Corria como nunca antes lo habia hecho, aun tenía la ropa llena de sangre podía sentir los latidos de mi corazon y como aun tenia ese sentimiento de hambre.
Todo a mi paso estaba lleno de gente que moria en cada instante, agonisantes o simplemente muertos que no habian logrado escapar de las bombas que nos mantenian asustados. Rogaba por que alguien fuera a ayudar a las niñas del orfanato, pero yo no podía permanecer hay o probblemente mas de alguna terminaria muerta, las palabras de esos hombres retumbaban en mi cabeza y como ellos sentian las mismas ancias de sangre que yo, probablemente eran lo mismo o quizas sabian a lo que pertenecia pero no lo sabia. Quizas por eso es que mis padres me habian abandonado.
Llore sin descanzo y cuando el sol salio mi piel se ilumino, realmente jamás pasaba mucho en el sol, el orfanatto estaba dentro de unas grandes paredes.
- Que sucede pequeña -. un hombre se acerco a mi y toco mi pierna, realmente no podía pensar en ello, sabia que ese hombre no tenía ningun tipo de miramiento y que me queria para algo mas que
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