Ya habían pasado una semana desde eso y Edward se había ido a california por lo que se tenía que ir arreglar unas cosas, eso me había dado tiempo de alejarme de él y disfrutar mi soltería pero sabía que pronto eso se terminaría me tendría que casar con un hombre al que no amaba, las chicas habían salido con Emmet y Jasper y ahora eran pareja estaban muy felices y yo muy feliz por ellas me había quedado en mi departamento y ellos habían salido a comer y yo me había quedado mirando una película cuando timbraron me levante del sofá con la cobija pensé que era la comida que había pedido pero cuando abrí la sorpresa que me lleve fue mucha

-         Isabela – dijo Edward mirándome

-         Que haces aquí – dije mirándolo

-         Bueno – dijo entrando sin que yo le dijera y mirándome sonriente – hace un tiempo pague para una cita y aun no la tengo – dijo mirándome

-         Creo que eso ya no es relevante contando que tengo que casarme contigo – dije mirándolo molesta el sonrió y me extendió un hermoso ramo de flores rojas

-         Bueno eso es cierto así que vine a comer contigo – dijo mirándome

-         No gracias- dije mirándolo – ya te puedes ir – dije

-         No – dijo caminando hacia mí y yo retrocediendo él sonrió – vine y no me iré – dijo pegándome a el

-         Porque no me dices de una vez que mierda es lo que quieres y dejamos esto a un lado – dije molesta

-         Ya te dije solamente quiero que la pasemos bien esta noche los dos solos- dijo mirándome y caminando  al comedor quitándose el saco del traje y arremangándose la camisa hasta que hizo eso no me había dado cuenta lo mucho que lo había extrañado mierda había extrañado pelear con él y también su sonrisa torcida – dejemos a un lado todo el odio y divirtámonos

-         No – dije terca no podía dejar a un lado todo el odio que sentía por el además no me quería divertir

-         Pareces una niña de 9- dijo mirándome

-         Tengo 18- dije mirándolo

-         Eso lo sé- dijo prendiéndolas velas que estaban en el comedor cuando volvieron a timbrar – esperas a alguien – dijo mirándome

-         Comida  china- dije mirándolo el sonrió y fue abrir el pago al repartidor y dejo la comida en la mesa

Sirvió en los platos con una copa de vino

-         Qué esperas- dijo mirándome mientras tenía la silla corrida para mí lo mire y me mire a mí – te ves bien así – dijo mirándome lo mire desconfiada y me regalo otra sonrisa me senté y el corrió la silla – brindamos?- dijo mirándome

-         Porque – dije mirándolo

-         Por nuestro matrimonio – dijo me quede mirándolo y arruino todo ya había dejado a un lado eso y él lo saca a conversación – Ey era broma aun no entiendo que es lo malo de que te cases conmigo – dijo mirándome

-         No te conozco, eres un mujeriego, prepotente- dije mirándolo- sigo?- pregunte

-         No – dijo mirándome – hagamos una cosa- dijo mirándome – seamos amigos si – dijo

-         No

-         Bella que tiene de malo que seamos amigos- dijo mirándome

-         Uggg- dije mirándolo – porque quieres ser mi amigo – dije mirándolo

-         Porque así podemos tener una mejor convivencia – dijo mirándome

Me quede pensando y mirándolo luego de 10 minutos lo mire de nuevo

-         Está bien – dije mirándolo el sonrió

-         Ahora si podemos brindar- dijo mirándome – por nuestra amistad - dijo brinde con él y comimos en un agradable silencio el cual fue roto por mi

-         Que tenías que hacer en California- dije mirándolo

-         Estaba arreglando algunas cosas- dijo mirándome – hace unos días compre una yegua te gusta montar verdad?- dijo mirándome

-         Si – dije mirándolo

-         Bueno tenía que comprar algunas cosas que hacían falta en la casa así que compre la yegua y un piano. Dijo mirándome

-         Pensé que era por trabajo- dije mirándolo

-         Bueno eso también – dijo mirándome – tenía que recibir una cosecha y firmar algunos papeles para no trabajar durante dos meses luego de nuestra boda- dijo mirándome

-         Porque- dije mirándolo

-         Porque quiero disfrutar de mi luna de miel - dijo tomando vino yo estaba tomando y me atore con lo que tomaba – está bien – dijo mirándome

-         E si – dije mirándolo me quede callada y seguí comiendo Edward me miraba confundido pero no dije nada cuando terminamos Edward me miro

-         Quieres bailar- dijo mirándome levante una ceja y el coloco una canción suave en su celular me extendió la mano y bailamos coloque mi cabeza en su pecho moviéndome despacio no sé por qué pero me gustaba estar así en sus brazos –

-         Edward –dije mirándolo

-         Mm- dijo mirándome

-         Porque eres así- dije mirándolo seriamente

-         Como así de sexy- dijo  riéndose

-         Ey – dije molesta- me refería a que porque eres tan dulce algunas veces y tan prepotente otras

-         No quiero hablar de ello- dijo mirándome  y lo que vi en sus ojos era una tristeza profunda no sé qué fue lo que me motivo pero lo tome de la camisa y lo bese Edward quedo pasmado por mi repentino cambio pero me tomo de la cadera caminando conmigo y me coloco en la mesa del comedor me beso apasionadamente y yo no lo detuve amaba que me besara de esa manera no sé qué era lo que me hacía pero me gustaba acaricio mis piernas por encima de la pijama apreté mis piernas en sus caderas el me acariciaba como si estuviera poseído yo no hacía nada diferente acariciaba su pecho por encima de la camisa y estaba despuntándola el levantando  mi esqueleto cuando timbraron

-         Mierda- dije cuando él se alejó Edward respiraba entrecortado y tenía una mirada furiosa me arregle la ropa y camine a la entrada cuando abrí juro que casi la mato- Alice- dije molesta ella me miro fijamente y vi a rosalie y los demás detrás de ella entraron sin pedir permiso y vieron a Edward que estaba  sentado en una silla de la sala

No dijimos  nada solamente miraba a Edward que estaba  molesto y yo no estaba mejor así que se despidió de todos y se fue

-         Bella pasa algo – dijo rosalie luego de que los chicos también se fuera- dijo mirándome

-         Nada- dije mirándola –

-         Bella – dijo mirándome

-         Cuando ustedes llegaron Edward y yo – dije mirándola – Edward y yo estábamos  a punto de tener sexo – dije mirándolas

-         Mierda- dijo rosalie – lo sentimos mucho no lo sabíamos

-         Tranquila nadie sabía nada- dije mirándola – lo que pasa es que cuando él me besa me olvido de todo – dije mirándolas

-         Lo deseas mucho no? – dijo mirándome

-         Si eso creo – dije

No dijimos nada más deseaba a Edward y esa era la verdad

1 MES DESPUES

Hoy iba a conocer a los tíos de Edward eran así como sus papas, Edward ya les había dicho que nos íbamos a casar  ella se había puesto muy feliz pero cuando le dijo el tiempo que nos casábamos pego un grito que me hizo reír dijo que en ese tiempo no podíamos conseguir el vestido, la fiesta, ni la iglesia pero no sé qué poder tiene Edward que logro conseguir la iglesia, y la fiesta se aria en mi casa

-         Bella- dijo Alice mirándome – que pasa-  dijo

-         Nada- dije nerviosa- lo que pasa es que no se  - dije no sabía que decir ellas no dijeron nada hasta que llegamos a la casa era hermosa y toda de madera era muy grande y muy lujosa, Edward y Emmet venían por su cuenta las chicas me habían traído y habíamos venido con Jasper, cuando vi la casa, era una impresionante casa antigua, era de tres pisos 14 pies cuadrados (1,300.64m), nerviosa toque la puerta y Alice sonreía, cuando una sonrisa ya conocida para mi me recibió

-         Hermanita- dijo Emmet alzándome y casi sacándome todo el aire que tenia

-         Baja a mi mujer – dijo Edward fingiendo molestia pero con una hermosa sonrisa en los labios  

-         Pasen – dijo Edward mirándonos rosalie se lanzó a los brazos de Emmet y Alice entro con Jasper – hola – dijo mirándome lo mire apenada

-         Hola – dije mirándolo el sonrió y cuando entre a la casa parecía estar en un castillo, el suelo era de una brillante baldosa café, las escaleras se subía en forma de circulo y llevaban al segundo piso, había una lámpara que caía del techo

-         Te quedaras mirando aquí nada más la sala o vendrás conmigo a conocer el resto de la casa- dijo mirándome lo seguí y la casa era aún más hermosa con lo que veía, tenía un gran salón, un hermoso piano de color café Edward me llevo al segundo piso donde habían largos pasillos con cortinas color marfil, y ventanas de color blanco

-         Ven mi familia  está en el comedor-  las paredes eran de color blanco tenia puertas para salir  al jardín  dos estantes con vajillas de las más lindas un comedor para 12 personas, donde en la punta estaba un hombre de unos 40 años rubio a su lado tomándole la mano una hermosa mujer con la cara en forma de corazón, cabello negro y los ojos más azules como los de Emmet,

-         Edward- dijo la mujer levantándose- oh pero si es más hermosa de lo que me dijiste- dijo tomándome de las manos y dándome dos besos –

-         Gracias señora cullen – dije mirándola apenada

-         Oh nada de eso dime esme – dijo mirándome sonreí y asentí

-         Y a mí Carlisle nada de señor cullen – dijo dándome un abrazo – pero siéntate que ya íbamos a servir la comida- dijo

-         Oh si – dijo Emmet tocándose la barriga me reí de él y sirvieron la comida

-         Y dinos bella que edad tienes  dijo esme mirándome

-         Cumplo los cumpli 18 hace poco- dije sonriente

-         Oh pero si eres menor que Edward- dijo esme mirándolo Edward sonriente

-         Si lo conocí en una fiesta que hizo papa – dije mirándola sonriente Edward me miraba fijamente y le sonreí

-         Mama si supieras lo maravillosa que es- dijo Emmet mirándome rosalie sonrió – toca piano y le gusta montar igual que Edward- dijo Emmet

-         Y dinos bella que te gustaría estudiar- dijo Carlisle mirándome

-         En realidad hasta hace muy poco me decidí mis padres querían que estudiara administración  pero en realidad me gustan los niños había pensado estudiar pediatría- dije Edward levanto la cabeza y me miro con una mirada que jamás lo había visto era de cariño, alegría, y orgullo

-         Oh vaya – dijo Carlisle mirándome con alegría- que alegría otra doctora en la familia- dijo el feliz- Edward no te conto que su mama era pediatra – dijo Carlisle  – mi hermana Elizabeth era una buena pediatra

-         Oh no, no lo sabía – dije mirando a Edward- en realidad había escogido hace unos días la carrera quería iniciar el otro año – dijo mirándome

-         Oh que bien las universidades en california son muy buenas. dijo mirándome sonreí asintiendo  Edward no me quitaba la mirada de encima.

Algo me decía que las cosas entre él y yo iban a cambiar a partir de ahora