Cuando deje la casa donde había pasado la mejor noche de mi vida tome un taxi para regresar a mi verdadero infierno solo esperaba que las cosas a partir de ahora cambiaran quería una vida tranquila y feliz antes de llegar al prostíbulo pase por una pastelería y compre un pequeño mofin si hoy era mi cumpleaños ya era 13 de septiembre, no quería pasar mi cumpleaños sola pero no tenia de otra, cuando llegue al prostíbulo  james no dijo nada por la hora simplemente me pidió el dinero y me mando a dormir, me quede dormida solo con tocar la almohada con una sola imagen en mi mente un policía de ojos verdes hermosos y sonrisa arrebatadora

-         Levántate maldita ladrona- dijo james jalándome del cabello

-         Que pasa – dije mirándolo

-         Como que, que pasa – dijo molesto – en este maldito dinero hace falta la mitad – dijo si había dejado más de lo que era porque no me parecía justo pensé que no se daría cuenta pero así fue se dio cuenta

-         James espera- dije cuando vi que me mandaba el puño a la cara maldición me había roto la boca

-         Espera que – dijo jalándome más fuerte y lanzándome contra el suelo – me estas robando en mis narices. dijo molesto

-         James no es lo que crees – llorando ahora si estaba llorando dolía horrores me había roto una mano y no podía dejar de pensar en el dolor

-         No es lo que creo lo que creo es que eres una vil ladrona – dijo golpeándome en el suelo patadas y más patadas- no puedo creer que hayas sido tan estúpida  como para robarme – dijo

-         Yo no  - dije pero él seguía pegándome

-         James cálmate  la vas a matar- hablo Vitoria la mujer de james- sabes que muerta no nos sirve de nada

-         Es que me robo – dijo

-         Pues que te pague con otros clientes- dijo mirándome eso calmo a james y dejo de pegarme cuando se fue entre a mi habitación muchas chicas se quedaron mirándome pero nadie decía nada

-         Muchas chicas conocían la furia de james y no se atrevían a decir nada así que no podía pedirles ayuda simplemente entre a mi habitación y tome el botiquín que había hecho yo misma me limpie la cara con mucho dolor y cuando termine empecé a pensar porque no podía irme lejos e iniciar una nueva vida con un nuevo nombre y una nueva apariencia física, yo era rubia tenía las caderas anchas y mis ojos eran color chocolate como los de mi papa solo el cabello había sacado a mi mama, cuando termine de pensar había decidido  que no podía más me arriesgaría por ultima ves tomaría el dinero de james y me iría lejos donde nunca me encontrara  sé que si alguna vez me encontrara el castigo sería terrible pero me encargaría de buscar un lugar donde poder estar sin que tuviera miedo a que el alguna ves diera conmigo pero yo me encargaría de iniciar una nueva vida donde el jamás me encontraría

Ya tenía todo preparado esta noche me iría si o si, cuando todos se habían retirado a sus habitaciones vi que james estaba con victoria y me fui a su oficina no encontraba donde guardaba el dinero cuando sentí una mano en mi hombro me tense de miedo sabía que este era mi final y solo me quedaba por rezar para ir con mi padre

-         Que haces – dijo victoria bueno al menos no era james

-         Necesito irme de aquí  - dije llorando

-         Ahí no guarda el dinero – dijo sonriéndome me dijo que lo guardaba en un cajón de la mesa así que tome el suficiente para poderme ir – puedes salir por tu ventana  - dijo mirándome

-         Porque me ayudas – dije mirándola  

-         Porque james es una rata- dijo molesta- y porque cuando tuve tu edad no tuve las agallas de escaparme – dijo me quede mirándola sorprendida – vete – dijo mirándome

-         Gracias. dije mirándola

Ella no dijo nada ni me sonrió simplemente asintió y me dejo ir corrí a mi habitación y empecé atar las sabanas para lanzarla por la ventana lance mi maleta primero y luego empecé a bajar despacio con los años mi equilibro había mejorado y más sabiendo que mi libertad estaba cerca cuando llegue abajo tome mi maleta y corrí como si mi vida dependiera de ello solo me quedaba rezar porque jamás me encontrara porque si lo hacía solo me quedaba esperar la muerte, no quería morir sin antes haber acabado con él y con todos los que alguna vez en esta vida me habían hecho daño a mí y a mi familia, cuando llegue a la estación tome un camión que me llevara a Seattle sabía que era muy cerca pero era lo primero que tenía que hacer un lugar donde pudiera quedarme esta noche y mañana en la mañana buscaría mi nuevo destino