POV Edward
Llegué a la casa de Bella, me bajé del auto y toqué el timbre. Al cabo de unos segundos escuche que alguien gritaba “¡Ya voy!” desde adentro. Luego de eso sale Bella, que apenas me ve me abraza y me besa de una manera llena de amor.
-Hola – le dije mientras la seguía besando.
-Hola guapo, te extrañe – me dijo Bella haciendo un puchero.
No pude evitar morder su labio. Ella rio ante ese gesto. Tomé su mano y nos encaminé hacia el auto. Abrí la puerta para ella y luego me subí yo. El viaje al cine fue entretenido, nos la pasamos hablando de trivialidades. Bella me contaba que siempre quiso un hermano mayor que sea como Emmet, en broma le dije que se lo regalaba con moño y todo. Luego escuchamos un poco de música y llegamos al cine.
-¿Qué película vemos? – le pregunté.
-No lo sé, de lo único que estoy segura es que quiero un gran balde de palomitas de maíz.
Me acerqué a darle un beso en la punta de la nariz, ella sonríe, se pone de puntitas y me da un beso en los labios, al cual con gusto correspondí.
-Muy bien Eddie – dijo una voz nasal. Completamente enfurruñado me di vuelta para ver quién era. Tenía que ser Tanya.
-Hola Tara – le dijo Bella.
-Es Tanya – le corrigió.
-No me interesa – le dijo Bella con desdén.
-Mira estúpida no me provoques.
-¿O qué? ¿Me darás un golpe con tus extensiones? – dijo Bella desafiante – ¿por qué mejor no te vas a otro lugar? No tengo ganas de lidiar con gente como tú en este momento.
Me tomó de la mano y me llevo a la fila donde se compran las entradas. Estaba completamente enfurruñada. Pase un dedo por el medio de su ceño y ella me dio una mirada fulminante.
-Te ves muy linda enojada y celosa – dije acariciando su rostro.
-No estoy celosa – dijo seria – no sé por qué esa tonta oxigenada tiene que venir y decirte “Muy bien Eddie”.
-Es que me saqué la lotería estando contigo, quizás ella está celosa por no haber tenido nunca una oportunidad conmigo.
-No sé, puede ser – me contesto aún enfurruñada.
-Deja de refunfuñar Bella – le dije riendo, me acerqué y le di un beso –escoge una película.
-El conjuro, quiero ver esa.
-¿Segura? Creo que te va a dar miedo.
-No me importa, tengo a mi caballero de brillante armadura a mi lado – dijo sonriendo.
No pude evitar besarla, pero esta vez estaba lleno de pasión y amor. Hasta que escuchamos un carraspeo. Era la cajera que vendía las entradas. Bella se puso muy colorada y no pude evitar reír. Ella me pegó en el hombro. Pedí dos entradas para ver “El conjuro”.
Luego de comprar las entradas compramos palomitas de maíz y un par de gaseosas. Nos dirigimos a la sala de cine y nos sentamos.
-Bella, ¿estás segura de que no te va a dar miedo ésta película?
Seguía sin convencerme que quiera verla.
-Si Edward, estoy segura. No me hubiera gustado verla sola. Pero como ya te dije, tengo a mi caballero de brillante armadura conmigo.
-De acuerdo, pero si te da mucho miedo y crees que no puedes seguir viéndola me dices y nos vamos.
-Cariño, no tengo 10 años.
-Lo sé. Es que a mí hasta el tráiler me dio miedo.
Bella rió de lo que dije. Aunque no era broma, en el fondo me daba un poco de miedo la trama de esta película.
Al término de la misma, creo que estaba blanco como un papel, y Bella no estaba en mejores condiciones.
-Creo que debo dejar de mirar películas basadas en hechos reales – dijo Bella en estado de shock técnicamente.
-Secundo la moción.
La abracé por los hombros y ella se aferró a mi cintura. Decidimos ir a pasear a un shopping que se encontraba cerca. Pasear nos sentó de lujo porque se nos pasó gran parte del miedo que nos dio la película.
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