Edward POV
Sin lugar a dudas fue una de las mejores noches de mi vida. Poco a poco me iba enamorando de Isabella Swan, mi Bella.
Me levanté a las 11 de la mañana, con una sonrisa en mi rostro bajé a desayunar. Mis papás no estaban, seguramente fueron a trabajar. Y Emmet y Alice deben estar durmiendo.
Me preparé un café con unas tostadas francesas y me senté a desayunar y a recapitular todo lo ocurrido. Bella y yo cantando. Luego sentí un impulso de no sabría describir de donde vino, y la besé. Ella me correspondió el beso. Ese beso que me hizo sentir en las nubes. Luego Bella cantando y bailando como una cantante profesional en un concierto. No mentía cuando dijo que le gustaban los karaokes. Sonreí. Parecía muy tímida, pero se desenvolvía tan bien en el escenario, cantando las canciones que le gustaban.
Terminado el desayuno fui a bañarme. Luego me vestí. Tomé las llaves de mi auto, billetera y celular y decidí ir a comprar algo para regalarle a Bella. Tal vez es un poco apresurado, pero teniendo en cuenta que nos conocemos prácticamente de toda la viva no lo considero así.
Llegué al centro comercial y entré a una joyería.
- Buenos días joven. ¿Le ayudo en algo? – me preguntó la empleada del lugar.
- Si, estoy buscando algo para regalarle a mi novia – le respondí.
- ¿Qué me sugiere?
- ¿Un anillo, tal vez? – me preguntó.
- No, algo no tan formal – le repsondí.
- Veamos… - dijo y empezó a abrir y cerrar gavetas.
Luego que un rato esbozó una amplia sonrisa.
- ¿Qué le parece esto? – tenía una cajita de terciopelo azul en las manos.
Tomé la cajita y la ví. Era muy hermoso e ideal para Bella.
- Es una pulsera de oro blanco y el corazón es de diamante – me explicó.
- Es una pulsera muy hermosa – le dije admirando la pulsera.
- Me la llevo.
- Perfecto – se dio la vuelta como para envolverla y luego siguió hablando.
- Se me olvidó comentarle, si gusta le puede hacer una inscripción en el cristal, se hace con láser y no daña la calidad de este ni nada.
- Claro, ¿tiene un costo extra? – pregunté.
- No joven, ciertos productos de este estilo vienen con esta promoción.
- De acuerdo, déjeme pensar un minuto y le digo la frase.
- Muy bien – contestó sonriendo para luego desaparecer.
Veamos, ¿qué puedo grabarle a la pulsera? Vamos Edward, sueles tener más inspiración. Y así como por arte de magia se me ocurrió la frase perfecta.
Se la dije a la empleada y se la entregó a un muchacho que estaba ahí. Seguramente es el encargado de hacer los grabados.
Una vez terminado, me lo mostró y se lo agradecí. Quedó muy bonito y estaba seguro de que a Bella le encantaría. Pedí que me lo envuelva para regalo. Una vez envuelta, pagué por la pulsera y me retiré. Sólo me quedaba organizar la ocasión para entregársela. Se la daré más adelante, cuando nuestra relación avance un poco más.
Llegué a mi casa. Apenas entré apareció Alice.
- Hola melli querido – me dio un beso.
- Hola enana – le respondí sonriendo.
- ¡No me digas que me trajiste un regalo! – exclamó dando saltitos y aplaudiendo.
- Lamento decirte que no Al, es para Bella. Pero no se te ocurra decirle nada. Es una sorpresa y aún no se la voy a dar – le advertí.
- ¡Ay Eddie que emoción! – gritaba Emmet desde las escaleras. Rodé los ojos. Odiaba que me diga Eddie.
- Emmet no me digas mas Eddie – le dije serio.
- Vamos Edward, no seas gruñón – me dijo riéndo y revolviendo mi cabello. Gruñí.
- ¡Gruñón! – me gritó y se fue riéndo al comedor.
Volví a gruñir. Dejé el regalo en una mesita y antes de ir al comedor decidí llamar a Bella. Marqué su número y la llamé.
- ¿Hola? – me contestó somnolienta.
- Hola amor, soy Edward. Lamento haberte despertado – le dije apenado.
- Descuida cielo, en algún momento tenía que despertarme para almorzar – me dijo.
- Bella, ¿te gustaría ir al cine o salir a cenar hoy? – le pregunté.
- Claro Ed, ¿qué te parece si vamos al cine y luego a cenar? – me dijo, se notaba la emoción en su voz.
- Me parece una idea genial linda. Paso por ti a las 6, ¿de acuerdo?
- Me parece perfecto. Te espero, ya quiero verte.
- Yo también Bella, hablamos más tarde. Te quiero.
- También te quiero. Nos vemos luego – y cortó la llamada.
Con una sonrisa y con ansias por que lleguen las 6 fui a almorzar.
------------------------------------------------------------------------------------
Aquí les dejo la imagen de la pulsera que Edward compró para Bella.
|