Entre el odio y el amor (+18)

Autor: AniCullen17
Género: Drama
Fecha Creación: 15/07/2011
Fecha Actualización: 23/08/2013
Finalizado: SI
Votos: 70
Comentarios: 395
Visitas: 313578
Capítulos: 43

 

 

El odio, el rencor y la culpa que  ambos sentían los atormentaba día a día,  ¿Cómo hacer para que aquello funcionara, si solo sabían dañarse?, el orgullo jamás dejo de interponerse en su felicidad, una sangrante herida guardaba cada uno en su corazón… impidiéndoles ser felices… impidiéndoles entregarse por completo.

 

 

 


 

Hola Chicas, este es mi Segundo Fic, salio de mi cabeza loca solo espero que les guste y que me dejen sus Votitos y Comentarios, Esta clasificada para mayores de 18 años, queda bajo su responsabilidad leerla, bueno Un beso Adios chicas ♥ .

 

Mis Fics:

Tu, Mi mitad mi Adiccion (+18) "Terminado"

Rechazame (+18) "En proceso"

The Sound of Silence (+18) "en proceso"

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Capítulo 14: Conociéndote II parte

 

 

 

Este fanfic está protegido legalmente. No apoyes el plagio.

 

Los personajes le pertenecen a S.M. La historia es mía.

 

Capítulo catorce; Conociéndote II parte.

 

Bella´s POV.

 

 

 

¿Qué podía hacer? ¿Negarle la verdad? Pero como podía negarle y decirle alguna mentira cuando no sabía con exactitud cuándo tiempo había estado mirándome, o peor aún, escuchando todo lo que yo decía. No me cavia duda que Edward sufría tanto como yo en la perdida de Elizabeth.

 

Conocí su lado más sensible y aquello me asusto de sobremanera. Estaba más que claro que Edward causaba en mí cosas que me negaba aceptar, pero muy en el fondo sabía perfectamente que existían. ¿Qué clase de encantos tendrían todos los Cullen para hacer sentir bien a las personas?

 

Elizabeth siempre fue amable, sencilla, y muy, muy buena amiga, por el contrario de Edward porque a pesar de que estaba conociendo su otra personalidad, pasamos discutiendo como dos niños de diez años.

 

“¿Y si él realmente Edward podría cambiar?” “¿Si le daba la oportunidad de conocernos realmente como éramos?”

 

 Estaba de más decir que él era un hombre atractivo, pero hay algo, algo en él que me inquieta profundamente. Quería conocerlo y el pensamiento me abrumo dejándome completamente muda.

 

—¿En qué piensas? — Me pregunto, acariciando mi cabello distraídamente. Moje mis labios y negué con la cabeza, alejando todos los pensamientos que atormentaban mi cabeza.

 

—Cosas sin importancia. —Comente mirando hacia las grandes montañas que se perdían en el cielo.

 

Edward murmuro algo que no entendí, tomo aire profundamente.

 

—Sé que no confías en mí.

 

No lo negué.

 

—Pero quiero que sepas que lo harás tarde o temprano.

 

 Voltee mi rostro para mirarlo directamente. Sus ojos color jade me miraban detenidamente y no pude evitar estremecerme, agradecí estar sentada en el césped, seguíamos en el prado que él me había enseñado, era simplemente hermoso. Desvié la mirada, ya que mi pulso se acelero de manera vergonzosa; me recosté en el césped y él me hizo compañía a la vez que su mano busco la mía, acariciándola suavemente con su pulgar.

 

—¿Bella?

 

Llamo luego de largos minutos en silencio mirando el cielo.

 

—Dime. — Pedí girando mi rostro para volver a mirarlo, él me regalo una sonrisa picara.

 

—Cuéntame algo de ti. — demando.

 

—No tengo mucho que decir.

 

—Vamos ¿algo? — Su expresión me recordó al gato con botas de la película Sherk quise reír pero me contuve, era extraño ver a Edward de esta manera cuando siempre me encontraba con aquel Edward rebelde y pícaro.

 

—Bueno, no tengo buena relación con mis padres— Declaré suspirando.

 

—No eres la única. — Edward le dio un suave apretón a mi mano…, me sentí estúpida por querer soltar un suspiro.

 

—¿Tienes hermanos?  

 

—No. Me hubiese gustado tener uno o dos hermanos, ya que solía sentirme sola en una casa gigante donde solo era custodiada por personas que trabajan en casa.

 

—¿Tus padres donde estaban?

 

—Siempre de viajes, los veo muy poco…, nos los he visto desde hace meses y tampoco sé donde están, no hablamos mucho que digamos pero es algo que ya no me afecta.

 

—Es increíble las cosas que tenemos en común.

 

Reflexiono en voz alta.

 

—Ya lo creo.

 

—Bueno ¿y tienes planes a futuro?

 

—No me he detenido a pensar en eso—declaré—. Me tiene sin cuidado ¿tú tienes algún plan?

 

—Yo…, bueno no se la verdad. Mi padre quiere que sea medico como él, pero yo no quiero. Carlisle es muy… cerrado en ese sentido.

 

—Oh.

 

No respondí nada más. No conocía a sus padres, pero Elizabeth se había encargado de decirme que a sus padres, sobre todo a su madre le importaban mucho las apariencias y el qué dirán.

 

—Creo que deberíamos irnos — saco su celular de su bolsillo. Lo miré por unos segundos.

 

—¿Tienes algo que hacer?- pregunte, estaba tan a gusto aquí

 

—No, pero tenemos que almorzar.

 

Caminamos nuevamente, pero mis torpes pies no me dieron tregua y caí cuando estábamos llegando hacia donde se encontraba la moto estacionada. Mi ropa quedo llena de tierra y Edward rápidamente llego a mi lado.

 

—¿Estás bien? — Pregunto ayudando a levantarme del suelo, mi pobre trasero sufrió las consecuencias de mi caída.

 

—Sí.

 

Me sonroje como verdadera idiota.

 

—Bueno — Comento una vez que estuve de pie, me miro y mordió su labio, sabía perfectamente que trataba de contener su burlona sonrisa—, tienes que tener más cuidado en donde pisas-

 

—Idiota.

 

Trate de mantenerme seria pero simplemente no pude. Él soltó una carcajada sonora y yo puse mis ojos en blanco.

 

—Vamos nena— Se subió a la moto y me paso el casco que había sacado luego de su ataque de risa.

 

—Nos mataremos en cualquier momento.

 

—Yo te cuidare.

 

—Se nota — apunte hacia mi ropa llena de tierra, él me sonrió pícaramente. Me puse el horrendo casco y me subí detrás de él, enrollando mis brazos sobre su cintura.

 

—No tengas miedo.

 

Murmuro antes de partir hacia el centro de los Ángeles. El viento era helado y congelaba mi rostro, asi que opte por apoyar mi mejilla sobre su espalda, aspire su olor y quise quedarme ahí para siempre. En un semáforo en rojo volteo un poco su rostro.

 

—¿Iras a tu casa? — Negué con la cabeza rápidamente.

 

—¿A dónde entonces? ¿A la mía?

 

—No quiero ver a esa mujer que trabaje en tu casa— pude notar como las comisuras de sus labios se elevaban en una sonrisa tímida.

 

Seguimos por las calles de LA hasta que a los minutos llegamos al internado, nos bajamos de la moto y le entregue el casco, él lo guardo y yo no sabía si entrar sola o acompañada, pero al parecer los dioses me enviaron una señal ya que una hermosa rubia, alta, curvas envidiables, rostro perfecto para ser modelo de alguna marca de belleza venia hacia nosotros, o más bien él.

 

—¡Edward! — gritaba al acercarse a él.  

 

—Hola Tanya — la saludo. Edward me miro de soslayo.

 

—¿Edward quieres venir a mi cuarto hoy por la noche?

 

La muy descarada se acerco hacia él y movió sus falsas pestañas de manera coqueta, suspiré profundamente y comencé a caminar en dirección a la entrada.

 

—Tanya yo…

 

Los deje atrás, no quería ver a más rubias moviendo sus generosos traseros a Edward quien se dejaba querer, al parecer.

 

—Amiga.

 

Llamo Alice desde la sala común. Camine hacia ella y la abrace.

 

—Hola Alice.

 

—¿Andabas con Edward?

 

—Si… tengo un par de cosas que contarte —le guiñe un ojo.

 

—Bueno — ella acaricio mi cabello cariñosamente —. Primero toma una ducha, mira que estas algo…, sucia — me sonrió pícaramente.

 

Camine hacia la habitación, tratando de no pensar mucho en Edward y la rubia que se encontraba con él. Me sentía algo estúpida porque prácticamente había salido corriendo de él cuando me había dado la oportunidad de conocerlo. Bueno a la mierda, él seguramente lo pasaría muy bien hoy por la noche.

 

Abrí la puerta de mi habitación cuando vi a un hombre de pie dejando una rosa ¿en mi almohada? Fruncí el seño, que cursi, pensé. Y yo no soy cursi, para nada.

 

—Hola Bells.

 

—Hola Jake ¿Qué haces aquí?

 

—Bueno quería que fuera una sorpresa — rasco su cuero cabelludo —. Pero no importa ahora es mejor porque te vi.

 

Oh era muy cursi y tierno o un buen mentiroso…, me inclinaba por la segunda opción.

 

—Bueno ¿Qué sorpresa? — pregunte haciéndome la desentendida.

 

—Esto. — dijo tomando una carta y una rosa que descansaba en mi cama.

 

—Oh Gracias. Es muy lindo de tu parte —dije sinceramente. Era un gesto (a pesar de ser cursi) muy lindo, y que pocos hombres en el día de hoy se animaban hacer.

 

—Bueno, la carta léela cuando estés sola. Yo…,

 

—¿Sí? — Pregunte mirando sus ojos negros. Tenía un cariño a Jake ya que nos habíamos conocido tiempo atrás.

 

Se acerco inesperadamente hacia mí, retrocedí pero la puerta me impidió salir corriendo de ahí, él soltó una carcajada entendiendo claramente el mensaje.

 

—Descuida Bella — Se acerco lo suficiente para acariciar mi mejilla — no te obligare a nada que no quieras.

 

¿Okey?

 

—Adiós.

 

Me moví de la puerta sin decir absolutamente nada.

 

Me quede como una estúpida parada en la puerta de la habitación; cuando vi a la rubia que venía en compañía de una mujer morena, venían conversando asi que junte un poco la puerta para no ser detectada, las voces se escuchaban por todo el pasillo.

 

—Te dije que Edward estaría a mis pies— Era la voz que había escuchado hace un rato atrás cuando íbamos llegando al internado.

 

—¿Lo conseguiste?

 

—Bueno…, no. Pero tengo la ventaja que nadie más tiene en este internado y es la aprobación de sus padres, sobre todo de Esme. Edward es hormonal, cualquier vagina le sirve.

 

Asi que los Cullen apoyaban a Tanya, esta era una información privilegiada.

 

—Está más que claro que los padres de Edward te adoran.

 

Por alguna estúpida razón vi todo rojo, como un puma quise lanzarme a la cabellera de la estúpida rubia y arrancar cada pelo de su cuero cabelludo. Pero yo era demasiado civilizada para hacer tonterías, asi que opte por cerrar la puerta completamente y tirar la rosa y la carta hacia algún lugar de la habitación.

 

 Subí rápidamente al baño y mi reflejo apareció en el espejo, mire cada una de mis facciones preguntándome si era lo suficientemente fea, maldito autoestima e inseguridad femenina. Me despoje de mis ropas, y me metí rápidamente la ducha tratando de poner mi mente en blanco, pero aquello obviamente fue imposible.

 

No sé cuanto tiempo estuve metida bajo el agua, pero fue el suficiente para al menos estar más tranquila.

 

—¿Bella estas ahí? — La voz de Rosalie me hablo desde el otro lado de la puerta.

 

—Sí. Salgo en un momento— dije aplicándome crema de peinar en el cabello, para que no se viera tan rebelde.

 

—Okey — Escuche su risa ¿Qué causaba tanta risa?

 

Salí rápidamente del baño y camine hacia el closet, me puse unos short, y una blusa de tirantes. El sueño me abrumo y no quise almorzar, no cuando eran pasadas las cinco de la tarde.

 

—Hola Bella— saludo tranquilamente Rosalie que estaba sentada sobre su cama pintando sus uñas de color rojo.

 

—Hola.

 

Salude, saque la carta y la foto de Elizabeth y la guarde como un tesoro en mi cajón de mi mesita de noche, junto con mi diario de vida. Cualquiera podría pensar que será inmaduro tener un diario de vida, pero ahí tenía muchos recuerdos que mi mente olvido o simplemente quiso borrar para siempre.

 

—¿Cómo te fue? — no supe que decir, si bien Rosalie no me caía mal, pero tampoco confiaba en ella.

 

—Bien.

 

—Oh ya veo— siguió trabajando en sus largas manos.

 

—¿Alice?

 

—Jasper quiso hablar con ella, rogarle o matarse por su perdón. Ella acepto no muy convencida.

 

—¿Entonces para que acepto? Las mujeres son tan idiotas de pronto.

 

—Alice es muy inocente Bella. En cambio tú traes un genio de mierda en este momento.

 

—Bueno…, no siempre puedo andar sonriendo.

 

—Bueno yo solo decía— levanto sus manos

 

—Vamos no es para tanto — le sonreí—. Dormiré un momento.

 

—Okey. Estaremos en el casino.

 

 

 

0000

 

Desperté a eso de las siete de la tarde y mi estomago rugió con impaciencia, tendría que ir a comer algo; asi que fui hacia el baño, lave mi rostro y mis dientes. Busque la carta y la rosa de Jake en el suelo, pero esta se encontraba perfectamente en el sofá de la habitación, fruncí el seño yo la había tirado al suelo ¿no? en fin me acerque a ella y abrí la carta.

 

Bella:

 

Sé que ese sábado no me comporte como un caballero, quiero reparar el daño invitándose a cenar a casa de mis padres pronto. Me encantaría que me hicieras ese honor; Iremos como amigos, claro…, sé que te incomoda un poco la situación.

 

Espero su respuesta Bells, te quiero y me encantaría repetir nuestras experiencias del pasado verano.

 

Adiós: Jacob Black

 

 

 

Deje la nota a un lado. ¿Aceptaría ir? Bueno Jake dejo claro que iríamos como amigos, quizás no sería malo ir con él, no haría nada malo.

 

Salí del cuarto dirigiéndome al casino, cogí unas galletas y una coca-cola y rápidamente me dirigí hacia la mesa donde se encontraban Emmett, Rosalie, Jasper, Alice…, y Edward quien estaba con la mirada perdida. Me ubique justo al frente de él para verlo mejor, rápidamente se me olvido el asunto de la rubia, trate de buscar sus ojos pero él no me prestaba atención.

 

—Quita esa cara de enamorada Bella — Comento Emmett sonriente, pude notar las risitas a mi alrededor, puse nuevamente mi mascara de frialdad.

 

—Nadie está enamorada idiota — Respondí bebiendo coca-cola. Sentí la mirada penetrante de Edward sobre mí, me puse nerviosa asi que lo ignore.

 

—Bueno entonces lo estarás —dijo Rosalie alzando sus cejas de arriba hacia abajo ¿De qué diablos estaba hablando?

 

—¿Así? ¿Y por qué? — pregunté mirando a Alice quien se encogió de hombros y supe que ella estaba igual o más confundida que yo.

 

—Jacob Black, el enemigo — Emmett movió sus dedos al decir el nombre de Jake, no pude evitar soltar una carcajada.

 

—Estas demente Emmett, solo somos amigos— Mire a Edward nuevamente, pero él estaba en silencio con su seño fruncido.

 

—¿Y entonces la rosa y la carta?

 

—¿Te metiste en mis cosas Rosalie? — Pregunte alarmada y completamente molesta, Rosalie negó con la cabeza rápidamente.

 

—No — se defendió — solamente los deje arriba del sofá cuando estabas duchándote y ahí vi que decía Jacob Black.

 

Mire a Edward de reojo estaba rojo con las manos en puños, mire a Alice en busca de ayuda.

 

—Bueno chicos — dijo Alice — ¿Qué aremos el fin de semana?

 

Los distrajo, Edward se disculpo saliendo del casino rápidamente dirigiéndome una última mirada. Alice me miro y alzo su barbilla en clara señal para que lo siguiera. Pero diablos ¿Por qué? Yo jamás hacia eso ahora, jamás.

 

—Bueno Chicos me retiro a mi cuarto.

 

Nadie noto nada extraño, supongo que era difícil pensar que yo, Isabella Swan iría corriendo en busca de Edward cuando no había hecho nada malo, maldición me sentía extraña por hacer eso, no era una forma en la cual yo me comportaría. Vi a Edward que tomo un atajo en los pasillos, ya que nadie se encontraba en ellos, estaban casi desérticos.

 

—Edward espérame — Pedí tratando de alcanzarlo, creí que me ignoraría, pero muy por el contrario se detuvo y se giro para mirarme.

 

—Bella, necesito estar solo un momento — pidió con voz sedosa, me estremecí de pies a cabeza, se veía molesto pero me hablo con tanta dulzura que reprimí un suspiro.

 

—Edward yo… —

 

—No me tienes que dar explicaciones. Eres libre Bella, eso aun no ha cambiado.

 

Por alguna razón sus palabras se instalaron hondo en mi corazón, asi que sin pensarlo uní nuestros labios. Al comienzo él se quedo estupefacto, quizás no se esperaba esto, pero sus labios poco a poco fueron tomando vida propia, acariciando los míos, nuestras lenguas luchaban la una con la otra dentro de nuestras bocas.

 

Aquel beso quizás había sido el más pasional que nos habíamos dado. Las manos de Edward tomaron la parte baja de mi cadera, casi acariciando mi trasero, acercándome hacia él para sentir como su miembro comenzaba endurecerse y yo comenzaba a mojar mis bragas.

 

—Ah— gimió en mi boca cuando nuestras caderas buscaron más fricción. Tomé sus cabellos y jale de él para que me besara nuevamente, mis piernas comenzaron a perder el equilibrio, asi que me alzo para que yo enrollara mis piernas en sus caderas, lo sentí…, lo sentí profundamente en mi cosa que me hizo gemir, camino y apoyo mi espalda en la pared, sus caderas empujaron contra las mías.

 

 —Te deseo tanto Isabella.

 

Declaro, separando sus labios de los míos, para ir poco a poco descendiendo sobre mi garganta, cerré mis ojos solamente dejándome llevar, una de las manos de Edward comenzó a subir por mi cadera, cuando fuimos interrumpidos por un carraspeo.

 

Nos separamos rápidamente, Edward me dejo en el suelo, pensando que sería Heidi, pero estábamos muy alejados de la realidad.

 

 

 

—Edward — Era la madre de Edward estaba completamente segura  —.Necesitamos hablar contigo — su vista me recorrió de pies a cabeza y su mirada se fijo en Edward con absoluta frialdad— a solas.

 

Edward tomo mi mano dándole un apretón.

 

 

 

—Mamá, papá ella es Isabella Sw…

 

—No nos interesa saber quién es la señorita —su tono era despectivo, mordí mi labio para no responderle como se merecía—. Vamos Edward, no tenemos mucho tiempo.

 

 Se voltearon y caminaron sin siquiera mirarme, Edward se giro buscando mi rostro. 

 

 —Disculpa ellos…, —

 

 

 

 —No te preocupes — le sonreí con sinceridad— Nos vemos.

 

Me voltee y lo deje solo, suspire profundamente obligando a mis pies caminar para que no voltearan y corrieran hacia sus brazos.

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BUENO HOY POR PRIMERA VEZ SUBI DOS CAP *-* ESPERO QUE HAYA VALIDO LA PENA Y QUE LES HAYA GUSTADO MUCHO POOOORFIS, ESPERO SUS COMENTARIOS Y VOTITOS, SON MI INSPIRACION PARA TODO Y SENTIRME FELIZ FELIZ JAJA, LAS QUIERO MUCHOOOOOOOOO A TODAS ♥

 

ATTE: ANICULLEN ♥

 

FACEBOOK: ANI CULLEN

 

Capítulo 13: Conociéndote Capítulo 15: Te Quiero

 


 


 
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