Resident Geek (+18)

Autor: Fanfiction Addiction
Género: Romance
Fecha Creación: 09/09/2014
Fecha Actualización: 13/09/2014
Finalizado: NO
Votos: 2
Comentarios: 3
Visitas: 8827
Capítulos: 6

"Porque aquí entendemos tu adicción"


PDF Escrito en las Estrellas:

https://www.dropbox.com/s/0nnc26ec8d9o4k5/ENLE.pdf

PDF Primero y Diez:

https://www.dropbox.com/s/naqp0hikp5t5zy3/PRIMEROYDIEZ55.pdf

 

El Geeky Edward piensa que no tiene absolutamente ninguna oportunidad con la hermosa y popular Bella Swan. ¿Está en lo cierto, o será una de las muchas chicas que piensan los frikis son los mejores amantes?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 5: RG5

Resident Geek

By: cdunbar

Traducido por: Salem Fabian (FFAD)

Beteado por: Marta Salazar (FFAD)

www . facebook groups / betasffaddiction

Encuentra más sobre nuestras traducciones en www. facebook groups/ FFAddiction/(Sin espacios)

N/A: ODIO escribir capítulos hablados/con diálogos, es por esto que este capítulo tomó tanto tiempo. Yo solo quería pasar a la acción. Estúpido desarrollo de personajes…

Canción para este capítulo:

"Why Do You Let Me Stay Here?" by She & Him

(¿Por qué me dejas quedarme aquí? por She & Him)

Why don't you sit right down and stay awhile?

(¿Por qué no te sientas abajo a mi derecha y te quedas un rato?)
We like the same things and I like your style

(Nos gustan las mismas cosas y me gusta tu estilo)
It's not a secret; why do you keep it?

(No es un secreto; ¿por qué no lo guardas?)
I'm just sitting on the shelf

(Estoy sentada en el estante)

I got to get your presence

(Tengo que conseguir tu presencia/personalidad)
Let's make it known

(Vamos a conocernos)
I think you're just so pleasant

(Pienso que eres tan agradable)
I would like you for my own

(Me gustaría tenerte para mí sola)

 

BPOV

Me desperté a la mañana siguiente ansiosa por el nuevo día, de alguna manera logré despertarme antes de que mi despertador sonara. Salté de la cama sin necesidad de ningún incentivo o que me llamaran enérgicamente, lo que era más que inusual en mí.

Casi todas las mañanas eran como mi propio mini-infierno, porque odiaba el despertar con tal pasión; así que estaba tan sorprendida como Alice, fue cuando me sonrió al verla y le dije con entusiasmo: —¡Buenos días!

—Buenos días —repitió ella con desconfianza, perpleja con mi jovialidad—. ¿Qué te pasa?

Me encogí de hombros. —No lo sé, pero voy a tomar una ducha.

—Está bien —murmuró mientras caminaba junto a ella para ir al baño.

Gracias a Dios que no tuvimos que compartir el baño con nadie más. Había temido tener que compartir las duchas como el año pasado en el baño comunitario de la residencia de estudiantes. Nunca se sabía qué sorpresa encantadora se podría esperar en los sobreusados y casi nunca limpios cubículos.

Me estremecí ante los dolorosos recuerdos, y rápidamente los borré de mi mente al rememorar las aventuras de la noche anterior.

Mmmm… Edward…

No parecía ser justo que un hombre fuera a ser tan guapo. Y lo mejor de todo era que yo lo vería después. Un pensamiento que me hizo chillar como una niña de escuela y me provocara ejecutar un pequeño baile feliz en la ducha.

De acuerdo. Regresión a la escuela secundaria/instituto ahora, Bella. Contrólate.

Terminé con mi ducha y mi secado, envolví una toalla alrededor de mí y volví a mi habitación, sólo para encontrar a Alice encaramada sobre su cama, con las manos cruzadas sobre su regazo.

—Oye —hablé por hablar, sin saber qué más decir. Ella parecía tener algo en mente, o era que simplemente estaba muy aburrida y no encontró nada mejor que hacer que esperar a que terminara de ducharme—. ¿Qué pasa?

—¿Sabes lo que pasa, Bella Swan?

Uh-oh. Ella usó el apellido. Esto iba en serio. Yo tendría que saber que no podía salirme con la mía para siempre. Alice siempre se enteraba.

No entres en pánico. Sólo ofrécete a solucionarlo... y discúlpate. Discúlpate excesivamente.

—Lo siento mucho, Alice. Juro que lo arreglaré y no tendrás que preocuparte de nada —le supliqué, tratando de usar mi puchero y mis ojos de perrito para tomar tanta ventaja como fuera posible.

—¿De qué estás hablando? ¿Arreglar qué? —exigió Alice.

—Uh... ¿De qué estás hablando tú? —Yo desde luego no iba a revelar nada más por si no estuviéramos hablando de la misma cosa.

—Me refería a tu pequeño encuentro anoche con tu Nerd McCaliente. ¿De qué estabas hablando tú? —preguntó ella, levantando una ceja perfectamente esculpida hacia mí.

Conocía esa mirada. Ella no iba a dar marcha atrás.

Mierda.

Vale, respira profundamente, luego simplemente dile. Ella es pequeña. ¿Qué daño podría hacer? Además de despedazarme miembro a miembro.

—En cierto modo se me rompió un tacón de tu Jimmy Choo azul hace dos noches, cuando salí con Jessica —confesé en una carrera con las manos entrelazadas detrás de la espalda, la mirada fija en la alfombra en el centro del piso.

Me tensé ante la ira de Alice y con cada segundo que pasaba en silencio sabía que ella estaba construyendo una tormenta sólo para mí.

—¡Isabella Marie Swan! ¡No puedo creer lo descuidada que fuiste con mis Jimmy Choo! ¡MIS JIMMY CHOO! —chilló a todo volumen. Juro que las paredes temblaron un poco ante su estruendo.

Mantuve mi cabeza abajo con vergüenza y procedí lo más rápidamente que pude a disculparme profusamente como parte de mi plan. —Lo siento mucho, Alice. Verdaderamente lo siento. Te compraré otros nuevos, si quieres. Por favor, dime cómo hacer esto bien.

Ella no hizo ningún sonido después de mis disculpas, así que me arriesgué a mirarla. Alice me estaba dando una estrecha y calculada mirada, probablemente tratando de calcular cuánto podía sacar esta vez de mí.

—Cuatro viajes de compras en las que tengo un control completo y dos decisiones de atuendo, para ser elegidos a mi discreción —afirmó con firmeza después de pasar algún tiempo.

¡¿Cuatro?! ¿Tendría que hacer cuatro viajes con ella? ¿Cuánto podría valer esos zapatos de todos modos?

—Tres viajes y tienes un acuerdo —repliqué.

—Hecho. —Alice estuvo de acuerdo, ya regodeándose en la victoria. Creo que yo acababa de ser embaucada, pero cuando se trataba de ella, no me importaba. Con tal de que Alice no me gritara más.

Suspiré de alivio, contenta de librarme de la culpa que me había estado comiendo en los últimos dos días, me dirigí a mi armario. Mientras estaba pensando en qué ponerme para mi día con Edward, Alice trabajó su encanto en mí.

—¿Vas a decirme acerca de tu Karl o no? —preguntó, haciendo un mohín.

—¿Karl? ¿Quién es Karl? —cuestioné.

Alice suspiró. —¿Nunca prestas atención cuando estamos viendo películas? Karl de 'Love Actually', que no sólo es mi película-favorita de todos los tiempos. Es el tipo extremadamente caliente que lleva gafas.

Recordé vagamente la película, pero no quería que esta conversación durara más tiempo de lo que tenía que hacerlo. Ya me había dado cuenta de que ella estaba preguntando por Edward de nuevo.

—Recuerdo claramente que te lo presenté la última noche. Y me encontré con él hace dos días en la biblioteca —le expliqué; finalmente decidí usar un par de pantalones cortos color caqui y una camiseta marrón sin mangas. Sencilla y cómoda, con un toque de feminidad.

—¿Decidiste traerlo de vuelta a nuestra habitación porque...?

—La fiesta estaba muy llena. Él me ayudó a salir de una situación difícil con ese tipo Jake, creo que por fin va a dejarme en paz, y yo quería darle las gracias.

—¡Darle las gracias a él, ¿cómo?! —Alice chilló.

—Diciendo gracias —le dije con calma, como si estuviera hablando con una persona lenta—. En serio, Alice. Como si yo tuviera relaciones al azar/polvos de una noche.

—Sólo me aseguraba. Nunca has traído un chico aquí, así que yo estaba…

—¿Siendo entrometida? —le interrumpí.

—Preocupada por ti —replicó ella con altivez—. Te quiero como a mi propia hermana y no quiero que termines lastimada como el año pasado.

Oh, sí... el año pasado. Eso había sido tan divertido como atar dos serpientes venenosas juntas.

Me volví hacia ella y le sonreí, agradecida de que ella fuera mi amiga. —Lo sé y también te quiero, pero Edward... es diferente. Sinceramente, no creo que intencionalmente me haga daño.

Alice saltó de su cama y se acercó a darme un abrazo. —Ten cuidado, ¿de acuerdo? Y si ese Jake alguna vez te molesta de nuevo, ven a buscarme. Me aseguraré de que se mantiene alejado de ti de ahora en adelante.

—Lo haré, Alice —dije, reprimiendo el impulso de rodar los ojos. El tipo tenía que ser cuando menos un pie más alto que ella y por lo menos el doble de su peso; pero de alguna manera, creo que Alice podría hacerse cargo de él si realmente quería.

Ella era tan aterradora como eso.

—Bien. Ahora tengo que irme. Me voy a reunir con Rosalie, necesitamos ir a la casa de SAE para lo del servicio de limpieza.

—Oh... ¿El deber de limpieza? ¿En serio? —Bromeé—. ¿No tiene nada que ver con ese tipo que te estaba chupando la cara anoche?

Alice sonrió con picardía. —Podría tener algo que ver con eso.

—Bueno, bueno. Está bien entonces. Diviértete. —Me palmeó en el trasero mientras caminaba, por lo que me respondió enseñándome la lengua antes de salir de la habitación.

Me lancé sobre la ropa que había elegido antes y terminé de alistarme. Después de arreglarme, rápidamente me di cuenta de que no tenía nada que hacer por las siguientes cuatro horas antes de que Edward me recogiera.

Yo estaba realmente muy ansiosa por lo de esta tarde, así que decidí hacer algo que me distrajera, pero que no necesitara tanta potencia cerebral que me cansara rápidamente.

Recogiendo mi pesada copia de 'Orgullo y prejuicio' para leer, me acosté en la cama y procedí a escapar hacia el mundo de Elizabeth Bennet y su señor Darcy.

Dos horas más tarde, alguien llamó a la puerta. Mirando por encima de mi libro, dije en voz alta: —Adelante.

La puerta fue empujada y entró Angela, mi bigsister* en KD. Ella había sido quien se había acercado a mí y me había hablado sobre KD el año pasado, y desde entonces se había convertido en una gran amiga y un poco como mi mentora. Era un año mayor que yo y sabía mucho más de los entresijos de la universidad y la vida de hermandad que yo.

—Hola, Angela, ¿qué pasa? —le pregunté, colocando el libro en mi mesita de noche y balanceando las piernas sobre el lado de mi cama para quedar ahora sentada.

—Hola, Bella, ¿puedo hablar contigo un minuto?

Ella parecía estar nerviosa acerca de lo que fuera que quería hablar conmigo, por lo que me apresuré a asegurarle: —Absolutamente. Siempre tengo un minuto para ti.

¿Tal vez pasó algo entre ella y Ben? ¿O tal vez voy a ser reprendida por dejar temprano la fiesta de anoche?

Angela se acercó a mi silla de escritorio y se sentó de lado, por lo que me enfrentaba. Se aclaró la garganta y abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró y empezó a retorcerse las manos.

—Sólo dilo, Ang. Sea lo que sea —incité con impaciencia.

—Está bien. No quiero que pienses que estoy invadiendo tu espacio personal, porque no soy solo yo, Ben me llamó esta mañana y me dijo algo que pensé que se relacionaba contigo.

Esto no tenía sentido en absoluto para mí, pero estaba algo intrigada por la participación de su novio.

—¿Ben? —repetí, completamente confundida. ¿Qué era ese algo que Ben le había dicho a Angela, que ella creía que debía decírmelo? Yo sólo lo había visto un puñado de veces, y la última vez que había estado con él había sido el último semestre antes de que terminara el verano.

—Sííí... ¿El tipo con el que quedaste anoche? ¿Edward? Es el compañero de Ben.

—Oh —dije, aturdida—. Yo... no lo sabía.

¿Habría ido Angela para decirme que Edward iba a cancelarme? ¿Abría algo malo sobre él?

Oh, Dios. Tiene una novia, ¿no es así?

Debí de haber preguntado ayer por la noche, pero nunca llegué a hacerlo. ¿Por qué demonios no había preguntado por esa información crucial?

A través de mi aturdimiento, registré que Angela había empezado a hablar de nuevo.

—No es malo. Las cosas que tengo que decirte no son malas noticias, así que, por favor no te asustes —me aseguró.

—¿Qué? —solté exaltada, no estaba segura de que había oído bien.

—No es una mala noticia. Así que no te asustes —dijo lentamente.

¿Eso significaba que no tiene novia?

Dejé escapar un suspiro profundo. —Está bien.

—Entonces, Ben me llamó esta mañana, como ya te dije, y vine a hablar contigo acerca de esto. Finalmente, pensé que sería mejor si tú supieras. Porque a mí me gustaría haberlo sabido —dijo crípticamente. Se detuvo allí y me miró expectante, como si quisiera que le diera permiso de hablar a espaldas de Edward y decirme lo que sea que ella quería decirme.

¿Qué demonios significaba porque a mí me gustaría haberlo sabido? ¿Quería saber? Era casi como si estuviera tratando de advertirme de algo, y eso nunca es una buena cosa. Pero ella había dicho que no era una mala noticia.

Por lo tanto, ¿quiero saber de qué se trataba?

Algo que no era malo y sí concerniente a Edward... Sí, quería saber.

Asintiendo di mi consentimiento a Angela, me preparé para la peor especie de no malas noticias que podría ser, porque en realidad, la opinión de todos del bien contra el mal se ponderaba de manera diferente.

—¿Qué tan bien conoces a Edward?

Aquí viene...

—Nos conocimos hace dos días, pero ayer por la noche fue la primera vez que hablé con él.

—Está bien —dijo asintiendo con la cabeza—. ¿Te gusta?

Eso me dejó perpleja por un minuto.

¿Me gusta él? Me gustaba salir con él. Me gustaba, no, yo amaba besarlo. Y quería repetir esa acción una y otra vez. Y estaba muy emocionada por verlo más tarde. Así que, sí, supongo que sí.

—Me gusta. Bueno, tanto como se pueda en el corto tiempo que pasamos juntos —le contesté.

—Bien. Me alegro de que lo hagas, porque le dijo a Ben que a él también le gustas.

Eso suscitó una sonrisa en mí, una pequeña oleada de felicidad recorrió mi cuerpo. ¡Le gusto también!

Me sentí como en la secundaria, por segunda vez en el día. Lo siguiente que ella haría sería entregarme un trozo de papel con la caligrafía de Edward que diga: ¿Saldrías conmigo? Con un cuadro para sí, otro para no, y uno más para quizás.

Como si no fuese a marcar el recuadro de "sí", si ella me diera el papel.

No hice caso de ese pensamiento y le pregunté: —¿Era esto lo que querías decirme?

—No, eso no es todo. En el tiempo que pasaste con él, ¿le notaste algo sobre su comportamiento?

—Uh... ¿Un poco tímido? —Supuse.

—Sí. Tímido es una forma precisa para describirlo. He coincidido con Edward un par de veces y he tenido el placer de conocerlo, lo mucho que uno puede llegar a conocerlo. Tiende a cerrarse en él mismo, pero no creo de que fuera porque a él particularmente le guste estar solo. Más bien sólo se convirtió en algo natural para él debido a su lugar en el club de marginados sociales.

—¿Club de marginados sociales? —repetí, escéptica de que ella estuviera hablando de Edward. ¿Acaso no ve que ese chico podría ser el chico del póster del Nerd Caliente?

Angela rio. —Sí, puede parecer increíble con sólo mirarlo, pero a la vez, por lo menos lo que Ben me ha dicho, Edward no era el tipo apuesto que tú conoces. Tenía algo de mal acné y sobre todo que con jugaba D&D* de forma semanal... Vamos a decir, él no era muy popular en la escuela secundaria.

Me tomó un segundo para procesar la nueva información. ¿SexyEdward solía ser un adolescente plagado de acné? ¿Quién jugó D&D?

¿Todavía seguiría jugando? Me preguntaba distraídamente.

No es que me importaba si lo hacía. Era que nunca había conocido a alguien que lo jugara.

—Y él no es exactamente el tipo con más experiencia por ahí, si entiendes lo que digo —continuó Angela.

—¿Quieres decir que no ha salido mucho? —le pregunté, suponiendo de nuevo.

—Um... Apenas trató. Creo que ha tenido tres citas en todos estos años.

¿Tres citas en tres años? ¿Era realmente tan tímido? ¿Cómo podrían las chicas no estar sobre él?

—¿Por qué? —pregunté, con la esperanza de no estar siendo demasiado entrometida. Me reconcilio con mi culpa por la excavación en la psique y el pasado de Edward diciéndome que Angela me había ofrecido esta información libremente, así que realmente no estaba haciendo nada malo. ¿Cierto?

—Sí, él es un poco como Ben era al principio de nuestra relación, probablemente piensa que a las niñas no les gusta, por lo que ni siquiera trata de llamar su atención. Tuve que ser agresiva con Ben en un primer momento, porque su autoestima no estaba donde tendría que estar.

—Entonces, ¿eso es lo que voy a tener que hacer con Edward? ¿Ser la parte agresiva? —le pregunté, cuestionándome si podría hacer eso.

—Sí —dijo ella.

—¿Qué tienes que ver con Ben?

—Le pregunté si quería salir. E hice el primer movimiento. Y el segundo movimiento.

Bueno... Edward y yo vamos a salir. Comprobado. Hice el primer movimiento. Comprobado.

Seguramente yo podría hacer el segundo movimiento. Al menos creía que podía.

—¿Y cuánto tiempo has tenido que ser la parte agresiva? —Quise saber, pensando que no podría tomar más de uno o dos días hasta que Edward estuviera convencido de que me gustaba.

—Tres semanas —afirmó ella.

—¡¿Tres semanas?! —balbuceé con incredulidad.

Eso es inaceptable. Yo no podía esperar tres semanas para que Edward entrara en razón y me besara por su propia voluntad.

—Sí, tres semanas. Por supuesto, yo no tuve a alguien que me dijera lo que estaba pasando cuando estaba en esa situación. Tuve que averiguar todo esto por mí misma, por lo que dudo que a ti te vaya a tomar ese tiempo.

—Oh, bueno —dije, suspirando de alivio.

—Entonces, ¿entiendes lo que hay que hacer? —preguntó ella.

—Creo que sí... Le hago saber que me gusta. Y no juego los pequeños trucos mentales que las chicas jugamos a veces —le contesté.

—Exactamente. Estoy muy feliz por ustedes. Edward es un buen chico y él no podría haber elegido una mejor chica que tú, Bella.

Me sonrojé y agaché la cabeza, algo que comúnmente hacía cuando me enfrentaba a un cumplido. —Gracias.

—Está bien. Creo que mi trabajo aquí está hecho. Te veré por ahí —señaló Angela, levantándose y empujando la silla para que quedara debajo de mi escritorio.

—Nos vemos, Ang —le contesté, dándole una pequeña ola—. Y gracias.

—De nada, Bella. Cuando quieras. —Salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella.

Me senté en mi cama durante unos minutos, recorriendo/recordando la conversación que acababa de tener. Yo podría ser totalmente la incitadora/instigadora... ¿Podía hacerlo no?

Aunque yo tenía problemas con los cumplidos y en general era bastante tímida, tenía mis momentos de confianza. Como la noche anterior.

Creo que simplemente estar cerca de Edward me ayudó más que nada. Por lo tanto, no me preocuparía por eso ahora. Si llegara a sentir que no puedo hacer otro movimiento con él, lo menos que podía hacer era decirle cómo me sentía.

Claro, tomar el camino del cobarde. Al igual que no quieres presionarlo contra ti en esta misma cama y besarlo hasta perder el sentido. Tal vez las gafas podrían empañarse con toda la respiración pesada que tendríamos...

Gemí, sintiendo un dolor familiar entre mis piernas. Echando un vistazo al reloj, noté que tenía una hora y media antes de que Edward llegara.

Y yo estaba hambrienta, tanto como estaba caliente, maldita sea.

Bueno, la comida primero. Quizás algún jueguito después.

Salté de la cama y me paseé por la planta baja, en busca de algo comestible en el lío de habitación que llamamos cocina.

Dos minutos...

Dos minutos para que fueran las tres. ¿Llegaría tarde? ¿Estaría en tiempo? Parecía uno de esos chicos de estar a tiempo.

Dios, estaba tan nerviosa por volver a verlo. Las estúpidas mariposas no se asentaban en el estómago, no importaba cuántas veces fuera al baño a liberar mi ansiedad y la frustración sexual reprimida, que implicó imaginar a Edward en varios estados de desnudez.

O en la ducha, desnudo, con el agua corriendo por su cuerpo, esta imagen se había convertido en mi favorita, por mucho.

Eché un vistazo al reloj de nuevo y vi que eran exactamente las tres, por lo que pensé que estaría perfectamente bien bajar a esperarlo. Corrí escaleras abajo y volé hacia la puerta, mirando a través del vidrio de espía para ver si él subía por el sendero.

No hubo suerte.

Así que empecé a pasearme en el vestíbulo. Cuatro vueltas alrededor de la pequeña área después, oí un golpe en la puerta.

Casi corriendo hacia él, abrí la puerta agresivamente/fuertemente. Edward estaba de pie en el porche, viéndose delicioso en un par de jeans gastados y una sencilla camiseta negra. Yo podría lamerlo, él se veía tan bien.

Su cabello estaba aún más pegado a la cara, peor de lo que había estado la noche pasada, casi como si hoy hubiera estado corriendo mucho sus dedos a través de él. Y sonreía.

La vida era buena.

—Hola —dije en voz baja, sonriendo a su vez.

—Hola —contestó—. ¿Estás lista para irnos?

—Sí. —Pasé por el umbral, cerrando la puerta detrás de mí—. ¿A dónde vamos?

—Uh... Pensé en compartir algo contigo, si está bien —dijo vacilante.

Las palabras de Angela volvieron a mí. Sé agresiva.

Puse mi mano en su brazo y él sonrió alentadoramente. —Eso está más que bien. ¿Qué es lo que quieres compartir conmigo?

—¿Alguna vez has jugado láser tag*?"

N/A: Por alguna razón, este capítulo no fluyó muy bien para mí, pero no tenía ni idea de cómo solucionarlo. Lo escribí tres veces y pensé que una cuarta vez sería inútil. Así que... no me odien si no les gusta. En particular a mí no me gusta tampoco.

Dicho esto, ¿quién de aquí quiere verlos jugar láser tag? ¿Alguien?

*McCaliente, sobre nombre usado para decir que alguien esta muy bueno.

*Love Actually o Realmente Amor es una comedia romántica británica de 2003, escrita y dirigida por Richard Curtis, Protagonizada por un gran reparto de actores británicos, como Hugh Grant (4 bodas y un funeral), Colin Firth (El diario de Britget Jones), Alan Rickman (Snape en Harry Potter), Emma Thompson (Profesora Trewlany en Harry Potter), Keira Knightley (Elizabeth Bennett en Orgullo y Prejuicio), Rowan Aykinson (Mr. Bean), Liam Neeson (La lista de Schindler), y el personaje que nombra es Rodrigo Santoro que es un actor brasileño muy pero muy guapo.

*Bigsister. Es un programa donde se toma bajo tutela a alguien menor, puede ser a un niño o en este caso Angela adopta a Bella para que sepa cómo moverse en la universidad, la fraternidad y darle consejos para la vida.

*D&D: juego conocido en español como Calabozos y Dragones, donde los participantes asumen roles, Dungeons & Dragons fue el primer juego de rol, estableciendo muchas de las convenciones y cánones que dominan el género hasta el día de hoy.

*Láser tag o Láser Combat es un juego deportivo que simula un combate entre dos equipos. Está basado en que los jugadores intenten conseguir puntos alcanzando con sus disparadores de infrarrojo los dispositivos receptores situados en sus rivales. Aunque láser tag fue creado para entrenar a los soldados en situaciones de combate, en la actualidad es un juego de niños y adultos que se está haciendo muy popular.

Capítulo 4: RG4 Capítulo 6: RG6

 


 


 
14447772 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10763 usuarios