Bella POV

Hoy empezó, lo que parecía ser un día típico de mi vida. Pero no. Me desperté, preparé para ir a la escuela y baje a desayunar. Afortunadamente mis papas antes de salir me habían dejado el desayuno hecho y servido. ¡Hotcakes, mis favoritos! Comí todo, tome un poco de jugo y salí para la escuela. Para variar llovía, aunque no podía quejarme, adoraba la lluvia. Al bajar de mi auto cuando llegué, resbale y caí al suelo. Una mano grande y conocida se extendió hacia mí, levanté la cabeza y sonreí en agradecimiento. Tome su mano y me ayudo a levantarme.

-Gracias Edward – le dije una vez que estuve de pie.

-De nada Bella -  me dijo mostrando esa encantadora sonrisa ladina- pero ten más cuidado, no siempre tendrás la suerte de tenerme a tu lado para rescatarte -  me guiño un ojo y fue hacia donde estaban sus amigos.

Edward era jugador de baloncesto, era un gran jugador. Por algo es el capitán. Entre los muchachos del equipo también se encontraba mi mejor amigo Jacob. Desde que iniciamos la escuela somos amigos, decidí acercarme a ellos para saludarlo.

Cuando me acercaba escuchaba, sin poder entender muy bien, que decían algo los demás chicos del equipo, Jacob negaba con la cabeza y Edward parecía dudar de lo que le decían. Cuando estuve más cerca se quedaron serios y callados.

-          ¡Hola chicos! – les dije moviendo la mano.

-          Hola Bells – me dijo Jake, hicimos nuestro saludo secreto y me tomó de la mano – Bella quiero decirte algo… - y seguido de esto me llevo a un lugar más apartado de donde estaban los chicos.

-          ¿Qué sucede Jake? – le pregunte.

-          Bella, no sé cómo decirte esto, pero… - dudó un momento – pero escuche que Mike iba a volver a molestarte para salir con él - no me pareció muy convincente.

-          No importa Jake, no quiero saber nada de Mike otra vez – dije segura.

Sonó la campana y nos fuimos a clases.

Entré hacia el aula de biología y saludé al profesor, cuando iba a sentarme en mi banco este me llama.

-          Señorita Swan, ¿puede acercarse un momento? -  me dijo.

-          ¿Qué sucede profesor? – le pregunté.

-          Nada malo Bella, espero que no te moleste, pero a partir de esta clase Edward Cullen y tú serán compañeros en los trabajos – me dijo.

-          No señor, no tengo ningún problema, pero ¿ya se lo preguntó a el? – dije dirigiendo mi mirada hacia Edward, y al hacerlo me di cuenta de que me estaba mirando. Tenía un semblante raro.

-          Al contrario Bella, el mismo propuso que fueran compañeros – me dijo muy seguro.

-          Wow, bueno entonces esta todo más que bien – le respondí.

-          Perfecto señorita, puede tomar asiento con su nuevo compañero -.

Me dirigí hacia mi nuevo asiento y Edward me recibió con una sonrisa.

-          Hola de nuevo – me dijo.

-          Hola de nuevo caballero en armadura – le dije sonriéndole - ¿por qué le pediste al profesor para que seamos compañeros? – pregunté.

-          Porque, te tocaba con Mike, y como se que estas muy molesta con él, aunque no el por qué, como buen caballero en armadura decidí rescatarte. Además Tanya es muy molesta y no colabora en nada.

-          Jajaja, gracias señor por rescatar a esta doncella en peligro -  le dije riéndome.

-          A sus órdenes mi dama – me dijo y tomó mi mano y la beso.

No pude más que sonreír tímidamente ante ese gesto. Empezó la clase y la verdad se me hizo que paso rápido, entre bromas Edward y yo íbamos realizando los ejercicios que nos dio el profesor y luego nos felicito por nuestro desempeño en clase.

Cuando salí de la clase me dirigí a mi casillero para tomar otros libros, cuando lo cierro estaba Edward recostado contra otros casilleros.

-          ¡Edward! ¡Dios! Me asustaste… - le dije llevándome la mano al pecho.

-          Lo siento Bella, no fue esa mi intención – me dijo entre risas – quería invitarte a almorzar hoy -.

-          Si claro, por que no – le dije sonriéndole.

-          De acuerdo, te esperare aquí al lado de tu casillero – me guiño un ojo y se fue para su clase. Yo hice lo mismo.

La hora en la clase de matemática paso a paso de tortuga, fue más aburrida de lo normal y no me ayudo mucho la ansiedad de querer que sea la hora del almuerzo para estar con Edward. Finalmente el timbre sonó y salí disparando como bala fuera del aula. Llegando a mi casillero allí estaba él, hermoso con su cabello alborotado, su sonrisa ladina, y su campera del equipo que le quedaba muy bien. Edward me gustaba mucho, desde que lo conozco siempre me pareció un niño bonito pero éramos nada más que simple amigos, ni los mejores ni los peores, en el medio.

Me acerque a mi casillero, guarde mis cosas, lo cerré y le dije que estaba lista. Nos dirigimos a la cafetería y todos nos miraban curiosos. No hice mucho caso a los demás, Edward solo sonreía. Compramos nuestra comida y nos dirigimos a una mesa solo los dos.

-          Edward, ¿cuál es tu repentino interés en almorzar conmigo?, no me malinterpretes, pero en el almuerzo no hay peligro alguno del cual salvarme – le dije seria mirándolo fijamente.

-          Es que nos conocemos prácticamente desde que nacimos y todavía no logro entender como mis hermanos son tus mejores amigos y nosotros apenas nos dirigimos la palabra en algunas ocasiones – me dijo bastante serio también – quiero compartir más cosas contigo y conocerte mejor… Algunas cosas que se de ti solo las sé por Alice o Emmet -.

-          Siendo sincera yo también lo pensé muchas veces… -. Era cierto, nuestros padres son mejores amigos y nos conocemos desde el nacimiento. Tampoco comprendía él porque nunca me le acerqué para entablar una conversación, aunque él tampoco lo hizo. Alice que era su melliza y Emmet un año mayor eran mis mejores amigos de toda la vida, pero Edward era nada mas un simple amigo.

-          Me gustaría conocerte más Bella, sos una chica muy linda – me dijo tímidamente.

-          Gracias Edward, a… a mí también me pareces un chico muy lindo – le dije también tímidamente – y me gustaría conocerte mejor también -.

En ese momento nos quedamos mirándonos directamente a los ojos y sonriendo tontamente.

-          Bueno ya que los dos pensamos igual me gustaría invitarte a un bar en el centro este viernes, siempre es noche de karaoke y estarán todos los de nuestro año y el siguiente – dijo él.

-          ¡Me encantaría! Amo los karaokes – le dije alegremente.

-          Entonces es una cita, nos vemos luego Bella – se levantó me dio un beso en la mejilla y se fue.

Estaba más que feliz. Las siguientes horas pasaron muy rápido, hasta que llego la hora de la salida. Alice iría a dormir esta noche a mi casa así que debía ir a acomodar un poco mi habitación. No era una persona desordenada, pero había unas cuantas ropas tiradas y libros desparramados. Luego de que estaba todo acomodado, me di una ducha y luego me vestí. Decidí dormir un rato mientras esperaba a Alice. No sabía ni qué hora era, hasta que unas risas me despertaron.

-          ¡Bellaaaaaaaaaa! – la única que podía gritarme de esa manera era Alice.

-          Aliiice – dije con vos somnolienta.

-          Roooosalie – dijo otra de mis mejores amigas.

-          ¿Rose? – pregunte emocionada abriendo los ojos.

-          ¡Hola! – dijo sonriendo.

-          ¿Cuándo volviste? Pensé que llegarías el domingo – dije abrazándola.

-          Llegué hoy a la mañana y Emmet me contó que harían una pijamada así que decidí sorprenderlas – dijo – además sé que hay muchas cosas que tienen que contar, así que abran sus boquitas y cuéntenme las novedades -.

-          Pues… parece que Bella será mi cuñada – dijo sonriendo y dando saltitos por mi habitación. Lo único que pude hacer en abrir los ojos como platos.

-          ¡¿Qué!? Isabella Swan ya me cuentas todo – demando Rosalie.

-          No hay nada que contar, solo hablamos en el almuerzo sobre el porqué no somos muy amigos, siendo que nos conocemos desde que nacimos – dije normal encogiéndome de hombros.

-          Y además tendrán una cita con el este viernes en el karaoke bar del centro – dijo Alice.

-          ¿Cómo lo sabes? – le pregunté.

-          Bella, Edward es mi mellizo, se casi todo sobre lo que hace y lo que no hace – me respondió muy segura.

-          Lo sé… Aunque en realidad no sé si será una cita, todos los de la escuela estarán allí… - dije un poco dudosa.

-          Bella, el mismo te dijo que era una cita. Es una cita – dijo Alice recalcando cada palabra.

-          ¡Qué emoción! – exclamó Rose – harían tan linda pareja tu y Edward -.

-          Tal vez… No lo sé – dije sonriendo.

Y así empezó nuestra noche, poniéndonos al día. Estaba más que feliz por tener a mis mejores amigas conmigo. Rosalie nos contaba como poco a poco avanzaba con su relación con Emmet y Alice nos contó como avanzaba su relación con Jasper, que es mellizo de Alice. Terminamos llorando de la risa en varios momentos. No nos dormimos muy tarde porque teníamos clases al día siguiente. Yo solo rogaba que no quieran jugarme una broma mientras duermo.

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Hola! éste es el primer capítulo de esta historia. Espero lo disfruten. Los comentarios con sus opiniones sobre esto son bienvenidos, y los votos también ;) Gracias!