EPILOGO

Alice terminaba de ondular un último mechón de mi cabello, mientras comenzaba a levantar algunos para poner el lindo broche de diamantes a juego con el vestido.

-Después de tantos años aun seguimos teniendo la sesión de Barbie Bella-, dijo una voz que reconocía muy bien entrando en la habitación que hace tiempo fue de Alice.

-¡Rose!-, gritamos mi cuñada y yo al unísono, la extrañaba y aun tenia el miedo de que ella y Emmet no pudieran asistir.

-Lograron llegar-, le dije mientras le daba un abrazo

-Whoa…tu y Edward han estado trabajando-, me dijo sonriendo mientras miraba mi vientre de 4 meses de embarazo.

-Ni lo digas que aquí nuestra querida amiga se empeño en que me pusiera vestido blanco con semejante embarazo y una niña de casi 6 años-, le conteste sonriéndole irónicamente a Alice.

-Por dios Bella te casas por segunda vez, después de todo lo que pasaron-, rodeo los ojos.

-Solo disfruta Bells-, dijo Rosalie sonriente

-Ya es hora chicas-, grito Esme desde las escaleras

-¿Por qué decidieron casarse aquí?-, pregunto Rose mientras salíamos, mire la casa de los Cullen, tenia tantos recuerdos de nuestras dos experiencias aquí, era una forma de agradecer todo lo que paso.

-Muchos recuerdos-, le susurre y ellas sonrieron asintiendo con las cabeza.

Bajamos las escaleras y la sala de la casa de mis suegros se había convertido en una especie de recepción, había tres filas de sillas y una mesa donde nos esperaba el sacerdote, todo estaba cubierto de flores y tapizado en color blanco y azul.

Alice y Rosalie fueron junto con sus respectivos esposos, Emmet me dio una gran sonrisa mostrando todos sus dientes mientras Jasper sonreía tenuemente arrullando a su pequeño hijo recién nacido.

Esme y Carlisle estaban sonrientes mientras mi hija me veía desde los brazos de su abuelo, Renee y Phil estaban también mientras unas lágrimas se asomaban en los ojos de mi madre.

Me hubiera gustado que Charlie estuviera aquí pero en el fondo de mi corazón sabia que siempre estaría conmigo mientras lo recordara.

Alice puso la música y comencé a caminar mientras solo me concentraba en el hombre que me esperaba al final del elaborado pasillo, esto no era una gran fiesta, esta era solo para nosotros y nuestros seres queridos, era para reforzar lo que ya teníamos, lo que habíamos recuperado y que valorábamos mas que a nada en el mundo, llegue y me beso la mejilla, sonrío y nos giramos hacia el sacerdote.

La ceremonia comenzó y yo solo podía mirarlo no podía aparata mis ojos del verde de su mirada, mi esposo, mi amigo, mi amante, mi todo.

Cerré los ojos mientras lo oía decir sus votos, su voz aterciopelada era como una caricia, casi sin darme cuenta la ceremonia finalizo y todos aplaudieron mientras Edward me estrechaba delicadamente y me daba un largo beso.

Todos nos empezaron a felicitar hasta que tuve frente a mí a mi gran cuñado.

-Pequeña-, me dijo mientras me abrazaba aunque trataba de hacerlo fuerte sentí como si aquel gran niño estuviera cuidando de mi bebe, le sonreí cuando se separo y se volvió a su hermano.

-Eddie…Eddie que nadie te explico que se anota hasta después de la boda-, le dijo a mi esposo en tono burlón.

-Emmet-, lo reprendió Esme

-¿Que es anotar tío Oso?-, pregunto Grace, mientras lo veía hacia arriba, aunque no nos visitaba mucho decía que su tío parecía un gigante.

-Veras en un juego un jugador mete la pelota a la red, eso es anotar-, le dijo acuclillándose para quedar a su altura mientras yo miraba con el ceño fruncido a Edward que me abrazaba por detrás, aun no podía creer que Emmet hubiera contestado sin ninguna broma.

-Ahora tu papi es el jugador y tu mami…-comenzó a explicarle a nuestra hija mientras Rosalie le daba un fuerte golpe en la cabeza.

-Bebe la princesa pregunto-, se quejo el y Grace se hecho a reír

Nos sentamos a comer poniéndonos al día como si el tiempo no hubiera pasado.

-Charlie seria muy feliz de verte esa sonrisa en el rostro- me susurro mi madre y Esme también alcanzando a escuchar.

-Debes de sentirte muy orgullosa de tus hijos Esme todos están con la persona que mas los ama-, dijo mi mama sonriente, Esme volvió el rostro a su esposo y sonrío.

-Claro…hace mucho que no estaban así…y pensar que en la preparatoria todos los días parecían pegados con cola loca-, bromeo Carlisle

-Pues si me hubieran preguntado este futuro no me lo hubiera imaginado-, contesto Emmet

-Ni tu ni RubiRose-, bromeo mi esposo

-¿RubiRose?-, pregunto Jasper

-Si amor recuerdas uno de los muchos apodos de Emmet para Rose-, dijo Alice riéndose

-Así que Rubi Rose ¿no?-, pregunto nuestra rubia amiga fingiendo molestia

-Nena, no sabia lo que decía…-, reprocho Emmet

-Pues le puedes ir diciendo a Osito Teddy que hoy no saldrá a jugar ya que Robi Rose esta indispuesta-

-¿Osito Teddy?-, preguntaron Jasper y Edward al unísono para después botarse de risa a lo que Alice, Rosalie y yo los seguimos

-Ey aun seguimos aquí chicos y adultos o no aun somos sus padres-, anuncio Carlisle mientras el, Esme y Renee trataban de controlar su risa, Phil solo reía por lo bajo.

-Yo también tengo un osito-, anuncio mi hija, ahora fue el turno de Emmet de reírse fuertemente y Edward y yo lo fulminamos con la mirada.

La comida paso entre risas y recuerdos, yo miraba a Edward y los dos compartíamos una mirada cómplice recordábamos mas que cualquiera en la mesa mucha de las cosas que se platicaban y eso me hacia sonreír alegremente.

Ya entrada la noche poco a poco cada uno fue yendo a su habitación, Alice, Emmet y Edward ocuparían las que fueron sus habitación con sus parejas, mi mama y Phil una de las habitación de invitados y mi hija otra cerca de la habitación de Edward.

Los primeros en despedirse fueron Jasper y Alice quienes tenían que aprovechar todo el sueño posible ante que su bebe despertara.

Mi mama y Phil fueron los siguientes seguidos de Esme y Carlisle, Grace se quedo dormida en los brazos de Emmet y el y Rose la llevaron a su cuarto y también se despidieron.

Mire a la ventana mientras Edward recogía los últimos vasos de la sala, lo oí regresar y sentí como me envolvía acariciando mi vientre suavemente.

-¿Estas cansada?-, me susurro mientras besaba mi cuello, me mordí el labio y negué con la cabeza.

-No…por que la pregunta-, le dije recargándome sobre su hombro.

-Quiero que vayamos a un lugar-, me contesto, me gire en sus brazos y lo bese mientras mis manos jugaban con su cabello

-A donde quieras amor-, le dije sonriendo, subimos al coche y nos estacionamos afuera de la que fuese la casa de Charlie.

-Edward…-, le susurre tratando de tragar el nudo en la garganta.

-Tranquila amor…ven aun no a terminado nuestro camino-, me ayudo a bajar y saco una manta de la parte trasera de su auto.

Empezamos a caminar rumbo al bosque y mi cara se ilumino al reconocer el lugar, llegamos a nuestra banca natural y nos sentamos mientras me acurrucaba en su pecho y me cubría con la manta.

-Solo una vez habíamos estado aquí juntos y no era nuestro mejor momento-, susurró

-Lo se…pero valió la pena haberlo vivido, eso nos permito estar ahora aquí-, le dije acariciando su pecho.

-Hoy es uno de los días más felices de mi vida-, me dijo dándome un ligero beso.

-Y el mío-, le dije antes de intensificar el beso.

-Bella llevas a mi hijo ahí adentro y sigues tentando mi autocontrol-, jadeó y yo me separe sonriendo

-No sabes lo bien que se oye eso-, le dije sonriendo

-¿Qué?-, pregunto

-Que sea capaz de desequilibrar tu control-, le conteste

-Solo tu mi Belly…solo tu-, me dijo mientras me abrazaba y besaba mi cabello

Nos quedamos un rato así oyendo el ruido del bosque a nuestro alrededor, hace poco mas de seis meses no creía en el felices para siempre, ahora se que cada persona decide cuanto dura ese para siempre y mi decisión es que durara hasta el ultimo latido de mi corazón.

FIN