Un Amor Peligroso. La Verdad Será Revelada (+18)

Autor: bella96
Género: General
Fecha Creación: 24/06/2012
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 10
Comentarios: 11
Visitas: 18584
Capítulos: 7

SECUELA DE UN AMOR PELIGROSO

Despues de a ver creído que todo se había acabado, que ya nada les perjudicaría sus vidas, que todos estarían a salvo. Se habían equivocado, creyeron que habían terminado una etapa feliz, de miedo, angustia y dolor y que habían empezado una nueva vida llena de felicidad, con su propia familia y misiones que les esperaban; todo eso era el comienzo de algo peor.

Ahora como esposos y padres de un hermoso bebe, Edward y Isabella Cullen, se enfrentan a una nueva misión, una que les cambiara la vida.

La verdad será revelada

Nadie estará a salvo esta vez.

Familia, amigos

Deseo

Desesperación

Muerte

Dolor y amor.

Será que al final del túnel la inteligencia, sagacidad y el amor de ambos podrá salvarlos de todo lo que se avecina.

Secuela de Un amor peligroso.

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Capítulo 4: Capitulo 4 El comienzo de la misión

Capitulo 4: el comienzo de la misión.

Bella pov.

-Bella, esta será una misión larga y dura… lo sabes.- me pregunto Tony

-claro que lo se.-suspire.- pero no puedo tardar tanto tiempo en esta misión sabes quien me espera en mi casa.- sonreí al recordar a mi pequeño hijo

-si quien lo diría esa miniatura se llama igual que yo.- se rio

-yo que iba a saber que se llamaba igual que tu, él tiene el nombre de su padre, el que tu y Edward compartan nombres pero a la inversa no es mi culpa.- Stark, tenia el mismo nombre que mi Edward pero al revés, eso fue demasiado curioso y divertido… para ellos, ya que todos los de la agencia trataban de hacerles bromas a ambos, a Stark a veces le llamaban Edward, pero como era su segundo nombre y nadie le llamaba así nunca volteaba y lo mismo pasaba con Edward, a él lo llamaban Anthony, pero tampoco ni se inmutaba puesto también le llamaban por su primer nombre y no por el segundo, después de un tiempo todos se aburrieron de este juego absurdo ya que nunca caía ninguno de los dos. Ellos fueron los que se divirtieron haciéndolos enojar porque ni Edward, ni Stark caían en sus provocaciones, causándoles risa a ellos mismos.

Y bueno yo que podía decir junto con Edward siempre le llamábamos Stark, era raro que le llamáramos por su nombre, ya que se nos hacia un poco raro por Tony nuestro pequeño hijo, que había adoptado su segundo nombre y el primero.

-Bella por favor solo es una coincidencia.- estallo la carcajada

-cállate.- le dije en un susurro, la genta había volteado a vernos y no podíamos estar nombrándonos por nuestros nombres en voz alta

-porque?

-dijiste mi nombre.- le mire mal

-¿Qué?.- su cara era de confusión

-no podemos, recuerda tu eres…-ok ahí me quede ni siquiera sabia como me llamaba yo y por en den tampoco sabia su “nombre”

- John Downey.- sonrio de oreja, al parecer se dio cuenta que no sabia nuestros nombres, me hice la desentendida y voltee para la ventanilla   

-Natasha Romanof

-¿Qué?-no entendía a que se refería

- Natasha Romanof… es tu nombre.- pronuncio

-no, no es cierto es Bella.- a que estaba jugando, no entendía nada

-Bella estas en este mundo.- pasó su mano por mi cara

-claro que si, estoy platicando contigo.- esto me estaba hartando y demasiado

- Natasha Romanof es tu “nombre”.- hizo comillas en el aire y ahí caí en la cuenta de a lo que se refería, me sonroje furiosamente y él se empezó a reír.

-oye eso dolió.- se quejo cuando le di un buen golpe en la cabeza

-te lo tenias merecido.- cruce mis brazos sobre mi pecho y no volví hablar mas

-enserio no leíste la información.- rompió el hermoso silencio que se formaba a nuestro alrededor.

-si lo hice, pero no detalladamente, estaba preocupada por mi bebe, que realmente poco me importo leer la información.- le explique mis motivos, estaba un poco quizás demasiado absorta de la misión, pero ya no era solo yo, si no también mi hijo.

-te entiendo, pero por mucho que te preocupes por el, no puedes dejar la misión a un lado, ni estar pensando todo el tiempo en el… si de verdad lo quieres, cuídate a ti misma en esta misión para que así puedas volver y él tenga una madre.- como podía decirme que no pensara todo el tiempo en Tony, si mi bebe y Edward estaban todo el tiempo en mi mente y corazón, lo cierto era que tenia razón… primero debería cuidarme a mi misma para así volver, y que mi Tony tenga a su madres, después de todo trataría de seguir el consejo de Stark.

-tienes razón.- suspire odiaba que tuviera la razón

-por que esa mueca.- hizo la mueca o trato de hacer la mueca que yo hice unos segundos atrás

-odio que tengas la razón.- sonrió con superioridad

-siempre la tengo.- bufe

-sabes que mejor cállate, y duérmete.- fue lo ultimo que dije antes de voltearme

-Nata, no te enojes.- ¿nata?, no se le pudo ocurrir otro diminutivo de Natasha, genial lo que me faltaba, lo ignore.

-nata.- me movió un poco

-nata, nata, nata.- seguía moviéndome y yo seguí ignorándolo

-nata, natita, natota natotota.- enserio estaba con un adulto parecía mas bien un niño, esto me recordaba a Emmett.

-que quieres.- suspire para tratar de contener mi enojo, no era conveniente que me enojara en el avión.

-nada.- que, tanto insistir para nada. Ahh y el muy idiota todavía se reía, ya veríamos si cuando bajáramos del avión seguía teniendo esa sonrisa de idiota.

Solo le mire mal y volví mi vista a la venta a pensar sobre mi familia, ¿como estaría mi hijo y Edward?, como los extrañaba y apenas era solo el comienzo.

Las horas pasaron y por fin llegamos a Londres. Bajamos del avión y fuimos a recoger nuestro equipaje.

-muy bien mi amor todo listo ahora al hotel.-le mire mal como se atrevía a decirme así

-en tu vida me llames así.- le dije irritada

-por que si eres mi esposa.- solté una sonora carcajada, que creo que todo mundo me vio

-en tus sueños.- me mofe

-pues según este anillo y este.- dijo mientras me ponía un anillo en mi dedo anular.- estamos casados.- que diablos me había perdido

-¿enserio no viste nada de la información?.- me pregunto

-solo vi nuestros nombres, a donde veníamos y la foto de caracterización, nada mas.- me sonroje.

Ok, entonces te comunico, eres Natasha Romanof yo soy John Downey y soy tu esposo, estamos recién casados por lo cual estamos aquí en Londres Inglaterra de luna de miel, nos conocimos en Alaska en unas vacaciones, y para sorpresa nuestra vivíamos en la misma ciudad nueva york, por lo cual seguimos en contacto, nos volvimos novios y nos casamos seis meses después.- sonrió socarrón, yo rodé los ojos  

-ok, gracias por la información, algo mas que deba saber?.- alce una ceja

-si pero eso lo leerás tu, por que ya debemos irnos al hotel.- me tendió su mano y yo la tome, después de todo teníamos que fingir.

-por el momento tomaremos un taxi, después la agencia nos dará un auto a cada quien.- me comento  yo solo asentí.

Tomamos el taxi y emprendimos rumbo al hotel. Yo iba muy callada no tenia ganas de hablar, después de todo, no quería fingir demasiado con este falso matrimonio, era lo único que no me gustaba de ser agente, mentir en algunas ocasiones a tal grado de llegar a ser esposa de tu compañero.

-Amor vas muy callada.- utilice de todo mi autocontrol para no rodar los ojos.

-lo siento… pero es que recuerdo nuestra boda y no dejo de pensar en ella.- dije lo mas dulce posible

-siempre recordare ese día, pequeña fue el día que te convertiste en la señora Downey, mi mujer.- me acaricio la mejilla para después acercarse a mis labios.- no me negué, ya que no podía puesto que el maldito taxista nos estaba viendo, pero ya después me la pagaras stark.

- te amo.- te odio dije en mi interior

-y yo a ti.- si claro ya veremos si dices lo mismo cuando te deje sin herencia

-listo señores llegamos.- pronuncio el taxista

-gracias.- le dijo Toni al taxista una vez que le pago

-permítame.- dijo el botones al idiota de Toni, el solo hizo un ademán y le sonrió en agradecimiento

Caminamos tomados de la mano hasta el living, llegamos a la recepción  donde se encontraba una chica bajita pelo negro y ojos café claro.

-disculpe tenemos una reservación a nombre de  Natasha y John Downey.- pronuncio con una voz sexy estaba jugando con la recepcionista, no me importaba en lo absoluto pero era “mi esposo”  y no iba a dejar que me pusiera en ridículo.

Le pellizque el brazo, el solo hizo una mueca.

-Oh  si claro aquí esta… es la habitación 503.- nos dio las llaves

-gracias…

-que tengan una bonita estancia usted y su esposa.- nos dijo la recepcionista, se veía amable

- por supuesto que la tendremos verdad amor.- me hablo seductoramente, me dieron ganas de vomitar.

-claro.- claro que lo iba a matar.

Sin aviso alguno me volvió a besar, trate de zafarme pero su agarre era muy fuerte y la única manera de hacerlo era haciendo una escena aquí, cosa que no me podía permitir.

Termino el beso y yo estaba mas enojada, no enojada no estaba furiosa como se atrevía a besarme y enzima dos veces, o esto si me la cobraba y muy bien.

-muchas gracias, hasta luego

-a usted señor…

Maldito, me las pagas, ya te borraría esa estúpida sonrisa que tienes.

Subimos hasta la habitación en compañía con el botones. Yo iba que ni me calentaba el sol, estaba demasiado furiosa con Stark, el muy idiota me beso dos veces, ¿Cómo se atrevía?, el sabia que estaba casada, que amaba a mi esposo y tenia un hijo. Pero el muy idiota aun así se atrevió a besarme, estaba consiente de que en algún momento tendríamos que fingir, pero en este caso solo era el taxista y la recesionista por que besarme frente de ellos.

Ni siquiera me di cuenta cuando el botones se fue, de lo enojada que estaba me metí tanto en mis pensamientos, no fue hasta que Stark me saco de mis cavilaciones.

Ahora si exploto la bomba.- pensé en mi interior

-como diablos se te ocurre besarme y no conforme dos veces.- le grite

-sabes que debo hacerlo muñeca somos esposos.- idiota

-el que “seamos esposos” no te da derecho a besarme, sabes que todo esto es una farsa.- ah como me hacia enojar

-pero debemos hacerle creer a la gente esta mentira.- estaba todo tranquilo y con una sonrisita socarrona, ya veríamos si la seguía teniendo.

-mira Stark si me vuelves a besar otra vez por una estupidez te juro que te los corto.- señale su entre pierna.

-ni se te ocurra.- se le borro la sonrisa y se cubrió ahí.

-entonces no te vuelvas a provechar de la situación y mucho menos te de gracia cuando te reprendo de lo que haces por que entonces si te los cortare.- le amenace y me di la media vuelta y camine a la habitación, escuche como suspiro y eso fue lo que colmo mi paciencia.

Regrese hacia donde se encontraba  sonreí con burla.

-esto es por el primer beso.-le di una cachetada, que casi lo tira

- y esto por el segundo y para que te quede claro que no lo vuelvas hacer.- dije al tiempo que le pegaba en sus partes nobles con toda la fuerza que me fue posible.

-ahh.- grito y se tiro al suelo.

Después de eso me marche a la habitación con una sonrisa triunfante.

Tome mi maleta y empecé a desempacar toda mi ropa,  la guarde en armario que se encontraba en mi habitación, estuve por media hora haciendo lo mismo hasta que termine y decidí tomar una ducha, para refrescarme un poco.

Prepare el agua con sales aromáticas y me metí a la bañera.

No sabia realmente lo que pasaría en esta misión, ni siquiera sabia si volvería a ver a mi familia, sobre todo a mi hijo y Edward, ellos ocupaban mi mete, siempre, era una mujer casada con una familia propia de quien preocuparse y aun que me doliera no ver a mis padres, hermanos y amigos, no se compararía con el dolor que sentiría por  no ver mas a mi hijo y Edward, ello me mataría.

Nadie sabe lo que le depare el destino, la vida misma, por que hoy puedes estar perfectamente… pero y mañana, mañana que puede pasar, tal vez estés a punto de morirte o simplemente muerto.

No sabía lo que pasaría, pero de algo estaba segura, sin importar lo que diga la gente, yo moría con cada día que pasaba, mi vida se iba, a un que no tuviera ninguna enfermedad terminal ni nada por el estilo, yo morirá por que un día es menos tiempo de vida, un día es una condena para que tu vida se extinga. Sin embargo ese día que pasa debo aprenderlo a vivir al máximo, disfrutando de cada una de las cosas que pasa en ese día, por que nunca hay marcha atrás, para nadie y no quisiera arrepentirme de mi pasado el último día de mi vida.

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Hola, primero que nada quiero perdirles disculpas por tardar tanto tiempo en aculizar, pero no he tenido mucho tiempo para ecribir. les prometo ya no tardar tanto tiempo. y enserio mil perdones el proximo capi sera mas largo eo se los aseguro.

de nuevo mil perdones.

gracias x leer el fic, gracias x sus votos y comentarios.

 

y de nuevo mil perdones x tardar tanto... espero sus votiitos y comentarios.

las(o) quiero

By: Diianbells ♥

Capítulo 3: Capitulo 3: el inicio de la mentira Capítulo 5: La historia de jacob en paris

 


 


 
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