Mi jefe, mi amante (+18)

Autor: aNi_cUlLeNpattz
Género: Ciencia Ficción
Fecha Creación: 19/04/2012
Fecha Actualización: 25/04/2012
Finalizado: NO
Votos: 2
Comentarios: 8
Visitas: 17054
Capítulos: 3

Prefacio

¿Quien no ha sentido alguna vez ese deseo tan intenso aun sabiendo que es prohibido? Eso le pasaba a Isabella sabia que lo que sentia por Edward era algo prohibido pero era un deseo que consumia a ambos y no lo podian ignorar.

Ni los personajes ni la historia me pertenecen yo solo juego y adapt.

los invito a mis demas fics

EXCESOS: la llegada y la primera habitación (+18)

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Need you now (+18)

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Y los sueños, sueños son….(+18)

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Capítulo 2: Solo quería decirte que eres el único para mi

Bella pov.

Pensaba que había ciertas cosas que solo ocurrían en las películas, y que yo nunca sería la protagonista de una de esas historias. Y cosas que tiene la vida, al final la película ha sido mi realidad diaria, durante años, y no me arrepiento, he vivido por y para esos momentos.

Recuerdo muchos de ellos, estos días has sido los mejores de mi vida, recuerdo una comida al fondo de un bar, recuerdo su mano acariciando la mía, recuerdo su mirada. Las ganas locas de levantarme de la silla para darle un beso y saber que no podía hacerlo. Quizás eso me excitaba mas, esa cosa de querer y no poder, esa angustia que hacia que mis pezones se pusieran en alerta y que mis bragas se llenaran de humedad con solo su mirada. Todas las horas que vinieron después, en el trabajo, totalmente empapada, deseando llegar a casa para poder pasar una noche mas con él, con su olor, con su sudor, con él entero. Nunca había tenido esa sensación. Quiero mezclarme con su sudor, tener cada poro de su piel pegado a mí. Es eso lo que él me provoca, es como un imán para mi, cuando lo tengo cerca no puedo dejar de pensar en otra cosa que no sea acariciarle, exprimirle hasta la última gota.

También recuerdo haberme puesto sus calzoncillos, recuerdo que me los dejó en el baño del trabajo. Fue rozar esos calzoncillos con mi sexo y excitarme al máximo. A partir de ahí no pude trabajar más, no podía dejar de pensar en correrme para él, me lo imaginaba mirándome a los ojos mientras me penetraba, yo sentada en una de esas mesas de la oficina, el metiéndomela hasta correrse susurrándome al oído que me quiere.

Recuerdo todas las veces que le he chupado su pene en las escaleras de la oficina, como se la he lamido impaciente por oírle jadear. Recuerdo el día que se corrió en aquellas escaleras, siempre alerta pendientes de que apareciera alguien. Me encanta mirarle mientras le masturbo, me encanta mirarle en general.

Y aquella vez que nos quedamos solos en la oficina. ¿La recordará? Le hubiese follado entero.

Lo tengo al lado y lo miro, al tenerlo cerca algo se mueve dentro de mi, mi corazón late deprisa, mis senos se me hinchan, aumenta mi respiración y mi sexo empieza a mojarse. Me entran unas ganas repentinas de tocarme. Esas ganas cada vez aumentan más y más y noto mi humedad en los pantalones. Le miro de reojo, sus manos, esas manos que me vuelven loca, puede que sean unas manos comunes y corrientes para la humanidad, pero a mi me parecen lo mas maravilloso del universo, simplemente me encantan y las querría para mi, para poder admirarlas toda la vida. Lo imagino acariciándome el cuerpo como lo hizo ayer, sé que solo con rozarme mi cuerpo empieza a temblar. Ansío poder darle un beso, lamerle el cuello, su lóbulo de la oreja, hundir mi lengua en su boca, sé que no puedo por que alguien nos puede ver, pero es lo único que verdaderamente quiero en la vida, poder ser feliz dándole todo, todo mi amor, todo mi sexo, todo. Es lo que siento en lo más profundo de mi corazón.

Se acerca a ayudarme con algo del trabajo, sus brazos rozan mis tetas cuando va a agarrar el ratón de la computadora. Mis pezones duros durísimos con el roce de su brazo. Me pide en silencio que me quite el sujetador en el baño y que vuelva, al principio ando un poco reticente, se me han puesto los pezones erectos, la gente se puede dar cuenta, además los senos me bailan por debajo del jersey, pero solo pensar en que dentro de un rato mis senos pueden abarcar sus manos hace que cualquier otra cosa pase a un segundo plano.

Ya en el baño, mientras me quito el sujetador pongo mis manos en mi sexo y empiezo a hundir mis dedos en él, como desearía que mis dedos fueran los suyos o que fueran su pene. Tengo unas ganas inmensas de correrme, no puedo hacerlo, me llevaría un rato que no tengo. Tengo que volver a mi sitio en la oficina.

Vuelvo a sentarme con mis brazos cruzados mientras llego a mi mesa para sujetarme los pechos, no quiero que nadie me note los pezones, solo pienso en que me los chupe esa persona que esta en su oficina al final del pasillo, tan cerca pero a la vez tan lejos. Me mira de arriba abajo, él no se da cuenta de como me mira, pero yo si, se que me desea tanto como yo a él. Solo tengo ganas de que me invite a un café para poder escondernos de todos y pegarnos el uno al otro, es una sensación inexplicable las ganas que tengo de fundirme con él de cualquier manera, solo le quiero tener pegado a mi, olerle, como me gusta olerle y pegarme a él lo máximo posible, abrazarle, acariciarle hasta no poder mas.

Y por fin me invita al café, ya escondidos, me agarra por detrás y me sube el jersey para tocarme las tetas. Como me he mojado cuando he notado el calor de sus manos en mis pechos! Me hubiese desnudado ahí mismo para que hiciera de mi lo que quisiera, tengo que controlar mis ganas pero es taaaan difícil, se lo hubiese dado todo en ese instante. Y cuando se ha agachado a chuparme los pezones ha sido un momento incluso de desesperación para mí, de no poder dejarse llevar por uno de los más increíbles placeres de la vida, sentir a la persona que quieres contigo de esa manera. Su lengua me encanta, y su boca, cuando me chupa los pezones, cuando me besa, cuando me agarra la cara con sus manos, me lo comería en todos los sentidos de la palabra.

Con mucha prisa llegamos a su departamento no muy lejos de la oficina, lo quería ya dentro de mi.

-Edward-dije casi en un susurro.

-¿que paso mi amor?-dijo tambien en un susurro.

-solo queria decirte que eres el unico para mi-dije tocandole su cara con mis manos intentando hundirme en esos ojos esmeraldas que me miraban fijamente.

-y tu la mia Bella ...tu la mia..-dijo dandome un profundo y amoroso beso.

-te amo-dije abrazandolo intentando fundirme un una sola persona con el-

-yo tambien te amo mi Bella-dijo posando su rostro en mi cabeza.

 

Esa fue la mejor tarde de todas al menos de las que llevábamos juntos amándonos.

Capítulo 1: un dia de trabajo como cualquiera Capítulo 3: Y..ahora que?

 


 


 
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