Cambiando Caminos

(Bella)

¡Calculo!, lo odiaba, siempre lo odie, hice a un lado mi cuaderno mientras recostaba la cabeza en mi cama, esto era imposible, yo ya había pasado por esto o ¿no?

Hoy se cumplían tres días desde que empezó todo, desde que me desperté sin la vida que conocía, nada cambiaba todo seguía igual de real, mi papa, mis amigos, las clases, todo.

Dormía, comía, bebía, hacia mis deberes, esto no era un sueño no podía ser, el único que parecía tan fuera de lugar como yo era el, me negaba a mirarlo, pero durante el almuerzo o biologia parecía distante, nervioso, exasperado, se comportaba extraño.

Tal vez era alucinaciones mías, tal vez mi cerebro trabajaba de forma extraña, que era realidad y que no, más de 10 años no pudieron desaparecer de la noche a la mañana.

Mire el relicario que colgaba de mi cuello, había sido cuidadosa en que nadie lo viera, no sabría explicar su existencia, lo abrí y sentí una opresión en el pecho ahí estaba la foto de Grace, pero si no estaba soñando que era todo esto, ¿Dónde estaba ella?

-Bella, ya llegue-, grito mi papa, volví a dejar mi relicario debajo de mi blusa y baje para cenar.

-Hola papa-, le dije mientras besaba su mejilla, mi mente podía estar echa un embrollo pero había decidido que no me andaría con medias tintas nunca mas, cuando Charlie murió, o cuando imagine que había muerto, como fuera, desee tanto poder demostrarle cuanto lo quería, ahora que lo tenia conmigo no desaprovecharía esa oportunidad.

-Sabes me puede acostumbrar a este cambio-, me susurro mientras sus mejillas se teñían de color, yo solo sonreí y puse a calentar la comida.

-Ya decidiste a que Universidad iras el próximo año-, pregunto mientras comíamos.

-No, aun lo estoy pensando-, ayer que vi las cartas de aceptación casi me voy de espaldas, me negaba a creer que apenas iba a empezar la Universidad, para cualquiera seria casi imposible estar emocionado si tenias recuerdos de una vida en la que ya te graduaste como Licenciada en Literatura.

-Piensan hacer algo tu y tus amigos para la graduación-

-No la verdad es que no hemos hablado de eso-, conteste insegura y si hace mas de tres días lo habíamos hablado no lo recordaba.

-Ya tienes pareja para el baile de graduación-, susurro Charlie viendo su plato, casi sonreí ante su forma de preguntar, pero el baile era un tema que no quería tocar con nadie, fantasía o no, aun dolía demasiado.

-No iré-, dije finalmente con los dientes apretados.

-¿No iras?, Bella es tu baile de graduación-, me dijo mientras se limpiaba la boca y se disponía a recoger sus platos.

-No importa, no iré-, le dije mientras me levantaba, llevándome todos los trastes conmigo, comencé a lavarlos y Charlie suspiro dando por finalizada la conversación lo que agradecí infinitamente.

-No iré-, susurre para si misma, ya sabia como terminaba la historia de la plebeya que va con el príncipe al baile, terminaba con mi corazón roto.

No queriendo que mi animo decayera aun mas, le dije buenas noches a papa y me subí a mi cuarto, termine la tediosa tarea, y me acosté a dormir, aun no podía creer que nada hubiera sido real, tome el relicario entre mis manos, y lo arrope, mientras trataba de no llorar.

-Mami dile que no se vaya… dile-, me gritaba Grace que estaba parada a mitad de la sala mientras Edward llevaba sus maletas a la puerta.

Yo estaba en el inicio de las escaleras de la que fue nuestra casa, quería hacer lo que mi hija me pedía pero al verlo solo lo recordaba besando a Jessica o yéndose de viaje, recordaba todas las noches que dormí sola, todas las ocasiones en que me ignoro mientras trabajaba, nunca pregunto nada, nunca le importo.

-Papi no te vayas…por favor-, decía Grace ya con lagrimas en los ojos, el no la miraba vino hacia mi y se quedo a unos cuantos pasos.

-Dile quien decidió esto, dile-, susurro lleno de ira

-Dile quien te espera afuera-, le conteste en el mismo tono

-Mami-, corrió mi hija hacia mí y abrazo mis piernas llorando

-Te quiero Gracie-, susurro Edward le dio un beso en su cabeza y salio de la casa.

-Ya por favor mi amor no llores-, le decía mientras yo también lloraba

-Por que no le dijiste mami, por que-, sollozaba mientras trataba de abrazarla lo mas fuerte que podía.

-Perdóname Grace, perdóname por ser tan cobarde-le dije mientras sentí a mi hija llorar de forma descontrolada.

-¡Grace!-, solloce mientras abría los ojos, estaba en mi habitación, en Forks.

-Fue un sueño-, me susurre a mi misma, mientras me limpiaba la cara.

Apenas estaba amaneciendo, oí a Charlie que se alistaba para salir, me volví a recostar en la cama, nunca me perdonaría causarle ese dolor a mi hija, mire mi relicario y lo apreté en mis manos.

Estuve unos 15 minutos acostada, decidí levantarme y alistarme con tiempo suficiente, me puse unos jeans, una blusa y una chamarra ligera, era uno de los pocos días buenos en Forks, sin amenaza de lluvia la menos por la mañana.

Deje mi cabello suelto, como le gustaba a el…cada vez que lo pensaba me daban ganas de cortármelo…pero había algo en ello que no soportaría, era recordar momentos que quizás nunca existieron, pero los recordaba siempre lo haría.

Desayune un poco de cereal sin mucho animo, aun tenia la garganta seca al recordar mi pesadilla, aun veía la cara de Grace mientras lloraba.

El sonido del claxon me saco de mis pensamientos, subí por mis cosas lo mas rápido posible y salí de la casa.

-Buenos días-, salude mientras Alice abría la puerta y intentaba bajarse de la camioneta.

-Te caíste de la cama o que-, susurro ella sorprendida.

-Como dije buenos días para ti también Alice-, trate de bromear aunque no tenia mucho humor.

Ella me sonrío y me dejo subir, vi su silueta, miraba por la ventana, como si evitara mirarme, lo que me hizo sentir alivio y dolor al mismo tiempo.

-Entonces quien te aventó de la cama, Bells-, bromeo Emmet desde el asiento delantero mientras Jasper, Rosalie y Alice volteaban a verme.

-Solo fue un mal sueño, es todo-, susurre tratando de que la conversación finalizara.

-¿Sobre que?-, pregunto Rose con el ceño fruncido.

-Sobre cosas que nunca debieron ser-, le susurre en respuesta levantándome mis hombros.

-Muy explicita respuesta-, aplaudió Alice

-Chicas por favor no…-, le pedí y sentí alivio al ver que llegábamos a la escuela.

-No importa Bella, relájate-, me dijo Alice abriendo la puerta, y Rosalie la secundo con una sonrisa, baje yo y me encamine a las clases, sintiendo como el nos seguía a unos pasos, junto con Jasper ya que Emmet tenia clases en el edificio siguiente.

El periodo antes de la escuela pasó sin muchos contratiempos, llego el almuerzo y agradecí que mis amigas no volvieran a tocar el tema de mis sueños.

-¿Estas bien, Bella?, pregunto Jasper en un tono que nadie pareció notarlo

-Si…-le conteste tratando de sonar tranquila, aunque aun no podía olvidar la cara de mi hija…si es que alguna vez tuve una, cerré los ojos y negué con la cabeza.

-Bella-, volvió a llamar Jasper.

-En serio Jazz, me duele un poco la cabeza eso es todo-, el asintió y sonrío, agradecí que no insistiera mas.

Me entro un extraño nerviosismo al darme cuenta que pronto estaría sentada junto a Edward, cuando se escucho la campana, me levante rápidamente junto con Alice y Rose y me encamine al laboratorio, me senté en mi lugar y poco después llego el, oí como recorría su silla y ponía su cuaderno en la mesa.

Lo mire a través de mi cabello y me sorprendió observar que me miraba, desvíe la vista y gracias a Dios el profesor entro e inicio la clase.

Apunte lo que ya conocía casi de memoria solo para ocuparme en algo y calmar un poco los nervios, así paso toda la hora, la campana me sobresalto, empecé a recoger mis libros y me disponía a salir ya con el salón casi vacío, pero en un mal equilibrio de mis pies tropecé dejando un abanico de cuadernos en el suelo, me agache para recogerlos y me sorprendió cuando una mano me tendió el ultimo, levante la vista para ver a Edward de rodillas a mi altura nuestras miradas conectaron durante un instante hasta que sus ojos se abrieron como platos, pero no miraba mi cara, baje un poco la vista para observar lo que veía, mi relicario se había salido de mi blusa y colgaba por encima de mi ropa, un miedo a la forma en que lo observaba me hizo levantarme, lo rodee y estaba a unos pasos de la puerta cuando me tomo del brazo, sin fuerza para voltearme pero si para detenerme.

-Si te digo que llevas una foto de Grace en ese relicario Bella, ¿Qué dirías?-, me tense al oírlo, era imposible que el lo supiera, había llegado a la conclusión que mi mente me había jugado una mala pasada, me gire lentamente para verlo con los ojos llenos de mil emociones juntas.

-¿Sabes quien es Grace?-, le susurre

-¿Y tu?-, fue su respuesta, cerré mis ojos y trate de ordenar mis ideas

-Podemos salir de aquí, necesito tomar aire-, le susurre mientras me dirigía a la puerta, no espere por el pero sabia que me seguía, fui hasta uno de los jardines laterales de la escuela y me senté en la banca mas alejada, no había nadie, el llego y se sentó a mi lado aun sin decir nada.

Estuvimos así varios minutos, mientras yo tomaba el relicario entra mis manos.

-¿Por qué estas en mi sueño?-, me susurro, creo que estaba mas hablando consigo mismo que conmigo.

-No estoy en tu sueño Edward-, le conteste y el levanto su rostro hacia mi.

-Este no es un sueño que no te das cuenta-, seguí ya que el no dijo nada.

-Entonces como explicas que hasta hace tres días teníamos una hija-, me dijo aun con la voz temerosa, como si esperara que le gritara que estaba loco.

-No se, pero esto es real, somos reales, estamos viviendo-, le dije viendo al frente hacia los edificios de la escuela.

-Nada paso-, susurro, yo volví mi rostro hacia el y cerré mis ojos, si nada paso entonces por que dolía, por que aun sentia sus besos, por que recordaba todo desde sus caricias hasta su traición.

-Quisiera poder explicarlo-, le susurre negando con la cabeza

-Y si ese fue el sueño-, el me miro con el ceño fruncido.

-Y que, los dos soñamos lo mismo, como diablos es posible eso-, insistió apunto de estallar

-No lo se, Edward, si tienes una mejor idea dime por que me estoy volviendo loca-, le dije levantándome de la banca y dándole la espalda

-Lo siento, pero es demasiado-, me dijo en un tono mas bajo

-Lo se-, me limite a contestarle, el silencio reino por varios minutos hasta que el volvió a hablar.

-¿Por qué?-, pregunto, yo me gire para verlo y el tenia una mano en el puente de la nariz.

-¿Por qué, que?-, conteste

-Por que nosotros, por que "soñaríamos" o lo que hubiera ocurrido, por que-, me volví a sentar dejando unos centímetros de distancia entre los dos.

-Se nos dio una oportunidad de ver lo que podíamos hacer con nuestras vidas-, conteste casi sin pensarlo.

-Nuestras vidas juntos-, termino el, espero varios segundos y desvío su mirada

-Y lo arruinamos ¿no?-, me pregunto.

-Totalmente-, le susurre con los dientes apretados.

-Pero todos los recuerdos-, dijo mientras se llevaba las manos a su cabello de forma desesperada.

-Duelen-, dije sin mirarlo, tomando el relicario en mis manos, aun no entendía como el objeto podía ser real, tal vez era un recordatorio.

-Eso quiere decir que no puede haber un nosotros-, susurro

-Tal vez nunca lo hubo-, le dije intentando no llorar, si no lo había entonces por que lo seguía amando, ¿Por qué?

-Tienes razón-, dijo después de unos segundos con la voz tensa

-Quizás nos sirva para no cometer los mismos errores, con…con la persona correcta-, le dije después de unos momentos

-La persona correcta-, repitió el en tono burlon, -A la persona correcta la pondrás antes que tu trabajo-, termino con el mismo tono

-A la persona correcta no la engañaras-, contrarreste.

-Bueno fuimos tratados como conejillos de indias, ahora sabes lo que no hacer y yo se lo que no hacer-, me dijo mirando hacia la escuela.

-Ahora se que jamás le provocaría un dolor como el que le causamos a Grace-, susurre y el agacho la cabeza.

-Lo se-, termino.

Una parte de mi soñaba con que me dijera que me amaba y que yo era la persona correcta, que podíamos intentarlo pero pronto el miedo a sufrir eclipso y destruyo cualquier esperanza.

-Entonces nos seguiremos viendo durante este mes y…después…-, susurro el

-Cada uno seguirá su camino-, termine

Seguimos sentamos por unos minutos hasta que oímos la campana del termino de la clase a la que no entramos.

-Bella-, me llamo y volví mi cara hacia el, paso mi cabello por detrás de mi oreja y yo cerré los ojos.

-Alguna vez soñaste con un futuro juntos-, me susurro con su rostro a centímetros del mío

-Alguna vez-, conteste, sabia lo que seguía, pero no lo resistiría, aun recordaba el rostro de Gracie, el dolor.

-Adiós Edward-, dije contra sus labios y me encamine hacia la escuela.

El resto de la semana paso, la platica con Edward había sido una anestesia, parecía que ponerle un cierre a toda "nuestra historia" había sido lo correcto, pero me había dejado vacía, me sentía desprotegida, nuestra relación era de un "Hola" y un "Adiós", evitaba mirarlo, pues aunque lo quisiera negar lo amaba, quizás mas que antes pero me trataba de convencer a mi misma que nuestro destino no era juntos.

El lunes durante la clase de Español, que compartía con Alice y con Ángela, una chica que pertenecía al comité escolar y que me caía realmente bien, mi pequeña amiga volvió a recordar las escasas tres semanas para el baile, ya que Ángela también se graduaría no pudo escapar del interrogatorio.

-¿Ya tienes pareja Angie?-, pregunto Alice entusiasmada

-La verdad no-, dijo mirando a su cuaderno

-¿Por qué no?-, volvió a preguntar la mas pequeña de los Cullen

-Es algo tonto…solo desearía ir con una persona pero se que es imposible-, susurro ella

-Nada es imposible si lo intentas-, la anime

-Alguna vez has aplicado esos consejos en ti señorita-, acuso Alice, a lo que Ángela se río

-Es diferente, Ángela quiere ir y yo no-, le conteste

-Si claro, hoy volveré a presionar a Edward para que me diga a quien piensa invitar-, me dijo guiñándome el ojo, yo rodee los ojos y mire a Ángela que miraba nuevamente a su cuaderno.

-Alice por favor, ya te lo dije que eso ya paso-, trate de que lo entendiera

-Pues no te creo, no me puedes decir que ya no te interesa, haz estado enamorada de el desde que llegaste aquí, lo se-, dijo en un tono que no dejaba lugar a dudas.

-Ya no te gusta-inquirió Ángela

-No, las personas cambian de parecer, ahora solo lo veo como un amigo mas es todo-, era la mentira mas grande que hubiese dicho pero no importaba, ya no importaba.

Alice bufo pero no dijo nada mas, Ángela me miro por unos segundo mas y después negó con la cabeza, parecía absorta en sus pensamientos, cuando la clase termino Alice fue la primera en despedirse para ir a su siguiente clase, antes de dejar el salón Ángela me llamo.

-Bella yo…yo quiero preguntarte algo-, me dijo nerviosamente

-Tranquila Angie dime-, trate de que se calmara

-Es cierto-, me dijo pero no lograba entender a que se refería

-Es cierto que-, le conteste

-Ya no sientes nada por Edward-, pregunto, ¿Por qué le interesaba?

-Ángela no entiendo-, le dije hasta que lo entendí después de unos minutos

-¿Tu quieres ir con el al baile?-, le dije mientras sentia un hueco en el estomago.

-Si pero yo se que es imposible, además a ti te gusta yo no quiero…que-, quise decirle que no se le acercara, pero no tenia razón de ser, yo lo había dicho, había tratado de convencer a Alice de que ya no me importaba, pues esta era la prueba final, además yo le pedí a el que me dejara ir al impedir ese beso, tal vez ella era su persona correcta.

-Nada es imposible Ángela, lucha por lo que quieres-, le dije tratando de sonreír

-Sigo pensando que es un imposible, pero gracias-, ella salio del salón y yo salí corriendo hacia el baño, ahora si lo había perdido, jamás hubo un nosotros.