BELLA

Hoy comenzaba mi internado quirúrgico en el mejor hospital de enseñanza, el Mercy de Seattle era altamente reconocido por contar con los mejores cirujanos y la mas alta tecnología e investigación en el área de la salud, esa es la razón por la que mi madre, René Swan trabajo aquí casi desde siempre, ella era una excelente cirujana y muy reconocida sobre todo después de ganar dos veces uno de los premios mas importantes en medicina y de crear su propia técnica quirúrgica que llevaba por nombre nuestro apellido 

Mi madre había sido la mejor en todo, a excepción de su lugar en la familia, Charly Swan o mi padre como se suponía debía llamarlo nos abandono cuando aun era una niña, mi madre tuvo una relación clandestina con uno de sus compañeros y yo crecí entre los pasillos y galerías de este lugar supervisada por internos y enfermeras, pero habían pasado muchos años desde la ultima vez que estuve aquí

Camine directamente a la sala de internos para cambiarme y tomar un casillero, hay todos estaban concentrados en lo mismo, una ves que estuve lista espero a que nos llamaran

-hola!- me saludo una chica rubia- me llamo Rosalie Hale pero puedes llamarme Rose

-hola Rose- le respondí

-ya sabes quien será tu residente?

-en realidad no, hoy se asignan de acuerdo al numero de internos y residentes

-ya veo, pero que descortés no te he preguntado tu nombre

-Bella- no me gustaba dar mi apellido a menos que fuera totalmente necesario

-extraño nombre- dijo ella en un susurro

No preste mas atención y seguí en mis asuntos, ella se fue saludando a otros tantos internos, solo los chicos, quienes eran la mayoría le hacían caso, al final apareció un medico quien nos llamo

-Todos ustedes llegan hoy con optimismo queriendo participar; hace un mes, aprendían a ser médicos en la facultad de medicina, hoy ustedes son los médicos. Los siguientes siete años de su internado quirúrgico serán los mejores y los peores de su vida, los presionaran hasta el límite. Miren a su alrededor, saluden a su competencia porque muy pocos concluirán como cirujanos. Soy el Doc. Carlisle Cullen, jefe de este hospital así que Bienvenidos al Mercy de Seattle

Después del discurso apareció otro medico que comenzó a llamarnos para indicarnos a nuestro residente

-Alec, Alice, Isabella, Rosalie!!- nos nombro el medico- con Bailey

Perfecto!! con sarcasmo lógicamente la rubia era mi compañera, nos acercamos a la salida y hay vi al resto de mis compañeros, la otra chica era bajita y de cabello negro mientras el chico era apenas mas alto que yo y se veía demasiado amable para ser cirujano

-el nazi, genial- dijo Alice con sarcasmo

-como?- le pregunte interesada

-así le apodan a Bailey en el hospital, es realmente estricto y temible

-al menos nos torturaran a todos juntos- dijo Alec sonriendo y todos lo observamos, rápido desapareció la sonrisa de su rostro

-Disculpe el Doc. Bailey?- pregunto Rose a la primera que encontramos

-Doctora Carmen Bailey, yo seré su residente- era una mujer con piel morena y cabellera negra y parecía bastante seria- tengo cinco reglas, memorícenlas- continuo- la primera, no se molesten en adularme, ya los odio y eso no va a cambiar; estos son sus localizadores, las enfermeras los llamaran y ustedes acudirán corriendo, de verdad, corriendo, esa es la regla numero dos, su primer turno empieza ahora y dura 48 horas- comenzó a caminar sin siquiera hacer una señal así que nos movimos detrás de ella- los internos son como infantes, la base de la cadena alimenticia de la cirugía, hacen análisis, formularios, trabaja hasta desfallecer y lo mas importante, no se quejan, duermen cuando puedan y donde puedan, por cierto la regla numero tres, si estoy durmiendo solo me despiertan si su paciente se esta muriendo, regla cuatro, mas vale que el agonizante siga vivo cuando llegue, además de haber matado a alguien, me habrán despertado en vano- en ese momento comenzó a sonar su localizador y se olvido por completo de nosotros

-disculpe pero dijo que eran cinco reglas y solo ha mencionado cuatro- le recordé

-Regla numero cinco: cuando yo me muevo, ustedes se mueven- y en ese instante salió corriendo

La seguimos a través del hospital hasta el elevador y subimos al helipuerto pues llegaba un paciente de emergencia

-que tenemos?- pregunto la residente a los paramédicos

-Katie Bryce, 15 años, ataques recientes aparecidos recurrentes esta semana- nos conto el historial mientras la poníamos en una camilla y la llevábamos a una habitación

-bien pónganla de lado, Rosalie 10 miligramos de diazepam intramuscular, Alec intravenosa de diámetro ancho que no hemolice la sangre, vamos- al instante la paciente se tranquilizo

-paciente con convulsiones?- apareció un medico cirujano en la habitación, era alto y de piel morena

-así parece Doc. Meraz- Alice de inmediato le presto atención y el resto también volvimos la mirada, se trataba del cirujano cardiotorácico Paul Meraz

-doctora Bailey cubramos todo el espectro- le pidió el doctor

-todas las pruebas: recuento sanguíneo, tomografía, química 7, la toxicológica, Alice ve al laboratorio, Alec historial clínico completo, Swan llévala a la tomografía, pasa a ser tu responsabilidad- genial para nadie había pasado desapercibido como me llamo

-espere ¿y yo?- pregunto Rosalie

-tu vas a hacer exámenes rectales en la clínica- le contesto Bailey y se marcho seguida del doctor Meraz

-ahora se porque la llaman nazi- se quejo Rose

-Swan?- pregunto Alice de inmediato observándome directamente- acaso eres algo de la cirujana René Swan?

-es mi madre- le conteste saliendo de la habitación con mi paciente para no tener que responder nada más

El día no podía ser mejor, me pedí durante unos 10 minutos intentando encontrar la sala de tomografías y ahora que mis compañeros sabían mi nombre seguramente ya estaban hablando a mis espaldas. A la hora del almuerzo decidimos sentarnos en la misma mesa después de todo nos esperaba una larga vida juntos

-este turno es un maratón, deberías comer algo- le recomendó Alec a Rose

-no puedo, trata de comer después de hacer 17 exámenes rectales. La nazi me odia- contesto ella llevando sus manos a la cara

-la nazi es residente a mi me odia el medico de guardia, intente poner una vía como 10 veces porque el Doc. Meraz estaba observándome, termino colocándola el mismo

-buenas tarde internos- llego el Doc. Meraz a nuestro lado interrumpiendo la conversación- ya he puesto el anuncio, pero quise darles las buenas nuevas en persona. Como saben, el honor de realizar la primera cirugía se reserva para el residente que demuestre ser más prometedor, como jefe de quirófano hoy, yo soy quien lo decide- termino pasando la mirada por todos nosotros- Alec Vulturi

El resto nos quedamos como bobos observando la escena, el realizaría una apendicectomía esa misma tarde, en el primer turno y ni siquiera había podido poner una vía intravenosa

-ahora no solo te odian los residentes y los médicos de guardia, tus compañeros internos también te odiamos- le aseguro Alice en cuanto el doctor se marcho

Después de un rato llegaron los padres de mi paciente y tenían varias preguntas acerca del estado de su hija así como de los procedimientos pero yo no estaba autorizada a dar ese tipo de información así que fui en busca de mi residente

-Doc. Bailey llegaron los padres de Katie, usted los atenderá o debo llamar al Doc. Meraz?

-no, Meraz ya no tiene el caso, es ahora del nuevo medico de guardia, el Doc. Masen, esta por haya- me dijo indicándome un escritorio

Solo necesite una mirada para reconocerlo, obviamente se veía diferente con la bata de medico pero era el, me quede hay parada de la sorpresa y por un segundo el me observo y salí corriendo

-Bella ¿podemos hablar un segundo?- me alcanzo un momento antes de escabullirme por las escaleras

-Escuche Doc. Masen…

-Doc. Masen? Si apenas hace unos días era Edward- contesto con una sonrisa

-Doc. Masen debemos hacer como que nunca pasó nada

-que es lo que nunca paso? Que tuvimos sexo o que me echaste? Ambos son recuerdos que me gustaría atesorar- no borraba la tonta sonrisa del rostro

-no hay recuerdos, yo ya no soy la chica del bar y tu no eres el muchacho, esto es imposible

-te aprovechaste de mi y lo quieres olvidar? estaba tomado y era apuesto, te aprovechaste- me acuso

-ok, yo era la que estaba tomada y tu no eres tan apuesto- no logre contener la risa que la conversación me estaba provocando, era divertido tenia que admitir

-quieres aprovecharte de nuevo? El viernes por la noche?- me propuso con una sonrisa torcida

-no, eres medico de guardia, yo interna, y ahora deja de mirarme así- le ordene

-como?- contesto inocente

-como si me hubieras visto desnuda- el se rio descaradamente de mi respuesta

Sin mas palabras salí del pasillo de las escaleras y me dirigí a la galería del quirófano dos donde nuestro odiado compañero realizaría la cirugía, estaba lleno, todos querían observar como lo hacia

-se desmayara, es de esos- dijo un interno que estaba con otro residente

-yo pienso que se hará en los pantalones- agrego otro

-10 a que estropea el punto de McBurney- aposto uno

-15 a que llora- seguía aumentando

-50 a que lo hace bien- aposte y todos me miraron- el es uno de nosotros, el primero hay

-75 a que no identifica el apéndice- aposto Alice aun en contra de mi comentario

-acepto esa apuesto- continuo Rose

Entonces entro el Doc. Meraz y la cirugía comenzó, en cuando Alec pidió el bisturí toda la galería estallo en aplausos y gritos, pero el doctor nos mando a callar de inmediato, todo iba perfecto, hiso la incisión y pidió los instrumentos adecuados, logro sacar el apéndice sin problemas pero cuando se disponía a cerrar hiso demasiada presión en la sutura y rasgo el intestino ciego, el doctor Meraz empezó a preguntarle que debía hacer pero Alec estaba paralizado, al final, el cirujano tomo el control de la operación

-tiene 007- dijo otro interno alto, musculoso y de piel rojiza

-que significa “007”?- me pregunto Rose

-con licencia para matar- le respondí sin mirar 

Salimos de la galería y continuamos con nuestros trabajos, así pasamos hasta la hora 19 del turno, tomamos un descanso en el pasillo de salida sentados en unas camillas que no se utilizaban, había maquinas dispensadoras así que compramos unas aguas y unas frituras para reponer energías

-me llaman 007 cierto?- pregunto Alec algo triste

-nadie te llama 007- contestamos Rose y yo a la vez

-te mentiríamos?- le dijo Alice

-claro

Justo en ese momento comenzó a sonar mi localizador, todos por mero instinto lo revisamos

-o es una llamada de emergencia por Katie Bryce, debo ir- les dije en voz alta sin saber exactamente porque

Salí corriendo por todo el hospital y casi me caigo en las escaleras para llegar hasta su habitación para no encontrarme nada fuera de lugar, estaba confundida

-tardaste mucho- me dijo la chica

-estas bien? Me enviaron un mensaje de emergencia

-estoy aburrida- fue la contestación de la maldita chica, casi me rompo una pierna por venir a salvarle la vida y ella juega con el botón rojo

-eres una…- no quise terminar la frase y salí de la habitación realmente molesta

Rosalie

Estaba parada en medio del pasillo viendo a la doctora Bailey dormir en una camilla que había estado desocupada a la orilla de los consultorios, me debatía entre llamarla o no pues había una situación que no estaba del todo segura poder manejar

-que necesitas?- me pregunto un enfermero que estaba en la estación

-el Sr. Jones tiene venas de adicto pero necesita antibióticos, debería ponerle una vía central

-pues pónsela- contesto como si nada y solo lo mire- no sabes como- resolvió

-nunca lo he hecho- o no con personas vivas pensé para mi

-entonces sabes lo que eso implica- me respondió indicando a la doctora

-no podemos llamar a alguien mas en ocasiones como esta?- le pregunte esperanzada

-ella es la medico interna de guardia- contesto con una sonrisa

-de acuerdo… voy a despertarla

Me acerque despacio y bastante nerviosa por tener que molestarla, de por si ya me odiaba sin necesidad de agregar nada mas, porque a mi!, me queje

-Doc. Bailey no quisiera molestarla- le dije bajo mientras la tocaba en el hombro

-no lo hagas-contesto aun con los ojos cerrados y sin moverse

-es el Sr. Jones

-esta muriendo?- pregunto aun en la misma posición

-no- le conteste aun mas bajo

-entonces no me hables

-pero Doctora…- ella al instante se levanto haciéndome dar un salto atrás

-que pasa?- pregunto algo exasperada

Le expuse la situación y fuimos a darle el tratamiento necesario al paciente, preste toda mi atención y tome apuntes sobre como hacerlo para no tener que molestarla de nuevo

-la próxima ves mas vale que este tan cerca de morir que tenga una etiqueta en el pie- me advirtió antes de salir de la habitación

-si Doc. Bailey