Inicio de Félix.
Ya estoy harta de que esa hija de puta me maltrate. Todos notamos como el humano ese la cautivo y aunque ella quiso ocultarlo encontré su punto flaco y me vengare.
Lo prometo.
Escuche como alguien venia y tocaron mi puerta.
¿Quién?- pregunte molesto
Soy yo, Heidi. Es momento de ir a comer-murmuro Heidi
Ya voy-murmure. Antes de que me pudiera levantar, Heidi ya había pasado y estaba encima de mí.
Vamos Félix, después de comer nos echamos un buen polvo.-ronroneo Heidi, la verdad es que si le tenía ganas, más porque está bien buena.
Está bien, créeme no será cualquier polvo-murmure dándole un beso en la boca. Pude notar que ya estaba caliente, porque su mano ya estaba jugando con mi amigo.
Y… ¿Por qué no ahora?- me desafío. Me moví rápidamente y cerré la puerta con seguro. Llegue hacia donde estaba ella, la jale hacia a mi, desgarre sus bragas, rápidamente me quite mis pantalones, los calzones para luego adentrarme en ella una y otra vez, rápidamente llegamos al orgasmo, ella gemía cada vez que estaba dentro de ella.
Alguien toco la puerta, Heidi seguía gimiendo así que tuve que taparle la boca con la mano.
¿Quién?-pregunte intranquilo.
Soy yo, Chelsea., necesito hablar contigo, abre la puerta-dijo ansiosa
No puedo… estoy ocupado-murmure
Vamos ya sé que esta Heidi si quieres los acompaño-murmuro. Me arregle y vi como Heidi se acomoda su vestido y el pelo.
Abrí la puerta y vi que ahí estaba Chelsea mirándome con cara de pocos amigos.
¿Qué quieres?- gruño Heidi molesta. Vi como cerró la puerta y se acercaba sensualmente hacia a mí.
Necesito un buen polvo, además necesito decirte algo sobre otra cosa- murmuro Chelsea bajando su mano hacia mi pene.
Bueno, entonces Heidi ¿te quedas o te vas?- pregunte
Vi como Heidi, se quitaba el vestido y abría sus piernas. Esto contesta tu pregunta- murmuro
Chelsea se acerca hacia a ella y la empezó a besar hasta bajar lentamente hacia su clítoris. Vi como Heidi agarraba la cabeza de Chelsea una y otra vez.
Ok. Esto nunca lo van a olvidar- murmure.
Fin de Félix
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