La noche del baile ya  había llegado la casa estaba totalmente decorada, la casa de los swan era demasiado grande tenía tres pisos con plantas a los alrededores una piscina en la parte de atrás  por dentro la casa era impresionante una gran puerta negra daba a la entrada cuando entrabas lo primero que veías era un pasillo lleno de plantas de bambú un unas escalinatas,  unas escaleras que tenía barandales de cristal había un pequeño baño contra la pared a su lado un espejo y una mesita la sala consistía en un sofá demasiado largo  donde cabían 12 personas, una mesa de madera  y en frente una ventana enorme que daba a la salida  otras escaleras que daban al jardín donde estaba la piscina en el primer piso en la parte de al fondo estaba el despacho de mi padre, un baño, la cocina, y una habitación de servicio donde vivía sue  en el segundo piso había un barandal de cristal con una pequeña sala , mi habitación era la del fondo, mi habitación era grande y las paredes eran entre rojo y café, la cama  era enorme  con dos mesas a los lados tenía un balcón que daba a la piscina  una gran planta y dos ventanas a los lados de la cama  había una silla café al lado del balcón, y un mueble con un plasma y varios libros a los lados el color que más predominaba en  mi habitación era el color rojo

-          Lista- dijo Alice cuando salió  del baño era la ultima las dos estábamos en batas de baño con el cabello ya listo rosalie miro su vestido con mucho cariño era un vestido rojo  con muchos brillantes y una sola pierna abierta se lo coloco y casi sentí envidia era un  vestido que se le pegaba completamente al cuerpo, , el de Alice era negro  que se ataba a un solo hombro y mostraba la pierna tenía un abierto pequeño en el pecho y una tira de brillantes, mi vestido era morado de amarrar al cuello  con abiertos de lados con brillantes adornándolo y mi piel dejándose ver, los tacones que use eran sandalias plateadas de amarrar un poco más arriba  del tobillo, los de rosalie eran unos tacones negros con un moño , los de Alice eran negros con plateado

Me recogí mi cabello con un moño alto, con  risos, Alice se plancho el cabello corto, y rosalie se dejó sus risos naturales y se recogió el cabello de lado, la fiesta era de máscaras,  rosalie tenia un antifaz que  se enmarcaba en su cara y tenía plumas negras con rojo, el de Alice era más corto negro con blanco, tenía plumas negras en el lado izquierdo,  mi antifaz era plateado con azul estilo corona con espirales a los lados

-          Te ves hermosa bella - dijeron mirándome

-          Ustedes también chicas- dije mirándolas

Bajamos al salón de recepciones que mi padre tenía y ya habían empezado a llegar la gente, el salón estaba decorado a blanco y negro, sobre las mesas había centros de mesas de antifaces de cristal  mucha gente ya estaba en sus lugares, había gente muy elegante pero no reconocía a casi nada había una tarima donde  modelarían las modelos ósea, rosalie Alice y yo

Mis padres eran los anfitriones así que estaba atendiendo a los invitados que yo no reconocía, estaba con rosalie y Alice arreglando la ropa que íbamos a subastar, vestidos, y algunas pinturas mías, yo tocaría algo en el piano, inicio la subasta de la ropa se venido toda y se recibió mucho dinero

-          Ahora mi hija – dijo papa me quite el antifaz a la atenta mirada de todos – nos deleitara con una hermosa melodía en el piano- dijo mi padre me senté en el banquillo frente a todos y empecé a tocar claro de luna de Debussy había un invitado entre el público que me miraba atentamente cuando termine la gente me aplaudía como nunca y me sentí alagada mis pinturas se vendieron perfectamente pero había una de la vita de Londres que era la que más me gustaba, esa fue la que se venido de primeras pero no sabía quien la había comprado

-          Isabela – escuche una vos  profunda vi a un hombre con un traje elegante un traje negro camisa a rallas negras con blanco,  con un chaleco gris y una corbata morada oscura con un pañuelo en su bolsillo, reconocí su voz apenas la pronuncio

-          Señor cullen – dije mirándolo

-          Toca usted estupendamente. dijo mirándome caballerosamente - y se ve muy hermosa

-          Usted también se ve muy elegante

-          Muchas gracias – dije el me miró fijamente bajo su antifaz era color plateado, y se veía perfecto con sus ojos verdes esmeralda se acercó a mí pero en ese momento llego  Alice y rosalie jalándome

-          Bella tu papa quiere hablar contigo - dijo mirándome

-           Con permiso señor cullen – dije mirándolo

-          Adelante – dijo mirándome

Cuando llegue a donde estaban mis padres  hablando con algunos clientes de papa

-          Isabela – dijo papa mirándome – estábamos hablando y pensamos que aún no has entrado a la universidad podrías hacerte cargo por un tiempo de la fundación estar pendiente y llevar las cosas

-          Me encantaría padre- dije mirándolo el me miro y asintió frente a la gente  lo trataba con mucha seriedad pero cuando estábamos solos mi papa me consentía demasiado

Las chicas me llamaron de nuevo y nos fuimos a la tarima la primera en modelar seria Alice y la que nos presentaría seria mama

-          Con ustedes la señorita Alice Brandon, tiene 17 años habla francés, español, toca el violín y es bailarina profesional bueno caballeros cual es la oferta inicial

-          Doy mil dólares- dijo uno y sonreí

-          Mil doscientos- dijo

-          Dos mil –dijo uno Alice sonrió

-          Doy 5 mil dólares- dijo Alice abrió los ojos asombrada nadie decía nada

-          5 mil dólares a la una, 5 mil dólares a las 2, adjuntada

-          Bueno ahora a nuestra hermosa rosalie hale ella habla español, francés pinta y es una buena bailarina cuando dan por ella

-          2 mil- dijo uno

-          4 mil

-          7 mil dólares- nadie dice nada y es a un hombre demasiado grande que la entregan

-          Ahora a mi adorada hija, toca el violín, piano, pinta, bailarina de ballet profesional, nadadora olímpica sabe montar caballo perfectamente

-          Doy diez mil dólares- dijo la voz inconfundible del señor cullen

-          Doy quince mil- dijo otra voz que no conocía

-          Doy vente mil-dijo Edward cullen

-          Veinticinco mil-dice el otro hombre

-          Doy cien mil-dijo de nuevo Edward miro asombrada y mi madre sonríe

-          A la una, a las dos, y adjuntada al señor Edward cullen

Me quede pasmada al ver que Edward cullen era el que me había comprado como si fuera una prostituta de las más caras lo único cierto era que solo seria para un día y no tendría que volver a verlo