Bella POV

Por fin logré comprender muchas cosas sobre Edward, mi precioso había sufrido tanto, primero presenciar la muerte de sus padres, después de eso, esa mala mujer lo izo sufrir engañándolo con su mejor amigo. Que injusta es la vida para algunas personas, y sobre todo con él, que era tan bueno, aunque sea un poco celoso.

Estaba tan feliz de que por fin era mi novio, me encargaría día a día hacerlo feliz, para que todo lo que paso con esa tipa sea parte de su pasado. Edward me dejó en casa temprano, pero sin antes besarme como él sabe hacerlo; por mi podría pasarme todo el tiempo besándolo, pero ya era hora de volver a la realidad, así que me despedí y baje del auto. Apenas abrí la puerta, tenía a mi madre frente a mi con una gigantesca sonrisa

- Hola mamá

-Nada de hola mamá – me tomo la mano y me hizo sentar en el sillón – anoche cuando llegue estabas durmiendo y hoy llego y no estas

-Lo siento, sé que los viernes son de nosotras, pero no me sentía bien – rodó lo ojos – esta bien – dije exasperada – que quieres saber?

-Perdón por ser una intrusa, pero vi cuando Ed te besaba y …

-QUE ME ESTABAS ESPIANDO????? – la interrumpí – mamá, se que eres un poco entrometida pero no es razón para que espíes

-Lo siento pequeña, pero de verdad necesitaba saber si estabas bien – puso su mejor cara de inocencia lo que me desarmo

-Esta bien, por esta vez lo dejare pasar

-Ahora me dirás que fue lo que pasó? – la mire confundida – porque no creerás que me trague el cuento de que te sentías mal anoche

-Eres demasiado perspicaz

-no, pero si soy tu madre y te conozco – tenía razón, así que no había caso en seguir mintiéndole

-lo que paso es que ayer discutí con Edward – estaba sorprendida – porque le dio un ataque de celos, y nos dijimos cosas un poco hirientes

-por eso anoche sonó tu celular tantas veces, debe de haber sido Ed

-sip, era el, pero estaba tan molesta que no quise contestar – me iba a interrumpir pero la frene – hoy mientras tomaba desayuno, vino a hablar conmigo para pedirme disculpas – no estaba segura de contarlo todo lo que paso, así que me limitaría a contarle lo esencial – me llevó a un prado precioso y me explicó porqué el motivo de sus celos

-Esta bien, supongo que no me dirás cuales son – negué con la cabeza – entonces en que quedaron, solucionaron sus diferencias?, porque tu sabes lo bien que me cae ese muchacho, es caballero, tierno contigo y te mira con tanto amor…

-Mamá, si no supiera que eres mi madre diría que estás enamorada de él – le pegue juguetonamente en la mano, me reprocho con la mirada – era una broma

-Y bien, que pasa entre ustedes?, porque no me negaras que se besaron

-Que insistente – Me lazo una mirada de exasperación – después de las disculpas mutuas, porque yo también debía pedírselas, le pedí que fuera mi novio y…..

-Isabella Swan! Que hiciste que? -  mi madre cada vez estaba mas sorprendida – pero hija, eso te lo tenia que pedir él

-lo sé mamá, pero el me ha esperado tanto, que quise darle una sorpresa

-Y que te dijo?

- que crees tú? – Sólo se limito a asentir – me dijo que sí – y sonreí estúpidamente como una adolescente de 15 años

Mi madre no daba más de la emoción, estaba  tan feliz porque por fin estaba con mi precioso, se nota que lo adoraba. Luego de eso, estuvimos hablando de su trabajo y me comentó que debía viajar a San Francisco dentro de dos semanas mas para ver un nuevo proyecto para su consultora, me sentía tan feliz por ella porque por fin todo lo que se ha propuesto esta dando frutos.

Alrededor de las 10 de la noche nos fuimos a dormir. Estaba agotada en el sentido más literal de la expresión, la noche anterior dormí muy poco, porque había dormido todo el día. Antes de que el sueño me venciera me llegó un mensaje al celular: Que tengas dulces sueños. Sueña conmigo porque yo soñare contigo, te amo Edward.

Por fin era domingo, cuando desperté me di cuenta que había una nota en la mesa de noche de mi cuarto, era de Renee: Pequeña, perdón pero hoy no podremos comer juntas, tu tía Jane me llamó para que la acompañara a Seattle. Mil perdones, prometo recompensar el día de hoy. Te quiero… mamá. P.D: hay comida en el refrigerador

¡Genial! Estaré sola todo el día, tendría que hacer algo para matar el día y no tenia tarea para hacer. Mientras decidía levantarme suena el celular, y otra vez la sonrisa boba asomaba por mi cara al ver quien era

-Hola amor – conteste con mas entusiasmo del necesario

-Hola cariño, como amaneciste? – siempre tan dulce preocupándose por mi

-Mucho mejor ahora que te escucho – sonreí de lo cursi que sonaba – Edward, tienes algo que hacer hoy? – y descubrí que podía pasar todo el día con él

-Por Dios! – me sorprendió su respuesta – estamos demasiado conectados

-porque dices eso?

-porqué eso mismo te iba a preguntar, solo que te adelantaste

-Está bien, pregúntame – le seguiría el juego, haber que me decía

-Hermosa mía – dijo en tono solemne – Tienes algo que hacer el día de hoy?

- la verdad – solo demoré para molestarlo – no tengo nada que hacer, mi madre me dejo sola en casa, así que dispongo de todo el tiempo del mundo

-mmm… no es bueno que te quedes sola en casa – me dijo preocupado

-Entonces que propones para solucionar eso

-Pasar todo el día conmigo – ame la idea – pero en mi casa, quiero que conozcas a mis tíos – Quede en shock – Bells? Estas ahí?

-sí… lo siento

- entonces que dices – se notaba muy entusiasmado

-Esta bien – no pude evitar sonreír, haría cualquier cosa con tal de verlo feliz

No tenía ni la menor idea que ponerme, iba a conocer a sus tíos, lo mas parecido a sus padres, ¿y si no les agradaba? Y si creían que era muy poca cosa para su sobrino. Por lo menos sus hermanas me querían, algo es algo. Pasaron los minutos y decidí ponerme un pantalón de vestir negro y una blusa azul, deje mi pelo suelto, me veía bien, muy yo. Mientras ordenaba un poco mi habitación siento un bocinazo; así que baje lo mas rápido que pude, tome mi abrigo y salí, para encontrarme un volvo vacío. ¿Dónde rayos esta Edward?, estaba tomando mi teléfono para marcarle cuando me cubrieron los ojos y su inconfundible aroma inundo mis sentidos.

-¿Quién soy? – su voz era tan dulce

-mmm… déjame adivinar – veamos hasta que punto aguanta una broma – Tyler, mi compañero de algebra – se puso tenso – no! Ya se – se relajó – Eric, el chico del club de ajedrez

- No – tenia la mandíbula trabada – trata de adivinar

- Ya se quien eres – suspiro – eres el novio mas tierno, dulce y paciente del mundo – reía bajito, mientras sacaba sus manos de mis ojos para tomarme las manos – adivine! Quiero mi premio

-creo que no abra premio para ti – me gire en sus brazos, y hice mi mejor puchero al estilo Alice – no me mires así, te equivocaste

- Está bien – si los pucheros no funcionan, nada lo hará – nos vamos? – me gire para ir a su auto, pero antes de que lograra moverme, tenia sus labios sobre los míos, tan dulces y pacientes, disfrutando de cada segundo

- Vamos – susurro sobre mis labios, para luego darme un beso corto

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Hola!

Mil disculpas por la demora, pero para ser honesta, se me acabaron los capítulos que ya tenía escritos, pero ya estoy en un arduo trabajo para escribir lo mas rápido posible para ustedes :)

Gracias por pasar y no olviden comentar y votar =)

besos