Hoy salí puntual como todos los dias, tenia que llegar al trabajo a las 8 en punto. era la jefa de produccion en una empresa cinematrografica, tenia bastante exito con apenas 27 años, pero eso no era lo importante. Tenía que verlo, sus hermosos ojos su pequeña mueca que me hace pensar que es una sonrisa, esa dulce mirada que me derrite diariamente.

-Adios, Bellita. nos vemos mas tarde

 -Adios, Alice. Portate bien - le respondi a mi mejor amiga cuando salía de la casa. compartia departamento con mi mejor amiga puesto que desde que mis padres murieron no aprendi a estar sola.

salí corriendo para llegar a tiempo a la estacion que apenas quedaba a 5 manzanas del departamento y para no gartar en taxi preferia caminar o en este caso, despues de mirar mi reloj, correr.

Quizas si yo fuera un poco mas guapa o a lo mejor mas lista. si fuera alguien famoso a quien el considere especial o a lo mejor alguna modelo de revista, no lo se. quizas con eso me armaria de valor para cruzar el maldito vagon y preguntarle quien es.

todos los dias, cada mañana puntualmente lo veo en la estacion del tren, despues de que salé el tren directo al centro pasa el otro que va a las afueras de la ciudad donde esta el rodaje de la pelicula, lo miro diariamente con su traje de punta, su portafolios y sus hermosos gestos.

a las 7:30 pasó el tren y sin pensarlo dos veces subí unos segundos despues que él. siempre nos sentamos en el mismo vagon. él en los primeros puestos mientras que yo paso de frente a él. siempre lo veo lanzar un pequeño vostezo al cristal cuando subo al tren que hace quererme derretir a sus pies.

cuando pasó frente a él me mira, yo le devulevo la mirada pero, enseguida la aparto sintiendome avergonzada y lo oigo suspirar, siento que pierdo el equilibrio y antes de ponerme a temblar sigo por el pasillo hasta sentarme donde siempre lo hago.

asi pasan los dias, de lunes a viernes. diariamente como un Djavu. pasando de estacion en estacion mirandolo de lejos rodeada de silencio. Cerrando los ojos me quedo pensando como él me mira y yo estupidamente despeues de mirarlo cierro los ojos, como si eso me defendiera de su mirada.

Escuchar sus suspiros son lo que me hace quererlo mas, como si con ellos puediera decirme que me ama. pero no soy mas guapa, tampoco la mas lista como para tener el valor de acercarme a él

-Bella, por que no le hablas? - me preguntó Alice mientras veiamos la tele y comiamos comida china

-no puedo, Alice, me da miedo. no sabré que decirle. y si me rechaza o se burla de mi?
 - pregunte asustada, soy algo fatalista y por mi cabeza pasan miles de escenarios unos peores que otros.

-no se burlará. creeme. intentalo. mañana cumples 28. no crees que cuando mueras te arrepentiras de no haberle hablado? - me pregunto en tono de reproche.

-pues... si - tome aire y sonrei - mañana lo haré Alice.

Me levante bastante temprano, me puse mi falda mas linda y mi mejor blusa, queria ponerme siempre lina para él aunque no lo notara. caminé a la estacion y pasó el mismo Djavu. Al subir al tren el me mira, yo le duelvo la mirada y el simplemente suspira cuando yo cierro mis ojos, quise seguir caminando pero, un atisbo de valor se cruzo por mi cuerpo.

-Edward? - susurre tartamudeando casi apenas audiblemente. sabía su nombre porque muchas veces habia oido a gente en la estacion hablar con él y le llamaban asi.

Me sentí una completa idiota, él me miró un momento con su ceño levemente fruncido y senti que queria morir, que me tragara la tierra. simplemente queria desaparecer del frente de él, traté de seguir caminando pero su mano en mi brazo me detuvo, se acerco lentamente a mi y sonrió

-No te conozco pero, te extrañaba, todos los dias te extraño - murmuó con su suave y dulce voz - cada mañana dejo pasar el tren directo al centro para verte aqui.

Me sentí la idiota mas feliz del mundo, sabía que todo sería diferente de ahora en adelante este dia especial, él dia de mi cumpleaños, en ese momento pasamos al tunel dejando al tren sin una gota de luz.

busco su cara tanteando con mis manos, siento sus facciones suaves en lo que parece una sonrisa y tomando algo mas de valentia lo beso. toqué sus dulces y suaves labios, él por su parte profundizo el beso atrayendome hacia él, demostrandome que me quiere tanto como yo lo quiero

-te quiero, Bella - susurró en mis labios y miré sus preciosos ojos verdes cuando salimos del tunel.

-te quiero... Edward - murmuré antes de que un estruendoso golpe nos tambaleara e hiciera que todo acabará. - Edward - susurré con el ultimo sopló de mi corazon al verlo en el vagon, destrozado y sin vida.