Bella

Cuando me llevaron esposada a un carro del FBI no entendía lo que estaba pasando y mucho menos que el hombre al que amaba el padre de mi hijo me hubiera hecho esto cuando llegamos a la fiscalía me metieron en una celda y cerraron la puerta

-           Yo soy inocente- grite pero nadie me escucho- yo no hice nada

Me quede en el catre que había en la celda y me acosté llorando agarrándome el vientre

-           Ya bebe nadie te hará daño yo te protegeré- dije llorando

-           Bella – dijo mama

-           Mami que pasa- dije llorando

-           Cariño tu papa y Félix tenían negocios sucios y te metieron en esto – dijo tomándome de las manos

-           Mami pero yo no hice nada- llore

-           Lo se princesa te sacare de esta- dijo ella mirándome y luego miro mi vientre – es verdad lo que escuche- dijo sonriéndome sonreí como niña – estas embarazada

-           Si mami – dije llorando

-           Oh hija Edward debe de esta muy contento te aseguro que te sacara de aquí – dijo ella

-           No – grite ella me miro alarmada

-           Que pasa- dijo

-           Edward es parte de esto es un agente del FBI  – grite llorando mi mama me miro con dolor – él se metió conmigo para llegar a Félix- dije gritando y llorando

-           Tranquila cariño todo esto pasara y nosotros nos iremos lejos te lo prometo contratare un abogado para que nos ayude – dijo mi mama- mañana vendré y te traeré algo – dijo mirándome asentí

Me quede en el catre dormida y con la espalda adolorida no podía creer que mi papa me haya hecho esto aparte de casarme con un hombre al que no amaba me había metido en sus problemas solo esperaba salir bien librada de todo esto

EDWARD

Seguí a mi hermana corriendo y antes de que se montara al carro la tome del brazo

-           Espera- dije mirándola – que es esto – dije mostrándole  los papeles

-           Algo que jamás vas a tener por idiota- dijo ella molesta quitándome los papeles de la mano y se fue con Rosalie era verdad era algo que jamás podría tener por meter presa a la mujer que amaba

Me fui a mi departamento tenía que pensar las cosas bien y no sabía que hacer no podía perder a mi hijo

BELLA

Pase una noche horrible me dolía la espalda y no sabía que hacer me habían dicho que tenía que quedarme en una celda hasta el día del juicio solo esperaba que esto pasara rápido para poder salir de aquí lo más rápido posible, mi mama no había llegado pero tenía que tener fe en estos momentos en la única que podía confiar era en ella

-           Bella – grito Alice mientras corría y me tomaba las manos cuando abrieron la celda- amiga – dijo llorando

-           Alice de verdad tienes que creerme no hice nada todo  lo hizo mi papa y Félix- dije llorando

-           Lo se ayudare a tu mama a sacarte de aquí lo prometo – dijo mirándome

-           Gracias- dije mirándola ella me abraso y acaricio el vientre

-           No puedes seguir llorando bella – dijo mirándome – le puede hacer daño al bebe – dijo

-           Es que tengo miedo Alice – dije llorando – tengo mucho miedo mi bebe no quiero tener a mi bebe en la cárcel – dije

-           No lo vas a tener en la cárcel lo prometo – dijo ella abrazándome

No dejaron más tiempo a Alice ella me había prometido que me traería algo junto con mi mama y que aria lo que estuviera en sus manos para sacarme de aquí, no me habían traído comida y estaba que me moría del hambre

-           Bella hija – dijo mi mama con muchas bolsas y unas cobijas

-           Mami – dije abrazándola

-           Casi no me dejan entrar pero di con un buen agente- dijo ella abrazándome le abrieron la puerta y me dio muchas cosas- te traje algunos libros, unas cobijas, mucha comida para que no tengas que comer lo que tan aquí- dijo abrazándome  

-           Gracias mami – dije abrazándola ella me abrazo y me acaricio como cuando era una bebe

Mi mama se quedó un buen rato conmigo y luego se tuvo que ir dijo que mañana Rosalie y Alice vendrían y que ya había conseguido el abogado que llevaría mi caso sonreí solo podía confiar en ellas lo único que si era cierto es que yo soy inocente