Varios años después ella lo sigue recordando, lo tiene presente a cada día es como su amuleto de la suerte –aquella hoja que lleva en el bolsillo con su nombre "Edward Cullen Mi Ángel Terrenal"- ahora caminando por los pasillos de la preparatoria rumbo al pizarrón de asuntos en el que se publicaría a los ganadores de la beca para la Universidad rogándole a su ángel que la haya conseguido, duda antes de mirar pero por fin se decide a hacer

-SÍÍÍ- grita emocionada la ha conseguido

-Felicidades señorita Swam- le dice la profesora de literatura y su mentora -la historia que escribió para el ingreso me pareció excepcional

-Gracias profesora no lo hubiera logrado sin usted – y sin mi ángel piensa para sus adentros. La señora Jane al darse cuenta de que ella desea irse la deja sola con un asentimiento de la cabeza.

Bella corre hasta su viejo monovolumen y lo aborda con toda la rapidez posible lo enciende y comienza su camino a casa, esta es una de esas veces en las que se pregunta por que esta chatarra no ira más rápido. Por fin ha llegado a casa y entra apresuradamente

-MAMÁ!... MAMÁ ¿DONDE ESTAS? –no hay respuesta sube las escaleras apresuradamente no sin darse unos cuantos golpes por fin llega a la habitación de Renée y ahí esta ella en la cama parece dormida -¿Mamá?-aun no responde- ¿Mamá? Despierta –casi le ordena pero aun así no hay ni un movimiento sus ojos se inundan de lagrimas antes de siquiera comprobar lo que piensa. 

Sí su madre ha muerto, pero ella no hace nada solo se recuesta a su lado y la toma en brazos. Sin darse cuenta de cuanto tiempo ha pasado abre los ojos a su alrededor hay mucha gente pero no le importa como es que llegaron aquí, quizá fue María la enfermera ella los debió haber llamado

-Bella cariño, háblame.- pero la joven no responde. Alguien la toma en brazos y la lleva a su habitación, entonces por fin reacciona

-MAMÁ! ¿Donde esta ella María? Por favor dejarme estar a su lado –casi ruega. 

-Lo siento mucho cariño- dice esta aunque Bella no sabe si es por la muerte de su madre o porque le esta inyectando algo, y eso fue lo último que escucha antes de hundirse en un gran agujero negro del que no esta segura podrá regresar o si ella quiere regresar.

…..

Ahora esta aquí unos meses después frente a las tumbas de sus padres contándoles como ha sido su primer día en la Universidad. A sus 18 años Bella es una joven huérfana ante todos los demás, pero en su memoria ella ahora es una joven que tiene dos ángeles allá en algún lugar del hermoso espacio y uno muy hermoso en la Tierra porque ella sabe que el esta aquí en donde ella esta pero que no se deja ver por temor...

¿Cómo lo sabe? 

Al tomar su mano aquel día hace 11 años se dio cuenta que no era un hombre normal, no era alguien especial lleno de temores, lleno de miedo al ser rechazado.

-Hola Edward- saludo –vamos se que estas ahí- dicho esto aquel joven de piel pálida, ojos dorados, cabellos desordenados salió de las sombras para mostrarse ante ella su pequeña

-Hola pequeña- dijo

-Jaja pequeña... aun lo recuerdas,-afirma- pero dime Bella ese es mi nombre ¿ o acaso yo te llame Eddi?

-¿Cómo olvidarte si tu cambiaste mi mundo?

-Y tú el mío, así que estamos a mano. Mira... ahora yo también tengo dos ángeles así que estamos empatados

-No lo creo Bella- dijo el en tono desafiante

-A sí ¿y por qué no?

-Porque yo tengo 3 ángeles, Tú eres ese tercero

-Eso no es justo en ese caso volvemos al empate porque tu también eres mi 3er ángel

Al escuchar estas palabras el corazón ya muerto de Edward dio un brinco en su pecho, como considerarlo un ángel si el era un demonio.

-Sabes Edward te he esperado por cerca de 11 años.

-OH!

-En el colegio siempre les dije a mis amigas que me casaría contigo cuando fuera grande.

-Y ¿que hubieras hecho si jamás regresaba, casarte con alguien más?

-No, yo sabia que tú regresarías por mí, me lo prometiste ¿o es que lo olvidaste?

-NO, claro que no lo olvide pero tú eras una niña y mira ahora eres toda una mujer, debes tener miles de pretendientes y propuestas de matrimonio

-Y tú sigues siendo aquel chico de siempre,-dice Bella ignorando su ultimo comentario-pero para serte sincera no esperaba que cambiaras

-A no y puedo preguntar ¿por qué?

-Porque se lo que eres, me di cuenta esa misma tarde, sabes los niños son muy persuasivos y pueden ver cosas que otros no.

-Te escucho entonces, DILO...

-Eres un ángel…-se vio interrumpida

-Vamos Bella yo no soy un ángel, es que no te das cuenta de lo que soy realmente

-… pero también se que eres un Vampiro. Siempre te veía cuando salía del colegio, en el parque y a pesar de que yo crecí tú jamás lo hiciste

-Y eso ¿te da miedo?

-No realmente, lo único que temía era que no regresaras después de que mi madre murió solo me quedabas tú así que estos últimos meses te he esperado. Pero he estado pensando y creo que es hora de que la niña deje ir a ese Amor de Niña y se convierta en una Mujer

El corazón de Edward al escuchar esto volvió morir, ella ya no lo quería en su vida pensó

-Tienes razón, además que seria de tu vida conmigo- aunque le entristecía decirlo era lo mejor para ella

-¿Es que no me entiendes? Yo no quiero estar con ese Edward que conocí de niña, yo…yo quiero estar con el Edward que tengo frente a mí el que espero y al que espere, el que me prometió quedarse siempre conmigo y con el que espero estar por la eternidad.

-Oh Bella ... – pronuncia su nombre y corriendo a velocidad inhumana la toma en sus brazos girando con ella como lo había hecho su madre cuando se reencontraron me haz hecho el hombre más feliz, pero ¿estas segura de esto?

-Sí nunca he estado mas segura de nada- dice abrazándose a él como si de eso dependiera su vida.