré los ojos esperando su roce, pero este no se produjo, al abrirlos vi que nuestros labios estaban realmente cerca, que con un simple movimiento se tocarían, pero ese momento no llegaba.
Edward de pronto se apartó y yo me quedé en silencio decepcionada.
-Deberíamos volver -yo hice un mohín y él me miró sonriente- tendras que ser más paciente.
Cogí la mano que él habia extendido hacia mi y volvímos corriendo a su casa. Al llegar nos quedamos en el salón
-Rosalie y Emmett vendrán en un segundo.
Tal y como él había dicho ambos aparecieron al instante por las escaleras, Rosalie nos miró extrañada.
-¿Que haces todavia aqui?
-Rosalie - Emmett nos miró con picardía- vaya, gané la apuesta - ella le miró con enfado.
-No es cierto - miré a Edward extrañada y el contesto a la pregunta que rondaba mi mente -apostaron cuanto tardaría en... -me miró de arriba abajo, al adivinar sus pensamientos me sonrojé. -¿En que piensas?
Aparté rapidamente la mirada.
-En nada -él se rió.
-Empieza a ser divertido adivinar tus pensamientos -me ruboricé aún más y el se rió con mas fuerza.
Me quedé mirandole fijamente.
-¿Por que tienes los ojos tan oscuros? -Me acababa de dar cuenta que ya no eran del color dorado que fueron la ultima vez que le vi.
-Por nada.
-Que Edward, ¿Has vuelto a saltarte las comidas? -miré a Emmett y volví a mirar a Edward para decirle:
-¿Hace cuanto que no te alimentas? -el aparto la mirada enfadada de los ojos de Emmett y me miro a mi.
-¿Tú me acusas de no comer? No soy yo el que los tiene completamente negros -aparté la mirada avegonzada y miré mi reflejo en el cristal de la mesa del salón.
El estaba en lo cierto, estaban del color del carbón, no se distinguía el iris de la pupila.
-¿Desde cuando no te alimentas?
Me mordí el labio inferior y él me miró sorprendido.
-¿No te has alimentado desde que te transformaron? -miré al suelo y Edward me cogió del brazo llevandome hasta la puerta -nos vamos de caza ahora mismo.
Edward me llevó a lo más profundo del bosque, yo iba corriendo a sus espaldas cuando de pronto se paró y hizo que me chocara contra él.
-Shh, mira - me señalo unos arbustos- ahí hay un ciervo.
-Pero... -me miró y yo me mordí el labio nuevamente - yo no quiero matar animales, no quiero hacerles daño.
Me cogió de la mano y me miró a los ojos.
-Confía en mí -yo me mordí el labio nerviosa -deja de hacer eso.
-¿Cual? -me mordí el labio otra vez.
-Deja de morderte el labio.
-¿Porque?
-Por que me provocas.
De pronto se acercó a mi, estabamos de nuevo a escasos centimetros el uno del otro, podía notar su respiración, cerré los ojos, como ya habia hecho anteriormente, note como él acortaba la distancia que nos separaba y rozaba suabemente sus labios con los mios. Iba a apartarse cuando yo le agarré de la nuca y le atraje más a mi intensificando el beso, pero de pronto el se aparto de mi bruscamente. Se alejó de un salto de mi y dijo seriamente tras recobrar el aliento:
-No vuelvas a hacer eso - le mire extrañada.
-¿Porque? ¿Es que no te gusto?
-No digas tonterias, pero es peligroso y aún no me he alimentado.
Nos quedamos en silencio, el ciervo seguía comiendo tranquilamente al otro lado de los setos, ajeno a todo lo que acababa de pasar.
Cuando los dos nos calmamos un poco,Edward comenzó a darme instrucciones de lo que debía hacer para que el animal sufriera lo menos posible.
Me acerque sigilosamente al ciervo y cuando estube lo suficientemente cerca salté sobre el rompiéndole el cuello, lo cual provocó un horrible sonido que retumbo en mi cabeza. En ese momento estube a punto de salir corriendo pero Edward me tranquilizó y acabé mordiendo al animal.
Cuando la sangre comenzó a bajar por mi garganta, senti como el nudo se había formado cuando me transformaron desaparecía y la sed que llevaba instalada en mi cuerpo desde ese mismo día se desvanecía.
Bebí hasta que sentí que estaba completamente llena, que no cabía ni una sola gota más en mi cuerpo.
Cuando acabé, volví al otro lado del arbusto, pero al no ver a Edward comence a mirar a mi alrededor.
Dos segundos después le vi aparecer entre unos arboles, impecable pero con los ojos tan claros que me recordaban a la miel.
-¿Como puedes no haberte manchado siquiera? -Él sonrió ampliamente.
-Tú tambien lo harás con un poco de práctica, ¿volvemos?
Me ofreció su mano y yo se la tome, al llegar a su casa miré a mi alrededor y observe que la noche se nos había hechado encima sin siquiera darme cuenta.
-Quiza deberías volver a casa -Dijo Edward al verme mirar el cielo preocupada.
-Si, se está haciendo tarde y no quiero que Charlie se preocupe -miré mi ropa, ahora manchada con la sangre del ciervo, que por alguna extraña razón ya no me hacia sentir tan culpable, al fin y al cabo Edward tenía razón, era el ciclo de la vida y era similar a comer carne, porque para ello también se mataban animales y nosotros nos preocupabamos de producirles el menor dolor posible -no puedo ir así a casa si no quiero que mi padre se preocupe.
-Tranquila, Alice te dejara ropa.
Cuando entramos en su casa Alice estaba al lado de la escalera esperándonos con unos vaqueros y una camiseta en la mano.
-Me ha costado encontrar algo que pudiera valerte dado que eres más alta que yo y tenía que ser algo parecido a tu ropa... - ella siguió hablando pero yo me quede en silencio me costaba recordar que Alice tenía visiones. En ese momento se me ocurrio una pregunta.
-Alice ¿yo tengo algun don especial?
-No lo sé, pero todo demuestra que tienes algun tipo de barrera mental que inpide que Edward lea tu mente, pero al parecer no funciona demasiado bien con lo que a mi don respecta ya que puedo ver tu futuro. No sabremos muy bien de que se trata hasta que seas una vampira completa me temo.
Al decir eso Edward bufo a mi lado y miró con tal odio a Alice que ella me entregó la ropa y se fué sin decir nada más.
-Debería cambiarme de ropa, se hace tarde.
Edward me llevó hasta su cuarto y me dejo sola para que pudiera cambiarme de ropa. Cuando termine Edward volvió a aparecer por la puerta y me acompaño escaleras abajo. Al salir de la casa le dije:
-Luego dale las gracias a Alice de mi parte por la ropa, se ha ido y no he podido darselas en persona.
-Le hare llegar tu mensaje.
Al llegar a mi vieja camioneta el se ofrecio ha acercarme a casa. No me hacia ilusión que el conduciera mi coche pero quería pasar el maximo de timpo a su lado asique acepte.
Nos subimos los dos y le entregue las llaves para que pudiera arrancar el auto. Edward puso la camioneta a su maxima velocidad y yo no pude evitar agarrarme con fuerza al asiento.
-Esta vieja reliquia no puede darte miedo, esta no es velocidad suficiente para que alguien pueda temer
-Conduces como un loco - le dije enfadada.
Llegamos mucho antes de lo que esperaba.
-¿Como puedes conducir tan rapido? ¿Es que nunca te han puesto una multa?- el se rio con fuerza.
-¿A esto llamas rapido? Un día te llevare a dar una buelta en mi coche y sabras lo que es la velocidad. En cuanto a las multas - se señalo la cabeza - te recuerdo que tengo un detector de radares personal e infalible incorporado.
Bufe y sacudí la cabeza con suspicacia.
-¿Quieres que mañana venga a buscarte para ir al instituto? -Me pregunto de pronto, no me esperaba esa pregunta. No recordaba que al dia siguiente comenzaba el instituto.
-Depende - dije para ganar tiempo y recomponerme del shock que la pregunta me habia causado.
- ¿De que depende?
-De que superes o no los 120 kilometros / hora - Se rio a carcajadas.
-Entonces vendre mañana a recojerte.
Dicho esto, bajo de la camioneta que ya estaba aparcada y me abrio la puerta para que bajase.
-Hasta mañana entonces.
-Adios - fue lo ultimo que pude decir antes de que saliera corriendo.
Salude a Charlie al entrar en casa, el estaba viendo la television en la sala, y me encaminé hacia mi cuarto. Coji la camiseta vieja y los pantalones cortos que utilizaba a modo de pijama y me fui al baño para darme una ducha relajante.
Cuando me senti lo suficientemente tranquila me puse la ropa y fui a mi cuarto y me meti en la cama.
Esa noche soñe con Edward por primera vez.
" Estaba en un bosque con Kay y él. De pronto Kay me decía que me alejara de Edward, que habria alguna forma de arreglar lo que me había pasado y empezaba a correr hacia Edward dispuesto a atacarle pero en ese momento yo me ponía entre los dos y Kay se detenía:
-Aparta.
-¡No!
-¡Quitate! - me agarró de los hombros y me empujó hacia un lado, yo me quede quieta sorprendida por su fuerza y vi como se transformaba en un enorme lobo ante mis ojos, tenía el pelaje marrón y no pude evitar recordar al lobo del prado.
El lobo saltó sobre Edward pero yo no llegué a ver lo que sucedía porque noté como la imagen se alejaba y me desperte."
-¡Edward! - miré a mi alrededor, estaba en mi cuarto.
Mire a mi alrededor, sentía como si alguien estubiese vigilandome pero estaba demasiado oscuro y no lograba ver nada.
Juraria que había alguien al lado de la ventana y me alegre al pensar que pudiese ser Edward, acerque el brazo a la mesilla y encendi la luz, pero no había nadie, me levante y me acerque a la ventana, al abrirla me percaté de que no hacía el sonido que hizo la primera vez que la abri al llegar aqui.
Al asomarme no vi a nadie por lo que volví a mi cuarto esta vez dejando la ventana abierta con la esperanza de poder facilitarle el trabajo a Edward si volvía a aparecer. Me meti en la cama y me dormí nuevamente.
La noche paso sin más sueños.

 

Esperamos que os guste :) y sentimos el retraso. :D

Capítulo 3: Aire nuevo, gente nueva, vida nueva (Mai) Capítulo 5: Capítulo 5: Primer día, de la rutina (Mai)

 
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