AL CAER LA NOCHE (one-shoot)

Autor: CarlieCullen
Género: One-shoot
Fecha Creación: 27/04/2014
Fecha Actualización: 26/01/2015
Finalizado: SI
Votos: 4
Comentarios: 7
Visitas: 3377
Capítulos: 1

 

PERSONAJES DE STEPHENIE MEYER

¿QUE PASARÍA SI EL PRIMER ENCUENTRO ENTRE EDWARD Y BELLA NO FUERA EN LA ESCUELA? ¿QUE PASARÍA SI EL DEJARA CLARO DESDE EL PRIMER MOMENTO QUE QUIERE PASAR SU ETERNIDAD CON ELLA?

BELLA Y SUS AMIGOS DEL COLEGIO TIENEN UN SITIO WEB EN DONDE SUBEN VIDEOS CON ACTIVIDAD PARANORMAL, LO QUE LOS LLEVA AL CEMENTERIO DE FORKS, EN DONDE EXISTEN 7 TUMBAS, DE LAS CUALES SE DICE, QUE SON DE UNA FAMILIA DE VAMPIROS, LO QUE BELLA NO SABE, ES QUE ESA VISITA, HARÁ QUE SU VIDA CAMBIE POR COMPLETO...

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ES EL PRIMER ONE-SHOOT QUE HAGO, NO SOY MUY BUENA ESCRIBIENDO, PERO MI MEJOR AMIGA ME ANIMÓ A HACERLO, ESPERO QUE LES GUSTE MUCHO...

#LEONA

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Capítulo 1: AL CAER LA NOCHE

Como todas las noches me escabullí por la ventana de mi habitación, llevaba ya algunos meses haciéndolo y nunca me había pasado nada… hasta esa noche.

Mi hermano ya estaba durmiendo en su habitación, el acostumbraba dormir con un poco de música, por lo que no debía preocuparme por ser demasiado silenciosa, aun así, intentaba caminar sigilosamente vigilando cada uno de mis pasos. Mamá estaba en su habitación ya durmiendo, cuando papá no estaba ella solía irse a la cama temprano y parecía deprimida. Era de suponerse ya que ellos nunca se habían separado, pero desde que papá había conseguido su actual trabajo las salidas eran mucho mas frecuentes.

Seth me esperaba como todas las noches en la esquina contraria a mi casa, oculto entre las sombras. Subí a su auto y el comenzó a conducir hacia donde hoy haríamos nuestra grabación… el cementerio de Forks.

Mis amigos de la escuela y yo habíamos creado un blog de terror llamado “AL CAER LA NOCHE” en el que presentábamos algunas filmaciones en casas abandonadas o lugares en los que, según la gente, había fantasmas.

Cada noche salíamos a filmar a algún lugar y el fin de semana elegíamos el video que mas nos gustara y lo subíamos al blog, recibíamos miles y miles de visitas y solicitudes para que fuéramos a investigar, pero, al ser menores de edad, lo mas lejos que podíamos viajar era a Seattle.

Jacob, Paul, Leah, Renesmee y Mike nos esperaban en la puerta trasera del cementerio, la antigua entrada. El solo hecho de estar ahí hacía que se me erizara la piel.

La puerta era de metal, pero por la falta de uso ya estaba oxidado. Paul se encargó de romper la cadena que protegía la puerta y luego entramos. Esta vez era mi turno de grabar, algo que no me gustaba ya que tenía que ir atrás.

Apenas puse un pie dentro del cementerio y sentí como la temperatura disminuía drásticamente, mi piel se erizó nuevamente y sentí la necesidad de girar para comprobar que nadie estaba tras de mi.

-¿estás bien Bella?- me preguntó Mike -¿quieres que vaya atrás contigo?- Mike siempre buscaba una excusa para estar cerca de mi. Me agradaba, pero no sabía de que manera decirle que no me interesaba para algo mas que un amigo, ya había probado de la manera gentil, la tierna, la vergonzosa… vamos, hasta la violenta.

-estoy bien Mike, solo… creo que me voy a resfriar- respondí. Era una excusa creíble. Había crecido bajo el brillante sol de Arizona, tenía solo seis meses viviendo en el lugar más frio de todo el sistema solar y solía enfermarme cada mes.

Comenzamos a adentrarnos en el cementerio, caminar entre tumbas no era nada bonito,  me daba miedo pisarlas y que los difuntos vinieran a jalarme los pies en la noche, ya se, algo estúpido pero mamá siempre me había dicho eso cuando yo quería patinar sobre la lapida de mi abuela.

Los chicos iban hablando en susurros, no entendía por que ya que no había nadie que pudiera escucharnos, o eso esperaba yo porque no quería terminar en la estación de policía. Escuche pasos tras de mi así que me giré rápidamente enfocando el lente de la cámara en esa dirección, no había nada, solamente el viento que había comenzado a correr entre las lapidas y se llevaba con él algunos ramilletes de flores. Avancé rápidamente tras mis compañeros, ellos ni siquiera se habían dado cuenta de lo que yo había escuchado.

-¿son lobos?- preguntó Renesmee quedándose quieta en donde estaba, todos nos quedamos en silencio y pusimos atención. Tras el murmullo del viento se podía escuchar los aullidos de los lobos. Nunca en mi vida los había escuchado y tal parecía que estaban cerca, se escuchaban con gran intensidad.

Seguimos avanzando, no pasaba nada realmente extraordinario por lo que asustarnos, pensé que esta salida había sido una verdadera perdida de tiempo.

-Leah, ¿explicas por qué estamos aquí?- dije enfocándola con la cámara. Leah, por lo regular era quien hacía las presentaciones en el show, tenia ese toque serio y espeluznante cuando se lo proponía.

-bien, hola de nuevo, soy Leah. Hasta la bandeja de mensajes en el blog llegó una historia sobre el cementerio aquí en Forks. Resulta, que hace ya cientos de años, cuando los vampiros aun rondaban entre los humanos, hubo una pelea entre ellos y los hombres lobo… como en la película Underworld, los vampiros y hombres lobo no se podían ver ni en pintura, la única diferencia era que los hombres lobo habían nacido para defender a la raza humana de los despiadados vampiros. Los vampiros disfrutaban de estar aquí por que en la península de Olympia casi no sale el sol, era por eso que toda la península estaba infestada. Los hombres lobo, también aumentaron conforme los vampiros llegaban aquí, y un día se armo un tipo de guerra, en la que perdieron la vida muchos vampiros pero también muchos lobos. Una familia de vampiros, fueron los primeros en caer, pero el jefe de la familia dijo que algún día vendrían a buscar venganza contra los hombres lobo, que ellos no morirían sin tener venganza. La gente del pueblo fue la encargada de enterrar a esa familia de vampiros. Cuando la guerra siguió, los lobos se dieron cuenta de que los vampiros podían regenerarse y unir sus cuerpos, por lo que acudieron al panteón, en donde habían sepultado sus cuerpos, llevándose la sorpresa de que esos vampiros ya no estaban. Al resto de los vampiros, los quemaron para así evitar que volvieran a unirse- fruncí el ceño. ¿Y eso que? Los “vampiros” ya se habían marchado, no es como si fuéramos a encontrar sus cuerpos ahí en las tumbas, la historia lo dijo “YA NO ESTABAN” desenfoque a Leah y luego apague la cámara.

-¿y que se supone que hacemos chicos? No existen los vampiros, la verdad, creo que esa historia solo la inventaron para traernos hasta aquí y que la policía nos pillara- dije molesta. Me encontraba incomoda, no me gustaba interrumpir a los que descansaban en el sueño eterno

-Bella, no seas aguafiestas, quizás encontremos algunas imágenes para mostrar, pero la principal será la imagen de las tumbas de los vampiros que están completamente quebradas. Las he visto en el día y dan miedo en verdad- Jacob era el que siempre nos asustaba a todos, no era necesario tener una verdadera historia de terror cuando Jacob estaba cerca –hagamos esto, nos dividiremos y grabaremos con los celulares, seguro así conseguiremos mas imágenes. Leah, Renesmee y yo iremos por aquella orilla- dijo comenzando a alejarse, llevaba a Leah tomada de una mano y a Renesmee rodeada por la cintura.

-venga Paul, vamos- invitó Seth, así que no me tocaba de otra mas que ir acompañada por Mike.

Encendí la cámara nuevamente y explique lo que habíamos hecho, Mike se encontraba caminando a mi lado mientras yo dirigía la cámara hacia distintos lugares.

Se podía escuchar el cantar de las lechuzas y creí conveniente decirles lo que mamá me decía, que las lechuzas eran brujas. Mike complementó mi historia diciendo que las brujas, además de convertirse en lechuzas, también podían convertirse en bolas de fuego y que rondaban por las noches, su método para hacer esto era quitarse los ojos y correr en círculos hasta que se hacían fuego. Explicamos algunas formas para correrlas de nuestro alrededor, la mas común era diciéndoles groserías, mamá decía que si fuera así cualquier persona sería bruja para mi. Había otras formas también, como el dejar sal o semillas de mostaza frente a la puerta de tu casa y ellas la recogerían, y como no podían tocarlas pues se quemaban, se iban de ahí y ya no regresaban.

-… también puedes poner unas tijeras en forma de cruz escondidas en algún lugar de tu casa y con eso ya no entran, o puedes poner un espejo frente a la puerta de la entrada, ellas no se reflejarán ahí y se asustarán por que puedas descubrirlas entonces se…- me quedé en silencio, podía asegurar que vi una sombra correr entre las lápidas –Mike, graba con tu celular- Mike me obedeció y apague la cámara. Me puse a revisar los videos hasta que llegue a la parte en la que había visto la sombra. La cámara había captado esferas luminosas y algunas otras cosas, pero esa sombra salía realmente clara, como si no fuese sombra, como si fuese un humano ahí de pie entre las lapidas

-¿Qué pasa Bella?- me preguntó sacándome de mi ensoñamiento

-la cámara capto algo. Sigamos, los demás deben estar esperándonos en las tumbas ya, revisaremos el material hasta llegar a casa- encendí de nuevo la cámara y me disculpé por el corte y seguí hablando sobre las brujas.

Llevábamos un buen tramo recorrido cuando un gato saltó de entre las sobras, haciéndome gritar de miedo, mi corazón estaba realmente acelerado, ver aquella sombra me había puesto en verdad nerviosa. Escuche una pequeña risa, como de un joven, pero no pude asegurar que lo fuera así que preferir no decirle nada a Mike.

Escuchamos de nuevo los aullidos de los lobos y sonreí. ¿Vampiros y hombres lobo? ¿En verdad la gente creía en eso? Yo creía en las brujas y en los fantasmas, mis padres creían en todas esas cosas, además de mi experiencia con fantasmas, ¿pero criaturas mitológicas? Si eso fuera, ¡el burro de Shrek sería real!

-Jacob dice que mañana podríamos ir a los acantilados, que mucha gente ha escuchado las voces de la gente que se ha muerto por lanzarse de ahí- susurró Mike

-me agrada escuchar voces, aunque es mas impresionante verlos- susurre también. Hablábamos en susurros para que el audio de la cámara no captara nuestras voces

 

-si, más aterra…-

-hola- se escucho un susurro a nuestra derecha, enfoque la cámara y Mike hizo lo mismo con su celular. El susurro no había sido un “hola” aterrador, sino uno de esos que te erizan la piel por lo claramente seductor que fue

-…dor- terminó Mike su frase, nos miramos el uno al otro aun sin comprender que había sido eso.

Seguimos nuestro camino, esta vez en silencio, a la espera de más voces o algunas sombras.

Me sentía observada, pero no era de un lugar fijo, sino que sentía que quien la portaba cambiaba de dirección cada que miraba a mi alrededor.

El viento comenzó a soplar mas fuerte, haciendo que mi cabello cubriera mi rostro, enredándolo a su paso. Cuando intentaba quitarlo el viento volvía a soplar, bufé molesta cuando escuche de nuevo aquella risa silenciosa.

-esto no es gracioso- dije hablando para mi misma, la risa volvió acompañada de mas viento

-¿escuchas eso Bella?- preguntó Mike muy nervioso

-¿Qué cosa?- quise saber, tal vez el también podía escuchar la misma risa

-¡es la llorona Bella!- gritó espantado, sonreí y saque mi celular. Hacía algunos días había descargado el tono porque me pareció divertido, lo había puesto de timbre y ahora estaba recibiendo una llamada de Jacob. Se lo mostré a Mike para que se tranquilizara.

-¿Qué pasa Jake?-

-tardaremos un poco más en llegar, Leah se ha lastimado el pie y Seth fue a llevarla al auto junto con Paul, Renesmee y yo ya vamos para allá-

-si, ok. Oye Jake, no se llegar a la tumba del vampiro- se quedó unos segundos en silencio, supe que había línea porque escuchaba su respiración

- esta junto al roble seco, las siete tumbas están rodeadas por una cerca negra con el escudo de armas de una familia-

-vale, gracias- corte la llamada y seguí caminando con Mike pisándome los talones, parecía realmente asustado y decidí jugarle una broma –Mike, tu bisabuela quiere hablar contigo-

-¿Bella?-

-Mike…-

-Bella, basta, deja de hacer eso…- dijo mas asustado, quise reír, pero eso arruinaría mi broma

-Mike, bajo del piso de la sala, deje algo para ti, búscalo, te será de gran ayuda-

-Bella…-

-Bu- grité girándome rápidamente, haciendo que Mike saltara, comencé a reír a carcajadas mientras veía a Mike tocar su pecho, seguro su corazón se había querido salir. La risa del viento me acompaño mientras me reía de Mike, se escuchaba muy divertido esta vez –lo siento Mike, no pude evitarlo- dije aun riendo

-no fue gracioso Isabella Swan- me dijo molesto

-prometo no hacerlo de nuevo- me quitó la cámara y comenzó a caminar frente a mi, encendí la cámara de mi celular para también yo grabar –Mike se ha molestado por mi pequeña broma… no se si el también pueda escuchar la risa, pero yo lo hago y se que no es una risa de fantasma, es como de alguien vivo… ¿será un vampiro? Ok, ya basta de bromas. Falta poco para llegar a las tumbas, mis compañeros se han retrasado y quizás tengamos que esperarlos un poco- estaba grabando con mi celular cuando de pronto sentí que alguien respiraba sobre mi cabeza, me giré realmente aterrada, esperando encontrarme con alguien ahí, pero no había absolutamente nadie.

Llegamos a las tumbas de los vampiros, la cual, como lo había mencionado Jacob, estaba rodeada por una cerca metálica, las lapidas estaban quebradas y hundidas en la tierra. La gente las había llenado con cruces de madera y ajos, había agua que yo supuse que era bendita y listones rojos.

Me senté en el piso, estaba cansada y comenzaba a darme sueño, estaba demasiado frio así que metí mis manos en las bolsas de mi chamarra y me hice un ovillo.

Escuche pasos venir hacia nosotros por una pequeña vereda que cruzaba el cementerio, estaba completamente segura de que Mike también lo estaba escuchando ya que el también giró su cuerpo hacia ahí.

-seguro son los chicos- dije para tranquilizarme, Mike asintió esperando que fuera así, pero al cabo de unos segundos llegamos a la conclusión de que no era así

-no lo creo Bella, los chicos son cuatro, y aquí hay solo un par de pasos-

-no es bueno despertar a las almas pasada la media noche- murmuró una voz ronca, algo aterradora, Mike se echo a correr dejando la cámara de video tirada. Mi respiración comenzó a fallar ahí donde me encontraba sentada, sabía que nada bueno resultaría de esta visita al cementerio, que no deberíamos despertar a las almas del mas allá –hola Bella- cerré mis ojos y comencé a rezar en mi cabeza, sabía que esto no me salvaría de una inminente muerte –esa broma que le hiciste a Mike, fue divertida- dijo antes de soltar aquella risilla que se mezclaba con el viento. Ya no sonaba aterrador.

Abrí  mis ojos y me encontré con la imagen más impresionante y a la vez escalofriante de mi vida. El tipo vestía completamente de negro y traía una capa que le llegaba hasta los pies, su cabello se movía con el viento y se comparaba con la marea alta, sus ojos eran negros, tanto como la noche misma y brillaban con gran intensidad. Nariz recta y labios rellenos, tras los cuales se podían asomar un par de colmillos afilados. Sonrió cuando se dio cuenta de su escrutinio -¿hola?-

-hola- respondí aun sin poder ponerme de pie, estaba temerosa.

-¿veniste a ver mi tumba? Bueno, lo que los humanos hicieron para mi- lo observé nuevamente ¿era un vampiro? ¿No era una de las estúpidas bromas de Jacob? Seguro que era eso

-¿Cuánto te ha pagado Jacob?- quise saber, ahora que lo sabía ya no estaba asustada, me puse de pie y sacudí mi ropa

-¿Jacob? No se quien es, se el nombre del que corrió porque  lo mencionaste algunas veces, y se el tuyo porque lo escuche a el llamarte Bella, pero no se el de los demás. Ah, y lamento lo de tu amiga, creo que se me fue un poco la fuerza cuando la jalé-

-tu no existes, eres producto de mi imaginación, no he dormido suficiente y ahora tengo alucinaciones, también es el cargo de consciencia por haber entrado al cementerio a molestar a los muertos- dije cerrando mis ojos y negando con la cabeza, me negaba a aceptarlo, no. Si él fuera un vampiro, ya me hubiera matado ¿no? Me hubiera desangrado y hasta descuartizado aquí, además, estaba realmente buenísimo, no podía ser un vampiro, en la película de Drácula lo pintaban muy diferente. Sentí un suave roce en mis labios y me obligue a abrir mis ojos.

-si  no existiera no podría hacer eso. Me llamo Edward Cullen, soy el de la tumba de la derecha- dijo señalándola, me giré a verla, como si con eso fuera suficiente para creerle.

-no eres un vampiro, acéptalo, eres un chico común y corriente- sonrió dejándome ver sus colmillos nuevamente

-son colmillos- me señaló

-también yo tengo, se llaman caninos, mas atrás tengo molares y al frente los incisivos- dije con sarcasmo, rodo los ojos. Parpadee y ya no estaba frente a mi, sino sentado en una lápida –bájate de ahí, no los perturbes-

-están muertos Bella, no sienten nada- sonrió

-no se quien seas, pero deja ya de seguirme, por favor- dije exasperada. Nos quedamos en silencio y escuche pasos nuevamente, no sabía si eran mis amigos u otros “vampiros” así que mire a mi nuevo acompañante, Edward

-no son tus amigos- esta vez ni siquiera me dio tiempo de parpadear, en menos de un segundo ya lo tenía frente a mi, con la cámara y mi celular en sus manos y sus brazos rodeándome la cintura. Dio un gran salto y subimos hasta una rama gruesa en el árbol.

-¿Cómo…?- no me dejó terminar mi pregunta, me silenció con un suave beso

-guarda silencio, ahorita te explico lo que quieras- me susurró

Hasta el lugar en donde estábamos segundos antes, llegaron cuatro uniformados, con linternas y sus pistolas arriba. Edward se pegó a mi cuerpo para cubrirme con su capa de la luz de las linternas cuando iluminaron el árbol. Su cuerpo era firme y frio, muy frio, olía exquisitamente bien, a algo que yo nunca en mi vida había olido. Miré su rostro, el rostro del vampiro, estaba sonriendo descaradamente –me encanta esto de que tener a mi presa rodeada- me susurro, en un acto infantil le saque la lengua.

-vámonos, este lugar me causa escalofríos- dijo uno de los oficiales, los demás lo siguieron.

-¿quieres jugar?- me preguntó Edward en un susurro

-¿Cómo?- quise saber. Bajamos del árbol y él con gran agilidad me subió en su espalda y corrió, no, casi voló entre las tumbas. Nos detuvimos en medio de las tumbas y el se deshizo de su capa para entregármela, necesitaba cubrirme.

Cuando los oficiales pasaron frente a nosotros Edward corrió frente a ellos, solté una risa ligera cuando vi a los oficiales detenerse

-un pájaro- dijo uno de ellos muy convencido

-hola, me llevan con mi mami- dije despacio, todos se miraron entre si y echaron a correr, afortunadamente no tenían barriga.

Edward regresó a mi lado sonriendo y me subió de nuevo en su espalda, seguimos a los oficiales y esta vez fue su turno de asustarlos mientras yo reía, este juego se estaba poniendo divertido.

No podía creer que estuviera jugando con un vampiro de verdad, un vampiro muy infantil, nada que ver con Underworld, Drácula, o cualquier otra estúpida película. Quería hacerle preguntas, pero debía esperar a terminar nuestro juego.

Cuando los oficiales se fueron salimos también del cementerio y comenzamos a caminar hacia mi casa, o eso creía yo.

-¿Por qué me seguías?- era lo principal, ¿Por qué yo? ¿Por qué no Leah, o Paul?

-eres la única que se percató de mi presencia cuando entraron, mira, por lo regular cuando vengo aquí a divertirme nadie me ve o escucha mi risa, tu lo has hecho… pensé que… quizás estas hecha para ser vampiro, no lo sé… además, me llamaste la atención, no puedo leer tu mente como la de los demás-

-perfecto, así no sabes que creo que estas buenísimo y que eres un poco infantil- dije sonriendo, también lo hizo

-genial, no aumentas mi ego… te llevaré a casa, mi padre te transformará en vampiro- dijo subiéndome a su espalda

-no, Edward, yo no quiero, no puedes obligarme… además, ni siquiera se nada acerca del vampirismo, hasta ayer el único vampiro que pensé que existía era uno que envía mensajes al blog- dije asustada, yo no quería ser un vampiro, no quería morir a la luz del sol

-te lo explicaré cuando hagas el cambio. Tienes potencial para ser un vampiro… uno como yo al menos… y me gustas, quiero que te cases conmigo-

-regularmente cuando a una chica le piden matrimonio es porque se conocen desde hace tiempo y están enamorados, además se le da un anillo de compromiso- dije realmente sorprendida, Edward quería matarme de un infarto

-o se casan porque están embarazadas. Bueno, en mis tiempos no era así, llegaban vírgenes al matrimonio-

-aun soy virgen- dije ofendida, el solo rio mientras comenzaba a caminar a paso humano cargándome en su espalda

-llegaras virgen al matrimonio, ¡yei!- sonreí, en verdad era un niño

-no puedo Edward, en verdad lo siento-

-no te estoy pidiendo tu opinión. Mi familia y yo tenemos que viajar pronto y quiero que vayas conmigo. No hagas las cosas difíciles Bella- comenzó a correr y yo a congelarme, su cuerpo era frio y el viento también… era una mala combinación.

Nos internamos en el bosque de Forks y escuche a los lobos aullar, me abrace al cuello de Edward con mas fuerza y cerré mis ojos. Cuando sentí que nos deteníamos me decidí a mirar. Era una casa estupenda, gigantesca, muy iluminada. Me abrió la puerta como todo un caballero y luego me guio hasta la estancia. –Familia, ¿pueden venir?- uno a uno fueron llegando seis personas. Caminando a un paso humano, parecían confundidos –sabe que somos vampiros- les dijo Edward, entonces todos volaron hasta nosotros

-¿Qué pasa Edward? ¿Cómo que esta humana sabe que somos vampiros?- le preguntó una chica rubia

-quiero que la transformes papá, me quiero casar con Bella- dijo muy convencido, un hombre rubio me miró fijamente, ¿era su papá?

-¿y tu que dices Bella?- me preguntó y luego sonrió –soy un mal educado, soy Carlisle Cullen, esta es mi familia, mi esposa Esme, mis hijos Alice, Rosalie, Emmett y Jasper- mencionó mientras los señalaba, les sonreí un poco

-un gusto, Isabella Swan… am, ya le dije a Edward que no me puedo casar, tengo 17 años- dije esperando a que el comprendiera

-serás joven por siempre- Edward sonreía intentando convencerme, sus hermanos estaban riendo –será fabuloso  Bella, nos divertimos hoy ¿no?-

-si, fue divertido- acepté –pero tengo a mis padres, tengo a mis amigos, no puedo irme y dejarlo todo así como así… y  no quiero casarme contigo-

-¿Qué hiciste hoy, Edward?- le pregunto Esme, Edward se giró a verla

-fui al cementerio, ahí la encontré, es una chica inteligente, se dio cuenta de mi presencia en cuanto llegó, y me grabó en video, no puedo leer su mente… y me gusta-

-¿Cuántas chicas no has querido transformar y han muerto en el intento?- le preguntó su hermano mayor, o eso pienso yo… Emmett. Miré a Edward impresionada, ¿las había matado? ¿En verdad? Y yo que pensé que era un vampiro diferente

-no he matado a nadie, no hagas caso de Emmett, le gustan las bromas tanto como a ti-

-Edward, se que quizás sientas esa conexión con Bella al grado de querer casarte con ella. Pero creo que ella tiene derecho a elegir, tal como todos aquí lo hicimos- le dijo su padre –puedes venir a verla cuando quieras, si ella te lo permite, quizás en unos años se sienta lista- Edward me miró preguntándome con la mirada si estaba de acuerdo en ello

-si, claro, seguro que acostumbrándome a todo esto, termino por aceptar casándome contigo- dije con un poco de sarcasmo, Edward sonrió

-bien, te llevo a tu casa- me tomó de la mano y salimos de ahí a un paso muy humano.

Creí que me llevaría de nuevo su espalda, mis mejillas aun estaban congeladas así que esta vez el frio no me sorprendería tanto. Pero lo que me sorprendió es que se alejara de mi, dos segundos y ya venía en un auto hermoso, no supe la marca, nunca fui fanática de los autos. Me abrió la puerta como todo un caballero y luego condujo hasta mi casa, lo tuve que guiar para que supiera donde estaba.

-¿traes tus llaves?- preguntó cuando estacionó

-entro por la ventana- dije sonriendo

-ok. Te ayudo- bajamos del auto y me tomo en brazos para subir hasta el árbol que estaba frente a la ventana de mi habitación, me dejó ahí mientras abría la ventana y luego me llevó. Encendí las luces de las lámparas de noche y lo escuche silbar –tu  habitación es bonita- dijo tomando una foto de un portarretratos –me llevaré esta conmigo-

-Edward…-

-ah, eres mi prometida, tengo derecho- sonreí cansada, dejaría que jugara a esto un poco mas y luego me iría a una universidad a Arizona para que no pudiera acercarse a causa del sol

-bien amor, lo que digas. Edward, necesito dormir, yo duermo de noche-

-oh, si. Buenas noches amor- se acercó para besarme y en esta ocasión quiso profundizar. Lo dejé, también yo quería hacerlo. Acaricio mi mejilla y luego se marcho, dejándome de pie frente a la ventana.

Me desvestí y eche mi ropa al bote de la ropa sucia, me acosté en ropa interior y cuando apague las luces escuche que la puerta de mi habitación se abría.

-¿Qué pasa Erik?- le pregunté fingiendo sueño, mi hermano traía el ceño fruncido

-bajé por agua y me pareció escucharte hablar, seguro que estabas hablando dormida-

-si, seguro- salió de mi habitación y me dejó dormir en paz.

Me desperté a las diez de la mañana, me preparé una taza de café y un poco de cereal, mi hermano y mi mamá ya no estaban en casa, supuse que habían ido a hacer el súper.

Le envié un mensaje a Renesmee, para que vinieran a casa a editar el video de esa noche, había buen material, Edward lo había proporcionado todo apareciendo en el lente de la cámara en algunas ocasiones.

Después de desayunar subí a mi habitación, estaba hecha un desastre y me daba vergüenza que mis amigos subieran, pero teníamos que hacer el video aquí ya que era donde teníamos mas privacidad.

Entre a la habitación y solté un enorme grito, Edward estaba recostado en mi cama, mirando otra fotografía mía, me sonrió cuando se percató de mi presencia.

-buenos días amor-

-Edward Cullen, ¿nunca duermes?- pregunte un poco molesta, ¿en verdad tenia que estar aquí? ¿Por qué no podía hacer como si todo lo ocurrido la noche anterior no hubiese pasado?

-no. ¿Puedo llevarme esta también? Te ves preciosa de colegiala- la fotografía era de mi primer año de preparatoria en Arizona, tenía que llevar un horrendo uniforme

-te llevaste una ayer. También yo quiero una foto tuya- sonrió y se puso de pie a una velocidad inhumana

-te traeré todas las que quieras. ¿Qué vamos a hacer hoy?-

-no se tu, yo tengo que arreglar mi habitación porque mis amigos vendrán a editar el video de nuestra salida de ayer- me observó y luego hizo una mueca de disculpa, fruncí el ceño –¿Qué pasa? ¿Edward, que hiciste con el video?-

-lo edite ayer, bueno, lo recorté solo un poco, pero tranquila, tus amigos y tu pueden editarlo para que lo presenten en su show- suspiré frustrada. ¿De que manera iba a deshacerme de Edward? -¿estás molesta?- no le respondí, quizás ahora se fuera y me dejara en paz –estás molesta, lo lamento mucho mi vida, pero tenía que hacerlo, en algunas ocasiones salía perfectamente visible y no quería que me vieran, ¿me perdonas? No dejaré de insistirte Bella, por favor amor, dime que perdonas mi estupidez- suspiré nuevamente

-Bella ¿estas en casa?- gritó mamá, me alarme

-es mamá. Edward, te perdono, pero debes irte ahora mismo-

-¿Por qué?- quiso saber Edward –quiero conocer a tu madre y a tu hermano, si quieres no les decimos que estamos comprometidos, solo que somos novios-

-no puedo presentarte como mi novio, porque ni siquiera te conozco, no puedo decir que vas al colegio conmigo porque mis amigos vendrán ahorita y les preguntará a ellos. Por favor Edward, prometo estar contigo unos momentos mas tarde, pero debes irte-

-ok. Vengo por ti a las diez- se acercó a besarme y ni siquiera me molesté en responderle, estaba muy preocupada por la presencia de mi hermano y mi madre en casa.

Se esfumó de mi vista y luego me puse rápidamente mis audífonos y comencé a hacer la cama, mamá entró y me gritó nuevamente

-Isabella…- me quité mis audífonos y me gire a verla

-lo siento mamá, traía los audífonos… ¿necesitabas algo?-

-solo saber si estaban en casa- cerró de nuevo la puerta y yo me concentré en arreglar mi habitación.

Renesmee, Jake, Paul y Seth llegaron. Leah no podía venir ya que tenía su tobillo lastimado a causa del jalón que Edward le dio para que se cayera, obviamente eso ellos no lo sabían y yo no se los iba a mencionar. Mike, por su parte, dijo que estaría ocupado, pero claro está que no quería venir por que sentía vergüenza por haberme dejado sola en el cementerio.

Estábamos frente a mi computadora cuando mi celular comenzó a timbrar, de nuevo con el grito de la llorona. Los chicos rieron cuando les dije que Mike se había asustado por eso. No quise responder, no conocía el número y últimamente me habían estado llamando para ofrecerme paquetes educativos que siempre rechazaba. Un mensaje llegó después

**respóndeme el teléfono amor o iré a tu habitación, con amor… Edward**

Unos segundos después mi celular timbró y decidí contestarle, ya me había dado cuenta de que no sería tan fácil deshacerme de mi inesperado “prometido”

-¿si?-

-te amo mi vida, no dejo ni un solo momento de pensar en ti, en tus labios, en tus ojos, en tu olor- sonreí como una verdadera tonta enamorada, me reprendí mentalmente cuando me di cuenta de ello

-nos vimos hace poco, ¿Cómo puedes extrañarme?- dije en un susurro, mis amigos estaban sonriendo, o mejor dicho, burlándose de mi

-para mí, un segundo sin verte es como un siglo-

-estoy ocupada, tengo que colgar-

-te amo Bella-

-si, ok- dije sin tomar en cuenta sus fuertes palabras, lo escuche gruñir y fruncí el ceño -¿todo bien?-

-se supone que debes decir que también me amas, ¿es así como tratas a tu prometido?-

-mira…-

-dímelo Bella, o entraré a tu habitación. Estoy en el árbol y no me costaría nada entrar- parecía molesto, o tal vez estaba tan frustrado como yo –se lo que tratas de hacer Bella, se que quieres deshacerte de mi, pero es imposible, ya te encontré y no pienso dejarte ir tan fácilmente- miré la ventana de reojo y pude verlo sentado en el árbol, tan perfecto como la noche anterior

-yo te amo mucho mas, te llevo siglos de ventaja- lo escuche reír

-yo te llevo siglos de ventaja. Te amo, vengo por ti a la hora que quedamos para un paseo nocturno y para contarte algunas cosas que te serán útiles en el futuro. Que estés bien-

-igual tu, te quiero- corté la llamada y luego escuche la risa de mis amigos, no eran risas tranquilas, eran carcajadas ensordecedoras.

-wow Bells, nunca te vi tan enamorada- se burlo Renesmee

-no solo tu y Jacob pueden mantener una relación oculta- Jake y ella se quedaron callados mientras Paul, Seth y yo reíamos. Bueno, no es como si entre nosotros se pudieran guardar secretos, nos conocíamos bastante bien.

Cuando terminamos de editar el video lo subimos al blog, sin duda era el que mejor nos había salido y el que mas visitas tendría. Mamá nos trajo palomitas de maíz y refresco pues comenzaríamos a ver películas en mi habitación.

Estuve recibiendo textos de Edward, en los que me preguntaba algunas cosas insignificantes para mi pero “importantes” para él. Mi color preferido, mi fecha de cumpleaños, el nombre de los integrantes de mi familia, mi animal preferido, mi artista favorito, mi tipo de música, de películas, mis pasatiempos… cuando le pregunté por que no me había preguntado por mi comida favorita me respondió: “cuando estés a mi lado no necesitarás comida”

Si, bueno, eran vampiros y bebían sangre, ¿pero que parte de “yo no quiero ser vampiro” no entendía? Quizás si me dijera “Hey Bella, tengamos una relación mientras tu sigues siendo humana” yo le daría una oportunidad. Me gustaba, era un tipo realmente atractivo, cualquier chica moriría de envidia cuando me viera con él. Pero no. Entre sus planes estaba el de convertirme en un estúpido, jodido y alucinante vampiro. ¿Por qué no podíamos hacer las cosas a mi modo?

Cuando mis amigos se fueron llevé el bowl de las palomitas a la cocina y luego regresé a mi habitación, mi hermano estaba jugando videojuegos en la sala y mi madre preparaba ya la cena. El día se me había ido realmente rápido.

Cerré la puerta de mi habitación con pestillo, algo que nunca hacia pero dado a que a Edward le encantaba entrar a mi habitación sin el permiso de mamá, tenia que hacerlo ahora.

Me tiré en la cama para intentar dormir, las desveladas en conjunto hacían que me doliera la cabeza. Y como lo supuse, Edward entro a mi habitación por la ventana, se acostó a mi lado y comenzó a besar mi cuello y yo a dejarlo. Sentía mariposas en mi estomago, nunca había estado en la cama con un hombre, es decir, no es como si estuviéramos ya teniendo relaciones, pero el simple hecho de estar en una cama con un hombre súper sexy… bueno, cualquiera se excita con eso ¿no?

Cuando sus manos frías comenzaron a elevar mi blusa me recordé que debíamos parar esto, aunque no quisiera hacerlo. Mi madre y mi hermano estaban en la planta baja y vendrían corriendo cuando escucharan el primer ruido extraño

-Edward, Edward… quiero llegar  virgen al matrimonio ¿lo recuerdas?- se alejó de mi un poco y gruñó. Sonreí, eso lo hacía siempre que algo lo frustraba

-estamos comprometidos, ¿Qué mas da si pierdes tu virginidad conmigo? No es como si te fueras a casar después con otra persona- acaricie su pálida y fría mejilla

-¿Por qué insistes en casarte conmigo? Edward, hay mujeres perfectas ahí afuera que esperan ansiosas a que te fijes en ellas, que te cases con una de ellas y la conviertas en vampiro- quizás alejarlo con palabras suaves rendiría mas frutos, el suspiró

-¿no quieres casarte?-

-mira amor- me estremecí ¿Por qué le había dicho amor sin necesidad de usar el sarcasmo? –tengo 17 años, no puedo casarme. Quiero ir a la universidad, hacer mas amigos, seguir con el blog… quiero ser humana-

-es por eso que te estoy esperando, no te estoy presionando a nada Bella. Iras a la universidad, tendrás mas amigos y seguirás con el blog. Por algunos años todo será igual-

-por algunos años Edward, ¿es que no lo entiendes? Quiero ser humana por el resto de mi vida, no quiero vivir eternamente, quiero ser una persona normal, no quiero ser un monstruo- mordí mi labio inferior. El ultimo comentario si que lo había herido.

-tengo que irme. Para siempre. ¿No importa que no te devuelva tus fotos? Quiero… mantener al menos un recuerdo de ti- murmuró poniéndose de pie

-¿no volveré a verte?-

-¿tiene algún caso? No me quieres, me consideras un monstruo… dudas de mi amor-

-no dudo que tu amor sea verdadero, solo que el mio no lo es, yo no puedo enamorarme de un día para otro. Y lamento haber dicho lo de monstruo, no era mi intención cariño-

-si yo me ganara tu amor día con día, ¿aceptarías casarte conmigo?-

-si logras conquistarme, si-

-te amo Bella- me dio otro beso y salió por mi ventana. Por mis mejillas comenzaron a correr lágrimas.

Me pasé el resto de la noche en vela, investigando en internet sobre los vampiros, leyendas de diferentes países en los que les describía de manera muy distinta. En México, existía una clase de vampiros que era conocida por alguna parte de la población, los llamados vampiros de energía. Estos vampiros te robaban tu energía solo con mirarte a los ojos, eran muy pocos puesto que ellos no se van propagando sino que ellos nacen con ese “don”

En Italia, había una antigua ciudad en la que en siglos pasados habitaron los vampiros, alimentándose salvajemente de los humanos que residían también ahí, tiempo después los expulsaron de la ciudad de la misma manera en que habían hecho la guerra los hombres lobo aquí en Forks.

Pero ninguna leyenda me decía en realidad lo que yo podía saber con solo ir a la casa de mi vampiro y preguntar, porque en todas las leyendas los describían como seres oscuros y serios, y mi Edward no era para nada serio. Dios, ya estoy usando un posesivo con él.

Me dolía haberlo perdido, sentía en mi pecho un vacío estremecedor. ¿Sería esta la conexión de la que había hablado su papá? ¿Y si sí estaba en verdad destinada a Edward? Si eso sucedía entonces ya no importaba, él ya se había marchado por siempre.

¿No era eso lo que querías? ¿Qué se fuera y te dejara vivir tu vida en paz?- me recriminó mi conciencia. Y tenía razón, solo que era ahora, cuando sentía este profundo dolor en mi pecho, que me había puesto a pensar en que quizás, solo quizás, me había sentido completa los minutos que Edward pasó junto a mí.

Ni siquiera me tomé la molestia de salir de mi habitación al amanecer. ¿Qué caso tendría si estaría enfadada con todos? Solo me ganaría un castigo de mi madre por alzarle la voz o un golpe de Erik.

El lunes por la mañana, Erik me dejó en la preparatoria, el no tendría clases en la universidad esa semana. Renesmee y Leah me esperaban en la entrada, como siempre. Leah tenía un vendaje en su pie.

-¿Qué tal estas Leah?- pregunté por cortesía. Edward me había dicho que había utilizado mucha fuerza y eso quería decir que Leah no estaría muy bien.

-bien Bella, gracias. Aunque pasó algo extraño-

-¿Qué cosa?- quise saber. Renesmee la ayudó a sentarse en una jardinera y luego Leah comenzó a quitarse la venda

-cuando el doctor me puso la venda no tenía absolutamente nada, pero ahora cuando me terminé de bañar, iba a ponerme la venda cuando vi esto- terminó de soltar su venda y Renesmee y yo soltamos una exclamación… en su tobillo habían hematomas en forma de dedos… los dedos de mi Edward. Unas lágrimas quisieron salir al recordarlo y tuve que mirar hacia otro lado –están de lujo, creo que podríamos tomarles fotos y subirlas al blog como prueba de que algo me tocó en el cementerio-

-si, claro. Tengo clase de biología, las veo luego- caminé hacia mi salón de clases y tomé asiento en mi lugar de costumbre: la última silla de la fila al lado de la ventana.

Ya había comenzado a llover y supuse que todo mi día sería así. Todos serían así de ahora en adelante. Mis amigos nunca olvidarían lo ocurrido en el cementerio y tampoco yo podría hacerlo, recordaría por el resto de mi vida que pude haber estado con Edward y que sin embargo, como la idiota que soy, lo dejé ir.

Me limpie las lágrimas antes de que alguien me viera llorar. Ya el salón estaba lleno y el profesor estaba en la puerta, se aclaró la garganta cuando entro.

-tenemos un nuevo compañero, viene de Alaska. Preséntese por favor-

-hola, soy Edward Cullen- alcé mi vista para comprobar que mis oídos no me estaban jugando una broma. Sonreí al verlo, mi corazón latió acelerado ante su imagen, su olor me abrumó y sorpresivamente el vacío de mi pecho se llenó hasta rebozar alegría…

Había vuelto, mi vampiro... mi Edward.

 


 


 


 
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