Bella Pov

-Vamos Bellita nos vamos a divertir-decía mi amiga-hermana casi inseparable Alice, tratando de convencerme para ir a una fiesta que daría en su casa.

-Alice, no, por enésima vez, ¡NO!- le repetía lo que le venía diciendo desde hace más o menos una hora.

-Bellita te lo suplico, mira nos vamos a divertir, van a estar mis papis, es una fiesta porque ya pasamos a 4to año de bachillerato-decía dando saltitos por toda mi habitación.

-Pero no quiero AL, además mis padres no me dejaran- le conteste suspirando.

-No te preocupes por eso- dijo sonriendo con suficiencia- yo le dije a mi mami que te sacara permiso y ya lo hizo, así que mueves tu lindo trasero y recoge tus cosas porque tendremos una fiesta hoy en la noche- dijo empujándome con sus manos hacia el baño.


Una vez adentro me dispuse arreglarme un poco, se podría decir que era una chica linda, pero no tan hermosa como las plásticas que se encontraban en el colegio. Tenía cabello color caoba, me caí en cascada por la espalda y en las puntas tenia pequeños tirabuzones, era te estatura media, era flaca pero con buenas proporciones, tenía unos hermosos ojos el color era muy raro pues era como marrón y a la luz del sol se me podían ver rayitas con gris me encantaba leer, escuchar música y bailar, era bailarina profesional junto con mi amiga Alice desde hace unos 6 años más o menos. Tenía 14 años pronto cumpliría los 15. Desde que tengo uso y razón de mi memoria he conocido a Alice y desde entonces somos inseparables es como la hermana que nunca tuve. Tengo un hermano el cual se llama Alec aunque él no se encuentra en este país él está viviendo en Paris pues su trabajo lo amerita. Se podría decir que me vida es un poco monótona pero me gusta. Aunque más me gusta un chico su nombre es Edward y es un bombón pero no se fija en mí, es el primo de Alice y los dos se la llevan bien. Aunque yo pensaba que él era un engreído, pero un engreído muy guapo.

Y aquí me encontraba rumbo a la casa de Alice, mi amiga, era un poco loca por decirlo de alguna manera, pero la amaba, ella lo era todo para mí y yo igual para ella.


Una vez en la casa de Alice fuimos a su habitación para “arreglarnos” supuestamente ella.

-Ok Bellita, entra al baño y date una ducha que yo mientras iré buscando y arreglando todo para vernos magnificas-decía Alice mientras me tendía una toalla.

Luego de que tome el baño salí y casi me muero de la impresión al ver quien estaba en el cuarto de Alice, y creo que no me había visto porque cuando me vio abrió los ojos como platos. Era nada más y nada menos que Edward Cullen el primo de mi querida amiga y para colmo yo estaba en bata de baño ¡qué vergüenza!


-Hola- dije para romper el silencio.

-Hola-respondiendo examinándome con la mirada.

Luego ninguno de los dos dijo nada, solo nos limitamos a obsérvanos mutuamente.

Su mirada era penetrante, era como si me estuviera haciendo un rayo X con la vista, y yo estaba en lo mismo. Era alto, ojos color verdes azul cielo, largas pestañas, labios gruesos, cabello marrón-dorado, cuerpo de atleta, créanme que si pudiera comérmelo con la mirada ya la hubiera hecho. Pero toda la magia se terminó cuando una muy agitada Alice entro a la habitación.

-Bellita disculpa la demora pero… - fue cuando se dio cuenta de quien estaba en la habitación.

-¿Qué haces aquí?- pregunto Al sin rodeos a su primo.

-Hola Alice, ¿Cómo has estado?, yo bien gracias por preguntar-le respondió Edward sarcásticamente.

-no te hagas el chistoso, además, ¿Qué demonios haces en mi habitación?, si sabes perfectamente que NO ME GUSTA QUE ENTREN AQUÍ A EXCEPCION DE QUE TENGAN PERMISO-decía Al y lo último lo dijo gritando.

-Ya Alice cálmate- dijo Edward bufando- si eres dramático, lo que te venía a decir era que vendrán algunos de mis amigos a la fiesta no hay problema, ¿verdad?- pregunto poniendo cara de cachorrito, yo me mantenía callada esperando que el saliera para poder vestirme.

-No, no hay problema pero…-dijo Al.

-Ya lo sé, ya lo sé- dijo Edward- nada de problemas-.

-¡Exacto!-dijo Al aplaudiendo, cuando digo que estaba loca, no lo decía metafóricamente.

-Te quiero enana-dijo Edward dándole un beso en la frente
-Yo más Eddy-le respondió Al riéndose.

-Ya sabes que no me gusta que me digas así- le advirtió Edward muy enojado.

-Sí, sí, si, como quieras, ahora lárgate de aquí, que mi amiga y yo nos tenemos que poner bellas y hermosas.-dijo Al empujándolo pero no podía, a lo cual yo me reí.

-Más hermosa de lo que ya son, no creo que sea posible- susurró Edward mirándome fijamente a los ojos, para luego salir a la habitación. Una vez el fuera de la habitación pude vestirme, pero no me pude escapar de las preguntas de Alice, ella sabía que su primo me gustaba.

-Así que, Bellita ¿Qué paso?-dijo haciendo un extraña mueca con su cara.

-Nada-dijo dándome la vuelta para mirarme al espejo.
-Oh, Vamos-.dijo AL haciendo un puchero.

-Esta vez no funcionara ese puchero de burrito apachugado, porque no pasó nada, es la verdad, créeme ¿sí?-le dije rogando para que olvidara el tema.

Gracias a todos los cielos se olvidó del “temita” y comenzó su “Barbie Bella”. Debo de acotar que mi amiga era experta en maquillaje, peinado, vestimenta y todo lo que tenga que ver con la moda. Luego de unas horas que para mí fue como el mismísimo infierno me dijo que me podía ver. Me di la vuelta y ¡WOW! La adolescente que estaba en el espejo no era yo, tenía los ojos delineados con lápiz negro lo que hacía que mis ojos resaltaran enmarcados en gruesas pestañas, tenía los labios pintando de un hermoso color rosa pero que daba brillitos, mi cabello lo había dejado al natural pues ella decía que se me hacían unos hermosos tirabuzones y lo demás estaba al natural, el vestido era rojo pasión me llegaba un poco más arriba de las rodillas y en la cintura tenía un cinturón, era muy hermoso y como zapatos llevaba unas trampas mortales, las cuales no pude convencer a Alice de no usarlas, pero ya más tarde me las cambiaría por mis inseparables Converses.

-Alice eres magnífica-dijo dándole un abrazo.

-Ya lo sabía- me respondió haciéndose la sobrada- bueno ahora es mi turno-dijo sentándose en la silla.

Alice se arregló en menos de los que cantaba un gallo, estaba hermosa como siempre, tenía su cabello que le llegaba por los hombros en rulos sueltos, su maquillaje era muy parecido al mío y su vestido era de color morado pero súper más corto que el mío y sus inseparables “bebes” como ella les decía, es decir, sus tacones súper altos de plataforma.

-Estamos oficialmente lista para la ¡FIESTA!-dijo saliendo de la habitación, al bajar todos se nos quedaron mirando y yo me sentía cohibida, no muy a menudo que se diga llamaba la atención pues no me gustaba.

-Pero que hermosuras-dijo el papá de Alice al cual yo le tenía mucho aprecio era como una especie de “Tío putativo” para mí.

-Gracias-dijimos Al y yo al mismo tiempo.

-Tendré que estar muy al pendiente, no vaya hacer que algún baboso se quiera propasar con mis dos princesitas-dijo riéndose.

-¡Papá!- se quejó Al a lo cual todos nos reímos.

Al y yo nos fuimos a saludar a algunos de nuestros amigos, la fiesta estaba muy a mena, todos se divertían: bailaban, cantaban, comían, bebían (claro puros refrescos) nada de alcohol esa había sido la regla de Estefan (el papá de Al) cuando escuche que alguien me susurraba algo al oído.

-Hola preciosa- esa voz yo la conocía- ¿quieres bailar?-me preguntó, me di la vuelta y ahí en carne y hueso estaba Edward.

-Hola-dijo sonriéndome.

-Hola- respondí con una enorme sonrisa.

-Entonces, ¿quieres bailar?-dijo tendiéndome su mano, yo solo asentí.
Edward me llevo al centro de la pista y comenzó a sonar una canción que me encantaba.

-Me gusta esa canción- dijo Edward

-Pues a mí también- le respondí la canción era “Camuflaje” de Alexis y Fido, la melodía inundo toda mi cabeza y me deje llevar. Edward tenía sus manos en mis cadera y me guiaba en los movimientos, la verdad a mí me encantaba bailar era como una pasión, comencé a moverme al compás de la música, era lenta y sensual a la vez.

Debía de admitir que Edward bailaba más que bien, me pegaba a el de tal manera que hacía que sintiera cada parte de su cuerpo. Yo subí mis manos a su cuello y seguí moviéndome el hacía que yo bajara y subiera de manera lenta y pegada a su cuerpo, a mí no me gustaba bailar así pero con él era la excepción.

Me dio la vuelta y seguimos bailando él me tenía agarrada entre sus manos y yo me seguí moviendo, era algo muy como seria la palabra… erótico, si esa era la palabra.

“Isabella ¿Qué te pasa?- dijo mi conciencia
-“lárgate”-le advertí
-“Pues fíjate que no puedo, porque estoy dentro de ti”-
-“Entonces haz silencio”-
-“Soy libre de expresar lo que siento”
-“Cállate”

-Bailas muy bien- dijo Edward dándome la vuelta.

-Podría decir lo mismo de ti-dije y me di de cuenta que tenía su cara a escasos centímetro de mi rostro.

-¿Dónde aprendiste a bailar?-pregunto mientras seguíamos bailando.
-Pues yo soy bailarían profesional- respondí muy complacida de mi misma.

-A Parte de hermosa, e inteligente eres bailarina, eres una caja de sorpresas-dijo mirándome fijamente, yo no respondí la canción ya había terminado pero él me tenía pegada a él. Poco a poco se me fue acercando a mí, yo sabía lo que haría o por lo menos tenía una leve sospechaba de lo que estaba por hacer y por nada de este mundo lo detendría.

Nuestros labios se acoplaron en un beso sumamente lento pero cargado de muchos sentimientos, a la vez, era el primer beso que me daban, así que por puro instinto respondí, Edward tenía una mano en mi nuca y otra en mi espalda haciendo que me arqueara hacia él. Yo en cambio tenía mis manos enroscada en su cuello. Su lengua busco paso entre mis labios para adentrarse a mi boca y yo se lo concedí, era exquisito sentir su aliento en mi boca, era un éxtasis total.


No sé cuánto tiempo estuvimos besándonos solo escuche como mi “querida” amiga nos interrumpía…





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EXTRAÑABA PERDERME ES ESE MUNDO DE ESCRIBIR :d OK ESPERO SEA DE SU AGRADO Y ME DEJEN SUS COMENTARIOS ASI SEAN MALOS O BUENAS ACEPTO CRITICAS CONSTRUCTIVAS :) Y SI VAS A DECIR ALGO MALO SOLO TRATA DE DECIRLO QUE SUENE BONITO JEJE BESITOS LAS QUIERO MUCHOTE DESDE:VENEZUELA

by,rosie