Hola! Perdon por la tardanza!

Pero aqui esta, disfruten

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CAPITULO 6

Decir que Renesmee era como ese conejo de las baterías era decir poco. La chica tenia energía como abastecer todo Boston por lo menos diez años seguidos.

Primero fuimos a una tienda de ropa, en donde compro muchísima ropa y me compro también a mi. Después fuimos a un restaurant, según ella era su favorito. Después de comer fuimos a mas tiendas. Pasamos muchas horas de compras y después, cerca de las seis de la tarde fuimos a un salón de belleza, en donde me hicieron manicure, limpieza facial y otros tratamientos. Estaba disfrutando demasiado de este día de chicas.

Al regresar a casa Renesmee subió a su habitación mientras yo iba a preparar la cena. Los chicos regresaron unas horas despues, Anthony se veía bastante molesto, tomo un taburete junto a la barra y escondió su rostro entre sus manos.

— ¿que pasa amor? — le pregunte mientras acariciaba si castaño cabello

— no se por que soy un Cullen — frunci el ceño y me senté a su lado

— ¿por que lo dices? —

— fui con papa a la empresa, estuvieron hablando de no se que tantas cosas. El caso es, mi papa se molesto porque no me interesa nada de eso... El prefiere llevar a Renesmee, ella si es toda una empresaria — 

— ¿que es lo que te interesa a ti? —

— el tenis. La música... No se, yo no naci para estar encerrado en una oficina usando corbata — Sonreí. 

— mañana puedes ayudarme con el negocio de mis padres, te gustara estar en la tienda, te encuentras muchas cosas divertidas —

— tengo práctica con steve. Pero gracias Bella, te quiero — se abrazo a mi y beso mi mejilla

— yo a ti mi niño. ¿me ayudas con el postre? —

— mi hijo no esta para hacer postres. El debe aprender sobre la empresa, no sobre como rellenar su cuerpo de azúcar — dijo Edward entrando a la cocina con su saco en la mano

— No le hables así a Bella —

— le hablo como se me pegue la gana. No iras a mas practicas de Tenis, no habrá mas batería, no hasta que pongas de tu parte para aprender lo que hacemos los Cullen. No es posible que tu hermana este mas interesada que tu —

— somos distintos —

— ya veo. Ella si es inteligente, ella ve por su futuro — 

— pues entonces enseñala a ella... ¡ya estoy harto de que me compares con ella! Yo... Ya no quiero ser tu hijo... Me... Me voy a dormir con mi padrino Alec... — Anthony estaba llorando. Se puso de pie y salio de la cocina. 

Edward se quedo de pie. Parecía estar en shock, sus ojos estaban llenos de lágrimas que no se permitía derramar. 

Renesmee entró a la cocina con lágrimas en los ojos, miro a Edward y luego a mi

— ¿que paso? —

— el... El dijo... Ya no quiere ser mi hijo —

— papá... No le hagas caso... El... Tio Alec lo traerá más noche, cuando empiece a llorar de arrepentimiento — salí de la cocina, no me gustaba la forma en que mi niño había salido.

Busque a Ángela en el comedor de empleados, ella me sonrió al verme, obviamente sin olvidar que nos había descubierto a Edward y a mi.

— ¿sabes donde vive Alec? —

— ¿el padrino de Anthony? Si, como a seis casas de aquí. Su casa es una grande, azul, con arboles en el patio delantero, si quieres puedo llevarte —

— no, esta bien Angie, creo que encontrare la casa —

Sin mirar atrás corrí por la acera hasta llegar a aquella casa azul. Era una casa inmensa.

Desde lejos pude escuchar el sonido de una batería y una guitarra, esperaba que pudieran escuchar el timbre.

La voz de una mujer me atendió, me pidió mis datos y me hizo esperar unos minutos hasta que vino a abrir la puerta. Adentro, el sonido de la batería y la guitarra era mas fuerte, estaban tocando ojo de tigre.

Me llevo hacia un de la habitaciones del fondo. Ahí, mi niño estaba tocando la batería junto a un chico moreno de no mas de 26 años, moreno, buen físico, con un piercing en su ceja y tatuajes en su brazo derecho. Ambos dejaron de tocar cuando me vieron. Anthony se puso de pie y corrió a abrazarme

— mi amor... ¿estas bien? —

— si... ¿te envió el señor Cullen? — Sonreí y acaricie su mejilla

— no. Me preocupe cuando saliste — se escuchó un carraspeo tras nosotros

— oh, disculpa... El es mi padrino Alec Townsend, ella es Bella, mi niñera — Sonreí para Alec. Se veía bastante rudo como para poder apadrinar a un niño tan tierno como mi Tony — es gay, así que quita esa cara — Sonreí, se veía celoso

— Vamos Eddie, ¿a todas tienes que decírselo? Quedamos en que se quedaría entre tu y yo — su voz no sonaba para nada gay, de hecho se veía bastante masculino con ese toque rebelde

— Bella es de papa —

— no Cariño, soy libre aun —

— sabes que no... ¿puedes darle celos con Alec? Ya sabes, hacerle saber que ninguno de los dos lo necesitamos... ¿por favor Bella? — Sonreí

— ese Edward Cullen es un hijo de... —

— hey, no digas palabrotas frente a mi niño — reprendí a Alec, ambos rieron

— llegas tarde Bella, todo lo malo que yo se me lobha enseñado Alec... ¿entonces? —

— Edward necesita una lección, aunque necesito decirle a Erick antes de que quiera matarte por meterte con su hombre — Sonreí. Estos dos estaban locos.

Anthony se durmió cerca de las diez de la noche, Alec se ofreció a llevarme a la casa Cullen ya que ya era muy tarde para que me fuera sola.

Platicamos acerca del plan de Tony. Alec pasaría por mi en la mañana, pues iriamos juntos a llevar a Anthony a su práctica de Tenis, luego acompañaría a Alec a Grupo Eclipse, el trabajaba ahí, era el encargado de la contabilidad. Seguro Edward se molestaría, pero yo prefería a mi niño.

— pasamos por ti mañana a las nueve... Edward llevara a Renesmee con el, así que no debes preocuparte por cuidarla —

— ok. Cuidas a mi niño por favor — sonrió y asintió.

— ¿puedo besarte ahora? — preguntó aun sonriendo

— ¿seguro que eres Gay? —

— bueno, no se me ha parado, y eso que tienes un culo excelente...— abrí mis ojos sorprendida por su franqueza, me tomo por la cintura y me beso duramente. ¡Oh, señor! Podría enamorarme de este gay.

— ¡Isabella Cullen! —gritaron dos voces a mi espalda. Edward y Renesmee. Me aparte de Alec y me gire a verlos

— no... Soy... Una Cullen — advertí separando las palabras

— te veo mañana baby — se despidió Alec. Dije adiós con mi mano y luego camine hacia mi habitación.

:::

Renesmee se veía hermosa con su traje de vestir y sus tacones de cinco centímetros. Me había pedido que recogiera su cabello en una cola de caballo bien ajustada.

Durante el desayuno ninguno de los tres hablo, fue hasta el final de este cuando abrí mi boca.

— iré con Alec a llevar a Anthony a sus clases de tenis, después estaré con el en grupo eclipse — Edward se acerco a mi y me tomo por la cintura. Renesmee se alejo de nosotros corriendo a la camioneta de Edward

— no. No quiero que vayas con el. Tampoco quiero que Anthony viva con el... Se que me porte mal con el, pero convencelo de que vuelva, los quiero a los dos conmigo, por favor... Y no quiero ver que Alec te ponga un solo dedo encima —

— Edward... Estoy saliendo con Alec — suspiro y acerco sus labios a los mios

— no puedes estar saliendo con el... Hablaremos de esto hoy en la cena... Trae a Tony contigo — me beso tiernamente y luego salio con rumbo a la camioneta.

:::

Huh. Esta mierda se me estaba saliendo de las manos.

Luego de dejar a Tony en compañía de Steve fuimos a grupo Eclipse, donde Alec y yo entramos tomados de la mano.

Supuse que todos se sorprendían, reconociendome como la chica que había estado ahí mismo con Edward Cullen...

Una vez estuvimos en la oficina de Alec, en el cuarto piso, me la pase sentada en uno de los sillones jugando ninja fruit, venga, que era un juego realmente adictivo.

— me llaman en la oficina de Carlisle, ven, acompañe, después iremos por Anthony para ir a comer — lo seguí tomando su mano. Los tacones que había elegido no me permitían caminar muy rápido, por lo que Alec tenia que aminorar su paso.

Tomamos el elevador hasta el piso ocho, algunas personas ahí le sonrieron a Alec, uno incluso, creo que se llamaba Kyle, le preguntó quien era yo.

— mi novia, Bella — oh! Me enamoro de este gay.

Llegamos al piso ocho y fuimos hacia la oficina de Carlisle. Ahí estaban los cuatro Cullen.

Salude de uno en uno hasta llegar a Edward, Jasper y Emmett sonreían ante la reacción de mi jefe. Realmente no era el hombre que yo creía conocer. Prácticamente mataba a Alec con la mirada mientras veía como este me abrazaba por la cintura.

— ¿donde esta Renesmee? — le pregunte a Edward, el se aclaró la garganta y me respondió

— se quiso ir a casa, dijo que tenia algo importante que hacer —

— Alexander, necesitamos que viajes a México D.F. necesitamos una auditoría, las cuentas no nos cuadran — dijo Carlisle sin rodeos, impidiendo que Edward y yo siguieramos hablando

— si claro, ¿cuando necesitas que vaya? —

— te reservaremos un vuelo para esta misma tarde — Alec me miro, sabia que a el también le preocupaba dejar a Tony solo ahora que se encontraba molesto con su padre.

— no, ni lo sueñes — dijo Edward, alec y yo lo miramos frunciendo el ceño — Bella no ira contigo. Ella se va a quedar aquí — Alec sonrió y me miro a los ojos. Mierda santa, que el gay me intimidaba mucho cuando me veía así

— bueno baby, ya sera en otra ocasión que te lleve a conocer México — Sonreí y asentí

— no te preocupes. Pero me traes algo —

— ¿que quieres princesa? — lo pensé un poco y luego Sonreí con malicia

— un mariachi — todos soltaron la carcajada ante mi peticion. Mi teléfono comenzó a sonar, lo saque del bolsillo de mi pantalón. Era Tony — dime mi amor —

— Bella, soy Steve... Necesito que vengas urgentemente —

— ¿que ha pasado? —

— Anthony se rompió el brazo, ahora lo están estabilizando, pero creo que es mas recomendable llevarlo a un hospital —

— si... Espera — tape la bocina y me gire a ver a Edward — ¿en que hospital atienden a los niños? —

— en el Ángeles. ¿que paso? —

— llevalo al hospital Ángeles, ahí te alcanzamos — Steve corto la llamada y yo me aleje de Alec, necesitaba ir con mi niño y lo mejor era que Edward viniera conmigo. Era su hijo a fin de cuentas

— Bella... —

— Tony se rompió el brazo en practicas —

— vamos —

Edward, sin despedirse, tomo mi mano y me llevo al ascensor, entramos y esperamos hasta bajar, solo que el estúpido ascensor se detuvo. Edward golpeo la pared con su puño

— tranquilo cariño — dije tocando su hombro

— no estoy así por mi. Lo único que quiero es que esta mierda funcione para poder llegar con mi hijo... Y quiero que dejes de jugar con Alec a la feliz parejita, tu y el no son nada, ¿me escuchaste? Tu eres mía, y eso no va a cambiar —

— va a cambiar cuando regrese Maggie— 

— si, va a cambiar, pero aun así, seguirás siendo mía —

— como quisiera que ella no regresara — tape mi boca en cuanto lo dije. ¿que? No, yo no podía reclamar a Edward 

— ¿que? —

— nada, olvidalo — milagrosamente el ascensor comenzó a bajar.

Al llegar al hospital, nos llevaron a una habitación en donde Anthony estaba sentado junto a la ventana, se puso de pie al vernos y suspiro

— mi amor... — mis ojos se llenaron de lágrimas y corrí a abrazarlo

— estoy bien, tranquila, Steve exageró... Según el doctor solo me disloque, pero voy a estar bien en dos semanas —

— ¿seguro? Podemos pedir que te hagan otro chequeo para asegurarnos de que... —

— estoy bien mamá — se quejo poniéndome los ojos en blanco. Sonreí y bese sus labios, un pequeño roce que consiguió que mi pequeño se pusiera rojo...

Mi niño se veía hermoso sonrojado. Un carraspeo a mis espaldas me hizo girarme, Edward seguía aquí.

— iré a ver al doctor para saber si ya nos podemos ir a casa — dijo sonriendo un poco

— ¿y Alec? — me pregunto mi niño, acaricie su mejilla y el siguió la caricia de mi mano con si rostro

— Alec tiene que viajar a México hoy... Así que tendrás que regresar a casa hoy mismo cariño — suspiro

— esta bien... Papa, ve a pedir que me dejen salir, estar aquí me gusta, pero no exactamente como paciente — la puerta de la habitación se abrió y entro un chico de no mas de 26 años, rubio, bajito y con lentes, se veía realmente lindo

— uhm, hola, soy el Dr. Brandon, soy quien esta atendiendo a Edward —

— Anthony — corregimos los tres automáticamente, el doc se puso rojo y bajo su vista a su libreta

— Edward Anthony Cullen, si. El chico solo se disloco, no midió la fuerza con la que movió el brazo y el golpe de la pelota en la raqueta hizo que se le devolviera la fuerza, pero esta bien, usara el yeso dos semanas y luego tendrá que venir a removerlo —

— ¿ya me puedo ir? —

— cariño — reprendí a Tony

— uhm... Si, señora Cullen, ¿puede firmar aquí? — ¿es que en serio me veía tan vieja como para ser la madre de los niños?

— oh, yo... —

— venga, señora Cullen, nuestro hijo quiere ir ya a casa — dijo Edward sonriendo

— si mama, quiero descansar — fulmine a Anthony con la mirada y me acerque a firmar lo que el doc pedía.

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Una vez en la camioneta los regañe a ambos. No podían ir por la vida diciendo que yo era Isabella Cullen, yo no pertenecía a su familia.

Llegamos a casa y Edward rápidamente bajo de la camioneta, ni siquiera estacionó bien... Renesmee estaba en el patio delantero platicando con un chico. No cualquier chico... Mi hermano Jacob.