Agente secreta

Autor: BaaarbyGuffanti
Género: + 18
Fecha Creación: 29/01/2013
Fecha Actualización: 28/04/2013
Finalizado: NO
Votos: 17
Comentarios: 48
Visitas: 32412
Capítulos: 22

Él… Edward Cullen. Coqueto, seductor. Con sólo mover su cabello dorado y lanzar una mirada con sus orbes verdosos, tenía todas a sus pies. Cursa último año de preparatoria en “Imperial London School” Escuela privada, donde sólo estudia gente con una muy buena posición económica. Está amenazado críticamente, pero el todavía desconoce eso. 
Ella… Isabella Marie Swan, agente 023, una importante espía, de uno de los centros de espionaje más importantes a nivel internacional. Irónica, sarcástica, sensual y muy atractiva, tiene todo fríamente calculado. Amante de los riesgos y de la adrenalina. Proviene de Estados Unidos Forks
Es encargada a una nueva misión, la cual implicará una nueva vida, una nueva escuela, un nuevo físico. Ella dejará atrás su sensualidad y atractivo, para entrar a Imperial London School, donde tendrá que simular ser una persona totalmente diferente, para proteger, especialmente, a él, Edward Cullen.
¿Pero que sucederá cuando su trabajo se cruce con los sentimientos?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 8: Conexión entre tu y yo

— Tierra llamando a Eli. – Dijo Alice pasando su mano al frente de mis ojos, sonreí levemente para ella, murmurando un “Lo siento”. 

— Ay Dios, ¿Ahora qué te hizo Ed? – Preguntó Rose, mirando a la dirección a la que yo miraba hace unos segundos, donde había desaparecido Cullen. 

— ¿Pelearon de nuevo? ¿No se cansan? – Preguntó Alice

— No es eso chicas, no peleamos, es más, me ayudó. – Murmuré por lo bajo, a lo que ellas se quedaron con una expresión entre sorpresa y desconcierto. 

— ¿Te ayudó? ¿Cómo así? – Rose fue la primera en hablar y terminé contándoles todo. Ellas tenían una expresión tierna en el rostro. 

— ¡Qué dulzura! ¿Te llevó a la enfermería y luego te compró comida? Eso es muy dulce Eli, no lo puedes odiar. – Dijo Alice emocionada. 

Sonreí, no lo odiaba, pero me molestaba que fuera tan voluble. 

— Bueno chicas, cambiando de tema, ¿Van hoy no? – Preguntó Rose emocionada, a lo que todas asintieron y empezaron a hablar sobre que se pondrían, yo negué levemente con la cabeza. 

— ¿Qué? ¿Por qué no vas Eli? – Preguntaron Rose y Ali al unísono. 

— No me siento bien. – Mentí cortantemente, ante la atenta mirada de Rose, que parecía no creerme.

— ¿Segura? – Preguntó Alice. Yo asentí.

— Que lástima, queríamos que fueras, pero tu salud va primero. – Sonrió Rose, tomándome del hombro. Wow, ellas eran tan buenas conmigo y yo sólo me dedicaba a mentirles. Pero no era porque yo quisiera, no era mi culpa, era mi trabajo.

— No te preocupes Eli, descansa. – sonrio Rose. – Por cierto, Edward me dijo que iba a llevar a una chica, eso es muy raro. 

— ¿Raro? ¿Por qué raro? – Pregunté acelerada, esa chica era yo, yo de verdad.

— Edward no suele traer a sus chicas a ninguna fiesta, para él las chicas son cosa de una sola noche. Hay días que falta a clase y muchos presumen que es porque pasa las mañanas con alguna chica con la que seguramente tuvo sexo el día anterior, pero nadie lo afirma totalmente, igualmente tiene fama de mujeriego. Sin embargo nunca se involucra con ninguna del colegio. Ha tenido besos con muchas, pero hasta ahí. Así que nadie tiene evidencia. La mayoría dice que él tiene mucha diversión por fuera. Nosotros somos muy amigas de Edward y es cierto que a veces desaparece, por eso no desmentimos la fama de mujeriego. Por eso es muy raro que quiera traer una chica, debe ser más especial. O eso supongo yo. 

— Oh, está bien. – Entonces Cullen era un mujeriego, tal y como lo sospeche, que estúpida yo creyendo que era hermoso y dulce con Isabella Swan, pero… Espera, ¿Yo era una chica especial para Edward? 

El día transcurrió normal, era cierto, Edward desapareció a mitad de clase, ya que no lo vi en todo el día, ni siquiera en historia, con la profesora Trice, esa clase la teníamos juntos, los lunes, los miércoles y los viernes, pero hoy sólo tocaba una hora. También teníamos juntos literatura los miércoles, después de historia. Suspiré. ¿De verdad estaba tan pendiente de cada materia que veía con Edward? 
Estaba acostada en mi cama, veía al techo, mi celular no paraba de vibrar y eran mensajes de Edward, preguntándome si iría esta noche. No tenía ganas de responderle, no después de saber que posiblemente estuvo toda la tarde con otra chica. En este momento sentía un sinfín de emociones mezcladas, no sabía qué era, lo único que sabía era que no soportaba el saber que Edward era un posible mujeriego. 

Cerré los ojos, era mejor no ir a esa fiesta, ni cómo Isabella Swan, ni cómo Elizabeth Moon. Oh rayos, tenía que ir a juro, la misión. 

Me levanté de un salto y le contesté a Edward, que por cierto me acababa de dar cuenta, que se había guardado el mismo como “Edward sexys Cullen
” JAJAJAJAJA, ¿Esto es en serio? 

Corrí riendo hasta el baño y me metí a la ducha, claramente me saqué la peluca antes. Las pequeñas gotas acariciaban mi cuerpo. Sólo llevaba una semana aquí y lo estaba disfrutando mucho. En unas horas tendría una fiesta… Mi primera fiesta como Isabella Swan. Había ido a muchas fiestas, sí, pero con otras identidades o sino, fiestas de la agencia. Ésta era a la primera que me invitaban como una persona normal. Bueno, normal en lo que cabe.

Mi cabello como siempre, tenía esas ondas en las puntas, así que decidí alisármelo. Labial, barniz de uñas, base, rubor, delineador y rímel. Maquillaje completado. 
Abrí mi armario y escogí un vestido color crema un poco corto y caia con ondas sobre mis piernas tenia escote recto, unos tacos altos, reí al recordando que he recorrido kilómetros en tacones así de altos. Una cartera pequeña, sólo para meter mi celular. Aretes y listo.
A decir verdad, no acostumbraba a arreglarme tanto, pero por una extraña razón, quise verme perfecta hoy. Sonreí para el espejo, estaba linda. Mi madre siempre decía que siempre debías sonreír, porque nunca sabes quién se pueda enamorar de tu sonrisa. Pero yo no iba para enamorar a alguien. 
Había pedido a la agencia que me vinieran a buscar, el domingo ya me darían mi auto. Especifiqué que era explícito ir a la fiesta, por la misión. Así que no tuvieron ningún problema en buscarme.

Olor a alcohol, una gran cantidad de muchachos dentro y fuera de la casa, música a un volumen nada considerado, sin duda, los hubiera multado si no viniera como una chica normal y corriente. Me baje del carro bajo la expectante mirada del señor que me trajo, le sonreí en modo de agradecimiento y él se fue.
Caminé un poco, hasta la entrada, los hombres me veían atentamente, como si me quisieran devorar. No me inmuté, ya me había tocado soportar muchas miradas así, a lo largo de mi carrera. Llegué a la entrada y lo vi ahí. Perfectamente hermoso, apoyado al lado de la puerta, como si esperara a alguien. Su hermoso cabello dorado endomoñadamente desordenados, sonreí al recordar “Edward sexys Cullen”. Me vio y sonrió, una sonrisa muy sincera, dulce. 

—Eli, te… esperaba. – Seguía sonriendo, era tan lindo. Oh vamos Bella, deja de pensar tanto en él, pareces una de esas tontas enamoradas, de acuerdo, era lindo, pero era un mujeriego.

— Hola Edward. – Sonreí y él me abrazó, yo correspondí el abrazo. - ¿Entramos?

— Si, vamos. – Me tomó de la mano provocando que una corriente eléctrica atravesara mi cuerpo. 

Al entrar noté como las miradas de la mayoría de las chicas se posaba en mi, algunas celosas, otras simplemente sorprendidas. Busqué con la mirada a las chicas, Rosalie con un vestido rojo, en las piernas de Emmet y Jasper tenía a Alice agarrada de la cintura, hablando, ésta tenía un vestido blanco. ¿Ya Jas se lo habrá pedido?

Fui con Edward hasta la barra, pidió un vodka y yo quise pedir sólo coca-cola, tenía que estar en mis cinco sentidos hoy. 

— ¿Quieres bailar? – Preguntó luego de terminar su vaso, reí aceptando. 

Me tomó de la mano cuando empezó a sonar una canción lenta, pensé que me llevaría al centro, donde todo el mundo bailaba, pero no. Me guió lentamente hasta un jardín trasero, este tenía una fuente y mucho césped, estaba solo. Me tomó de la cintura y me apegó a su cuerpo, yo coloqué mi cabeza en su hombro, aspirando su olor masculino y varonil. 

— Edward, hueles muy bien. – Susurré en su oído. 

— ¿En serio? Pues gracias. – Rió suavemente y su simple voz en mi oído me hizo estremecer. 

— Edward… ¿Por qué me invitaste a mí esta noche?

— Es que, desde que te vi, no se… Llamaste mi atención, tienes algo especial. Es una picardía en tus ojos, un misterio en tu mirada. En mi vida sólo dos personas han llamado así mi atención y a la otra la conocí un día antes que a ti. – Abrí los ojos, ¿Se atrevía a hablarme de otra chica, estando conmigo? – Es la chica de la que te hable, Elizabeth Moon, deberías conocerla. Es muy temperamental, pero al final puede llegar a ser agradable. Disculpa si te hablo de otra chica, es que siempre me ha gustado ser sincero en estos temas. – Sonreí, el estaba interesado en mi, aunque llevara peluca y lentes y aún no llevándolos. 

— Pero tu… ¿Eres un mujeriego? 

— Si preguntas a la gente, dirán que sí, pero realmente no me considero un mujeriego. Cuando te dije que no besaba en la primera cita, no mentía Eli, tú de verdad eres especial. Sé que hemos pasado poco juntos, pero desde el primer momento en que te vi supe que eras especial. Sentí una conexión entre tú y yo, instantánea. Quiero descubrir tus secretos– Susurró y sentí que mis piernas flaquearon, estaba a punto de derretirme. Separé mi cabeza de su cuello y lo vi fijamente, él me miraba a mí. Se acercó lentamente. Supuse que me besaría, estábamos muy cerca de besarnos. Cuando unas chicas llegaron, eran dos, no nos habían visto. 

— Que triste, no hubo Nuvo, todos lo esperábamos. – Dijo la catira, se veía un poco ebria. 

— ¡Mike dijo que lo traería! Compró una docena de botellas, pero nunca apareció. 

— ¿Mike? Ah, él fue a la escuela, al parecer alguien importante lo esperaba ahí. 

— ¿A la escuela a esta hora? Wow, Debe ser alguien muy importante, para que Mike se pierda una fiesta.

— Sí, bueno seguramente disfrutará bastante. Ya conocemos a Mike, aparte, a él le gustan las mayores, debe estar con una mayorcita. 

Voltee mi vista rápidamente hacía las chicas, las cuales ya se iban de ahí. ¿Y si Edward no era la victima de hoy? Mike… Mike… ¡Mike! Una de los más esperados a víctima. Para tener doce cajas de nuvo, debe tener mucho dinero. 
Vi a Harry fijamente a los ojos y él me vio a mí, suspiré y me solté de su agarre, para salir corriendo. Escuché una voz que me llamaba de lejos, sin duda la voz de Edward, pero ahora no tenía tiempo para nada, debía llegar a la escuela antes de que se fueran. Era una total incompetente, debí haber estado más pendiente de mi misión. 
Mis tacones en las manos, un largo camino que debía recorrer a pie, pues los de la sede no me vendrían a buscar. Mi mente aquí, fija en la misión y en encontrar a Mike. Mi corazón, con Edward, con una profunda tristeza por haberlo dejado ahí. Ni siquiera le pude decir que yo también sentí esa extraña conexión.
¿Qué podía hacer? Esto no era un jueguito, era mi trabajo. Y siempre tenía que poner mi trabajo, por delante de todo. Aunque ese “Todo” fuera Edward.

Hoooooooooooooooola me pedian otro capitulo aca se los dejo espero que les guste las amo comenten chiiicas

Capítulo 7: Descifrar miradas Capítulo 9: Libros

 
14445891 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios