Edward

Cuando Salí de la piscina   subí a mi habitación pero en el camino escuche voces

-           Alice estás loca- dijo la vos de Isabela

-           No porque lo estaría- dijo mi hermana y estaba segura que se estaba riendo

-           Porque aún no estoy lista Alice – dijo ella – además tengo que ir primero al médico para saber- dijo no sabía que tenía pero no quería seguir escuchando, me cambie y baje a la sala a mirar televisión con mi hermano Emmet el al igual que el resto de la familia no sabían a lo que en verdad me dedicaba  no podía decirle a mi familia ese era uno de los requisitos de la agencia no decir nada a mi familia ni mis conocidos y mucho menos involucrarme sentimentalmente con algún sospechoso pero esto último era parte de mi plan enamoraría a bella y aria que me contara todo sobre su marido luego lo atraparía a el junto con su mujer, cuando ellas bajaron riendo me quede mirando a Isabela sonreía con mi hermana y se veía tan relajada, empezaron  a jugar cartas pero apostando de verdad no era dinero sino zapatos, carteras, ropa y demás cosas Alice iba ganando y la que iba perdiendo era Isabela ella no estaba molesta solo se reía se giró y se dio cuenta que la miraba sonreí guiñándole un ojo y ella se sonrojo mi hermana le dijo algo al oído y ella sonrió asintiendo

La tarde la pasamos relajados no teníamos nada que hacer y comimos pizza mi papa me había dicho que mañana mismo podía iniciar  mi trabajo en el hospital así que estaba emocionado bella se había quedado dormida en el sofá mi hermana la despertó y se fueron a sus habitaciones yo me fui a la mía pensando en ella y rogando para que su rostro se fuera de mi mente y mi operación no se viera afectada por ella

BELLA

Ya había pasado una semana en casa de Alice y hoy me iría en la noche a mi casa ya que Félix me había llamado diciendo que ya regresaba me sentía en una familia, los cullen eran personas muy hospitalarias, aunque a veces sentía que Edward me odiaba luego se me pasaba porque me miraba de una manera que debía ser ilegal, desde el día en la piscina había soñado con Edward y me despertaba sudando y jadeante

-           Bella estas bien –dijo Alice mirándome estaba de mal humor no me sentía nada bien no había podido dormir soñando con él me había corrido en sueños y había amanecido húmeda

-           Si Alice solo tuve una pesadilla- dije aunque no era precisamente una pesadilla

-           Porque no vas a tu habitación y descansas un rato antes de irnos- dijo mirándome

-           Si pero primero iré a nadar- dije mirándola

-           Vale nosotros con  Rosalie saldremos un momento

Asentí y me coloque mi vestido de baño nadando y haciendo grandes brazadas ya estaba sumamente cansada y estresada me dolía mucho la cabeza y estaba mareada, acosté la cabeza  en la orilla de la piscina cerrando los ojos cuando vi una sombra sobre mi cabeza pensé que era Alice pero cuando abrí los ojos lo vi y casi me ahogo

-           Edward- dije mirándolo

-           Hola – dijo mirándome fijamente me tense y no sabía que decir – te molesta si te acompaño – dijo

-           No para nada es tu casa- dije él se lanzó a la piscina y nado hasta donde yo estaba y se quedó mirándome Se acercó a mi colocando las manos en la pared de la piscina quedado a metros de mi me tense y abrí los ojos como platos

-           Desde el día que te vi en la fiesta me moría por hacer esto  - dijo mirándome empezó a besarme me había quedado tensa sin saber que hacer pero luego correspondí y cruce los brazos por detrás de su cuello el me beso más fuerte y se pegó a mi haciéndome sentir su dura erección gemí en sus labios y me pegue más  lastimosamente por aire me tuve que separar pero él siguió besando mi cuello y a desatar mi biquini cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo me aleje de él tomándome el vestido de baño para que no se callera

-           No Edward- dije mirándolo

-           Espera – dijo cuándo se dio cuenta que salía de la piscina – no entiendo porque no me correspondiste el beso y se nota que me deseas así como yo – dijo acariciándome la cara y bajando mis manos para que mi biquini cayera al agua solo que la parte de atrás seguía atada mis pezones estaban duros y no precisamente por lo frio de la piscina

-           Esto esta mal – dije mirándolo – estoy casada- dije mirándolo

-           Entonces dime Isabela – dijo molesto – porque correspondiste mi beso

-           Tú no sabes nada – dije saliendo de la piscina y llorando él no me siguió   y eso me dolió mas me encerré en mi habitación

Me quede en la cama llorando cuando entro de nuevo a la habitación me puse rígida y él se metió en la cama mirándome a los ojos no dijo nada simplemente me beso me olvide de Félix de todo lo que me habían inculcado y todo lo moral acepte su beso y cruce los brazos sobre su cuello jamás ningún hombre me había inspirado lo que él me inspiraba Edward empezó a desatar la parte de arriba que yo ya había atado y la parte de atrás me saco el biquini y me pego al mis pezones se pusieron rígidos de nuevo y yo lo bese el empezó a besar mi cuello y bajando para enterrarse en mis senos tomo uno de mis pezones en su boca chupándolo como un bebe lance la cabeza hacia atrás y sentí que estaba duro me quede mirándolo y acaricie sus cabellos el me miraba y sonreía con prepotencia negué fingiendo molestia pero cuando desato las dos partes de mi biquini e introdujo un dedo en mi sentí que iba al cielo y cualquier protesta que fuera a decir quedo atada a mi garganta edward tenía unos dedos largos y los sabia mover me tense porque sentía que mi cuerpo convulsionaba lo que no pasaba con mi marido edward me miraba con una sonrisa en la cara y empezó a quitarse la bermuda no lo deje y se la quite yo misma cuando vi su duro miembro mi boca se hizo agua era enorme y no se si era por tenerlo en mi o por el deseo de tenerlo en mi boca pero edward no dejo que lo siguiera observando se volvió a colocar entre mis piernas y empezó a bajar besando mi abdomen y metiendo la lengua en mi ombligo abrió más mis piernas y metió su cara en medio de ellas yo me tense y el me miro

-           Quiero que te relajes bella – dijo mirándome no dije nada y cuando sentí de nuevo uno de sus dedos dentro de mi lance la cabeza hacia atrás sonrió y saco su lengua mi mundo dio giros y giros y sentía que volaba el movía sus dedos a la par de su lengua y me sentía en el cielo

Edward sonreía burlón y yo no dije nada deje que me hiciera lo que quisiera nos giró quedando yo sobre el empecé a besarlo de nuevo y bajar por su cuello como él lo había hecho conmigo bese y lamí sus tetillas y el gemía y lanzaba la cabeza hacia atrás hice lo mismo que él había hecho conmigo pero cuando llegue a su pene que moría por tener en mi boca el me tomo de las manos impidiéndomelo

-           Me muero por estar dentro de ti – dijo no dije nada  más acomodo su miembro levantándolo y tomándolo con una mano mientras yo me sentaba sobre el gemí cuando lo tuve dentro mío edward gimió y yo también me sentía en el cielo y en el infierno al mismo tiempo él se quedó acostado y con sus manos movía mis caderas mientras que con la otra apretaba mis pechos empecé a sentirme más desesperada así que empecé a brincar sobre el quien miraba mis pechos de una manera enfermiza se sentó  y me atrajo hacia el besándome y besando mi cuello mordió mi pezón y eso fue lo que necesite para dejarme ir aunque edward no estaba nada listo me giro dejándome debajo de él y coloco ambas manos en el cabecero de la cama dándose impulso para penetrarme más fuerte de nuevo sentí un conocido remolino en mi vientre jamás había tenido un verdadero orgasmos ni cuando estaba con Félix nunca edward miraba mis ojos y yo los del cuándo se tensó y apretó mis manos entre las suyas sabía que se iba a venir pero a mí me faltaba metió  la mano entre nosotros y me acaricio apretando mi clítoris y me vine de nuevo tenido un segundo orgasmo edward cerro los ojos, apretó la mandíbula y abrió la boca sin sonido alguno se había venido dentro de mí, jadeante se bajó de mí y acostó la espalda en el colchón atrayéndome a el

-            No sabes las ganas que tenía que esto pasara- dijo mirándome

-           No sé qué decir edward- dije

-           No digas nada- dijo mirándome bostece – duerme – dijo colocando mi cabeza en su pecho beso mis cabellos y me quede dormida abrazándolo

EDWARD

Al no estar con una mujer por tanto tiempo había pasado factura cuando la vi en la piscina recordé el sueño que había tenido la noche anterior con ella y no pude evitar sentir deseo por ella me acosté con ella y sabía que ahora sería más fácil las cosas ya se había acostado conmigo solo faltaban algunos detalles más para tenerla comiendo de mi mano y sacarle la información que la llevaría a ella y a su marido a la cárcel