Era una clase aburrida de la que Edward Cullen no soportaba ni un segundo mas hasta que sonó el timbre indicando en inicio de el descanso y se fue a donde estaban sus hermanos y amigos, mientras iba a la cafetería miraba arrogante con suficiencia a todas las chicas que prácticamente babeaban al verle, llego y compro su alimento unas galletas y una botella de agua puesto que hoy tenia entrenamiento y no quería nada pesado, se sentó junto a su familia y comenzaron a charlar.
¿Chicos ya están enterados de la chica nueva?-dijo Alice la melliza de Edward con emoción en sus ojos.
¿no?¿cuando llego?-pregunto Rosalie hale hermana de Jasper hale y novia de Emmet el hermano de Alice y Edward.
Hoy y es hermosa-dijo Alice planeando hacerse amiga de esa chica para enseñarle como vestir y para tener otra amiga como rose-pero en realidad no sabe cómo usarlo.
¿Eh? a que te refieres-pregunto Jasper novio de Alice.
A que es muy bonita pero no sabe cómo vestir-dijo Alice
En ese momento Edward volvió la vista a la entrada de la cafetería y vio a una chica hermosa de ojos chocolate y cabello marrón que lo embobo por un segundo, “no es nada del otro mundo" pensó Edward al no poder dejar de verla.
Bella estaba cautivado por esos orbes esmeraldas que la miraban tan penetrantemente, que hiso que se sonrojara en ello se dio cuenta de que le hablaban y volvió a la tierra repitiéndosenos “no es nada del otro mundo".
¿Bella me escuchaste?-dijo Jessica su nueva amiga
¿Eh? no perdón ¿qué decías?-dijo bella disculpándose.
Te preguntaba que por que estabas tan distraída-dijo Jessica molesta
Solo estaba pensando (en un chico muy apuesto de ojos esmeralda y cabello cobrizo) en que hará Charlie en estos momentos-dijo bella alejando esos pensamientos de su mente.
Vale, a comer-dijo Mike acomodando a bella en una silla lo que causo celos en Jessica al verle tan atento con la chica nueva.
mientras charlaban Bella solo podía pensar en el chico de ojos esmeraldas mientras que Edward solo miraba hacia la mesa en donde estaba ella tan hermosa y no aguantaba la rabia de ver a otros detrás de ella, porque ella era suya o eso pensaba él, su presa su nuevo juguete al que iba a conquistar solo por diversión.
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