Edward Pov

Rosaline me estaba facilitando las cosas, era una sumisa en potencia, deseaba saber lo que esa boca tan obediente podría hacer. Un ligero golpe en la puerta corto mis pensamientos

-pase-estiré con la punta de mis dedos las arrugas inexistentes en mí siempre pulcro traje

-sr Cullen ¿Qué puedo hacer por usted?- “si tan solo supieras lo que quisiera hacer contigo Srta Swan, pudieras hacer mucho para mi”

-no me gusta andar con rodeos Rosaline-

Ni a mí tampoco sr Cullen-mientras hablaba jugaba con un lápiz entre los labios-usted dígame lo que desea y lo hare-ella sabia justo lo que quería

-no podemos hablar de esto aquí, alguien te recogerá a las 8 en tu casa-asumí mi postura de amo-¿entendido?

-si-admitió

-¿si qué?

-si señor

-está bien Rosaline puedes retirarte-tenía que preparar el CDC, sabía que ella aceptaría de inmediato pero debía tomar mis precauciones no quería que mi vida privada se vea en peligro

-Billy necesito que consigas la dirección de la Srta. Swan y que envíes a Jacob a las 8 a recogerla-Billy Black era mi jefe de seguridad, quedó inválido después de haber interceptado a la persona que habían enviado a matarme, al parecer alguien de la competencia quería sacarme del camino, Billy había salvado mi vida y no sería justo que yo lo deje sin empleo

-no se preocupe señor Cullen, la Srta. Swan estará en el restaurante de siempre justo a tiempo- él estaba al tanto de mi vida personal, confiaba plenamente en él

Rosaline Pov

Aún no podía creer que Edward había caído tan rápido, esta noche lo amarraría completamente. La ropa que usaría seria mi mejor arma, usaría un conjunto de lencería especial para la ocasión, era negra de encaje junto con liguero y medias que llegan a la mitad de mis muslos, un vestido rojo carmesí con tacones negros

-rose llegaron por ti cariño-entró mamá a la habitación

-bajo en un minuto-recogí mi cartera, al bajar las escaleras encontré a mi hermano hablando con un chico más o menos de su edad, alto, guapo y se podía notar que hacía ejercicio

.estoy lista vamos-anuncié al que supuse seria mi chofer

-adiós Jake, hablamos luego- mi hermana se despidió de él con un beso en la mejilla

-adiós Bells, por supuesto que después te llamo y suerte en tu recital-el pobre chico prácticamente babeaba por mi hermana

-mira chucho  no le llegas ni a los talones a mi hermana-le hablé cuando nos encontrábamos en el auto- se merece algo mejor que un chofer, tal vez Edward tenga un hermano, ese si sería un buen partido-

-disculpe Srta. Swan lo que haga Bella con su vida es su problema además no estoy autorizado para hablar con usted, mi trabajo simplemente es que usted llegue a salvo al restaurante

Decidí no prestar atención, él tenía razón Bella podía hacer con su vida lo que le venga en gana, lo único que me importa es mi futuro, en convertirme en la Señora Cullen

-llegamos Srta.-el chucho me abrió la puerta, era un restaurante completamente hermoso y por lo que sabía extremadamente caro

Al entrar a la recepción de inmediato reconocí a Edward llevaba como siempre un pulcro traje gris, camisa blanca y una corbata negra que resaltaba el verde esmeralda de sus ojos

-te ves hermosa Rosaline- con su mirada me devoraba por completo, el vestido había cumplido su misión

-gracias Edward- de inmediato me llevó a una sala privada y me ofreció vino

-mira Rosaline, como ya te lo había dicho no me gusta andar con rodeos-admitió mientras enderezaba su corbata- yo no busco amor

-no hace falta el amor, si existe el deseo-con la punta de mi pie roce con delicadeza su pierna