Edward POV

Respira hondo Edward, respira hondo. No, esperen. Respirar hondo un cuerno, si no lo necesito…. Pero… ¿qué demonios están viendo mis ojos? Esto no podía ser.

No me gusto cuando oí los pensamientos de Jacob y vi a Bella a través de sus ojos… demasiado cerca de él, demasiado íntimos. Por eso es que subí, creyendo que el maldito chucho la estaría forzando o algo así y yo encontraría la excusa perfecta para fracturarle un par de huesos… pero lo que vi en serio no me lo esperaba. Y eso que leo mentes.

Bella estaba semi agachada frente a esa apestosa mata de pelos y con su sagrada cabellera metida… allí… en su…. ¡agh! Ni pronunciarlo podía, se me trabo la mandíbula y no pude más que gruñir, fue lo único que me salió del cuerpo.

Entonces el maldito perro hablo, haciéndome perder del todo los estribos.

- Hey chupasangres – dijo - ¿podrías darnos un poco de intimidad?

De alguna manera me las arregle para articular palabras y cuando por fin lo hice no conocí mi propia voz

- ¡Isabella Marie Swan!- grite- ¿Me puedes decir qué demonios haces pegada a la entrepierna de este perro sarnoso?

El rostro de Bella se puso de un rojo furioso y pude ver el temor claramente instalado en sus ojos. Supe de inmediato que no era su culpa, aunque los celos me estaban jugando una mala pasada y casi no podía pensar coherentemente… y creo que respirando unas 10 millones de veces y haciendo Tai-Chi quizás me hubiese calmado, pero el maldito pulgoso tenia q abrir su sucia y asquerosa bocota…

Mis gritos alertaron al resto de la familia, de lo cual me percate demasiado tarde. En dos segundos tenia a toda mi familia mirando la indignante escenita.

- ¿Bella? – pregunto tontamente Alice, sin creérselo

- ¡Qué asquerosos! – murmuro Rosalie haciendo una mueca

- ¡Bella la insaciable! – grito Emmett, divertido – ¿Edward, no que ya habían hecho avances Uds.? Creo que dejaste a tu novia con las ganas de más, por lo visto…

- ¡Calla tu boca Emmett o terminaras de cabeza en el primer piso! – le gruñí furioso

- ¿Pero Bella, que es lo que haces… con Jacob? – pregunto Esme, con un leve tono escandalizado

- ¡No es lo que creen lo juro! – chillaba Bella, tratando inútilmente de zafarse de Jacob, quien era el único feliz con la situación.

- ¿Y cómo exactamente terminaron así? – pregunto Carlisle, repentinamente intrigado

- Yo solo me agache a recoger algo – murmuro Bella… y al levantarme me enganché en Jake…

Todos estábamos mirando y yo estaba tratando de no moler al chucho a golpes. Eso solo disgustaría a Bella y no quería darle motivos para que lo pasara mal… pero juro que el bicho es e no me lo estaba haciendo fácil con los pensamientos que estaba teniendo…

- ¿No te basta con tener a mi prometida entre tus piernas que tienes que tener ese tipo de pensamientos chucho?- le dije

- Lo siento, pero no negaras que es inevitable en mi posición…

La sangre que no tenia me comenzó a arder en las venas. Si no fuera porque Bella estaba allí también, ya hubiese hecho mermelada de lobo. Pero no podía… De pronto me sentí complicado por la vergüenza que debía de estar pasando Bella. La situación no era precisamente cómoda.

- ¿Podrían dejarnos…? - les ordene más que pedirles – tengo que ayudar a Bella a salir de … allí

- Tal vez no quiera Ed – rio Jasper

- ¿Tú también? – le gruñí

- Quizás estamos interrumpiendo… ¿por qué no bajamos? – dijo Alice

- ¡Interrumpiendo un cuerno! – brame yo – ¡Suelta a Bella ya mismo o te rompo los brazos maldita alfombra peluda!

- Hey chupasangres, es ella la que me tiene cogido… ¿ves?- dijo mostrando las manos de Bella.

- ¡Jacob, si salgo de esto viva, yo misma te voy a dar una paliza…! - chillo Bella al borde de la histeria

- Creo que necesitaremos unas tijeras – dijo Esme, conteniendo una risa

- En el baño – dijo Rosalie

- ¡Edward podrías ayudar o te vas a quedar allí mirando toda la maldita noche! – grito Bella

- ¿Me explicaras como terminaste así? – le dije yo, ciego de celos

- Creo que debería estar en una mejor posición para hablar no crees – grito ella, con sarcasmo – ¿Y podrían dejar de estarme mirando?

- Yo no me pierdo esto – rio Emmett

- Ni yo – lanzo Alice

- Podríamos tomar algunas fotografías – agrego sarcástica Rosalie

- ¿Bella, podrías responder a una pregunta? – dijo Emmett

- ¡No! - chillo Bella, pero aparentemente Emmett no la escucho

- ¿Nos podrías decir ahora quien está mejor dotado? Jacob o Edward… creo que puedes opinar al respecto…

Suficiente. Lo próximo que se oyó fue el ruido sordo de la cabeza de Emmett rebotando en el primer piso al caer seguido del golpe seco de su cuerpo.

- Te lo advertí – le grite enfurecido

- ¡Qué mal genio Ed! – se quejo Emmett – ¡solo era una inocente pregunta!

- Si me rompen algo más de la casa, van a estar los dos bajo tierra – gruño de pronto Esme – a propósito de desastres…Edward, ¿has tenido algo que ver con los agujeros que hay en el piso del baño?

- De que me hablas – pregunte, demasiado enceguecido para recordar nada.

- Edward, por favor – musito Bella, dándome una mirada de vergüenza

Ahí fue que recordé todo. Bella, yo… claro, parece que me excedí un poco cuando tuvimos esa… experiencia… Rayos, Esme me va a matar, seguro.

- Esme, seguro fue Ed, ya sabes, es el único que anda rompiendo cosas por ahí para liberar tensiones – rio Jasper

- Jasper, te estás pasando – le gruñí

- ¿Bella, entonces es Edward el que gana? – grito Emmett desde el primer piso

- ¡Qué morboso interés en saber eso! – chillo Bella, molesta

- De todas maneras cualquiera debe tener más que Em – rio Alice

- Cualquiera, en realidad – murmuro Rosalie por lo bajo

- ¡Escuche eso, traidora! – grito Emmett, con tono dolido – ¡Quiero el divorcio! – chillo exageradamente

- Inténtalo – le grito Rosalie – nadie más te soportaría… descontando que debería ser vampiro…

Mientras, me había acerado a Bella, pero no sabía qué diablos hacer. Estaba tentado a tirar de una vez, pero le haría daño. Lo otro seria sacarle los pantalones a Jacob, pero eso sería hacer que Bella lo viera desnudo… O el resto de nosotros. ¡Maldito perro, como ponía a mi Bella en estos apuros!

Esme finalmente me entrego la tijera y me arrodille frente a Bella

- Tendré que cortar- dije mirando a Bella –

- Está bien – suspiro ella, resignada. Supongo que volverá a crecer…

- Entonces se me ilumino la mente. Maldito chucho, las pagaría todas.

- No creo que lo haga - le dije, apenado- Esas partes del cuerpo no suelen volver a crecer-

- ¿Que…? – logro articular Bella

Y fue cuando a velocidad vampírica, posicione las tijeras justo debajo de los testículos de Jacob, e hice un poco de presión. La cara del perro era todo un poema, de pronto se puso pálido y le comenzaron a temblar las rodillas.

- No serias capaz – dijo Jacob, con un leve temblor en la voz

- ¿Tú qué crees? – le dije - para mi vale más un solo cabello de Bella que tu maldita hombría, así que la elección es simple. Descontemos el hecho de que te he encontrado con la cabeza de mi novia entre las piernas… ¿tú qué harías?

- ¡No! – grito, de pronto aterrado, por la determinación de mi mirada.

Me lo estaba pensando. Y era en serio. ¿Que mas daba? De todas formas podía ser un lobo, aun castrado. Y se lo estaba mereciendo, por sus sucios pensamientos. A ver quien se ríe ahora maldita bola de pelos.

- Si, hazlo Edward – murmuro Rosalie, venenosa – Creo que de todos modos no le servirán de mucho, así que… ¡adelante!

- Pobre Jacob, nada mas mírenle la cara- se burlaba Jasper

- Ja, parece que el romance te duro poco lobezno – rio Emmett desde el primer piso

Bella trataba de encontrar mi mirada entre el cabello que le tapaba el rostro.

- ¿No hablaras en serio verdad? – me pregunto algo asustada

- Creo que se lo merece… además podrá vivir- le conteste, presionando un poco la tijera.

- Está bien de jueguitos chupasan…. Edward – musito Jacob, muy despacio

- ¿Quien dijo que estaba jugando? – dije, muy pagado de mi mismo

- Edward, deja a Jake por favor, en serio el no tiene la cul…-

- ¡Y lo defiendes! – bufe yo, bajando un poco la tijera, decepcionado.

- Solo quiero evitar que te conviertas en un carnicero – murmuro Bella

- ¿Ves garrapata? Bella me defiende porque sabe lo que bueno –

Maldito. No hice más que ceder un poco y ya se vuelve a poner grosero. Aparentemente habría que darle una lección para que no olvidara quien mandaba por aquí… Pero Bella habló antes de que yo pudiese decir o hacer algo.

- ¡Jacob, si abres la boca para decir una idiotez una vez más, te prometo que le pediré yo misma a Edward que te corte las pelotas! – grito Bella muy enojada – y tú sabes muy bien que me hará caso encantado.

- Bells – trato de balbucear Jacob, algo asustado

- Si no lo hace el lo hare yo… me debes una buena, chucho – dijo Rosalie.

- ¿Por qué no lo hacemos y ya? – grito Carlisle de pronto- Podemos sedarlo para que no le duela tanto…

- Sí, me parece buena idea – dijo Bella, para mi asombro

- ¿Qué? – pregunto de pronto un muy pálido Jacob

- Yo creo que podríamos amarrarlo solamente… recuerda que puede transformarse y seria peligroso suministrarle analgésicos… no sabemos cómo actuaran- susurro Esme, complice.

- Si, tienes razón. Mejor sin anestesia y solo lo amarramos – dictamino Carlisle, convenientemente muy serio.

- Me gusta esa idea… puedo filmar mientras lo hacemos… digo, para documentar- rio Alice.

Me reí por lo bajo, mientras Bella me guiñaba un ojo. Hacer sufrir a Jacob era mejor que despedazarlo, de todos modos. Bastante más civilizado. Bueno, al menos un poco. Así que seguiría el juego, ya que todos nos habíamos involucrado para hacer sufrir al chucho.

- Bien, Edward, aprieta muy bien esa tijera… Así si se le ocurre transformarse le das el corte de una vez- Ordeno Carlisle. Veamos, déjame ver si puedo quitar a Bella de ahí…

Carlisle tenía unas manos expertas de cirujano. Años de experiencia con detalles y pequeñas cosas hicieron que mágicamente el cabello de Bella quedara casi intacto, mientras yo arrinconaba a Jacob contra la pared, poniéndole mi mejor cara de asesino.

- Ahora sí que no te libras del castigo – le murmure gruñendo

- ¿Estás de broma verdad? – casi grito Jacob, con los ojos como platos.

- Tú qué crees – le dije, mientras se acercaban Rosalie, Carlisle y Jasper.

- Ponle un poco de terror encima – le susurre a Jasper, quien asintió con una sonrisa.

De pronto cada uno agarraba a Jacob de un pie, o un brazo y lo alzamos para llevarlo hasta una de las habitaciones del segundo piso. Una de las que nunca utilizábamos.

Podía ver como el rostro de Jacob se iba desfigurando poco a poco, a medida que Jasper iba influyendo en el de tal forma, que hasta yo me estaba asustando un poco. El pobre no era capaz ni siquiera de luchar, mientras veía aterrorizado, que Carlisle acercaba un maletín lleno de artefactos quirúrgicos, de esos complejos, que por lo general de solo verlos ya provocan nauseas.

Mientras, Bella nos miraba extrañamente calmada, con las manos cruzadas sobre el pecho, sonriendo con malicia.

- Lo siento Jacob, pero no se puede contra los rituales de magia negra de los Cullen – dijo ella, muy seria-

- ¿Ma-gia Ne-gra? ¿ri-tua-les? – pegunto Jacob, casi tartamudeando

- Así es Jacob… es la forma que tiene de cobrarse cuando son ofendidos… y tu ofendiste a Edward… lo siento, ya no puedo hacer nada

- ¡Bella! – gritaba Jacob, ya aterrado- No me dejes aquí… Lo siento, nunca más molestare a tu garrapata, en serio…

- Ya es tarde, todo está preparado – dijo Carlisle, solemne

- Daremos la hombría de Jacob como ofrenda al Dios Murciélago – dijo Emmett, entrando por la puerta

Vi como Alice se tapaba la boca, tratando de evitar las risas, y Bella, me miraba cómplice, sonriendo abiertamente. ¿Dios Murciélago? ¿De dónde Diablos sacaba Emmett todas sus tonterías? En realidad mi hermano me asombraba.

- ¿En realidad lo dejaremos vivo? – pregunto Rosalie, maquiavélica.

- Si, en realidad no serviría para nada mas… la sangre se perro no es agradable – murmure con cara de tragedia

- Adelante, hagámoslo – murmuro Jasper, con aire grave.

El chillido que lanzo Jacob casi nos hirió los tímpanos. Pero solo consiguió que apretáramos más el agarre.

- ¡Por favor, no quiero morir!

- No morirás… solo quedaras más liviano – murmure yo

- ¡No, por favor… seré bueno y nunca más pensare nada de Bella, nada malo ni pervertido… lo juro!

- ¿En realidad lo juras?- pregunte, aprovechando un poco la baja de defensas.

- Si- casi susurro Jacob- Pero déjenme ir-

- Mmmmm – no lo sé….

Alice, Bella y Esme se doblaban de la risa fuera de la habitación, pero incluso a mi me dio pena el pobre chucho. Lo mire fijamente antes de que decidiéramos soltarlo.

- Si pones una vez más un dedo, un pelo, un ojo o lo que sea sobre mi prometida… No será tu hombría lo que corte - le dije - para la próxima, será tu peluda cabeza, perro.

No fue necesario que dijéramos más. Cuando soltamos el agarre, en dos segundos Jacob había desaparecido, corriendo despavorido por la escalera que daba al primer piso.

- ¡Ya verán sanguijuelas, esto no se quedara así! – lo escuche gritar mientras se alejaba

- Parece que al perro le dio moquillo – sentencie, mientras todos se reían de lo lindo

- Quizás nos excedimos un poco – murmuro Bella, aun riendo - Me perdonas? pregunto Bella, acercandose a mi

- Claro, no ha sido tu culpa. Ademas, nada es excesivo para salvar el honor de mi prometida – argumente, convencido. - Aunque te vendria bien un baño... Uf, hueles horrible -

Bella rio, y me miro con el ceño fruncido.

- Esos no son más que celos, vampiro – me dijo ella, abrazándome

- ¿Celos? ¿De un perro apestoso?… ¡por supuesto que no! - bufe ofendido

- Edward no mientas, estabas que reventabas de los celos – rio Alice

- ¡Bah! – lance yo, irritado

- ¡Qué orgulloso! – musito Esme – Eso no llevara a nada bueno.

- Bueno quizás solo un poco – musite, algo vencido

- Un poco mucho… algo así como ¡demasiado! – grito Emmett- No te preocupes hermano, Bella prefiere lo tuyo.

Todos reímos de buena gana. Por un momento pensé que la noche ya tenía su broche de oro y me puse a pensar en la posibilidad de llevar a Bella a casa, para que no se metiera en problemas. Pero por supuesto, las cosas todavía no terminaban.

- Algo le sucede a Jasper- grito asustada de pronto Alice

- ¿Qué? – pregunte yo, mirándolo

Algo raro le pasaba a Jasper, y no tenía la misma cara que puso Emmett cuando se orino encima. Ni la mía cuando me dio el ataque de excitación repentina… esa cara era de otra cosa… pero no estaba seguro…

- ¿Quizás quieres ir al baño? – pregunto Carlisle

Pero no hubo tiempo de responder. Jasper hizo algo que realmente no nos esperábamos. Increíble. ¿Es que esta noche no se iba a acabar nunca?