TE AMO....recuerdalo

Autor: Anianessie
Género: + 18
Fecha Creación: 19/08/2012
Fecha Actualización: 20/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 4
Comentarios: 4
Visitas: 5811
Capítulos: 5

 

La llegada de una nueva vida puede traer muchas alegrías, mas aún en la vida de Renesmee y Jacob, quienes desde hace 3 años esperaban este maravilloso momento. Pero el destino les traerá una triste y difícil decisión... poniendo a prueba su amor...

¿¿ Serán capaces de aceptar el mas hermoso y doloroso sacrificio ??

 

Los personajes de la Saga Twiligth son de S.Meyer, los demas personajes son mios basandome en amigos...

Cualquier coinciencia con otro fic es mera coincidencia

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Capítulo 2: Problemas

POV RENESMEE

Las manecillas del reloj avanzaban, señalando las 10 de la noche. Afuera, todo parecía transcurrir con calma mientras la temperatura se dedicaba a descender, obligando a que las pocas personas que aún estabamos trabajando nos pusieramos ropa abrigadora.

Las manos temblorosas de Camila servían té a los presentes en la sala de conferencias…

Unas gotas de sudor recorrían mi rostro…

Hoy debía brillar, esta noche decidían quien tomaría la Direccion.

—Es un gran placer anunciar que ... —murmuró el Dueño —La nueva Directora de Mercadotecnia es…. Renesmee Cullen.

Cuando termine de ser proclamada la nueva Directora sonrei bajando la mirada hasta mi vientre de ahora cinco meses mientras posaba la mano en él con suavidad y comenzaba a caminar para salir de la sala. Al abrir la puerta, todas mis amigas me esperaban con los brazos abiertos, emocionadas por la noticia.

—¡Lo conseguiste amiga! —dijo Hiromi, abrazándome con mucho cuidado.
—¡Gracias!.
—Peque, es mejor que te sientes —indicó Kiara, señalando el sofá. 
—Creo que sí —acepte me sente y cubrí mis ojos con una mano. Nuevamente la doble visión había llegado. Sabina se acercó, dandome un vaso con agua y dos de los medicamentos que cada día debía tomar; levante débilmente la mano para tomar las pastillas, pero por alguna razón me sentía repentinamente cansada.

La puerta de la oficina se abrió y todas volteamos, sobre todo porque además de nosotras, no debería haber nadie en la oficina. Era Jake, nadie se sorprendió de verlo ahí. Desde que había anunciado mi embarazo, siempre iba a recogerme hasta mi oficina.


—¿Qué sucede? —preguntó al verme mientras tomaba mis respectivos medicamentos que me tocaban cada doce horas. 
—Sólo estoy un poco cansada —dije con una sonrisa que no logró tranquilizarlo. La verdad le molestaba que siguiera trabajando pese a las recomendaciones de descanso que Carlisle me había dado, pero sabia que mi sueño estaba a punto de cumplirse y no quería detenerme, sabia que si lo intentaba le arrancaría la cabeza….

"Prometo cuidarme, además no puedo dejar el trabajo así luego de tanto tiempo de esfuerzo para ser tomada en cuenta para esa vacante"

Eso había sido lo que le dije, a pesar de verme tan débil, seguía irradiando toda esa luz que el embarazo me había dado. Jacob  bajó la mirada hasta mi estómago abultado, sabia que estaria recordando el ultrasonido donde nos anunciaron que el bebé que esperaba era niña.

POV JACOB

—Ne... —no termine siquiera de completar su nombre porque comenze a correr cuando vi a Nessie desvanecerse de pronto.
—¡Nessie! —gritó asustada Gaia
—¡Shuichi! — la abraze preocupado, sin entender que es lo que había ocurrido. Kiara, con voz autoritaria pidio una ambulancia y Hiromi llamo al doctor de la oficina para que la atendiera mientras llegaba la ambulancia. Yo vigilaba a Nessie angustiado, lo único que podía hacer era esperar…Me sentía frustrado, totalmente furioso conmigo mismo de no haber cuidado a Renesmee como debeía... ¡¿Por qué rayos no la había encerrado en el departamento?!

—¡¿Qué es lo que ocurre?! —el médico de la oficina entró. Se acercó a Nessie quien ya estaba recostada. Me aleje levemente para darle espacio al medico, aunque era lo último que deseaba.

Después de asegurarse que había sido un desmayo, comenzó a revisar el cuerpo Nessie, centrando su atención en sus pies y manos, que parecían hinchados.

—Disculpe... —fijó su vista en mi—, ¿La joven Cullen se encuentra bajo tratamiento de hipertensión?
—Sí 
—¿Qué otros síntomas a presentando además de este?
—Mareos, tiene mucho cansancio, doble visión... —enumere, sabiendo de memoria aquellos sucesos.
—Hemorragias nasales —completó Kiara-

Lo hizo para que no te preocuparas más –explicó Gaia.
—¿Qué?
—Señoritas —habló el doctor y toda al atención se centró en él—, me temo, si mis suposiciones son ciertas, que necesitamos hospitalizar lo más pronto posible a la joven Cullen.

Y ahí, el mundo comenzó a desmoronarse.

 

—¿Dosis? —preguntó Carlisle que se había dedicado a cuidar del embarazo de Nessie desde el comienzo. 
—Diez miligramos de nifedipina, cinco de hidralazina y veinte de labetalol para controlar la hipertensión.

Se mordió el labio preocupado ante el posible diagnostico que ya venía abarcando su mente desde el momento en la última revisión de Ness, donde habían notado que su presión seguía siendo elevada y había aumentando considerablemente de peso. Ahora sólo quedaba esperar que ells abriera sus ojos para así poder realizar las pruebas y confirmarlo.

 

No dejaba de culparme a mi mismo, después a Nessie y por último maldecir la hora en que a los jefes de Ness se les ocurrió la brillante idea de sacar una vacante para el puesto soñado de ella a la par de su embarazo, porque si no fuera así en estos momentos no estaría sentado en una estúpida sala de espera, en compañía de toda el grupo de amigas que rodeaban al mi esposa, esperando noticias de cual era su estado de salud.

—Jacob —me puse de pie sin tratar de parecer ansioso. Carlisle suspiró, me tocó el hombro y me alejó un poco
—Nessie y mi hija... 
—Creo que sé que es lo que le sucede, pero tenemos que esperar a que las pruebas lo confirmen... pero, según mi experiencia, lo que veo que tiene es... preeclamsia. 
—¿Preeclamsia? 
—Un enfermedad que  afecta a las mujeres durante su embarazo, suele dañar hígado y riñones, pero parece ser que se esta desarrollando rápidamente y eso es peligroso, sobre todo para la vida tanto como de Renesmee como la bebé.

Pase la mano por mi cabello, intentando controlarme. Debía ser fuerte para ellos, pero por un momento senti un agujero en el lugar que se suponía debía estar su corazón y como el suelo había sido borrado del planeta. ¿Peligroso? ¿Acaso eso quería decir que podría perderlas a ambas?

—¿Qué podemos hacer? —murmure cerrando los ojos, suplicando que existiese una solución. 
—Lo más recomendable en estos casos y la única solución para la preeclamsia es inducir el parto. 
—¡Sólo tiene cinco meses! —grite, llamando la atención de todos. No podía creerlo... era como tomar una elección donde simplemente saldría perdiendo. ¿Renesmee o nuestra hija? 
-Déjame terminar de explicarte por favor... —dijo -. Pero ahora la bebé no está desarrollada y lo que haremos es retrasar el parto el tiempo que sea posible pero me temo que será a base de muchos cuidados —Carlisle sabia muy bien que estaba dispuesto a entregar mi vida si con ello salvaba la de su familia—. Primero que nada, ahora bajo mi estricta orden, Renesmee tiene prohibido trabajar porque eso sólo aumentaría el riesgo. Necesita hidratarse más, necesitará varios medicamentos, sobre todo para bajar su presión; además del ácido fólico, le daremos inductores de madurez pulmonar, de esta manera aunque no evitaremos que sea un parto prematuro, lograremos que la bebé este preparada lo mejor posible para salir al mundo. 
—Entiendo —dije ideando la manera de cómo hacer para que Nessie obedeciera como debío haber sido desde el inicio del embarazo.

 

POV RENESMEE

Abri los ojos tarde varios segundos en relacionar las imágenes de paredes blancas que veía. Me dolía la cabeza, lo cual me impedía pensar con claridad, hasta que lo entendi. Me sente asustado, tocando inmediatamente mi vientre, temblando, reconociendo el lugar como el hospital donde siempre era atendida. Senti a mi bebé moverse y eso consiguió tranquilizarme.

La puerta se abrió y aún en medio de la oscuridad de la habitación y de la noche, reconoci instantáneamente los ojos negros que durante los últimos años eran mi fuente principal de inspiración.

—Jacob... —musite, levantando la mano.Se sentó junto a mi en la cama 
—Nessie
—¡Lo siento! —grite abrazandolo —, ¡lo siento tanto, por favor discúlpame! —solloze, sabiendo que algo andaba mal aunque nadie se lo hubiese dicho aún—. ¡Esto es mi culpa!
—Nessie...

—Renunciaré... —susurre, derramando lágrimas  y separándome de el—, lo he decidido y... ya no importa la directiva, ¡No importa nada de eso! ¡Solamente no quiero volver a estar en este hospital poniendo en riesgo la vida de nuestra hija!

—Eso no será necesario —dijo Camila desde la puerta, prendió la luz y con los brazos cruzados y su típica paciencia, se acercaba a la cama—. No te preocupes, nosotras podemos hacrenos cargo de tu trabajo hasta que te mejores. Después de todo, lo más importante es tu vida.

—Gracias —le sonrei y ella devolvió el mismo gesto, antes de irse, le dio un golpecito a Jacob en la espalda
—Les diré a todas que te encuentras bien y que será mejor retirarnos. Ya después hablaremos con todos para arreglar los detalles.

Nos quedamos en silencio hasta que los pasos de Camila se perdieron. Mire a Yuki, como si sólo estuviera esperando el momento para recibir una desagradable noticia.

—¿Qué es lo que tengo?
—Creen que es preeclamsia... 
—¿Eso es peligroso... ?
—Sí —aceptó—. Es por eso que debes cuidarte como nunca Nessie Quiero protegerte...
—¿Por qué creen que tengo eso?
—... por la hipertensión. Parece ser que se complicó.

Me recrimine una y otra vez por no haber dejado el maldito trabajo y cuidarme como debería. Por mi estúpida culpa ahora había puesto en riesgo la vida de nuestra hija. Y los hubieras pronto aparecieron en mi ya confundida mente: Si hubiera renunciado a tiempo, si me hubiera cuidado más, si no me hubiera presionado...

—Saldremos adelante —tuve deseos de llorar en el momento en el que escuche esas palabras en mi oído. Los brazos de Jacob me rodeaban, haciéndome feliz y ayudándome a creer en mi misma. Sí, seríamos la familia que siempre soñamos. Superaríamos todo porque nos amabamos, cuidaríamos a esta bebé y si llegase el caso, se lo disputarímos a la misma muerte... porque era nuestra hija, su ilusión. Nuestro gran amor.

 

Carlisle asintió sin una sonrisa en ese amable rostro. El diagnostico ahora estaba confirmado: los elevados niveles de proteínas en la orina lo indicaban, yo padecía de preeclampsia.

Durante las largas dos horas que duró la explicación de Carlisle acerca de los cuidados que debía tener, los tiempos a los que debía tomar mis medicamentos y las comidas que únicamente podía degustar, Jacobjamás solto mis manos. Me apoyaba en silencio. Eso no nos iba a detener y mucho menos a derrumbar.

 

Entramos al silencioso departamento. Me dirigi a la cocina sintiendo una terrible sed que intente saciar inmediatamente. Afortunadamente había descansado mejor y mucha de mi energía estaba devuelta. Mientras bebía agua, sin querer, unas gotas resbalaron por la comisura de mis labios, llegando hasta el cuello donde se detuvieron durante unos momentos. Jake, que había entrado en ese momento, se quedó hechizado por el brillante liquido que recorría mi piel.

—Jake... —pronuncie su nombre, pero no era el tono usual que ocupaba para llamarlo. Era otro, era el tono que solamente usaba cuando quería ser tomada por el…¿Cómo poder evitarlo cuando literalmente, me le estaba ofreciendo de esa manera?...

Le sonreí y seguía relamiéndome los labios, provocandolo, no tarde en acercarme hasta él y probar ese dulce sabor que siempre me ha  pertenecido. Fue un beso tranquilo, suave e inclusive se podría decir que inocente... porque había algo diferente, un sabor distinto más allá del erotismo.

Lo reconoci cuando senti mi cuerpo vibrar debajo de su abrazo: era tristeza. Era como si con ese beso intentase comprender y consolar la herida de ambos, la misma que dolía y que ahora tenía una gran profundidad y que al parecer, sólo hasta el momento en que tuvieramos a nuestra hija en brazos lograría ir cerrando poco a poco.

Me llevo hasta la habitación, recostándome suavemente, acariciando mi vientre abultado.

—¿Estás segura? —preguntó y le respondió con una sonrisa traviesa.
—¿Acaso esto que hacemos no quita el estrés?

Continuó entonces con su labor, probando mis labios, recorriendo con su alguna mi piel tersa que siempre habría de crear una adicción en él. Se concentró en hacerme sentir placer, en hacerme olvidar el mundo a mi alrededor, de hacerme soñar simplemente con nuestro futuro JUNTOS.

Acariciándolo por encima de la ropa, pudo sentir su estremecimiento, el contempló el rubor que apareció en mis mejillas, mis labios jadeantes que le suplicaban por un poco más de atención... en sus ojos aparecía una tristeza que difícilmente se borraría. Nuestras respiraciones se habían vuelto acompasadas, ese momento se convirtió en un rito de caricias por parte de ambos, era como si nos estuvieramos explorando por mi primera vez... como aquella vez primera vez, en la hicimos el amor...

Jake recargó su cabeza en mi pecho, sin dejar de acariciarme.

—Te amo, Jake...

Alzó su cabeza, deseaba tanto ver esa sonrisa tierna. Y ahí estaba, la luz de mi vida.

Me desvistió, siendo totalmente cuidadoso de no apretar en ningún momento mi estomago. Sonrió discretamente y posó sus labios en mi intimiad, solte un profundo suspiro ante el contacto. Lo recorría una y otra vez, senti la necesidad que tenía, la forma en que había extrañado mi cuerpo y lo extrañaría, pues iban a pasar varios meses antes de que pudiera volver a tocarlo. Me tocó como casi nunca lo había hecho, era un especie de tranquila desesperación pues sabía que su anhelo estaba a su alcance.

Probó mi esencia, deseándo más, necesitándolo tanto, que casi dolía. Comenzó a prepararme, sintiendo mi entrada palpitar alrededor de él, dispuesta a recibirlo ahora mismo, pero el deseo de Jake no era sexo salvaje como el que muchas noches tuvimos, era más bien, recordarme cuanto es que me amaba.

Cuando me sintió lista y comenzó a penetrarme, por unos breves instantes sin que uno supiera que el otro pensaba lo mismo, tuvimos deseos de llorar, de hacerlo en medio de lágrimas, de perdernos en el calor de nuestros cuerpos... de amarnos por siempre.

Y esa mañana, en la que la primavera comenzaba a llegar, en que sol brillaba con todo su esplendor como si estuviera anunciando que el camino a seguir estaría lleno de luz, hicimos el amor, como si fuera la última vez que nos entregaríamos mutuamente.

Capítulo 1: Algo Inesperado Capítulo 3: Mi Familia

 


 


 
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