LA NIÑERA

Autor: CarlieCullen
Género: General
Fecha Creación: 10/07/2015
Fecha Actualización: 02/03/2016
Finalizado: NO
Votos: 2
Comentarios: 11
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Capítulos: 8

ISABELLA SWAN ES UNA JOVEN ESTUDIANTE DE GASTRONOMIA DE LA UNIVERSIDAD DE BOSTON. SU MADRE BIOLOGICA LA REGALÓ A LA FAMILIA BLACK CUANDO ELLA TENIA SOLO 5 AÑOS DE EDAD.

 

PARA AYUDAR A LA FAMILIA BLACK CON LOS GASTOS DE LA UNIVERSIDAD Y CON EL MANTENIMIENTO DEL HOGAR, ENTRA A TRABAJAR COMO NIÑERA DE LA FAMILIA CULLEN, UNA DE LAS MÁS PODEROSAS DE TODO BOSTON.

 

ISABELLA DESCUBRE QUE A PESAR DE QUE LA FAMILIA SE OBSERVA COMO LA FAMILIA PERFECTA, DESDE EL INTERIOR DE LA CASA TODO MUESTRA LAS CARENCIAS DE ESTA: UNOS NIÑOS MALEDUCADOS, UNA ESPOSA NEUROTICA Y UN MARIDO INFIEL, CON INICIO DE ALCOHOLISMO Y CONQUISTADOR POR NATURALEZA.

 

DURANTE SU ESTADIA COMO NIÑERA DE VERANO PARA LA FAMILIA CULLEN, ISABELLA SE VE INMERSA EN UN ROMANCE FUGAZ CON EL SEÑOR CULLEN, QUIEN CAE EN DEPRESION DESPUES DE QUE SU ESPOSA DECIDE ABANDONARLO. 

 

PERO COMO NO TODO ES COLOR ROSA, EL REGRESO DE UNA SEÑORA CULLEN DISPUESTA A RECUPERAR A SU FAMILIA TRUNCA TODOS LOS PLANES QUE ISABELLA HABÍA HECHO EN SU CABEZA, QUITANDOLE ASÍ LA ILUSION DE FORMAR UNA FAMILIA CON EL JEFE DE LA FAMILIA CULLEN.

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Capítulo 3: CAPITULO 3

Los niños no habían permitido que me marchara, habían peleado con Edward hasta que se disculpó y me pidió que me quedara. Me negué al principio, yo no podría seguir aquí si él no ponía de su parte, pero al final fueron las lágrimas de los niños las que me convencieron de quedarme. Si, Renesmee también había llorado para que no me marchara.

 

Me encontraba en mi habitación, me había dado un baño y ya estaba lista para dormir.

 

Después de la media noche me despertó el sonido de la puerta abriéndose, me senté de golpe, me sentí como en una película de terror en donde el monstruo entra a la habitación y ya no hay escapatoria. Encendí la lámpara y me encontré con Edward ahí de pie, traía en su mano un bowl con algo.

 

— ¿podemos hablar?— 

 

— pasa— puso el pestillo a la puerta y luego se acercó a la cama

 

— quería explicarte porque reaccioné como lo hice ahorita en la sala— 

 

— no tienes que explicarme nada, comprendo que es tu casa y tienes razón, yo no puedo ordenarte corregir tu vida, si quieres morir de cirrosis por mi está perfecto, yo solo te pido que no les des ese ejemplo a tus hijos— 

 

— escúchame un momento Bella. Yo no quería gritarte, y se que lo que hago está mal, pero ya no puedo evitarlo. Si lo hice fue porque pensé que… bueno, que nadie sospecharía lo hay entre nosotros si nos mantenemos peleados ¿comprendes? Lamento si te hice sentir mal— golpee su pecho dos veces

 

— me lo hubieras dicho, te hubiera seguido el juego un poco mas— sonrió y luego se acercó a besar mis labios

 

— mañana podemos pelearnos nuevamente, no te preocupes ya encontraré la ocasión. Me he robado unas fresas de la cocina, ¿quieres jugar?— 

 

Eran las cinco de la mañana cuando me desperté, Edward me mantenía aun abrazada junto a su pecho. Lo desperté para que se marchara antes de que alguien lo viera salir de mi habitación.

 

Después de desayunar, Tony ayudó a Renesmee a limpiar su habitación. Yo había quedado en llevarlos a algún lugar para pasar el tiempo, así que preparé sándwiches y los puse en un canasto junto con fruta, refrescos y algunas frituras, este día Renesmee iba a probar la comida chatarra que tanto se prohibía.

 

Los llevé en el auto hasta las afueras de la ciudad, en donde montamos un picnic a la sombra de un gran árbol. Renesmee se dejó trenzar el cabello mientras ella comía frituras y reía con las anécdotas de Tony. Antes de caer el sol comenzamos a dictarle a Tony algunas reglas para la casa, el las anotaba en su celular, era rápido escribiendo.

 

— no decir malas palabras… ¿te parece Bella?— Renesmee me pedía mi opinión casi siempre, parecía que comenzábamos a llevarnos bien

 

— claro cariño— 

 

— una hora limite para llegar. Nosotros podemos llegar a las nueve, con permiso claro y los mayores a las doce— Anthony estaba muy entusiasmado

 

— y quien llegue cuando la cena ya esté empezada no tendrá postre… ¿está bien Bella?— le complementó Renesmee

 

— me parece perfecto. Debemos irnos, tengo que preparar la cena— comencé a levantar todo, los niños estaban entusiasmados con el reglamento.

 

Edward nos esperaba ya en la sala, había regresado temprano de la oficina. Los niños corrieron a la habitación de Anthony pues harían el reglamento en la computadora.

 

— ¿la pasaron bien?— me preguntó Edward antes de acercarse a mi, miro para todos lados para comprobar que nadie nos mirara antes de darme un tierno beso

 

— si, creo que me llevo mejor con Renesmee— 

 

— bien. Mi familia vendrá a cenar, tendrás que cocinar muchísimo— 

 

— no te preocupes. Me voy a la cocina— le di un ligero rozón de labios y luego fui a preparar la cena.

 

Toda la familia Cullen llegó justo a las ocho, todos ya tenían un lugar en la mesa, así que me tocó sentarme a la izquierda de Edward, en el lugar de Maggie, pude notar que a Alice y Rosalie no les había gustado eso para nada, sin embargo, a Edward y a los niños no les había molestado.

 

— te toca agradecer a Dios Renesmee— le dije antes de comenzar a comer, Edward, Anthony y yo cerramos los ojos, no supe si los demás lo habían hecho también

 

— gracias señor por poner nuevamente el pan sobre nuestra mesa, bendice nuestros alimentos, dales pan a quienes tienen hambre y hambre de ti a quienes te necesiten señor. También te agradecemos por prestarnos a Bella para que nos preparara los alimentos que todos los días llegan a nuestra mesa y por prestarle conocimientos para que no nos intoxiquemos— sonreí –te agradecemos por hacer que mi papá no bebiera hoy y por haber reunido a toda la familia para poder compartir los sagrados alimentos. Encárgate de mamá, ella no es muy buena cocinera y seguro que ahorita estará cayendo en la tentación de la pizza. Amen.

 

— amen— respondimos todos. Cuando abrí los ojos me di cuenta de que no era la única que sonreía

 

— te quitará el puesto— me murmuró Edward

 

— por el momento lleva ventaja, veamos como te defiendes tu mañana— dije comenzando a partir mi pedazo de carne

 

— ¿me toca mañana a mí?— 

 

— claro papá, todos ya lo hicimos, así que ve preparando un buen discurso… yo me pasé todo el día practicando el mio— le dijo Renesmee, nadie mas hablaba, solamente nosotros.

 

El celular del grandote comenzó a timbrar, los niños lo miraron frunciendo el ceño

 

— ¿Qué?— quiso saber

 

— no se utiliza el celular en la mesa— le respondió Tony, Edward estaba sonriendo, no se si por lo que los niños decían o por que yo estaba acariciando su pierna con mi pie bajo la mesa

 

— ¿y si es urgente?—  

 

— que te dejen un mensaje. La mesa es un lugar para compartir con la familia Emmett, no para recibir mensajes o llamadas— 

 

— Renesmee…— pidió Emmett para que la niña lo ayudara

 

— lo siento Emmett, está en el reglamento, yo no puedo hacer nada— le respondió ella

 

— ¿llevas aquí una semana y ya pusiste un reglamento?— me preguntó Rosalie

 

— bueno, tenia que buscar una manera para controlar a los niños y a Edward— le respondí

 

— a Edward… como si eso fuera posible. Aunque seguramente hay una regla especial en la que dice que para controlar a Edward tienes que acostarte con él— 

 

— Rosalie— la reprendió Edward

 

— no lo niegues Edward, todos sabemos como eres y seguro que esta zorra se está aprovechando de que Maggie no está para meterse en tu cama— 

 

— en primer lugar no tienes por que sacar esas platicas en la mesa, y menos frente a los niños. En segundo lugar, deberías cuidar mas a tu marido en lugar de preocuparte por Edward, recuerda que estas embarazada y en este momento le resultas menos atractiva debido a tu enorme vientre, y en tercer lugar no soy ninguna zorra, soy alguien necesitada y por eso acepte este trabajo. Con permiso, se me fue el hambre. Renesmee, cariño, ¿te encargas del postre?— 

 

— pídele una disculpa a Bella, ahora— exigió Renesmee poniéndose de pie a mi lado, mirando a Rosalie con rabia

 

— déjalo así cariño— le pedí para tranquilizarla

 

— no. Si ellas no pueden aceptar que tu estés aquí haciendo el papel que mamá no ha sabido hacer entonces que se marchen, tu nos enseñaste que nuestra mesa se respeta y es lo que quiero, que Rosalie la respete, también Alice, porque también vino ayer a hacer desprecios con tu comida, Bella— Edward se puso de pie

 

— mi hija tiene razón. Queremos una disculpa para Bella, si no, ahí esta la puerta, pueden marcharse si no se sienten cómodos aquí— 

 

— disculpa nuestro comportamiento. ¿Puedo llamarte Bella?— me preguntó la madre de Edward, la miré apenada, ella no merecía unas nueras como esas

 

— si claro. Pero no se moleste, todo está bien— 

 

— ¿Alice, Rosalie?— Edward aun esperaba sus disculpas

 

— lo sentimos— murmuraron, Renesmee me tomó la mano, sus ojos estaban llenos de lágrimas

 

— ¿cenaras con nosotros? Por favor Bella— una lagrima corrió por su mejilla y me apresuré a limpiarla

 

— claro cariño— 

 

Cenamos en un ambiente un poco tenso. Tony le contó a la familia sobre su próximo partido en Los Angeles, aunque Edward aun no le daba permiso, el sabía que iba a ir y que yo lo acompañaría.

 

Al terminar la cena fui por el pastel de tres leches que había preparado, en esta ocasión nos tocaría de una rebanada a cada uno ya que éramos muchos, yo no había planeado que viniera toda la familia Cullen. Renesmee me ayudó a servir y luego de que tomó su lugar comenzamos a comerlo.

 

La madre de Edward me pidió la receta para prepararlo, alegando que el suyo no quedaba tan delicioso como el mio. A decir verdad, las comidas que uno prepara no saben tan ricas como cuando las prepara alguien más. Quede de ir a su casa al día siguiente después del entrenamiento de Tony, él y Renesmee me acompañarían.

 

Cuando se marcharon eran ya las nueve y media y me sentía agotada, pero Edward me pidió hablar en su despacho. Les dimos las buenas noches a los niños y luego nos fuimos a hablar.

 

Apenas la puerta se cerró con seguro y me eche a llorar entre sus brazos mientras él intentaba calmarme. Me había estado conteniendo durante toda la cena para no echarles a perder el momento a Renesmee y a Tony.

 

— me sentí humillada. Y lo peor de todo es que tienen razón, soy una zorra— dije entre sollozos

 

— no, no lo eres, eres humana y tu cuerpo reacciona al contacto. Ellas son unas odiosas, ya no llores. Les has agradado a mis padres y a mis hermanos— 

 

— no lo se. Tus hermanos parecían molestos porque pediste que se disculparan— 

 

— lo merecían Bella— besó mis labios dulcemente para que terminara de tranquilizarme –yo quería hablar de Tony… se que quiere ir a Los Angeles, pero no lo se Bella, ¿no crees que es muy pequeño para esos torneos?— limpie mis lagrimas y me senté en el sillón individual

 

— es su única forma de distracción Edward, no se la quites, él en verdad es bueno jugando tenis, y lo ama que es lo mas importante. Yo iré con él si tú no puedes ir, me llevo también a Renesmee si quieres— 

 

— ¿crees que los soportes?— preguntó tomando asiento frente a mi –se que te llevas mejor con Renesmee y que los niños están poniendo de su parte para portarse bien, pero ¿y si se descontrolan?— 

 

— Edward, tengo dos hermanos pequeños, se como controlar niños— sonrió

 

— bien. Dile a su profesor que podrá ir a jugar, que tu irás con él y que quizás yo lo haga— sonreí

 

— ¿en serio?— 

 

— si. No voy a permitir que esos dos te maten— me puse de pie y fui a abrazarlo

 

— Anthony se pondrá feliz. Me voy a dormir, hasta mañana— 

 

— hasta mañana— besó nuevamente mis labios y luego me dejó marchar.

 

Renesmee y yo estuvimos platicando mientras Tony practicaba, a ella también le gustaba la idea de ir a Los Angeles a ver jugar a su hermano. 

 

El profesor me entrego algunas hojas que Edward tenía que firmar, Anthony no cabía en si de la emoción que tenía.

 

Llegando a la casa de sus abuelos, los niños se fueron corriendo escaleras arriba, la señora Cullen me explicó que iban al cuarto de juegos.

 

Estábamos en la cocina preparando el pastel de tres leches cuando ella sacó una plática que me impresionó: mi relación con Edward.

 

— mi hijo no paraba de mirarte y sonreírte, a una madre no se le escapa nada— me sonrojé

 

— mamá dice eso— 

 

— ¿se conocían de antes?— 

 

— no. Lo conocí cuando me hizo la entrevista de trabajo—  

 

— ya veo. Le has calado hondo a ese hijo mio, y me alegro. También me agrada el reglamento que has impuesto en la casa, Margaret tiene a esos niños tan mal educados, en especial a Renesmee. Cuando dijo que se iba a Irlanda no hice mas que darle gracias a Dios— ambas reímos, la señora era ocurrente

 

— señora…— 

 

— no, nada de señora, llámame Esme— me interrumpió moviendo su mano en el aire para captar mi atención

 

— Esme, ¿no te agrada Maggie?— 

 

— no mucho… quedó embarazada de Edward cuando tenia 19 años, a partir de ahí ha insistido en fusionar las empresas Cullen con las que le dejó su padre, afortunadamente Edward no ha cedido ya que esas empresas son un fracaso total. Yo le dije a Edward que no se casara con ella, que si quería que respondiera por los niños pero que no era necesario que se casaran, pero el es tan terco… insistió en que estaba enamorado de ella y míralo ahora— 

 

— él la quiere— yo estaba consciente de eso, quería a su esposa tanto como a sus hijos

 

— si, la quiere, le tiene afecto, pero no la ama… te apuesto lo que quieras Bella, a que mi hijo terminará enamorado de ti, que tu lograrás cambiarlo completamente— me sonrojé nuevamente

 

— no estoy segura de eso— respondí sinceramente

 

— si tu y mi hijo no terminan juntos, yo te pongo un local para pastelería, con todo el mejor equipo del mundo… pero si terminan juntos me vas a dar todos los hijos que dios quiera darte— reí, ¿Qué clase de apuesta era esa?— 

 

— hecho— ahora tenia que proponerme alejarme de Edward, esa pastelería significaría una gran entrada de dinero para mi familia.

 

El padre de Edward llegó cuando ya estábamos decorando el pastel, junto con él venían sus dos hijos.

 

El grandote, Emmett se estaba comiendo las frutas que le pondría al pastel, así que tuve que golpearlo en la mano tal como lo hacía con Jacob. El otro, el rubio, Jasper, se rio de él a carcajadas, decía que le dolía el estomago pero no podía para de reírse. Esme y su esposo también estaban riendo.

 

Un mensaje de Edward entró en mi celular, Emmett lo cogió antes de que yo pudiera hacerlo

 

— Bella… no podré llegar a cenar con ustedes, algo se me cruzo en el camino, llego antes de media noche, discúlpame con los niños… ah y guárdame postre, más bien si son fresas… EC— sonreí. Como nos habíamos divertido con las fresas, aunque no tenían crema ni chocolate — ¿Qué harás de cenar Bella?— 

 

— no lo sé, tengo que regresar a casa para preparar algo para los niños— 

 

— ¿y por que no cenan aquí con nosotros? Edward no va a llegar hasta muy noche y no creo que se moleste. Aprovechemos que Rosalie no esta aquí esta noche— 

 

— Emmett…— lo reprendió Esme

 

— solo lo digo porque así podemos cenar sin ningún disgusto para Bella— 

 

— te pido disculpas por el comportamiento de Alice, ya me comento lo que hizo en tu casa— me dijo Jasper

 

— no, no es mi casa. Gracias, la verdad es que si me hicieron sentir mal, en casa me dijeron que la mesa se respetaba, y es lo que yo trato de enseñarles a los niños. Creo que aprenden rápido— 

 

— ¿sabes Bella? Cuando mi hijo nazca te contrataré para que lo eduques— dijo Emmett regresando a las frutas, lo miré alzando una ceja para que se retirara de ahí, Jasper comenzó a reír. 

 

Los niños bajaron para saber la causa de la risa de Jasper, también rieron cuando Emmett les dijo que yo había golpeado su mano por estarse robando las frutas.

 

— su padre no llegará para la cena, y Emmett nos ha invitado a cenar aquí, ¿Qué dicen?— quise saber, ellos asintieron.

 

Me senté en medio de Tony y Renesmee, Esme fue la encargada de servir la cena y Emmett ayudó con el postre.

 

— lo lamento abuela, pero el pastel de Bella es mejor— le dijo Anthony cuando terminó su rebanada

 

— Anthony Cullen, hieres mis sentimientos— respondió Esme mientras fingía llorar, todos en la mesa reímos

 

— acéptalo mamá, la nueva chica de Edward es mejor cocinera que tu. ¿Hace cuanto que estas con Edward, Bella?— Emmett sonreía mientras se dirigía a mi, intenté que la sangre no subiera a mis mejillas

 

— no estoy con Edward, solo cuido a los niños— respondí

 

— pero si por alguna razón mis padres se divorcian, me gustaría que te casaras con papá— me dijo Renesmee la miré atónita, ¿Qué? No cabía duda de que lo que a Renesmee le hacia falta era un poco de amor

 

— eso no pasará, cariño— la puerta de la entrada se abrió y esperamos a que apareciera alguien de la familia, ya que si fuera otra persona no dudaría en tocar. Edward entró al comedor, sonreí al darme cuenta de que estaba sobrio

 

— buenas noches, vengo por mi familia ya que no llegaron a cenar— dijo intercalando miradas entre los niños y yo.

 

— dijiste que llegarías tarde y tu hermano nos invitó a cenar aquí— respondí sonriendo

 

— ¿y que hay del reglamento? ¿No se supone que tendrían que avisarme que no llegarían?— me preguntó ahora mas serio, suspiré… esta era la pelea para que todos creyeran que no nos llevábamos tan bien

 

— los niños estaban conmigo, no creí que te molestara— 

 

— claro que me molesta Isabella, no puedes sacarlos sin mi autorización y no regresar temprano a casa— todos estaban serios, asustados quizás

 

— está bien, no volveré a sacarlos sin tu autorización— 

 

— no es culpa de Bella, papá. Me llevó a mi entrenamiento de tenis y luego vinimos hacia acá ya que la abuela quería que la ayudara a preparar un pastel de tres leches— le explicó Tony

 

— no te molestes papá, te hemos guardado un poco, ¿cierto abuela?— Renesmee se puso de pie y se estiró para tomar el cuchillo para partir una rebanada de pastel para Edward

 

— siéntate hijo, ahorita pido que te traigan cena— le dijo su madre

 

— no te preocupes mamá, cene con Mark y Derek. Solo que llegue a casa y me informaron que los niños no estaban, luego Jessica me dijo que habían venido con Bella para acá. Vámonos ya, quiero descansar— los niños y yo nos pusimos de pie y seguimos a Edward. Me despedí de la familia en la puerta de la casa y luego subí a mi auto, los niños viajarían con Edward.

 

**compré algunas cosas para divertirnos hoy por la noche, te espero en el tercer piso… EC**

 

Sonreí y seguí la camioneta de Edward hasta casa.

Capítulo 2: CAPITULO 2 Capítulo 4: perdida

 


 


 
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