Caminaba lentamente por los pasillos con la gran carga de ropa que tenía, era normal que tubieramos que lavar la ropa de los nobles, nosotros eramos educados para ser aprendices con suerte o esclavas...

el lavadero estaba lleno para varíar, teníamos que luchar por un lugar como todos, la verdad es que me molestaba de sobremanera eso, además de tener todo colgado antes del anochecer teníamos que tener que pelearnos por algo de agua o jabon incluso.

- La pequeña Reneesme -. mire a mi lado, Rosalia era la muchacha más antipatica de todo el lugar, ella era la concentida de los maestros por que era una bocona... -. Veo que te dieron mucha ropa hoy, espero que te ayudemos...

Tomaron toda la ropa y la tiraron al piso... no podía hacer nada, ellas eran las que mandaban y de alguna forma completamente desconocida para mí me había ganado su odio.

Termine muy tarde de lavar la ropa, por lo menos ya no había nadie cerca y podía ocupar los labaderos como me plazca... tenía las manos completamente azules e incluso empesaron a sangrar, eso era algo normal, pero el placer que me provocaba el solo tener sangre serca me asustaba.

camine asta la habitación con la boca ardiendo, era como si hubiera comido tierra.

Estaba cerca de la entrada de esta cuando vi un pequeño ratón, con eso era suficiente... Lo tome por una de sus patas, estaba asustado, lo veí, pero no podía hacer nada, era una necesidad más grande que cualquier otra... me acerque lentamente a donde sabía que su flujo sanguineo era más rápido y comence a beber...

Lo bote a la basura cuando termine, hace solo un par de semanas había comenzado a ser el nuevo gato del orfanato, de alguna manera tenía que tener sangre en mi boca, quizas era por que el alimento no era suficiente... o eso quería hacerme creer a mi misma, la verdad es que la mayoría no andaba cazando pequeñas criaturas para comercelas.

Entre a la habitación y hay se encontraban las mismas, Rosalia y su culto se encontraban esperandome.

- Ten -. me dijo una arrojandome una toalla -. quiero que la laves esta muy sucia y sabes que no podemos andar trayendola así.

Tenía tanto odio que no me atrevía siquiera pensar en lo que estaba haciendo, tome la toalla y se la arroje en la cara...

- Lavala tu, no piences si quiera que voy a sucimbir ante tí -. las muchachas (3) se pusieron en posición de ataque, yo no sabía como pero veía todos y cada uno de sus movimientos, mis sentídos de alguna manera estaban mucho más agudos.

No las golpee, no quería meterme en problemas, pero para mi gran suerte Rosalia se entrello contra una cajonera y comenzo a gritar...

A los pocos minutos llegaron los encargados y solo sentí una gran cantidad de golpes en mi espalda.

- Te iras al agujero!!! -. sabía lo que significaba... tres días sin comer y solo podía beber el agua que corría por una de las rendijas que estaba al lado de esta... genial!!!

pero hasbía algo que me calmaba, el hecho de que empesara a tener ciertas habilidades, quizas siempre estuvieron hay, pero jamás las había descubierto, quizas ese era el motivo por el que mis padre me abandonaran... quizas era solo un estorbo...