-muy bien déjenme ver si tengo todo.- hacia ya dos semanas completas llenas de fotos, historias, lecturas, paceos  aun las cosas eran un poco confusas todo llegaba a mi mente en imágenes borrosas.- al Márquez whitlock  lo conozco desde siempre, a Rosalíe la conocí en el periódico, es la hija del banquero de la ciudad y somos las mejores amigas.- estábamos todos cenando, el ambiente era muy alegre, todos reían y hacían comentarios. Emmett y Alice en especial aprovechaban la situación para hacer comentarios incómodos, al menos para Edward.-  Alice es esposa del marquez al cual aparentemente nunca llamo por su nombre- todos rieron ante mi comentario- fui la madrina de su boda, igual que en la boda de rose, el coronel…-hablaba mientras ausente revolvía la comida en mi plato con el tenedor.- al coronel lo conocí de una manera muy peculiar

-         es excelente bella tu mente esta avanzando.- levante la vista rápidamente, todos sonreían contentos

-         poco a poco estamos recuperando a la antigua bella- nana beso mi frente y luego se retiro a la cocina.

-         Si, así es...pronto te volverán a poner la cadena Edward

-         Emmett que comentarios de mal gusto son esos- le regaño Rosalíe

-         Yo solo digo.- emmett sonrío de esa forma tan aniñada típica de el  

-         Eliminando los comentarios de emmett, estoy muy  feliz por ambos.- Alice nos miraba con una sonrisa grata. El resto de la velada fue igual que los últimos días, recuerdos y mas recuerdos en realidad a palabra adecuada seria historias y mas historias, sentir el afecto de todos era gratificante, al menos una cosa es segura, era querida y tenia  una familia, si es que podría llamarla así…¡si! si lo eran, eran mi familia.

¿Existían puntos ciegos en mi memoria aun?, si claro que existían agradecía enormemente todos sus esfuerzos, pero de alguna manera sentía que no era suficiente, era un acto muy despiadado de ingratitud. Pero como escusa solo tenia la necesidad de estar a solas yo y me incompleta memoria.

El sol comenzaba a darle los buenos días a l mundo, el cielo estaba pintado de un tono azul grisáceo, las estrellas comenzaban a desaparecer con los primeros rayos  totalmente opacadas. ¿Con cuanta frecuencia había yo observado algo tan hermoso como esto?  No lo se, como podría yo reencontrarme, volver a ser esa persona que todos extrañaban ¿y si no volvía a ser esa antigua bella?¿cambiarían las cosas?

Edward parecía feliz estando a mi lado, su paciencia parecía ser infinita, pero no era así ocultaba algo, me trataba como una reliquia, una muñeca de porcelana. Había algo más yo lo sabia, era importante mi pasado pero no por ello dejaría de lado mi presente.

Tome mi capa negra hacia un día algo ventoso a fuera, la ropa de montar simplemente es mucho mas cómoda, no era necesario un corsé, armador...ni nada de esas cosas incomodas que lleva un vestido, solo una camisa de mangas, un par de pantalones y una botas hasta la rodilla. Tan simple y tan cómodo.

Salir de la casa fue lo mas sencillo, la casa aun dormía...el único problema con el que me encontré fue el de perderme en mi propia casa, pasillos y mas pasillo…habitaciones por doquier  debí tardar al menos 15 min. Antes de poder encontrar la salida. Encontrar luego el establo, eso fue sencillo el problema fue elegir un caballo pues varios no dejaron ni que me les acercara…solo una yegua negra, se sintió a gusto con mi presencia en el establo, mansa y tranquila se dejo montar.

Llegue a la ciudad sin ningún inconveniente…no habían muchas personas, Paris permanecía aun  dormido…el cielo estaba ya mas claro, pero aun las lámparas de gas de las calles estaban encendidas, pasee por el parque con total calma, este estaba muy hermoso la primavera sin duda había puesto a vista de todos la hermosura  de este lugar los enormes árboles estaban teñidos de un verde muy vivo algunos se veían floreados, muchas aves ya comenzaban a dar su hermoso canto, un pequeño azulejo, chapoteaba en la orilla del enorme lago en el centro de aquel parque, se daba un baño introducía su cabeza en el agua y rápidamente la sacaba sacudiendo todas sus plumas, sonreí era muy lindo todo aquel lugar, los reflejos de los rayos del sol en el agua del aquel lago hacían que el agua pareciese mágica,  era una imagen digna de un cuento de hadas, era uno de esos momentos en el cual los escépticos dirían: no puede ser posible, los cuentos de hadas son solo eso ¡cuentos!.

¿Acaso la vida no era un cuento de hadas? Vivir en un mundo donde cualquier cosa puede ocurrir por diferentes  razones que muchos  ignorarían…si tomaba como ejemplo mi situación, no a todo el mundo le sucede algo como lo que me sucede a mi, perder total identidad y no saber como o por que sucedió, lo único que sabia era que todo esto había sucedido  el día de mi boda. ¡Mi boda!

Continúe caminando alrededor  del lago, llevando al tranquilo animal de las riendas, decidí parar y descansar bajo la sombra de un  árbol de manzanas muy adecuado para que mí acompañante cuadrúpedo tomara un desayuno saludable.

Poco a poco fueron llegando personas al parque, la mayoría  personas de la nobleza, personajes arrogantes, erguidos que miraban a todo aquel que se le acercara como si fuese una hormiga… ¿en el pasado seria yo parte de ese tipo de personas? Sacudí la cabeza para dispersar ese pensamiento, ahora en este momento no aprobaba un comportamiento como este  y estoy segura que antes tampoco lo hacia.

-duquesa, buenos días- un hombre de unos 40 y algo, de edad se acerco a mi con una sonrisa, parecía conocerme, aunque yo no lo reconocía quizás una vaga idea, pero solo eso.

-buenos días…- salude por cortesía realmente, me esforzaba por reconocer a esa persona pero no lo lograba

-soy Alan miladi su mayordomo.- no sabia que decirle al hombre, realmente no recordaba tener un mayordomo.- Edith- mire al hombre confundida y este pareció notarlo.- su nana- aclaro y yo asentí sonriendo- me comunico lo que había pasado miladi es una pena realmente  toda esta situación.

-¿todo el mundo sabe esto?- mire al hombre y no fue necesario explicar a que me refería pues no tardo  en responder

- bueno su alteza…

- le pido, llamarme bella los títulos no me gustan

- es bueno saber que aun hay cosas que no cambian.- sonrío amplio y yo respondí ese gesto…- a pesar de  todo conserva su forma de ser miladi es muy gratificante saber esto.

-iba a decirme como es que todo Paris sabe mi condición.- no quise ser grosera pero, deseaba saber  la razón.

-siempre tan directa, cuando de intereses se trata, la razón es que se publico en el periódico un articulo referente a usted.

- ¡un articulo!

-así es…el parisién- Alan señalo un edificio frente al parque.- estaba encargado de cubrir todo acerca de su boda…y pues por lo sucedido con los sus raptores…hubieron mas y mas artículos…hasta que la encontraron.

-así que los últimos acontecimientos de mi vida…han sido farándula para los ciudadanos de Paris.

- bueno miladi usted es una persona importante entre la nobleza, la señorita Rosalíe se encargo de todos los reportajes, debo admitir que es muy buena en lo que hace.

-¿cree usted Alan que fue lo mas prudente?

-¿las publicaciones?- pregunto cauteloso yo asentí como respuesta.- bueno mi lady, no se si fue lo mas prudente, pero como usted siempre dice las personas tienen derecho de conocer la verdad de la realidad…es por eso que se convirtió en periodista.

-sabe una cosa Alan a aclarado usted muchas cosas…que los demás no han hecho.

- me gusta ayudar miladi siempre lo e hecho, para mi usted no es solo mi ama… también es como  mi hija la vi crecer.

-es usted muy cariñoso Alan. Pero debo preguntar...si es usted mi mayordomo ¿por que no lo e visto en la mansión desde que regrese?

- tuve ciertos inconvenientes  familiares miladi.- Alan agacho su mirada, se veía la tristeza.

- ¿todos están bien?

- no quiero incomodarle hablando acerca de mis cosas…miladi, tiene usted cosas mas importantes que resolver.

- Alan e preguntado ¿todos están bien?- el hombre levanto la mirada, sus ojos estaban cristalinos.- si no desea comentarlo no lo haga...e sido entrometida discúlpeme.

- no se preocupe miladi- Alan suspiro- mi esposa falleció…

-es una lastima…que terrible

-al contrario miladi estoy muy feliz de que halla sido así.

-¿y por que dice eso? ¿Acaso no la amaba usted?

-por esa precisa razón miladi, por que la amaba- no comprendía muy bien lo que decía- por que la amo, prefiero ser yo el que sufra su muerte y  no que a ella le tocase sufrir la mía.- mire a Alan sin saber que decir, se notaba que la amaba, era una acto muy hermoso de su parte pensar así….un amor tan verdadero y puro. Hermoso y envidiable. El resto de la mañana Alan y yo estuvimos hablando cosas triviales, alguna de mis travesuras de pequeña etc. Nada que opacara lo que de verdad  guardaba mi mente.

-         ¡bella! ¡Por dios! ¿Dónde has estado?, casi llamo a la caballería para hacer una ¡búsqueda!  

-         Estoy bien Edward, Salí a dar un paseo...no a sucedido nada

-         Bella, no sabes lo preocupado que estaba- tomo mis manos con fuerza y las beso, se notaba que estaba preocupado, no todos los días te reciben así en la puerta de tu casa.

-         Estaba con Alan, Edward me lo encontré en el parque…no a sucedido nada.

-         Bella no sabes lo preocupado que estaba…nos e que haría si te vuelvo a perder- tomo mi cara entre sus manos para besarme pero eche la cabeza atrás antes de que pudiera hacerlo.- ¿que sucede?- me miro con pánico en la mirada.

-         Iré a cambiarme, espérame en mi estudio y por favor dile a nana que valla también,- me separe de el, sus manos cayeron a sus costados como si pesaran toneladas.-debemos hablar conde Cullen.- los ojos de Edward se ensancharon sorprendidos, lo deje allí parado y subí a mi habitación.