Crepúsculo del Amanecer

Autor: mili
Género: Romance
Fecha Creación: 09/02/2011
Fecha Actualización: 18/07/2011
Finalizado: SI
Votos: 10
Comentarios: 40
Visitas: 121199
Capítulos: 45

FIC TERMINADO

¿Puede uno darse cuenta de que nuestras decisiones tienen un por qué y una consecuencia? Siempre nos dejamos llevar por los impulsos, pero hay veces que eso lastima a quien más amamos, cuando eso pasa... que hacemos?

recomendado por LunaNuevaMeyer : 4puntos :D

Si se quieren pasar, les dejo el link de mi otro fic :D

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1766&id_capitulo=18

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Capítulo 15: Halo de Esperanza

 

La rubia me estaba impacientando, era tan molesta tenerla cerca de mí, su vocecita cantarina que no dejaba de cotorrear. Pude conseguir lo que quería, le ofrecí un trato a Jessica, así se llamaba. Pondría mi mejor cara para tratar de emparejarla con el Dr. Newton.

-¡Gracias!-chilló tirándose sobre mi, me abrazó tan fuerte que me dolió un poco el cuello- Ya, Gracias. Levanta el ánimo. ¡Estas viva!

Me acomodé en el asiento del avión, junto a la ventanilla descorriendo las cortinas.

-Yo sí, pero no tiene sentido mi vida ahora. No debieron encontrarme.

Suspiró ladeando la cabeza.

-Si tienes motivos para celebrar. ¿Acaso no te lo dijo Mike?

Mis ojos se abrieron desmesuradamente, dejé de jugar con el cintillo de la cortina.

-¿Edward? Dime que sabes algo-rogué.

-Mmm… No de él no mucho. Bueno sí, pero no sé como lo tomarás.-tomó asiento en la butaca libre a mi izquierda- Hoy llamé a la clínica de Forks… Donde serían enviados los heridos, y también la morgue- tragué saliva mordiéndome el labio- pero no llegó nadie de apellido Cullen.

Una sonrisa asomó mi rostro. Edward estaba bien, mi corazón no intuía nada malo, él me hubiese avisado de cualquier forma. Edward…

-Además… Isa ¿Te puedo llamar así verdad?

-Bella.

-Esta bien, bueno continuo, esto realmente es importante. Bella, tienes que cuidarte, ahora no sólo es por ti. ¡Felicidades! ¡Estás embarazada!

 

 

 

 

Creo que me dormí todo el viaje, ¿Embaraza yo? Soñé que Edward me esperaba al bajar del avión, con sus pantalones color caquis, y su camisa azul al cuerpo, todo volvía a ser como antes.

Sólo fue un sueño. Hasta ahora.

-¡Bella! ¡Estás viva! ¿Cómo estas? Dime, ¿Qué tienes? Contéstame- me urgió una voz chillona conocida, la del mensaje en el contestador.- ¡BELLA!

Me bajó del avión, salimos volando a un auto amarillo, bonito. No me dejó hablar, todo el tiempo me examinaba, y pidió que mantuviera la distancia entre mi herida y su cuerpo.

-¿Tú eras…?

-Bella soy Alice, ¿no te acuerdas? Maldito Emmett, fue su idea.

-Alice, si sí, ya estoy. Estás casada con Jasper, eres la hermana favorita de Ed…-le sacudí en el coche estacionado por el semáforo- Edward, ¿Dónde está? ¿No se murió verdad? Alice respóndeme.

Se mordió el labio y posó su vista en el tráfico. Pestañeó unas tantas veces y al fin, habló.

-No te preocupes, fue todo mi culpa, Edward está bien, vino ayer pero ahora…

El auto frenó en seco, Alice casi chocó.

-Ups, lo siento, es que tuve una visión- me sonrió apretándome la mano- Edward vendrá pronto. Esta… ¡AGH! ¡No logro ver el lugar!

-Alice no me estarás engañando.

-Para nada Bella, es que ayer fue un día de locos, ya sabes, aquí nadie sabía sobre Verona, ¿Recuerdas?

-¿Mis padres cómo están? ¿Ustedes llegaron bien? ¿Viste a Edward? ¿Qué dijo?

Estacionó en el porche, era mi casa.

-Primero esto Bella, y felicidades, no se lo dije a Edward.

Gruñí. Alice tampoco había notado la sorpresa de mi embarazo, ni que me estaba transformado en vampiro, y lo peor no hablaba sobre Edward.

-¡Cariño, Bella! –lloró mamá, Charlie se unió al abrazo y mis ojos se humedecieron- Pensé que…

-Ya mamá estoy bien.

Otra vez, nada. No sentí deseos de morderlos o beber su sangre. Seguro era mi imaginación.

-¿Quieres comer algo? Mira, necesitas descansar…

-Bella quiere venir conmigo, Edward es su prioridad.- me ayudó Alice.- El y…- le di un codazo en su costado, nadie sabría antes que él lo de nuestro hijo.

Alice no nos condujo hasta la casa Cullen como yo esperaba. Me dejó en un callejón baldío.

-Aquí está el. Ya me leyó la mente y lo seguí- me abrazó una vez más- Ve, el esta destrozado… No sabe que hacer Bella.

¿Qué hacía Edward en un cementerio? Caminé y caminé. No era un cementerio, se nota que me hizo mal el estúpido choque. El viento sopló en mi cara, comencé a correr al verlo de espaldas en el claro donde nos besamos por primera vez. Eso no se iría de mi mente jamás en la vida.

-¡Edward!- me tiré sobre sus brazos- Amor, estás bien, no sabes lo que sufrí.

 Mi boca se fundió en la suya mezclada con lágrimas, sus manos se trabaron en mi cuerpo y se me dificultaba respirar. No era un espejismo. Edward estaba vivo.

-Bella…-Jadeó acariciando mi pelo, sin apartarse un segundo de mí- Bella ¡Lo siento tanto!

Su ánimo se vino abajo, estaba destruido.

Volví a besarlo. Ambos caímos bajo el prado. Su piel brillaba tal como cristal. Estaba anocheciendo. Sus ojos parecían llorosos. Quería consolarlo pero no sabía cómo, me dolía actuar como una egoísta pero quise amarlo como nunca, estaba vivo. Era lo que importaba.

 

 

 

 

Capítulo 14: Tic Tac Capítulo 16: Hipótesis

 
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