Pov Edward

No podía creer que mi mama me obligue a acompañarle a conocer a unos nuevos vecinos. No me interesaba en lo más mínimo yo solo quería seguir jugando con mis dinosaurios.

Al llegar a la casa una señora muy linda y gentil nos abrió, la cual no hizo pasar al hall ahí también se encontraba mi vecino jasper junto a su madre. La señora llamo a una tal isabella, supongo que era su hija o algo parecido.

Una niña entro corriendo al hall y se detuvo al lado de su mama, no podía creer lo hermosa que era, parecía un ángel, tenía la piel blanca como la nieve y el cabello rojizo el cual caída en cascadas onduladas, tenía los ojos medio verde azulados y un poco rasgados y no tenía doble parpado.

Era la niña más linda que había visto en mi corta vida, y note que mi amigo jasper también lo había notado pues tenía una expresión similar a la mía.

Su madre nos presentó a los tres pero al parecer Isabella se asustó pues se ocultó detrás de su mama, la cual le dijo que nos saludara.

Ella se acercó lentamente hasta nosotros y extendió su pequeña y delicada manito, un poco sonrojada.

Yo fui el primero en tomarla de la mano, al tocar su delicada mano sentí como una corriente de energía por todo mi cuerpo, la mire atónito y ella me soltó sonrojada y le dio la mano a jasper el cual reacciono de la misma manera que yo e isabella se sonrojo aún más.

Después ella se alejó un poco y se agacho un poco supongo que en forma de saludo, y se presentó formalmente diciendo primero su nombre completo y ahí fue que me di cuenta que ella era mitad asiática. También dijo que prefería que le dijéramos bella y no isabella puesto que sonaba muy formal para una niña.

Su madre invito a mi mama y la mama de jasper a tomar una taza de te, después se dirigio donde bella y le dijo algo, ella se acercó un poco temerosa y avergonzada y nos dijo si queríamos ir a jugar al patio en lo que nuestras madres charlaban, a lo cual aceptamos gustosos.

Al salir note una mesita y en ella un juego de te muy hermoso, ella nos preguntó nuestros nombre puesto que nuestras madres no nos habían presentado, yo fui el primero, le dije que mi nombre era Edward y luego jasper se presentó.

Ella nos sonrió de una forma muy amable y gentil, luego nos preguntó si queríamos jugar con ella a tomar él te, yo jamás habría aceptado jugar un juego de niñas pero era esa niña, tenía algo que no te dejaba negarte, no sé como pero los tres nos pusimos a jugar a tomar el té, me sentía un poco avergonzado pero se notaba que bella estaba muy feliz.

estuvimos hasta muy tarde puesto que nuestras madres se llevaron de maravilla y ni que decir nosotros, pasamos toda la tarde jugando y riendo en el cuarto de bella hasta que fue hora de irnos pero no sin antes prometerle que volveriamos a jugar al dia siguiente.