Sacrificio por rendición

Autor: AlJayPattStew
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2015
Fecha Actualización: 20/03/2015
Finalizado: NO
Votos: 1
Comentarios: 3
Visitas: 6995
Capítulos: 7

Isabella Swan piensa que ir a vivir a Forks es lo más aburrido que puede pasar, pero todo cambia cuando conoce al misterioso Edward Cullen, llegando a la escena Adam Agoria y compitiendo esta vez Jacob Black. Isabella tendrá que lidiar con deseos y peligros ¿será capaz? A esto sumando, un sacrificio que se debatirá entre amor y deseo.

Creer en algo nunca fue tan complicado. 

 


Holaaaa!!! Nuevo fanfic. Es mi primer historia aqui asi que espero que le den una oportunidad y comenten(: Las amo

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 1: Capítulo 1

CAPITULO 1

BELLA

Isabella Swan no se arrepentía de su decisión. Sería un gran reto pero esperaba obtener ventajas. No creía que un pequeño pueblo tuviera la misma vitalidad de una ciudad que se extendía en todas las direcciones, como su hogar. Tomaría las consecuencias de forma madura y, por lo tanto, no había nada que perjudicara a mamá o a papá.

Su nuevo “hogar” era pequeño, frio, lluvioso y…verde. La esperaban nuevas clases, nuevos amigos, nuevos profesores, nueva escuela, nueva casa, nueva vida. Pero…aun así, no se arrepentía de su decisión. Phoenix no sería más su hogar, cambiaba de nombre y ahora se llamaba Forks.

Suspiró.

Estaré bien, mamá-dijo por enésima vez mientras no apartaba la vista de sus ojos azules.

-Hija, no…-comenzó a contradecirla…de nuevo.

-¡Mamá, por favor!-dijo finalizando la conversación que habían estado manteniendo hace dos meses.

-De acuerdo-se dio por vencida-llámame si quieres volver-la envolvió en un cálido abrazo y Bella luchó con las ganas de llorar. Puedo hacerlo.

Subió al avión esperando por su destino. Seis horas después se encontraba en Forks.

-Me alegro de tenerte aquí, Bella-le dijo Charlie, su padre, mientras subían las escaleras de la nueva casa, nueva para Bella-es increíble todo lo que has cambiado-siguió diciendo. Sabía que no era cierto, tenía la misma cara que de niña-espero que estés cómoda aquí-puntualizó-hay una repisa vacía en el baño para ti-comunicó mientras dejaba las maletas en el piso de mi habitación.

-¡Qué bien, un baño!-dijo sarcásticamente por lo bajo, pero creyó que la había escuchado.

-La vendedora escogió la ropa de cama, ¿te…te gusta el morado, cierto?-dijo obviamente no teniendo idea de que hablaba.

-El morado es lindo-le contesto y siguió estudiando la habitación.

El mismo tono rosa pálido de las paredes, cortinas viejas amarillas, una mecedora. En su defensa, Charlie había introducido un escritorio donde iría el ordenador y usaría para los deberes. La habitación era deprimente.

-Ok-dijo y salió incómodo y torpemente de la habitación dejándola sola. Eso era una de las mejores cosas de Charlie, le daba su espacio.

Se sintió mal en esa habitación, así que abrió la ventana pero no funciono porque el exterior era igual de deprimente; aun no llevaba ni un día en Forks y ya extrañaba el sol.

Haber llegado aún en el verano le daba la oportunidad de acoplarse al lugar. Comenzó a desempacar y a guardar su ropa. Luego le siguieron los libros y CD’s. Tenía que remodelar esa habitación lo más pronto posible. Golpearon la puerta.

-¿Bella?-llamó Charlie

-¿Sí?-abrió la puerta y metió su cabeza por ahí

-¿Puedes venir un momento? Tengo una sorpresa para ti-odiaba las sorpresas.

-De acuerdo-salió de la habitación y lo siguió a la calle, ahí había una pickup rojo desvaído de aspecto bulboso.

-Es un Chevy del 56-le dijo, no tenía idea de autos-es para ti-le dijo cuándo lo vio confundida

-¡¿Esto?!-lo señaló-¡caramba, papá!-se acercó al camión-¡muchas gracias!-chillo mientras pasaba la mano por la pintura.

-Creí que lo necesitarías para moverte y no creo que quieras que te lleve en la patrulla siempre-dijo y sonrió, Bella se estremeció.

-¡Claro que no!-dijo y se rieron.

Aquella noche no durmió bien, ni siquiera cuando dejo de llorar. El siseo constante de la lluvia y el viento sobre el techo no aminoraba jamás, hasta convertirse en un ruido de fondo. Se tapó la cabeza con la nueva colcha y luego añadió la almohada, pero no conseguí conciliar el sueño antes de medianoche, cuando al fin la lluvia se convirtió en un fino chipi-chipi.

A la mañana siguiente, lo único que veía a través de la ventana era una densa niebla, y sintió que la claustrofobia se apoderaba de ella. Aquí nunca se podía ver el cielo, parecía una jaula.

Tomo una ducha y contemplo su reflejo en el espejo mientras se cepillaba el cabello húmedo y enmarañado, tenía un aspecto más cetrino y las ojeras se veían fácilmente debido a la falta de sueño del día anterior. Sus grandes y expresivos ojos marrones estaban apagados y tenía que usar un bálsamo labial porque el mal clima del día anterior había hecho estragos. Suspiro derrotada y salió a desayunar.

Una tostada y un vaso de leche fueron suficientes. Hizo la lista de las compras y la puso en el bolsillo trasero de su pantalón. Tomó el dinero de un jarrón que decía “dinero para la comida” y subió a su habitación para tomar el dinero que su madre, solidariamente, le había dado para “cualquier gusto que te quieras dar o una remodelación a tu habitación” no se había equivocado.

-¿Vas a salir?-le preguntó Charlie

-Ehh…si…iré al Thriftway y necesito hacer unas compras-le contesto mientras tomaba las llaves del monovolumen.

-De acuerdo, yo iré a pasar la tarde con Billy Black, en la reserva ¿no te molesta, verdad?-dijo

-Por supuesto que no-le contesto, aunque en verdad no sabía quién era Billy Black-estaré afuera por un rato

-Ten cuidado-le dijo

-Sí, igual-salió a la neblina, este definitivamente no era su hogar. El monovolumen arrancó a la primera pero la asustó el sonido ensordecedor del motor.

No fue difícil encontrar el supermercado, como suponía, estaba en el centro del pueblo. Al entrar se sintió más cómoda, los grandes escaparates y los altos techos hacían olvidar el sonido de la poca lluvia que ya caía.

Regresó a casa para guardar los víveres, Charlie se había ido ya, después se aventuró a ir a Port Angeles, a una hora de distancia, para comprar cosas para su habitación. Una de las ventajas de haber pasado dos semanas en Forks cada verano era que recordaba vagamente los lugares, se había rehusado a ir ahí en vacaciones cuando cumplió los catorce años de edad.

Llegó a la tienda y una amable chica de melena rizada la atendió. Logró comprar persianas y cortinas de tiras, una tira de pequeñas lámparas chinas para adornar la pared, cojines y un corcho.

El rosa de las paredes era deprimente así que compró pintura color azul verdoso. Tenía mucho trabajo por hacer en casa.

Los siguientes días pasaron rápidos mientras remodelaba su habitación y se dedicaba a limpiar la casa, hacer la colada y hacer la cena.

Tenía que admitir que la vida en Forks era parecida a la que llevaba en Phoenix, excepto por el abrasador sol, tenía que hacer algunas veces las compras y limpiar y recordarle a su madre donde había dejado todo.

Desde luego que la extrañaba. Risueña, cariñosa y atolondrada, así la podía describir y era una descripción acertada. Más que eso.

Además, Forks era demasiado pequeño, todos habían crecido juntos, incluso sus abuelos también, y podría apostar que los bisabuelos también; por eso no le sorprendio cuando el primer día de clases una chica un poco más pequeña que ella, con pelo lacio y castaño la saludó.

-Te vi la semana pasada en el súper-inició mientras manoteaba y hacia énfasis en sus palabras-me imagine que eras la hija del jefe de policía, no pasa nada nuevo aquí muy seguido.

-Este…bueno, la verdad eso me lo imagine-le aclaró tratando de parecer amable. La chica se la pasó hablando animadamente la mayor parte del tiempo lo que Bella agradeció. No era de muchas palabras. La chica risueña correspondía al nombre de Jessica y amablemente la acompaño en la fila del almuerzo y la invitó a su mesa. Le presentó a todos sus amigos pero Bella olvido el nombre de todos en cuanto los pronunció.

Una chica de anteojos que tuvo la amabilidad de recordarle que se llamaba Ángela se unió a su plática y la prefirió a ella porque pudo notar que Jessica ahora disfrutaba del hecho que ella había sido la primera en hablar con la chica nueva.

Y ahí estaba. Sentada frente a una bandeja con una manzana y una limonada en la cafetería llena de adolescentes alocados tratando de enumerar las razones por las cuales se había mudado cuando los vio. Eran cuatro. Penetraron en el comedor.

-¿Quiénes son?-le preguntó a Ángela.

-Los Cullen-murmuró y se sonrojo. Isabella se preguntó la razón de ese sonrojo.

-Son hijos adoptivos del Dr. Cullen…se mudaron de Alaska hace algunos años-explicó Jessica repentinamente interesada

-Es que no socializan con otros-aclaró Ángela

-Es que andan juntos-Bella arqueó una ceja-si andan juntos-el tonillo que le puso sacó a relucir la curiosidad de Bella.

-La rubia es Rosalie y el de cabello oscuro es Emmett-susurró Jessica cuando una rubia escultural de esas que aparecen en las portadas de revistas y con las cuales cualquier chica perdería parte de su autoestima con tan solo estar a su lado. Era tan hermosa que dolía verla- son como pareja…ni si quiera sé si eso es legal-Jessica alzó la voz cuando se alejaron

-Jess, ellos no son parientes-la reprendió Ángela

-Si pero viven juntos, eso es raro…-Jessica se calló cuando dos más pasaron a su lado-ok… la de cabello corto, Alice, ella si es muy rara, ella anda con Jasper el rubio que parece estar sufriendo…-susurró- emm… el Dr. Cullen es cupido y padre adoptivo-pinchó una hoja de lechuga de su ensalada

-Tal vez me adopte-bromeó Ángela

-¿Quién es el?-murmuró Bella sin respiración cuando vio al chico que acababa de entrar a la cafetería, Jessica se giró hacia la puerta y sonrió burlonamente.

-Él es Edward Cullen –le dio un tono orgulloso- es guapísimo obviamente pero nadie es suficiente para él-Bella se preguntó cuándo sería la vez que el chico habría rechazado a Jessica – a quien le interesa no-eso confirmo sus sospechas-así… que si…-Bella lo siguió con la mirada hasta que lo vio sentarse junto con los otros miembros de su familia, Jessica notó eso-en serio no pierdas tu tiempo-la voz de Jessica sonó a amenaza oculta.

-No planeaba hacerlo-negó con la cabeza frenéticamente.

-¡Hey, chicas!-saludó un chico flacucho, con acné y pelo grasiento con aspecto de formar parte del club de ajedrez. Jessica y Ángela se giraron a saludarlo, Bella agradeció eso. La había quitado de ser el centro de atención, además…comenzaba a sentir curiosidad sobre los Cullen.

Se sentaban en un rincón de la cafetería, al otro extremo de donde ella se encontraba. No platicaban ni comían pese a que todos tenían una charola con comida frente a ellos.

De los tres chicos, un era fuerte, de pelo oscuro y rizado. Emmett. Parecía peligroso. Otro era más alto y delgado, musculoso…aunque no tanto como su hermano. Y tenía el pelo color miel. Jasper. El último era desgarbado, menos corpulento y su pelo castaño dorado estaba despeinado, tenía un aspecto más juvenil que los otros dos. Edward.

Las chicas…el cabello de la rubia le caía en cascada hasta la mitad de la espalda. Rosalie. Alice, tenía el aspecto de un duendecillo, su pelo corto era rebelde y de un negro intenso.

Aun así…todos se parecían muchísimo. Blancos como la cal…aún más pálidos que Bella que era albina. Tenían ojos muy oscuros pese a la diferente gama de colores de los cabellos y ojeras lilas.

Los Cullen tenían una belleza inhuma y arrebatadora.

Era difícil decidir quién era el más bello, tal vez la chica rubia, Rosalie o el joven de pelo castaño dorado. Edward.

Bella no podía apartar la mirada de ellos, de repente el más delgado y de aspecto más juvenil la miró. Sus oscuros ojos se posaron en su cara sin ningún interés. Bella ahogó un gritito y quiso apartar la mirada pero no pudo, Edward Cullen fue quien lo hizo.

Bella no volvió a mirarlo durante el resto del almuerzo.

 


Holaaa!!!! Como estan? Aqui les traigo el primer capitulo!!! Espero que les haya gustado y como siempre comenten...please(8 Gracias(; Nos leemos luego<3

 

Capítulo 2: Capítulo 2

 


 


 
14438890 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios