ONE-SHOOT Los sueños hechos realidad de Rosemmett

Autor: Rosemmett24
Género: One-shoot
Fecha Creación: 06/04/2014
Fecha Actualización: 07/04/2014
Finalizado: SI
Votos: 2
Comentarios: 0
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Capítulos: 1

Siempre, lo que mas deseé desde que conocí a Emmett, fue poder formar nuestra propia familia, ver crecer a nuestros hijos, envejecer, ver a nuestros nietos... pero tambien siempre pense que, al quedarnos así, no habia forma de que mi sueño se cumpla...hasta ahora.

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Capítulo 1: Capitulo 1

Era una tarde cálida en los bosques de Forks. Según Alice, los próximos días serian húmedos y habría tormenta.
Con Emmett, habíamos decidido aprovechar esos días para irnos de viaje, y como Alice había previsto, no volveríamos con las manos vacías.
Nuestro viaje surgía en base a que nuestra sobrina, Renesmee, ya estaba creciendo mucho, y pronto dejaria de ser esa niña adorable a la que todos amamos. Pronto llegaría a su total desarrollo y seria como nosotros.
Emmett y yo no disfrutábamos mucho de la idea, habíamos observado que al encariñarnos con una criaturita como Nessie, se nos haría imposible vivir sin otro pequeño en nuestras vidas. Emmett me lo había propuesto desde el primer año de Nessie, y yo le había dicho que no, puesto a que no contaba con el paso del tiempo. Hasta que decidi que queria darle mi amor propio de madre a alguien mas que no fuera mi sobrina, sino a un hijo propio.
Cuando lo volví a hablar con Emm, él estuvo mas que contento, incluso decidimos tratar de ocultar nuestros planes y pensamientos de la familia; cuanto menos sepan, mejor.
Teniendo todas nuestras valijas listas, nos fuimos al aeropuerto con la excusa de unas "mini vacaciones", podía ver en Alice, una sonrisa pícara asomándose en sus labios; me daba el presentimiento de que sabía lo que planeábamos con Emmett, pero no me importó, seria un viaje que iba a ser difícil de olvidar.
Llegados a Rio, nos fuimos a la isla Esme, la cual nos habían prestado Edward y Bella, y ademas no íbamos a estar en ella mas de dos días, debido a nuestros planes.


-Pensaba ir de caza antes de empezar nuestra búsqueda. ¿Me acompañas, osita?- Me preguntó Emmett. Asentí echandome a sus brazos y dándole un beso casto en los labios.


-Tomo eso como un si- Dijo con esa sonrisa suya traviesa.

Lo siguiente que paso fue muy extraño. Estábamos en una isla casi desierta de no ser por nosotros, y por el hecho de que había una casa en ella.
Emmett se guió por un olor que le había gustado, mientras que yo simplemente buscaba uno que me agrade. No había corrido mucho cuando me detuve al escuchar un grito ahogado. No sabia de quien provenía, pero era de algún ser humano que pedía ayuda, seguramente. Me dirigí con cuidado hacia donde salia el grito, y escucho unos pasos detrás mio, doy vuelta y me encuentro con un hombre alto, piel blanca, ojos rojos...no tardé en darme cuenta que era de los nuestros.
El hombre solo vestía unos harapos, y tenia las manos ensangrentadas, pero pude ver que no era sangre humana.

-Necesito ayuda- Dijo. Yo solo asentí, y lo seguí lo mas rápido que fue posible.
Una mujer yacía tirada en el suelo, sobre un mantel rojo, el cual también estaba cubierto de sangre, y en sus brazos tenia dos bebes que no hacían mas que llorar; sentí la urgencia de tomarlos y calmarlos, llevarlos lejos de aquel peligro, el cual no entendía, aún.

-Por favor, toma a los niños- dijo el hombre. Yo solo obedecí, ya que eso era lo que quería desde el momento en que los vi.
Ellos solo me miraban, tenían los ojos grises y grandes, habían dejado de llorar. Me preguntaba como habían llegado a mano de ellos.
El hombre ayudo a la mujer, la cual note era su esposa. Y no le costo mucho levantarse.

-Tenia que cazar para alimentarlos, pero son pequeños y no podemos protegerlos y cazar a la vez. Muchas gracias por haber aparecido- habló la mujer, madre de los pequeños. Seguía sin entender porque me agradecía, y como era posible que tuvieran dos hijos.

-Como se llaman?-logre preguntar.

-Somos Rubí y Nial-hablo el hombre, Nial- Rubí es híbrida, yo...en cambio no, ellos son nuestros hijos. Y por el momento solo tienen dos dias y no tienen nombre-
Me sorprendió que dijera que estas hermosas criaturas no tuvieran nombre, un niño y una niña, únicos.

-Rose...- Las manos calidas de Emmett me tomaron por sorpresa, no note su presencia. Mire a mi amado con la misma cara de confusión que el.
Rubí miro a Nial, y este se puso tenso.

-Se que es algo precipitado, nosotros no queremos...no planeamos tener hijos, ni siquiera sabíamos que era posible una cosa asi...- El hombre hablaba de forma apresurada, de forma que las palabras se atropellaban unas con otras.

-No queremos una carga extra- concluyó la mujer, la cual no me simpatizaba.

-Qué quieren decir?- ahora era Emmett el que hablaba, y yo temía lo que dijeran esos dos.
-No queremos a los bebes, sabemos que es complicado, en estas circunstancias...no queremos cargar con ellos, y ustedes, son los únicos a quienes hemos encontrado hasta ahora como nosotros...y que son capaces de cuidarlos...

No podía creerlo. Cualquiera de nuestra especie hubiera deseado tener hijos mil veces antes de ser lo que somos. Y ellos no los querían, me parecía algo horrible; pero sabia lo que querían hacer, y lo que iban a hacer.

-Quiere decir que...quieren darnos a los niños?- No pude evitarlo. Emmett me dio un apretón en los hombros, pero yo solo quería llevarme a los bebes a casa.
El hombre asintió, y miro a su mujer. Ésta se acercó hasta mi, y toco las cabezas de los bebes.

-Se que si hacemos esto con ustedes, es porque por alguna razón aparecieron, y se que harán un buen trabajo con ellos, uno que yo no podré ejercer.- Dijo la mujer, mirándonos a Emmett y a mi.

-Solo prometan que los cuidarán- dijo el hombre.

Mire a Emmett que estaba tan sorprendido como yo; me devolvio la mirada, y pude ver en sus ojos lo mismo que yo sentia. Ambos asentimos a la pareja.
Nial miro a los niños una ultima vez, tomó la mano de Rubi, y desaparecieron en el bosque.
Nos quedamos en el bosque, helados, paralizados, Emmett me abrazaba, y yo trataba de no olvidar que cargaba a dos criaturitas en mis brazos.
La pequeña tomo un poco de mi pelo con su manito, y tiro de el, haciendo un gemido. Emmett y yo la observamos. Era hermosa, nos miraba seria. El otro pequeño yacía dormido en mis brazos.

-Son lindos.- Dijo Emmett sonriendo, tomando la mano de la pequeña, haciendo que me suelte el pelo.

-Si que lo son.- Sonreí. No podía creer que algo que tanto deseaba, se habia vuelto algo tan sencillo en cuestión de segundos.


-¿Cómo los llamaremos?- Preguntó Emmett, despertándome de mi shok emocional. Lo miré a los ojos un par de segundos.

-Me gusta Gunny...-dije, todavía dudando.

-Es un hermoso nombre, y ¿que te parece Thomas?

-También es un nombre hermoso, osito.- Nos besamos y llevamos a los bebes a casa; no teníamos cunas, ni mucho menos lo necesario en esos momentos, pero nos las arreglaríamos.

Emmett tenia la cara dura, sosteniendo a nuestro hijo Thomy en brazos, viendolo dormir.
Gunny en cambio, parecia mas despierta, era seria, y siempre tenia los ojos bien abiertos.

-¿Qué pasa?- le pregunté a Emmett.

-Como haremos esto?- preguntó.

No lograba comprender su pregunta. Acosté a Gunny en el medio de la cama y la rodee de almohadas para que no se cayera.

-Hacer que?-Pregunte a Emmett, mientras me acercaba a él.

-Miralos, Rose, están muy delicados, tengo miedo...Necesitan mas que nuestro cuidado en estos momentos.- Emm tenia razón, pero no podiamos dejar a los niños, ellos no estaban en condiciones de salir, ni siquiera sabía o no se me ocurría donde pudieron haber pasado la ultima noche, debido a que sus padres eran nómadas.

-¿Y si te quedas tu con ellos?- trate de que comprendiera- No tardaré mucho, será una hora, como mucho dos, y solo compraré lo necesario. Mañana iremos a Rio, y luego a Forks- Como Emmett no respondía, tuve que volver a preguntar- ¿Que dices?

-De acuerdo, pero no te tardes, recuerda que soy un padre primerizo.- Sonreí y lo besé apasionadamente.

-No tardaré- le dije, y me fui.

Definitivamente, yo tampoco sabia lo que hacíamos. Por lo menos mi sueño de ser madre se habia vuelto realidad. 
Pensé en las cosas que nuestros pequeños necesitarían, no serian muchas, compré diez pares de ropa para cada uno, vestidos y zapatos para Gunny, en gran variedad de colores, y enteritos, remeras y pantalones para Thomy. 
Entré en una juguetería sin saber que buscar en realidad, y me encontré con cientos de padres con sus hijos. Escogí un par de peluches, y juguetes llamativos para bebes, y me dirigí a la caja para pagarlos. 
En el mostrador una niña rubia de ojos claros, no mas de 5 años, le hacia un berrinche a su madre por no comprarle un juego de té. Pensé en Gunny, ella no sería así, bueno, eso esperaba, la malcriaría de la mejor manera posible, y esperaba que nunca me haga uno de esos berrinches. Sonreí solo de pensarlo. 
Termine las compras, y volvi a la isla Esme, donde encontraria a mi hermosa familia.

Emmett estaba sentado en la cama con los niños, viendo un partido, pero ellos no le prestaban atención, y se reían de las "bromas" que les hacía su padre.

-Todo en orden?- pregunté. Emmett me sonrió, y era obvia la respuesta. Gunny giro su mirada hacia mi, al igual que Thomy. Este ultimo dió un grito ahogado y extendió sus manitas hacia mi. En solo un par de segundos lo tome en brazos.

-Hola precioso, me extrañaste?- olia delicioso, ni el aroma de Renesmee se comparaba al de mis hijos.

-Hey...es una de las desventajas de ser padre el que deba compartir a mi esposa con mis hijos?- preguntó Emmett a modo de broma. No noté cuando tenía a Gunny en sus brazos y ella tiraba de su nariz, era muy gracioso que Emmett la dejara hacerlo.

-Pues, si- le respondí, y ambos reímos.

-Sera mejor que les pongamos ropa Cullen a estos pequeños...-dijo Emmett.

Gunny llevaba puesto un pijama de ositos, color blanco y rosa, y Thomy uno igual pero celeste. Listos para dormir.
Los alimentamos, y en cuanto se durmieron Emmett me sorprendió levantandome del suelo, y me beso tiernamente.

-La extrañé, señora Hale- me dijo con voz seductora.

-Y yo a usted, señor Cullen- le sonreí.

-Creo que podemos apiadarnos de la casa de nuestros cuñados, y disfrutar del mar... Que le parece?

-Me parece una estupenda idea.- dije entre risas.


 


 


 
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